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24 dic 2012

LOS INFIELES Y SUS TEMORES




1) Controla tu look
Es un clásico. La persona infiel, de repente, se arregla más, y no precisamente para salir con su pareja. Si siempre fuiste sencilla, y empiezas a salir con falda y taco, despertarás sospechas. Una opción es cambiarte y maquillarte en el auto, por ejemplo. Tampoco te vuelvas loca renovando tu clóset completo para impresionar “al otro” con prendas sexies que jamás miraste; piensa que puedes usar toda tu ropa de siempre. Total, él no la conoce.

2) Cuidado con la tecnología
Otro error casi de principiante y, quizás, la forma más típica de pillar al infiel. Tu pareja sospechará rápidamente si empiezas a recibir muchos más mensajes, si chateas todo el día o te llaman a deshoras. Más aún si te escondes en el baño o te paras de la mesa para contestarlos. Si tu amante está en tus contactos, cámbiale el nombre. Tampoco estaría demás tener otro teléfono o poner clave de seguridad en tu Iphone o Blackberry. Cuidado también con los mails y mensajes d través de Facebook y otras redes sociales. ¿Tu nuevo lema? Eliminar todo después de leer.

3) Ni fome ni hiperactiva
Ten claro que aunque tengas amante, no puedes negarte al sexo con tu pareja, pero tampoco debes convertirte en una leona en la cama; cualquier cambio de este tipo despierta sospechas de que algo anda mal. Si no estás segura de querer terminar definitivamente con tu pareja, intenta mantener la normalidad en sus relaciones sexuales. Tampoco se te ocurra repetir con él lo que sea que hayas aprendido con tu amante. Y si sientes que tu affaire despertó de nuevo la pasión por tu pareja, habla con él y dile que te gustaría probar nuevas cosas en la cama. Pero lo más importante es que nunca descubra que has comprado preservativos, sobre todo si con él no usas. Esto porque suponemos que eres lo suficientemente elegante como para no engañar jamás a tu pareja sin tomar precauciones.

4) La excusa del trabajo
Al principio la excusa de que trabajarás hasta tarde puede servir, pero si se transforma en algo metódico, deja de ser la excepción a la regla y empezará a sospechar muy pronto. Una reunión extra a la semana pasa, pero ten claro que si la infidelidad se mantiene, deberás ser más cuidadosa en las excusas para llegar tarde o no salir con él. En resumen, es un estrés más. Cuidado si tu pareja es de los que aparece de sorpresa en tu trabajo para invitarte a comer y no encuentra… Y si tienes niños, NUNCA los uses como excusa. Eso es imperdonable.

5) Discreta y elegante
El ideal es nunca ser infiel y respetar a la pareja, pero tampoco estamos acá para juzgar ni justificar a nadie. Porque incluso cabe la posibilidad de que un affaire te ayude a salvar tu relación. Por eso mismo debes ser extremadamente discreta: los únicos que deben saber de la aventura eres tú y tu amante. Nadie más, ni siquiera tus amigas. Jamás expongas a tu pareja yendo con tu amante a lugares donde te puedan reconocer, ni le cuentes a gente que él conozca. Si ya le estás traicionando, por lo menos respeta su imagen pública; no hay nada que duela más que descubrir que lo sabía todo el mundo menos tú.

6) Cuidado con las boletas
Nada se guarda, todo se bota. Olvídate de quedarte con algún “recuerdo” del tipo boleta de hotel, restaurante, regalos… Mucho cuidado con las cosas que pagas cuando estás con tu amante. No uses la tarjeta a la que tu pareja pueda tener acceso. En cuanto a los regalos que te haga tu amante, no los lleves a la casa ni los uses con tu pareja; en algún momento te preguntará de dónde salieron. Además, cuanto menos tengas que mentirle a tu pareja, menos sentimiento de culpa tendrás.

7) Amante ocasional
Si tienes claro que adoras a tu pareja, no quieres dejarlo, pero necesitas ciertos estímulos de vez en cuando, sé inteligente. Los grandes conquistadores, los más elegantes y discretos, nunca hablan de éstas pero, sobre todo, no repiten más de dos veces con la misma persona. Si es posible, no des tu número de teléfono ni muchas pistas sobre ti; llama siempre tú. No te saques fotos con tu amante, podrían salir publicadas el día menos pensado en una red social.

8) Miente una vez, no dos
Estás clara que tener amante es caer en un espiral de mentiras con tu pareja, ¿verdad? Pero con tu amante también debes ser sincera. Es decir, tienes dos opciones: que no sepa nada de ti porque no lo vas a volver a ver, o dile desde el principio que tienes pareja y sólo quieres sexo. Dejarlo claro desde el primer contacto te evitará muchos problemas…

9) Amantes cibernautas
Las páginas de citas en Internet son una auténtica mina de oro para los infieles. Si has decidido que necesitas vivir una aventura, será la forma más fácil, rápida y discreta de conocer a alguien que quiera lo mismo que tú. Pero ten cuidado, tu pareja puede sospechar si empiezas a pasar mucho tiempo en el computador, o si si descubre que te has inscrito en un sitio de ese tipo. Si decidiste inscribirte, no uses el computador de la casa, y siempre borra el historial.

10) Piénsalo dos veces
¡Revive la pasión! Aunque te sientas agobiada o en un espiral de rutina, no mires con ojos hambrientos para el lado. Recuerda que siempre el pasto del vecino se ve más verde, pero no siempre es tan maravilloso como parece. Tampoco se trata de seguir la corriente. Si a tu amiga le resultó tener amante y todo suena exquisito, no te busques uno por copiar. Intenta primero reavivar la pasión, re-enamorarte de tu pareja, escribe todo lo que te gusta y desagrada de él y tu relación. Si la lista de “pros” es más larga que los “contras”, la cosa está clara: no necesitas un amante, pero sí quizás una terapia de pareja.

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