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29 ene 2012

NOS LAVARON EL CEREBRO


ARTICULO RECIBIDO VIA E-MAIL

Primero, convirtieron el odio a una persona en particular, en odio a todo su gobierno y por lo tanto a todas las acciones del mismo, sin importar que fueran positivas o negativas para el país.?
Segundo, no les importó desarmar al país y destruir su .....
seguridad nacional por su afán de hacer quedar mal al gobierno anterior y a las personas que colaboraron en este, sin importar si realmente eran o no culpables de algún delito.
Tercero, a menos de un año desde la caída del gobierno anterior decidieron crear varias “Comisiones” con el objetivo real de desprestigiar, desacreditar y hacer quedar mal los logros de ese gobierno. Comenzaron por los más visibles y que todos recordaban, estabilización de la economía y pacificación nacional.
Cuarto, nos hicieron creer a todos que no hubo estabilización de la economía, solo corrupción. Asimismo también dijeron que nunca hubo lucha contra elterrorismo, solo violaciones de DDHH de parte del Estado para defender una dictadura, un sistema injusto.
Quinto, en el caso específico de la lucha contra el terrorismo que tenía más de20 años, nos hicieron creer que esta ya había terminado. Y que por lo tanto ya se podía hacer un recuento histórico objetivo sobre esta.
Sexto, partidos políticos, movimientos regionales, el Poder Ejecutivo, Poder Judicial, Poder Legislativo y ONGs se aliaron para crear un enorme aparato propagandístico en el cual se maximizó las violaciones de DDHH del gobierno anterior, llamadas Cantuta y Barrios Altos, mientras se ignoró totalmente todas las violaciones de DDHH de parte del terrorismo a los ciudadanos, así como los logros positivos de las fuerzas del orden contra ellos.
Séptimo, luego de la “preparación” a la población a través de la propaganda, se hizo creer que era necesaria una “Comisión de la Verdad” que sea la encargada de contar exactamente qué pasó en el país durante esos 20 años. Supuestamente esa comisión debía ser imparcial, objetiva y neutral.
Octavo, al mismo tiempo se buscó una Justicia Supranacional sesgada para alegar que la Legislación del gobierno anterior que ayudó a vencer al terrorismo era “inhumana, inconstitucional e ilegal”. De esta manera, lo que fue positivo en un tiempo ahora era vergonzoso y malo. Así los opositores consiguieron el argumento perfecto, para destruir a las leyes que ayudaron a vencer al terrorismo.
Noveno, se crearon comisiones para “crear” una nueva legislación antiterrorista y “corregir” los excesos de la “dictadura”. En términos reales se le dio a personas izquierdistas ideológicamente afines a los terroristas, la oportunidad de decidir qué hacer con ellos. El resultado de esto fue indultossecretos, indultos públicos, exoneración de penas, beneficios penitenciarios y liberación de cientos de terroristas. Para poder justificar estas decisiones a laopinión pública alegaron que “algunos inocentes estaban injustamente presos”. Sin embargo, para corregir esto solo bastaba con una Comisión de Indultos, tal como lo venía haciendo el gobierno anterior.
Décimo, se creó una “Comisión de la Verdad” con fondos millonarios del gobierno que tenía el mandato de “contar la verdad sobre la guerra antiterrorista de 1980 al 2000”. Sin embargo, de sus miembros, la mayoría eran izquierdistas marxistas que guardaban simpatía con la “lucha armada” así como un claro sesgo antimilitarista. Para guardar apariencias ante la opinión pública pusieron dos curas aparentemente neutrales, una tránsfuga del gobierno odiado y un miembro de la Fuerza Aérea (el instituto armado que menos combatió al terrorismo) y asimismo velasquista (afín a una dictadura militar izquierdista de los 70s).


Decimoprimero, la “Comisión de la Verdad” izquierdista concluyó que si bien los terroristas eran responsables del 54% de muertos (esto para quedar bien ante la opinión pública), las Fuerzas Armadas eran responsables del 36%. Para esa discutible cifra pusieron a los muertos de los terroristas en combate como “víctimas” de los militares. De esta manera le lavaban la cara a los terroristas, haciéndole que compartieran responsabilidad con los militares que se encargaron de defender a la sociedad. No solo esto, sino que triplicaron a la cifra original (y documentada) de muertos y desaparecidos que era un promedio de 25,000 utilizando un discutible método estadístico que se usa para contar cardúmenes de peces.
Decimosegundo, la “Comisión de la Verdad” también concluyó que el Ejército empleó “políticas sistematizadas de violación de DDHH contra población civil indefensa” y recomendó que “se le abra juicios a militares responsables”, asimismo dijo que “el 85% de violaciones sexuales era culpa del Ejército”.
Decimotercero, otra conclusión sesgada es que el terrorismo se originó por el olvido del Estado, el racismo y la pobreza. Cuando la verdad fue que el terrorismo se originó debido a la ideología maoísta, marxista, leninista que cree como medio legítimo la “lucha armada” para “tomar el poder” e imponer “la dictadura del proletario” a la fuerza. Esto último lo obviaron.
Decimocuarto, el Ministerio Público y Poder Judicial, tomaron como verdades absolutas las conclusiones de la CVR y comenzaron a utilizarlas como “pruebas” para acusar a batallones enteros de militares y de marinos de “violación de DDHH” como “Política Sistematizada”. De tal manera que desde el soldado hasta el Comandante General de cada región eran enjuiciados por éstos, sin individualizar casos, a pesar que la ley claramente decía que la CVR no era prueba de nada y que se debía volver a investigar los casos, en el caso que se les enjuiciara.
Decimoquinto, se anuló la amnistía a militares y policías que el Presidente anterior había dado a los que lucharon contra el terrorismo.
Decimosexto, el gobierno “aplicó” las recomendaciones de la CVR y comenzó a dar “reparaciones” e “indemnizaciones” a las “víctimas” a las cuales el Estado les había “violado sus DDHH” (muchas de ellas terroristas confesos). Asimismo muchos campesinos cuyos familiares habían sido asesinados por terroristas, al verse recompensados de dinero por cambiar su versión, dijeron que fueron los militares. Se volvió “negocio” acusar de violación de DDHH a militares y policías. El principio era: “El Estado paga, los terroristas no, es más rentable acusar al Estado y sus agentes”.
Decimosétimo, las ONG de DDHH se comenzaron a aprovechar de esto para justificar donaciones del extranjero, principalmente de EEUU y Europa, alegando que “estaban apoyando a la justicia, al denunciar a violadores de DDHH y recompensar a víctimas de éstos”, asimismo por cada indemnización o reparación éstas recibían un porcentaje.
Decimoctavo, de esta manera se comenzó a liberar a terroristas probados, y generar juicios interminables sin pruebas a militares y policías (muchos de éstos inocentes), varios terminaban presos.
Decimonoveno, se aplicó la famosa “autoría mediata” (teoría importada del extranjero, nunca antes utilizada en Perú) según la cual un jefe es responsable de toda violación de DDHH en un “aparato de poder organizado” que empleaba “políticas sistematizadas de violación de DDHH”, de esta manera se comenzó a enjuiciar a mandos medios y altos, e incluso se enjuició al ex Presidente de la República, alegando que “Él debía saber todo lo que sucedía porque era mando supremo de las FFAA y su gobierno era dictadura, un aparato de poder organizado” 

Vigésimo, las ONG comenzaron a realizar una poderosa campaña psicosocial de desprestigio al gobierno anterior y a militares y policías victoriosos de la lucha contra el terrorismo, al mismo tiempo que se “victimizaba” a terroristas como “luchadores sociales idealistas y equivocados cuyos DDHH fueron violados por un gobierno autoritario y represor”. Asimismo, las ONG defensoras de terroristas y víctimas del Estado lograron “capacitar en DDHH” a los mismos jueces y fiscales del Estado en su doctrina de mano blanda a terroristas, y mano dura a militares y policías.

Vigésimo primero, el terrorismo comenzó a resurgir esta vez aliado con el narcotráfico. Sin embargo, según “analistas” y ONG’s de DDHH sesgadas, el “terrorismo ya no era un peligro para el país”. Incluso, una ONG “solicitó” al Parlamento Europeo que sacaran a un grupo terrorista de su “Organización deGrupos Terroristas” porque según ellos “ya no estaba activo”.
Vigésimo segundo, las reales víctimas de grupos terroristas (ciudadanos,autoridades políticas, militares y policías asesinados y/o heridos en actosterroristas) nunca fueron defendidas ni por ONG’s de DDHH, ni por el Estado, excepto en una ocasión en Lucanamarca (una masacre senderista). Este caso nuevamente fue para “lavarse la cara” ante la opinión pública de que no eran parcializados; fue el único. En todos los demás las ONG siempre enjuiciaban al Estado y sus agentes, defendiendo únicamente a las “víctimas de violaciones de DDHH de agentes del Estado” (muchas de ellas, con versiones difíciles de probar y/o de terroristas probados).
Vigésimo tercero, las ONG comenzaron a criticar a la más famosa operación de rescate de rehenes de este país, alegando que los terroristas que habían secuestrado la embajada eran “víctimas rendidas y pacíficas” y que los militares los habían “asesinado extrajudicialmente” violando injustamente sus DDHH.
Vigésimo cuarto, el Estado se allanó completamente ante una JusticiaTrasnacional de DDHH que se dedicó principalmente a ordenar al Estado a que “indemnice terroristas” y les dé una “reparación pública y moral a sus miembros”; eso quiere decir un homenaje público en el que el Estado se humille ante los terroristas por defender la constitución y a la población. También hubo casos de mentirosos indemnizados por el Estado (Leonor La Rosa) y víctimas asesinadas por Sendero Luminoso indemnizadas, porque sin pruebas el Estado “aceptó culpabilidad de sus agentes” (Pedro Huillca).
Vigésimo quinto, terroristas famosos comenzaron a ser liberados y viajar por fiestas navideñas a ver a sus familiares mientras que militares, policías y políticos que los combatieron no tenían esos beneficios.
Vigésimo sexto, terroristas liberados comenzaron a lavar el cerebro a jóvenes que no habían vivido el terrorismo, diciéndoles que fue una “guerra civil entre dos bandos” por “la conquista del poder” (cuando la verdad fue que era un Estado democrático que se defendió de una agresión terrorista contra sus ciudadanos); asimismo, consiguieron miles de firmas para legalizar a un grupo terrorista como Partido Político, engañaron que su objetivo final era “la amnistía general a militares, policías y terroristas”. Sin embargo esto es falso, ya que si bien los terroristas podrían ser amnistiados, Perú por haberse allanado a la Justicia Trasnacional de DDHH no puede realizar amnistías a militares ni policías acusados de violación de DDHH.
Vigésimo sétimo, las autoridades judiciales aceptaron su pedido de legalización como partido político, alegando que “se aceptan todo tipo de creencias en democracia”.
Vigésimo octavo, terroristas liberados comenzaron a reciclarse como líderes de frentes de defensa, autoridades locales, regionales y nacionales gracias a la legalización de su partido. Incluso llegaron a congresistas, y próximamente iban a postular para Presidente...

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