Cultura de Japón
La cultura de Japón es el resultado de un proceso histórico que comienza con las olas inmigratorias originarias del continente de Asia y de las islas del Océano Pacífico, seguido por una fuerte influencia cultural proveniente de China y, posteriormente, un largo período de aislamiento con el resto del mundo (sakoku) de parte del shogunato Tokugawa hasta el comienzo de la Era Meiji, a finales del siglo XIX, en donde recibe una inmensa influencia extranjera y que se acrecienta después del final de la Segunda Guerra Mundial. Esto dio como resultado una cultura distinta a otras culturas asiáticas
La vestimenta
La vestimenta diaria de Japón es como la vestimenta típica occidental, los pantalones y las camisas no son una novedad. Se puede decir que algunas vestimentas destacadas de la vestimenta tradicional son poco comunes en la vida diaria. Además los hombres generalmente usan traje, o el uniforme de pantalón con chaqueta de cuello mandarín.
Vestimenta tradicional
La vestimenta, por excelencia, y por ser la más reconocida japonesa desde hace mucho tiempo es la yukata o kimono, que es como una bata larga que llega hasta los tobillos, que hace sentirse cómodo, se sostiene en la cintura por un listón grueso,Obi,o cinturón, que por la parte de atrás se hace nudo haciendo una especie de moño. La yukata se usa, en estos días, solo para las fiestas populares, en las mujeres se usan yukatas de variados y alegres colores, y en los hombres, se usa algo más masculino, tal vez una pieza de un color oscuro.
Yukata
Kimono
Gastronomia
La gastronomía de Japón como cocina nacional ha evolucionado, a través de los siglos, a causa de muchos cambios políticos y sociales, comenzando por la Edad Antigua, en la que la mayoría de la cocina estaba influenciada por la cultura china. Finalmente, la cocina cambió con el advenimiento de la Edad Media que marcó el comienzo de un abandono del elitismo con la normativa del shogunato. Al principio de la Edad Moderna tuvieron lugar grandes cambios que introdujeron en Japón la cultura occidental.
Comida doméstica
La cocina tradicional de la japonesa está dominada por el arroz blanco. Cualquier otro platillo servido durante una comida se considera un platillo secundario. Éstos se sirven para realzar el sabor del arroz. Un desayuno japonés tradicional, consiste en una sopa de miso (miso shiro), arroz, y un vegetal encurtido. La comida más común, sin embargo, se llama ichiju-sansai ("una sopa, tres platillos secundarios) con una técnica de preparación diferente para cada uno. Los tres platillos secundarios son normalmente pescado crudo (sashimi), un platillo a la parrilla, y un platillo cocido a fuego lento.
Desayuno
El desayuno tipico japones suele tener arroz (algo basico en la dieta japonesa) y un par de platos preparados como una sopa de miso o un poco de pescado al grill.
Almuerzo
Cena
Dulces-Postres
Anmitsu
El anmitsu suele presentarse con un cuenco pequeño de jarabe negro dulce o mitsu (a lo que alude el nombre), que se vierte sobre la gelatina antes de comerla
Se elabora con pequeños cubos de agar-agar, una gelatina blanca traslúcida hecha de algas rojas o verdes
Kakigori
Es un postre hecho de hielo raspado aderezado con sirope.
Mochi
Arroz dulce al vapor convertido en masa sólida.
Melonpan
Pan crujiente grande y redondo muy parecido al melon
Arte
Período Nara
Las pinturas más antiguas que aún sobreviven de este período incluyen los murales sobre las paredes del templo de Horyu-ji en Ikaruga, prefectura de Nara; en las cuales se ilustran episodios de la vida de Buda, de los bodhisattva, y de otras deidades menoresEl estilo guarda semejanza con la pintura china de la dinastía Sui correspondiente a la época de los Dieciséis Reinos. Sin embargo, a mediados del período Nara, se volvieron populares pinturas bajo el estilo de la Dinastía Tang. Entre estas también se incluyen los murales de la tumba Takamatsuzuka, que fueron realizados alrededor del año 700 a. C., y en los cuales están representados cortesanos con togas y símbolos de la astrología china como el dragón (Seiryu), la serpiente o tortuga (Genbu), el tigre (Byakko) y el fénix bermellón (Suzaku) Éste estilo en particular evolucionó en el género (Kara-e) el cual permaneció en auge durante el inicio del período Heian.La mayoría de pinturas del período Nara son de naturaleza religiosa, y están ejecutadas en gran parte por artistas anónimos. Una amplia colección de arte del período Nara se conserva en la casa del tesoro Shosoin, antiguamente propiedad perteneciente a Todai-ji, y ahora bajo el control de la Agencia Imperial.
Períodos Heian y Kamakura
Con el desarrollo de la sectas budistas esotéricas de Shingon y Tendaishu en los siglos VIII y IX en Japón, la imaginería religiosa, especialmente las pinturas o representaciones de Mándala se volvieron predominantes. Numerosas versiones de Mándala, en particular el mándala del Mundo del Diamante y el Mándala del Útero fueron creados como pergaminos colgantes, y también como murales para las paredes de los templos.Un célebre ejemplo antiguo conocido como el Mándala de los dos Mundos se encuentra en la pagoda Daigo-ji, que es un edificio religioso que posee cinco niveles de altura y está ubicado al sur de Kioto En particular, el Mándala de los dos Mundos está compuesto por dos pergaminos decorados con pinturas del período Heian; sin embargo, hoy en día algunos de los detalles pictóricos pueden visualizarse parcialmente, ya que se han desgastado por la abrasión y el paso del tiempo
Con la continua evolución del budismo japonés hacia el budismo de Tierra Pura de la secta Jodo durante el siglo X, un importante nuevo género fue añadido, denominado raigozu, en el cual se representaba a Buda Amitabha dando la bienvenida a las almas de los fieles a su paraíso occidental. Un popular ejemplo que data del año 1053 yace en el templo de Byodo-in, en la ciudad de Uji, en la prefectura de Kioto, al que también se le considera una muestra temprana del estilo de pintura japonés Yamato-e. Mientras que las pinturas Kara-e se basaban en escenas de la vida cotidiana y leyendas chinas, el estilo Yamato-e se caracterizaba por las representaciones de los paisajes de los alrededores de la antigua capital de Japón (Kioto) y la ilustración de la literatura histórica japonesaA mediados del período Heian, el estilo de pintura Kara-e había perdido terreno siendo reemplazado por el estilo Yamato-e, el cual fue usado inicialmente en la decoración de mamparas y biombos. Sin embargo, el estilo Yamato-e desarrolló nuevos formatos (especialmente hacia finales del período Heian), incluyendo el pergamino emaki. El emaki abarcaba novelas ilustradas como la de Genji Monogatari, obras históricas como Ban Dainagon Ekotoba y trabajos religiosos. Los artistas e-maki inventaron sistemas de convención pictórica con el objetivo de que las pinturas transmitiesen el contenido emocional de cada escena. El Genji Monogatari está organizado en discretos episodios, mientras que el más vivaz Ban Dainago Ekotoba emplea una ilustración narrativa continua, enfatizando el movimiento activo de figuras mediante el uso de pinceladas rápidas y ligeras, en colores vibrantes. Otro ejemplo famoso que mantiene este estilo pictórico es la pintura del pergamino del Asedio del Palacio Sanjo.Los emaki también sirvieron como unos de los primeros y grandes ejemplos de los estilos pictóricos Otoko-e (pinturas de hombres) y Onna-e (pinturas de mujeres). Hay muchas diferencias sutiles entre los dos estilos que tienen el objetivo de cautivar las preferencias estéticas de los géneros. Sin embargo, son más notorias las diferencias temáticas. En el estilo Otoko-e generalmente se representa eventos históricos, particularmente batallas. No obstante, el Onna-e se fundamenta en el pergamino de la Leyenda de Genji, enfatizando tópicos sobre la vida en la corte, especialmente las damas de la corte, y temas románticos
A mediados del período Heian, el estilo de pintura Kara-e había perdido terreno siendo reemplazado por el estilo Yamato-e, el cual fue usado inicialmente en la decoración de mamparas y biombos. Sin embargo, el estilo Yamato-e desarrolló nuevos formatos (especialmente hacia finales del período Heian), incluyendo el pergamino emaki. El emaki abarcaba novelas ilustradas como la de Genji Monogatari, obras históricas como Ban Dainagon Ekotoba y trabajos religiosos. Los artistas e-maki inventaron sistemas de convención pictórica con el objetivo de que las pinturas transmitiesen el contenido emocional de cada escena. El Genji Monogatari está organizado en discretos episodios, mientras que el más vivaz Ban Dainago Ekotoba emplea una ilustración narrativa continua, enfatizando el movimiento activo de figuras mediante el uso de pinceladas rápidas y ligeras, en colores vibrantes. Otro ejemplo famoso que mantiene este estilo pictórico es la pintura del pergamino del Asedio del Palacio Sanjo.Los emaki también sirvieron como unos de los primeros y grandes ejemplos de los estilos pictóricos Otoko-e (pinturas de hombres) y Onna-e (pinturas de mujeres). Hay muchas diferencias sutiles entre los dos estilos que tienen el objetivo de cautivar las preferencias estéticas de los géneros. Sin embargo, son más notorias las diferencias temáticas. En el estilo Otoko-e generalmente se representa eventos históricos, particularmente batallas. No obstante, el Onna-e se fundamenta en el pergamino de la Leyenda de Genji, enfatizando tópicos sobre la vida en la corte, especialmente las damas de la corte, y temas románticos
Período Muromachi
Durante el siglo XIV el desarrollo de los monasterios zen en las ciudades de Kamakura y Kioto tuvo un gran impacto sobre las artes visuales. Un austero y monocromático estilo de pintura en tinta llamado Sumi-e fue introducido en Japón a través de la influencia de las dinastías chinas Song y Yuan, reemplazando los pergaminos polícromos del período anterior. A pesar de la introducción de este nuevo movimiento pictórico, en esta época se continuaron realizando los retratos religiosos denominados Chinso, los cuales estaban pintados con una amplia paleta cromática y fueron plasmados principalmente por los monjes zen. Un típico ejemplo es el retrato realizado por el pintor y sacerdote Tsung-kao (1089-1163), en el cual se representa al monje legendario Kensu (En idioma chino, Hsien-tzu) en el momento que adquirió la iluminación divina.20 Éste tipo de pintura era ejecutado mediante pinceladas rápidas y con mínimo detalle, para lograr un efecto de profundidad, distancia y grandeza
La pintura titulada Atrapando un siluro con una calabaza (localizada en el templo zen de Taizo-in, en el complejo religioso Myōshin-ji, en Kioto), fue pintada por el sacerdote y artista Josetsu, y marcó un punto decisivo en la pintura Muromachi. En el primer plano está pintado un hombre en la orilla de un riachuelo sosteniendo una pequeña calabaza y echando un vistazo a un gran resbaladizo siluro o pez gato. El plano intermedio aparece lleno de neblina, y en el fondo surgen sutilmente unas montañas en la lejanía. Generalmente se asume que esta obra pictórica, ejecutada alrededor de 1413, encaja en un "nuevo estilo" de pintura concorde con la percepción china de profundidad del espacio en el plano del cuadro
Al final del siglo XIV, el arte de paisajes monocromático fue patrocinado por el Clan Ashikaga, siendo también el género predilecto entre los artistas zen, y que gradualmente evolucionó de sus raíces chinas a un estilo japonés.Los artistas más destacados del período Muromachi fueron los pintores-sacerdotes Shubun y Sesshu. Shubun fue un monje del templo Shōkoku-ji en Kioto, y el pintor del paisaje realista titulado Leyendo en un bosque de bambú, en el cual se vislumbra un profundo retroceso de la perspectiva espacial.24 Sesshu, al contrario del resto de artistas del mismo período, tuvo la oportunidad de viajar a China y estudiar las técnicas y conceptos de la pintura directamente desde su fuente de origen. Una de las obras más importantes de Sesshu es el Rollo del extenso paisaje, en el cual se representa un paisaje continuo de las cuatro estacionesA finales del período Muromachi, la pintura en tinta migró fuera de los monasterios Zen al mundo del arte en general, a medida que los artistas de la escuela Kanō y la escuela Ami adoptaron el estilo y su temática. Sin embargo, la pintura en tinta tuvo una ligera modificación con la introducción de un efecto más plástico y decorativo que continuaría hasta los tiempos modernos.
Período Azuchi-Momoyama
En contraste con el período Muromachi, el período Azuchi-Momoyama estuvo caracterizado por el empleo de un estilo policromo, también por un considerable uso de láminas de plata y oro, y por la preferencia de obras pictóricas en formatos a gran escala.La escuela Kanō, que estaba patrocinada por Oda Nobunaga, Toyotomi Hideyoshi, Tokugawa Ieyasu y sus seguidores, adquirió prestigio y se expandió tremendamente. Kanō Eitoku desarrolló una fórmula para la creación de paisajes monumentales sobre puertas corredizas, paredes, mamparas y biombos. Estas grandes pantallas y pinturas murales eran generalmente comisionadas para que decorasen los interiores de castillos y palacios de la nobleza militar.Los temas predilectos entre los artistas eran las flores y los pájaros, debido a que facilitaban la labor de rellenar espacios de gran envergadura. Cabe mencionar que muchas de las obras de este período decoraron las paredes y paneles del Castillo Azuchi, y que en su mayoría fueron comisionadas a Eitoku bajo las órdenes de Oda Nobunaga. Sin embargo después del asesinato de Nobunaga en 1582, el castillo fue destruido e incendiado totalmente para que ninguno de sus enemigos lo ocupasen. En consecuencia, ninguno de los trabajos artísticos sobrevivió y sólo quedan algunos relatos descriptivos de la escuela Kanō que narran el aspecto físico de estos.
La situación se mantuvo igual hasta el siguiente período Edo, a medida que el Shogunato Tokugawa seguía promoviendo las obras de la escuela Kanō como el arte oficialmente autorizado de los shōgun, del daimyō y la familia imperial japonesa.31 Un claro ejemplo de pinturas de este período que ha sobrevivido el paso del tiempo puede ser vislumbrado en las puertas corredizas del templo Daikaku-ji, que en el pasado fue la sede del palacio del emperador Saga.Las obras pictóricas albergadas en Daikaku-ji fueron adaptadas a la arquitectura fusuma, para que existiese una contrastante diversidad de atmósferas en cada habitación y han sido atribuidas al artista Kanō Sanraku. Entre las habitaciones destacan la "Sala de las peonias", la "Sala de las flores de cerezo", la "Sala de los sauces", que deben su nombre a las pinturas reflejadas en sus paredesAsimismo, otra muestra importante de la pintura de esta época se exhibe en los paneles del templo Daitoku-ji, que fueron realizadas por el artista Unkoku Togan y encargadas por el general samurái Mōri Terumoto.Sin embargo, durante la época Azuchi-Momoyama hubo corrientes pictóricas y artistas no pertenecientes a la escuela Kanō que también tuvieron su auge, adaptando la temática china a los materiales y a la estética japonesa. Un grupo importante fue la Escuela Tosa de pintura, que primordialmente desarrolló la tradición Yamato-e, y que obtuvo fama por la ilustración de la literatura clásica japonesa en libros o emakis en pequeño formatTambién surgió un interés por retratar a las personas realizando sus actividades diarias, en un estilo que adoptó el nombre de Rakuchū-rakugai zu, que significa "escenas dentro y fuera de Kioto" y que eran habitualmente plasmadas sobre paneles de madera conformados por seis separaciones.
Periodo edo
Muchos historiadores han sugerido que el período Edo es una continuación del período Azuchi-Momoyama. Ciertamente, a principios del período Edo, muchas de las tendencias anteriores de la pintura continuaron siendo populares; sin embargo, también surgieron nuevos estilos.
Una de las academias pictóricas más significativas que floreció a principios del período Edo fue la Escuela Rinpa, la cual se centraba en los temas clásicos, presentándolos en un formato llamativo y magníficamente decorado. En particular, el artista Tawaraya Sōtatsu permitió la evolución del estilo decorativo a través de la recreación de temas derivados de la literatura clásica, en los que empleó figuras y motivos del mundo natural en tonalidades coloridas en contraposición de fondos recubiertos por láminas de oro. Un siglo después, Ogata Kōrin reutilizó el estilo de Sōtatsu, generando obras únicas y con amplia riqueza visual. Cabe mencionar que Honami Kōetsu, quien también uno de los fundadores de la escuela pictórica Rinpa, promovió el renacimiento del estilo tradicionalista japonés Yamato-e y de las percepciones aristocráticas de los últimos años del período Heian. Sus ideales artísticos fueron plasmados fundamentalmente en sus obras de caligrafía, las cuales generalmente eran ejecutadas sobre las pinturas en tinta realizadas por su amigo cercano Sōtatsu
Período Meiji
Durante la Era Meiji, Japón sufrió un tremendo cambio político y social durante el proceso de campaña de occidentalización y modernización dirigida por el nuevo gobierno Meiji. El período Meiji estuvo marcado por la división del arte en los correspondientes estilos occidentales y estilos indígenas tradicionales.51
El estilo occidental de pintura llamado (Yōga) fue oficialmente promovido por el gobierno, el cual envió a prometedores jóvenes artistas a que realizasen sus estudios en el exterior, y contrató artistas extranjeros para que estableciesen un currículo de arte en las escuelas japonesas
Sin embargo, después de un favoritismo inicial por el estilo de arte occidental, el péndulo se balanceó en dirección opuesta, y hubo un movimiento dirigido por el crítico de arte Okakura Kakuzō y por el educador Ernest Fenollosa que suscitó el renacimiento y la apreciación de los estilos artísticos tradicionales de Japón (Nihonga)En 1880, el arte de estilo occidental fue prohibido en las exhibiciones oficiales y fue severamente criticado por los críticos. Con el apoyo de Okakura y Fenollosa, el estilo Nihonga evolucionó con varias influencias del movimiento europeo Prerrafaelita y del Romanticismo.
Período Taishō
En el período Taishō predominó el estilo Yōga sobre el género Nihonga. Después de una larga estadía en Europa, muchos artistas (incluyendo Arishima Ikuma) regresaron a Japón en este período, trayendo consigo nuevas técnicas del impresionismo y del postimpresionismo. Las obras artísticas de Camille Pissarro, Paul Cézanne y Pierre-Auguste Renoir influenciaron las primeras pinturas de la era Taishō. Sin embargo, los artistas Yōga de esta época tuvieron una inclinación por el eclecticismo, y hubo una profusión de movimientos artísticos disidentes. Estos incluían la sociedad Fusain (Fyuzankai) que enfatizaba los estilos del postimpresionismo, en especial el fauvismo. En 1914, surgió la Nikakai (Sociedad de Segunda División) con el propósito de oponerse a la exhibición Bunten patrocinada por el gobierno.
La pintura durante el periodo Taishō fue ligeramente influenciada por otros movimientos contemporáneos europeos como el neoclasicismo y el postimpresionismo tardío.
Sin embargo, de modo interesante el renaciente estilo Nihonga hacia finales de la época Taishō adoptó ciertas tendencias del postimpresionismo. La segunda generación de artistas Nihonga formaron la Academia de Bellas Artes de Japón (Nihon Bijustsuin) para competir contra el Bunten que era promovido por el gobierno, y a pesar de que las tradiciones yamato-e continuaron prevaleciendo con fuerza, el incremento en la utilización de los conceptos de perspectiva occidentales, y las nociones europeas de luz y espacio comenzaron a debilitar las diferencias entre los estilos Nihonga y Yōga.
Período Shōwa
La pintura japonesa a principios de la Era Shōwa estuvo ampliamente dominada por Yasurio Sotaro y Umehara Ryuzaburo, quienes introdujeron los conceptos de arte puro y pintura abstracta a la tradición Nihonga, creando por consiguiente una versión más interpretativa de éste género. Esta tendencia fue considerablemente desarrollada por Tsuguharu Foujita y la sociedad Nika para abarcar el surrealismo. Asimismo para promover estas tendencias, la asociación de arte independiente (Dokuritsu Bijutsu Kyokai) fue establecida en 1931.
Durante la Segunda Guerra Mundial, los controles gubernamentales japoneses y la censura permitieron únicamente la expresión de temas patrióticos. Muchos artistas fueron reclutados en el proyecto de propaganda política del gobierno, y se promovió la crítica sin juicio emocional de sus trabajos.
En el período de postguerra se creó la Academia de Arte Japonés (1937) promovida por el gobierno y la cual abarcaba los estilos Nihonga y Yōga. Las exhibiciones patrocinadas por el gobierno habían cesado, y se dio inicio a las exposiciones privadas como la Nitten, que eran incluso de una mayor escala. A pesar que la Nitten fue en principio organizada por la Academia de Arte de Japón, desde el año 1958 empezó a ser administrada por una corporación privada.
Caligrafia
Shodo
Se considera un arte y una disciplina muy difícil de perfeccionar y se enseña como una materia más a los niños japoneses durante su educación primaria.
roviene de la caligrafía China, y se practica a la usanza milenaria, con un pincel, un tintero donde se prepara la tinta china, pisapapeles y un pliego de papel de arroz. Actualmente también es posible usar un fudepen, pincel portátil con depósito de tinta.
El shodo practica la escritura de caracteres japoneses hiragana y katakana, así como caracteres kanji derivados de la escritura china. Actualmente existen calígrafos maestros en este arte que son contratados para la redacción de documentos importantes.
Además de requerir una gran precisión y gracia por parte del calígrafo, cada carácter kanji debe ser escrito según un orden de trazo específico, lo que aumenta la disciplina requerida a quienes practican este arte.
Hiragana
El hiragana es uno de los dos silabarios empleados en la escritura japonesa junto con el katakana. También se suele emplear hiragana para referirse a cualquiera de los caracteres de dicho silabario. Proviene de la simplificación de caracteres más complejos de origen chino que llegaron antes del comienzo del aislamiento cultural japonés, que se mantuvo inflexible hasta el final de la era Edo.
Katakana
Se atribuye su invención al monje Kukai o Kobo Daishi. También se suele emplear katakana para referirse a cualquiera de los caracteres de dicho silabario. Cuando se refiere al conjunto de silabarios hiragana y katakana se le conoce como Kana. De los dos silabarios es el más reciente.
Estos caracteres, al contrario que los kanji, no tienen ningún valor conceptual, sino únicamente fonético. Gráficamente, presentan una forma angulosa y geométrica.
El silabario katakana consta de 46 caracteres que representan sílabas formadas por una consonante y una vocal, o bien una única vocal. La única consonante que puede ir sola es la 'n'.
Cultura popular y animes
La cultura popular japonesa no sólo refleja las actitudes y preocupaciones del presente, también poseen una conexión al pasado. Las películas, programas de televisión, series animadas y música son desarrolladas a partir de tradiciones literarias y artísticas antiguas, y en muchos de estos temas y estilos de presentación pueden ser considerados como formas de arte tradicional. Las formas contemporáneas de cultura popular, aparte de las formas tradicionales, proveen no sólo entretenimiento sino una forma de escape al japonés moderno de los problemas de un mundo industrializado. En un estudio para medir la cantidad de horas dedicadas al ocio y realizado por el gobierno en 1986, el 80% de los hombres y mujeres pasaban entre dos horas y media al día en ver televisión, escuchar la radio y leer revistas y periódicos. Los adolescentes y personas retiradas reportaron más tiempo en esas actividades que en otros grupos.
A finales de la década de 1980, la familia estaba enfocada en actividades de ocio, como paseos a parques o centros comerciales. A pesar que la sociedad japonesa es conocida por ser muy trabajadora con poco tiempo dedicado al placer, los japoneses buscan una forma de entretenimiento de cualquiera manera. Es normal ver que los trabajadores japoneses cuando se dirigen al trabajo, siempre leen su revista favorita o escuchan su música favorita.
Leyendas mas reconocidas
Yoshinari
En el lejano Japón vivía un joven Samurai llamado Yoshinari. Era valiente y de noble carácter, además tenía una especial facilidad para contar historias maravillosas.
Al emperador le gustaba mucho escuchar los cuentos de Yoshinari antes de dormir, porque cada historia le dejaba enseñanzas, así que cada noche el Samurai era llamado al palacio para relatar una nueva historia.
Pero ocurrió que una noche, el emperador, preocupado por las cuestiones de Estado, no podía dormir y pidió a Yoshinari que le contara más historias que de costumbre, y el Samurai le contó, todos los cuentos que siendo niño, le contaba su abuelo, su padre, su bisabuelo, etc.
Aún así el Emperador no se podía dormir, esto lo irritaba y los guardias imperiales se preocupaban por el destino del Samurai.
Pero Yoshinari terminó sus relatos al alba, cuando el sol asomaba ya tímidamente por detrás de las montañas.
Aquella fue una noche larga para el emperador, sus guardias, pero no para el Samurai que estaba tranquilo con sus relatos.
Aquella fue conocida como "La Noche del Samurai" y que se convirtió en una leyenda más, conocida por todo el pueblo japonés.
Yamamba
Es un viejo demonio en forma de una anciana fea con el cabello blanco desgreñado y que vive en el fondo de la montaña. Ronda los montes y se aparece de formas muy variadas. Su nombre se usaba antiguamente para todos los espíritus femeninos de las montañas.
A veces adopta un aspecto aterrador y come a los humanos que se encuentre en el camino, y en otras ocasiones hace cosas buenas a quien la encuentra, todo depende de quien sea la persona a quien se le aparezca.
Yukionna
La mujer de las nieves busca a gente que se ha extraviado durante un temporal. Es de piel blanca, pelo negro largo y muy hermosa. Cuando se encuentra a un perdido exhausto por la tempestad de nieve, los duerme hasta que mueren. En ocasiones se casa con un hombre normal al que finalmente mata.
Okiku
Okiku es el nombre de una muñeca que esta situada el templo de Manenji en Hokkaido la cual envuelve una misteriosa historia.
Un Joven en Hokkaido que estaba en el mercado decidió comprar una muñeca para su hermana menor, el Joven llevo esta muñeca a su hermana y ella muy encariñada con ella la llevaba a todos lados, la lavaba, la vestía, la peinaba. Un día esta niña falleció según los ritos Japoneses su cuerpo fue incinerado y con ella su ropa sus juguetes y todas sus pertenencias, pero su madre sin querer dejarlo todo de ella y sin quedar sin un solo recuerdo se quedo con la muñeca.
Tuvo la muñeca en casa un tiempo y poco a poco se fue dando cuenta del que pelo de esta muñeca crecía cada vez mas, y supuso que era cosa de la vista, pero al tiempo se dio cuenta que no era así y que el pelo de la muñeca había crecido exageradamente, en busca de una respuesta se dirigió al monasterio de Manenji para preguntar a los monjes de allí por el extraño acontecimiento, y los monjes le comunicaron a la madre de la niña que al haberse quedado con el bien mas preciado de la persona fallecida el alma habia quedado resguardada allí para siempre.
Desde 1938 esta muñeca ha estado en el templo de Manenji y cada "X" tiempo se le corta el cabello y vuelve a crecer. El cabello de esta muñeca ha sido analizado... y es cabello humano.
Japón y su infierno
Bajo la Tierra están los Infiernos y el reino de los muertos (el “País de las Tinieblas”). En este reino se puede penetrar ya sea a través de la vertiginosa pendiente que se halla en la provincia de Izumo o a través de un abismo que se halla en cerca de las orillas marinas.
En cualquier caso, en las más antiguas tradiciones mitológicas japonesas el infierno no parece tener un lugar especialmente destacado. Las primitivas creencias sobre la muerte tampoco se hallan muy especificadas, como si el shintoísmo tuviera horror al concepto del "no-ser", y por supuesto, la idea de recompensa o castigo después de la muerte se desconocía absolutamente en el Japón, hasta que el budismo la introdujo.
Sin embargo, a partir de este punto, se desarrollo un concepto de infierno muy parecido al mundo cristiano de la condenación, a donde van a parar los pecadores: el reino subterráneo de Jigoku, que está compuesto por ocho regiones de fuego y ocho de hielo.
El soberano de Jigoku (infierno) se llama Enma-ho, y juzga las almas de los pecadores varones, asignándoles tras el juicio a una de las dieciséis regiones de castigo según el carácter de sus ofensas. La hermana de Enma-ho juzga a las pecadoras, según el mismo procedimiento. Como parte de este proceso, el pecador ve reflejados sus pecados en un enorme espejo, y las almas pueden salvarse mediante la intercesión de los Bosatsu o Bodhisatvas. (budas y ser previo a buda)
Oni
Las representaciones de onis varían ampliamente, pero es frecuente mostrarles como gigantescas criaturas de afiladas garras, pelo revuelto y dos largos cuernos surgiendo de sus cabezas. La mayoría de las veces poseen forma humanoide, aunque en ocasiones han sido mostrados con características antinaturales, poseyendo gran número de ojos o dedos extra. Su piel puede ser de un variado rango de colores, pero rojo, azul, negro, rosa y verde son particularmente comunes. Su fiera apariencia se vé incrementada por las pieles de tigre que tienen tendencia a vestir y los garrotes de hierro, llamados kanabō (金棒, 'kanabō'?), que suelen llevar. Esta imagen ha dado lugar a la expresión oni con garrote de hierro (鬼に金棒, 'oni con garrote de hierro'?), que denota resistencia e invencibilidad. También usado en el sentido de "fuerza para el fuerte", o poseer una habilidad natural incrementada gracias al uso de alguna herramienta.Suelen aparecer como seres malvados pero en algunos cuentos también ayudan a las buenas personas.
Gaki
Los gaki o fantasmas hambrientos son seres que sufren continuamente hambre y sed y cualquier alimento que halla ante ellos desaparecerá entre las llamas. Son seres infelices y demacrados, con el vientre hinchado y la boca muy ancha, que simbolizan el hambre y la sed nunca saciada.
Shura
Los shura o espíritus enfurecidos habitan el cielo y se reúnen para luchar entre ellos en grupos hostiles. Su aspecto es el de los guerreros, sus gritos son como el trueno. Los shura son reencarnaciones de guerreros muertos en combate, son todos machos y reencarnan el espíritu del odio y la venganza. A los shura se les confunde normalmente con otros tipos de seres de origen chino, unos ogros aéreos llamados tengu.
Tengu
Se dividen en dos clases, la principal y la subordinada. El jefe tengu va ataviado con un ropaje rojo y una pequeña corona en la cabeza. Tienen una expresión colérica y amenazadora, su nariz es prominente y simboliza el orgullo y la arrogancia. Los jefes tengu poseen distintas personalidades y títulos, residen en un alto pico de su propiedad.
Los tengus inferiores están sujetos a un jefe y deben servirle siempre. Su boca es como el pico de un pájaro y el cuerpo tiene unas pequeñas alas. Se congregan en bandadas cerca de la morada del jefe y desde el árbol vuelan para ejecutar las órdenes de su amo. Se les llama "Koppa tengu" o tengus de reparto.
Raijin y Fujin
Son genios del trueno y del viento respectivamente. Se parecen mucho a los oni. El espíritu del trueno es un oni rojo y el del viento un oni azul. El rai-jin leva un marco redondo en la espalda al que van unidos unos pequeños tambores. El fu-jin lleva un saco del que salen rachas de viento, pueden ser una brisa ó un huracán según abra más o menos el saco.
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