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15 jul 2012

EL MRTA OTRA BANDA TERRORISTA



Policia Investigaciones VICTOR POLAY: LA VERDAD DE UNA CAPTURA Y LA COBARDIA DE UNA VENGANZA "Los cobardes solo amenazan cuando están a salvo; el osado sólo prueba una vez el gusto de la satisfacción cumplida" Cuando en 1982 el Perú se desangraba por obra y gracia de la organización terrorista Sendero Luminoso, otro grupo violento y subversivo autodenominado “Movimiento Revolucionario Túpac Amaru" (MRTA) se hacía conocer a la luz
pública dejando estelas de sangre, llanto y dolor en el pueblo peruano. Esta agrupación procedente de los sectores extremistas del Partido Socialista Revolucionario (PSR), del Movimiento de Izquierda Revolucionario (MIR), y de los grupos radicalizados de Vanguardia Revolucionaria (VR) no tenía una ideología ortodoxa leninista y estaba muy lejos del maoísmo. Su fuerza radicaba en la organización de un ejército guerrillero autodenominado Ejército Popular Tupacamarista, situado fuera de las áreas pobladas, complementado por destacamentos de Fuerzas Especiales que actuaban en medios rurales y urbanos. Su primera acción fue el asalto a un banco en el distrito de La Victoria en Lima, con el fin de financiar sus guerrillas y luego el ataque con explosivos a la casa de los “marines” norteamericanos en Lima en Noviembre de 1983. Las acciones del MRTA fueron creciendo en los años siguientes, siendo a principios de 1984 cuando se declaran oficialmente en pie de guerra, atacando principalmente cuarteles militares en las zonas rurales y dependencias de policía en las ciudades, además de asesinatos y secuestros. También tomaron varias emisoras de radio como parte de su campaña de propaganda militar, atacaron la casa del Ministro de Economía de aquél entonces, Carlos Rodríguez y sucursales de la cadena de restaurantes “Kentucky Fried Chicken”; asimismo, hicieron detonar un coche bomba en el Ministerio del Interior, en julio de 1985, y en 1987 dirigieron la campaña “Túpac Amaru Libertados” que culmina con la toma de la ciudad de Juanjui, Capital de la Provincia de Mariscal Cáceres del departamento de San Martin. Su líder era Víctor Polay Campos, nacido el 06 de abril de 1951, ex militante del Partido Aprista Peruano y ex miembro del Buró de Conjunciones del APRA - organismo de jóvenes que trabajaban en forma cotidiana directamente con Víctor Raúl Haya de la Torre –teniendo como compañero a Alan García Pérez, Carlos Roca y otros renombrados líderes del APRA. En 1972 fue recluido algunos meses en Lurigancho por desarrollar acciones contra el gobierno militar del General Juan Velasco. Al salir en libertad viaja a España para estudiar sociología en la Universidad Complutense de Madrid y en 1973 viaja a Francia e ingresa a la Universidad de Paris donde estudia sociología y economía política, obteniendo su licenciatura en 1976. En 1978 regresa al Perú y en 1982 crea y lidera el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru sembrando el caos, el terror y la zozobra en el país. En Julio de 1985 asume la Presidencia del país, Alan García Pérez y en agosto del mismo año, el MRTA, extrañamente, suspendió sus acciones militares pretextando una petición de diálogo con el gobierno, previo cumplimiento de un mínimo de condiciones como la liberación de todos los prisioneros políticos en el país, la conformación de una Comisión de Paz y el establecimiento de una base mínima de justicia. Después de unos meses de tratativas, el gobierno rechazó finalmente lo solicitado; sin embargo, la suspensión de acciones permitió al MRTA entrenar a sus militantes y reforzar lazos internacionales, enviando personal a capacitarse internacionalmente para que junto a militantes de la organización "Alfaro Vive Carajo" del Ecuador y del "M 19" Colombiano, formaran el "Batallón América" logrando participar en acciones guerrilleras contra las fuerzas del orden, así como asesinatos y atentados con coches bombas para aterrorizar a la población urbana. Con un escenario socio-político desesperanzador, personal de la Policía de Investigaciones del Perú continuaba su trabajo silenciosamente atando hilos de seguimiento e inteligencia, así como el manejo de informantes y confidentes. Precisamente en el Departamento contra el Terrorismo, de la Jefatura Departamental PIP de Junín, con sede en la ciudad de Huancayo un grupo de detectives descifraban un diagrama de enlaces que fue vital para que el 03 de Febrero del año 1989 a las 14.10 horas se reciba una llamada de alerta que coronaría sus esfuerzos. Ese mismo día 03 de febrero, el suscrito y los detectives Jaime Pita Márquez, César Bastos Samaniego, José Merino Gonzales, Edwin Valle toro y Manuel Eusebio Calvay estabamos atentos a la llegada del Sr. Armando Villanueva del Campo, a la sazón Primer Ministro del gobierno de Alan García Pérez quien arribaría al Hotel de Turistas de Huancayo, habiéndonos desplegado estratégicamente siguiendo los pasos de quien sería clave para la captura del líder emerretista. Un grupo de detectives se encontraban vigilando los pasos de Rosa Luz Padilla Baca, militante del MRTA y pareja sentimental de Víctor Polay Campos y la llamada telefónica indicaba su intervención en momentos que ingresaba al Hotel de Turistas de Huancayo llevando consigo una granada de guerra en su bolso de mano. Ante tal situación y presumiéndose que Polay se hallaba alojado en dicho hotel y previendo un posible ataque contra la vida del Primer Ministro, procedimos a hacernos cargo de la investigación e interrogar “in situ” a la detenida obteniendo información del ambiente que ocupaba en el hotel. Sin pérdida de tiempo y con movimientos sincronizados procedimos a tocar la puerta de la habitación, esperando segundos angustiosos y estando a punto de romper la cerradura, la puerta fue abierta por un sorprendido Polay quien aparentemente mimetizado inicialmente pretendía sorprendernos con identificación falsa. Al efectuar una rápida inspección de la habitación se encontró una pistola automática de 13 tiros, con su respectiva cacerina, una granada de fabricación israelita, una Libreta Electoral falsificada, un maletín de mano y una llave de contacto. Colocados los grilletes de seguridad al intervenido nos dirigimos raudamente a la Jefatura Departamental PIP donde se procedió a tomarle sus impresiones dactilares y hacer el estudio dactiloscópico respectivo determinando sin lugar a duda su identificación plena, pese a conocer su identidad. Victor Polay asumió su derrota. Nos miraba sorprendido. Efectuadas las formalidades de ley, notas informativas y conocimiento al Comando, vía conducto regular por el jefe de Unidad, el Coronel PIP, don Cirilo Pacheco Medina adoptó las medidas pertinentes. Seguidamente la sede policial fue rodeada de Militares y Policías en previsión de un ataque terrorista. Víctor Polay Campos, estaba detenido y masticaba su derrota. En horas de la noche del mismo día, los flashes informativos de la televisión peruana, informaban al país de la captura y nosotros continuábamos trabajando efectuando actas, oficios al Ministerio Publico, recepción de manifestaciones y partes respectivos. Nuestra misión había sido cumplida y disfrutábamos de que en el Perú se iba a derramar menos sangre. El mismo 03 de febrero, a horas 23.30 el deponente y los detectives intervinientes Jaime Pita Márquez, César Bastos Samaniego, Edwin Valle Toro, José Merino Gonzales y el chofer Torres Yupanqui, a bordo de la Camioneta Custom C-20, color verde conducíamos al líder terrorista del MRTA con dirección hacia la ciudad de Lima, siendo escoltados por tres vehículos del Ejército y dos camionetas de la Guardia Republicana y de la Guardia Civil respectivamente. Dichos vehículos de escolta y seguridad sólo lo hicieron hasta la localidad de La Oroya. A partir de allí, nuevamente estábamos solos. Desafortunadamente no pudimos pasar la zona de Ticlio (4,818 msnm), por la densa neblina y la incesante nevada. Cruzamos información con el Comando y retornamos hacia La Oroya donde nuestros hermanos detectives de la Jefatura Provincia de Yauli nos abrieron sus puertas. Pasadas unas horas tensas y luego de mejorar el clima, retomamos el viaje hacia la capital y en la ruta una treintena de vehículos policiales llegaron de refuerzo arengando nuestro esfuerzo y dando vivas por la tranquilidad del país. Llegados a Lima, nos dirigimos directamente a la DIRCOTE y después de hacer entrega de documentación, detenidos y especies incautadas emprendimos el retorno a Huancayo en silencio y con la satisfacción del deber cumplido. La comunicación con Víctor Polay desde que fue intervenido y detenido fue desde la perspectiva profesional del detective que quiere lo mejor para su país y la del delincuente terrorista que desea lo contrario. Fuimos respetuosos de sus derechos e incluso entrecruzamos bromas, le proporcioné un plato de lomo saltado porque así lo pidió y le brindamos sus cigarrillos Winston rojo de la época. Aquellos tiempos no había premios ni recompensas, no existían los ascensos ni los compromisos pecuniarios, no había pasamontañas ni rostros cubiertos. ¡Solo había mística y espíritu de cuerpo! ¡Solo había el compromiso y la satisfacción del deber cumplido!. Aun guardo en el recuerdo una fotografía en blanco y negro que data de hace más de 23 años, es inédita, lo tengo guardado en el baúl de los recuerdos como una prueba más del silencioso trabajo de muchos detectives y héroes anónimos. En aquella fotografía está el tristemente célebre y líder del MRTA Víctor Polay Campos, flanqueados por los jóvenes Capitanes PIP Jaime Pita Márquez y Juan Salomé Córdova, en una de las oficinas del 2do piso de la Jefatura Departamental PIP – Junín. Al poco tiempo después mis compañeros y yo sonreíamos cuando observamos en la televisión que personal de la DIRCOTE (unidad donde también presté servicios), presentaran a Polay asumiéndose la captura. Hoy lo entiendo, y es que no dudo de que siguieran órdenes del gobierno y del entonces Ministro del Interior. También pude observar a un Víctor Polay Campos envalentonado y bravísimo gritando a los cuatro vientos delante de periodistas y policías mientras que en Huancayo lo teníamos reducido portándose como un gatito temeroso. Quiero finalizar esta narración del deber cumplido, haciendo mención que por esta eficaz intervención policial, pasé los momentos más ingratos de mi labor institucional y casi pago con mi vida semejante osadía. Al año siguiente de la captura, un 02 de Agosto de 1990, a horas 21.00 aproximadamente, quince (15) COBARDES terroristas del MRTA, uniformados y armados hasta los dientes, irrumpieron en mi vivienda con el fin del victimarme y al no encontrarme, asesinaron con armas de fuego a mi menor hermano Luis Alberto SALOME CORDOVA de 17 años de edad, cuyo pecado fue ser mi hermano y estar en ese momento en mi habitación viendo la televisión. Desde aquí un homenaje póstumo a mi hermano menor y hoy le pido a Dios que le diga que su muerte no fue en vano… ¡que su hermano, sólo cumplía con su deber! Sabido es que en 1990 Víctor Polay huyó del Penal de Canto Grande con 47 de sus compañeros, especulándose intervenciones extrañas pero en 1992 es capturado nuevamente por personal de la Policía de Investigaciones del Perú y recluido en el Penal de Yanamayo. En 1993 es trasladado a la Base Naval del Callao y el 22 de marzo del 2006 fue declarado culpable por un tribunal peruano por más de 30 delitos cometidos durante fines del decenio de 1980 y principios de 1990. Hoy cumple sentencia a cadena perpetua. Autor: Juan Jesús Salomé Córdova Edicion : Luiis Luis Yunis Cortesia: Gimmy De Lama

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