Ministro del Interior, ex presidente del Instituto Nacional
Penitenciario (INPE), investigador de la CVR y abogado. Esta semana tuvo
que responder a los cuestionamientos por el fallido operativo policial
del jueves 25 de octubre en La Parada.
Emilio Camacho.Fotos: Ana Castañeda.
Wilfredo Pedraza es apurimeño y tiene una relación especial con Abancay, la capital de esta región sureña. Precisamente, ayer debía viajar a esta ciudad para revisar algunos proyectos vinculados a su sector. Lo ocurrido en La Parada, sin embargo, lo ha anclado en Lima, donde libra una batalla con los críticos a su sector.
-¿No se siente abandonado por el régimen luego de lo ocurrido en La Parada?
No, de ninguna manera. Todos los actos que implementamos los ministros se hacen en el marco de lineamientos generales. Es un incidente grave, pero, en términos de gestión, representa solo eso, una lección aprendida que refleja la necesidad de ahondar en el fortalecimiento de la Policía.
-Yo le preguntaba si se siente abandonado porque el martes, cuando fue al Congreso a explicar lo ocurrido el jueves 25 en La Parada, se vio a una oposición organizada. Los fujimoristas acreditaron a siete oradores, mientras que al frente, en el oficialismo, solo había unos pocos nacionalistas. Y el más destacado de ellos era Omar Chehade, que no se sabe si realmente ayuda a defender a alguien.
No. El Congreso es un centro de política y yo respondo en términos políticos. Pero el problema no está en la política. Lo que pasó el jueves en La Parada refleja una falla en la parte operativa y no en lo político. Por lo tanto, yo no me siento afectado por lo que pasó en el Congreso. Era mi obligación asistir y di las explicaciones que correspondían.
-A lo que voy es que esta misma posición suya, que diferencia lo político de lo operativo, pudo ser recogida por el oficialismo, y eso no pasó en el Congreso.
Pero hubo congresistas del oficialismo...
-Pocos y menos ordenados que los críticos...
Yo diría que la oposición tampoco fue muy crítica. Salvo un par de personas, tuvieron el gesto de reconocer el sacrificio policial...
-Han pedido que lo interpelen, ministro.
No, no. No he escuchado la voz de nadie responsable, que sea vocero de verdad, que pida la interpelación.
-¿Qué le ha dicho el presidente Humala luego de lo ocurrido en La Parada?
El lunes me reuní con él. Hicimos una evaluación. Fui a darle cuenta de las acciones que venía aplicando.
-¿Y el suelo está parejo?
Yo entiendo que sí.
-Hablemos del tema operativo en La Parada. El general (Aldo) Miranda, ex jefe de la VII Región Policial, ha sido relevado de su cargo. ¿Esta es una sanción por el tema de La Parada?
Es una remoción del cargo para facilitar las investigaciones que Inspectoría está realizando. Pero también es una decisión política.
-¿Es su decisión?
Por supuesto. La remoción del general (Miranda) y los coroneles (que participaron en la operación del jueves 25 en La Parada) es una decisión que yo tomé personalmente.
-¿Y cómo se saca de sus cargos a estos oficiales sin que haya concluido la investigación? Porque lo que parece es que estos cambios sí son una sanción.
Hay dos niveles. Hay una pérdida de confianza por los resultados del jueves. Y es mi derecho hacer una rotación. Esa no es una sanción. La sanción vendrá sobre la base de lo que Inspectoría haga. Habrá sanción en la medida que se confirme que hubo un mal diseño del operativo o una mala ejecución.
-Ahora, ¿por qué se remueve a estos oficiales y no a otros como el general Abel Gamarra, que es jefe de Operaciones Especiales de la Policía?
Porque los dos coroneles que decidieron el operativo del jueves no dieron cuenta al general Gamarra.
-Bueno, la percepción que se tiene desde afuera es que el general Gamarra y también el director general de la Policía, Raúl Salazar, son muy afortunados. Ellos han sobrevivido no solo al tema de La Parada, también fueron cuestionados por la reunión en el restaurante Brujas de Cachiche (por la que se sancionó al vicepresidente Chehade) y por Kepashiato (donde se abandonó a tres suboficiales), y aun así siguen en sus cargos.
Depende de quién diga eso. Yo trabajo sobre la base de las respuestas que percibo en el plano institucional, y por ahora los dos tienen mi confianza sobre la base de un dato: a ellos no les dieron cuenta del inicio del operativo en La Parada. Esa era responsabilidad directa del jefe de la VII Región Policial.
-Lo veo muy tranquilo ahora, pero antes usted era muy crítico de lo que pasó en Kepashiato, sobre todo con el suboficial Vilca (que murió luego de ser abandonado). El 3 de mayo escribió en su cuenta de Twitter que para buscar a este suboficial no hubo "ni inteligencia, ni coraje y tampoco recursos". Parece que ha olvidado esa posición.
Ni olvido ni nada. Pero la circunstancia del jueves no puedo verla como un incidente independiente. Las batallas hay que verlas de manera integral. Un día se pierde y otro se gana.
-Entonces veamos todo, porque el general Salazar tiene que responder por más cosas que por La Parada.
Pero en su momento fue investigado y no le asignaron ninguna responsabilidad. Los policías en general tienen muchos incidentes en su carrera profesional. Y me parece poco profesional pedir la remoción de los generales por incidentes que ellos no causan. Pero nuestro país, a veces muy chicha, cree que todo se resuelve con las renuncias. Y lo peor que puede pasar en un sector es promover renuncias absolutamente irresponsables que todo lo que hacen es retrasar reformas de fondo.
-¿La permanencia del general Salazar es absolutamente necesaria para que haya estas reformas?
Las reformas las conduzco yo y esa es mi responsabilidad.
-Y hasta ahora nadie ha pedido su salida del cargo. Estamos hablando del director de la Policía.
Pero sobre Salazar, por el tema anterior, ya hay una investigación cerrada. Yo pondero la situación de Salazar sobre la base de mi trabajo cotidiano con él. Veo que es un oficial que cumple con aquello que le corresponde como director general. Creo que es perverso unir todos los antecedentes de circunstancias en los que no le encontraron responsabilidad.
-Lo veo muy leal con el director de la Policía, cuando creo que la cosa debería ser al revés.
Yo soy leal con la institución y con mi trayectoria. Yo soy producto de la meritocracia. Por tanto, no respondo a los periodicazos ni a las voces de aquellos que estuvieron haciendo gestión y no pueden mostrar ningún resultado importante y que desaforadamente pretenden resolver los problemas con las renuncias.
-¿Por quién lo dice, ministro?
Por algunos opinólogos que son generalitos en este contexto. Yo creo que hay que actuar con responsabilidad. El país necesita continuidad de políticas.
-¿Con las remociones queda claro que el problema del jueves 25 se dio por una falta de planificación más que por falta de recursos?
No fue un tema de recursos. Fue un mal diseño y mala implementación. Creo que se subestimó la respuesta de los que viven en el entorno de La Parada.
-Claro, lo que pasa es que el tema del presupuesto se usa como un argumento para explicar por qué la policía fue rebasada por una horda de vándalos en La Parada. Y lo que está claro es que el jueves y el sábado, cuando sí se tuvo éxito, se tenía el mismo presupuesto.
Ya le digo, no fue un tema de presupuesto. Quizá fue un problema de agudeza para buscar una solución logística a este problema. El viernes, ante lo ocurrido el jueves, se recurrió al ejército para que prestara 10 tanquetas con las que se pudo avanzar en La Parada. La policía no tiene equipamiento pero esa no es excusa para hacer un mal planeamiento.
-Hablemos de aciertos. En setiembre se le dio muerte a 'William', un importante mando de Sendero Luminoso en el Vraem, y esto se hizo con trabajo policial...
Lo que debo decir es que no es verdad que el gobierno y este ministerio no tengan estrategia en la lucha contra la subversión. Porque, a ver, qué dicen los opinólogos...
-Está muy molesto con ellos.
¡Es que dicen tonterías, dicen barbaridades! Dicen que no hay inteligencia, que no hay orientación.
-Y en lo de 'William' sí hubo inteligencia.
Sí, y no hay que ver solo 'William'. Veamos también lo de 'Artemio'. No es que el gobierno se encontró de casualidad con 'Artemio' o que a 'William' lo encontramos en un café. Los fuimos a buscar. Claro que hay estrategia, y no la diseñé yo. Yo la encontré. Hay inteligencia. Sabemos lo que estamos haciendo en el Vraem. Entonces, qué me incomoda de las opiniones: aquellas afirmaciones que con mucha mezquindad no reconocen y no miran que hay inteligencia y búsqueda del objetivo.
-A donde iba es que en el caso de 'William' hubo un trabajo fino de inteligencia pero la policía no está a cargo de las operaciones en el Vraem sino el Comando Conjunto. ¿Por qué no se invierte esta figura si la Policía ha demostrado efectividad?
No. Bueno, sí y no, depende. En el Vraem hay un Estado Mayor que está integrado por las tres Fuerzas Armadas y por la Policía. Esto nunca antes ocurrió. Y la inteligencia la produce la Policía.
-Por lo tanto es más efectiva.
Por supuesto.
-Entonces tiene mérito para encabezar las operaciones.
Bueno, depende de qué tipo de operaciones. La de 'William' la hizo la Policía, también la de 'Artemio'.
-La de 'William' fue presentada como una cosa combinada.
Bueno, es que la política es integral. Preferiría no mencionar si Policía o Fuerzas Armadas.
-Entiendo que este año se le ha dado a su sector el presupuesto más alto de toda su historia.
Absolutamente. Son 642 millones de soles.
-Y de estos solo van a poder gastar el 50%.
Sí, vamos a pagar el 50%. Pero se va a comprometer presupuesto hasta el 80%. Nosotros estamos empeñados en el tema del compromiso antes que en lo pagado. Todas las compras en el sector Interior toman meses de implementación y, como conozco ese tema, no me preocupa el aparente bajo nivel de ejecución de pago efectivo, sino comprometer. El equipo vendrá cuando tenga que venir y se pagará cuando deba hacerlo.
-¿Y cuánto le puede tomar al sector comprometer y pagar al mismo tiempo?
Es que eso no se puede hacer. Los ministros que han pasado antes por el sector, desde el 2000 hasta ahora, han tenido 20,
30 o 40% de nivel de ejecución, con presupuestos de 8 millones, y yo con un achís he gastado más que eso. El tema está muy claro. No es posible en Interior gastar el 100% de un presupuesto cuando se trata de comprar equipos en gran volumen. Si se compran vehículos blindados o patrulleros eso toma al menos un año y medio.
-¿Se reúne con su hermano Óscar?
Lo veo en reuniones familiares. Siempre es un agrado verlo.
-Él es presidente de la Asociación de Suboficiales de la Policía y está pendiente del reclamo por mejores sueldos y pensiones. El problema es que el aumento no le va a corresponder a él porque solo se dará a los que están en actividad. ¿Se lo ha explicado?
Es un tema que no lo he conversado con él. Cuando él vino al ministerio lo hizo con la asociación de policías y oficiales que me plantearon una solución para el tema remunerativo. Él y yo distinguimos los planos y los roles que cada uno tiene. Cada uno hace lo que le corresponde en su ámbito.
-Debe ser complicado tener que explicarle a un hermano que no le va a corresponder un aumento.
No es complicado. Él no tiene necesidad de ningún aumento, es abogado y vive de su profesión. La fraternidad que hay en mi familia establece parámetros de respeto en las actividades de cada uno. Él hará lo que deba hacer, sus marchas, y yo lo que me toca.
-¿Y cuándo sale el anunciado aumento para policías?
Estamos en los parámetros finales. Yo creo que está casi lista la norma. No va a ser un aumento sino una reforma de la remuneración de las Fuerzas Armadas y Policía.
-Eso suena muy bonito, pero cuánto más va a recibir, por ejemplo, un suboficial que gana 1.700 soles con esta reforma.
Se está planteando incrementos por etapas, no puedo dar montos. Pero, reitero, el gobierno tiene la decisión de enfrentar la reforma del sistema remunerativo y pensionario de las Fuerzas Armadas y la Policía. Eso, en el tiempo se ponderará. Es un cambio importante que va a permitir un incremento de remuneración a los que fueron históricamente olvidados. Del suboficial con el grado más bajo hasta el oficial con el grado de comandante.
-¿Las instalaciones de la Diroes son el centro recreacional del señor Fujimori?
Ese tema corresponde al sector Justicia.
-Pero la Diroes es de su sector.
Lo que ha hecho la Diroes es ceder en uso un espacio para una instalación penitenciaria, por lo tanto no es un tema de mi competencia.
-¿Así de drástico? ¿Nunca ha ido a las instalaciones de la Diroes?
Sí, estuve hace dos días para ver la incineración del volumen de droga más alto de los últimos años.
-Entonces, de pasada, pudo ver la sala de masajes que tiene Fujimori.
Si usted lo dice, yo no lo confirmo (sonríe).
-¿Lo deja en el sector Justicia?
Es lo que corresponde.
-Pensábamos que conocía el lugar en el que está Fujimori.
No, no, no. Ni antes, en mi época en el INPE, ni ahora.
-Antes de entrar al sector, ¿usted se sentía seguro caminando por Lima?
Yo creo que todos tenemos un grado de inseguridad. Esto es generado por el crecimiento de la delincuencia y por los niveles altos de percepción de inseguridad. Es un fenómeno que se da en todas partes.
-Me ha hecho un buen diagnóstico pero no me ha dicho si se sentía inseguro.
Yo diría que tenía un grado razonable de seguridad.
-Estuve viendo su cuenta de Twitter, que ya no usa, y noté que siempre ha denunciado todo tipo de discriminación. ¿Ha visto algo de eso en su sector, en la Policía?
No lo he percibido de un modo directo. Pero una de las primeras cosas que yo propuse desde que llegué al ministerio es mejorar el trato y el respeto a las personas, oficiales y suboficiales. Yo he insistido en el buen trato, eso no significa perder la autoridad.
-¿Y usted se ha sentido alguna vez discriminado?
Felizmente no.
-Solamente anda furioso con los opinólogos.
(Sonríe). No. Yo soy de amplio criterio y un demócrata. Solo me llama la atención y me decepcionan algunas personas a las que creí con sólidos principios, de respeto a las personas, que han perdido la perspectiva por razones de interés político. Aquí todos opinan y tomo nota de todas las opiniones, sobre todo de las informadas. Y sí le digo algo: yo sé lo que estoy haciendo. Tengo un equipo que me permite tener una ruta. El gobierno sabe lo que quiere de la Policía. Y yo no vine a aprender al ministerio.
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