KIRO TV
realizó en Washington un estudio nunca antes hecho, en el que tres
voluntarios fumaron marihuana y manejaron bajo la influencia de esta
droga. KIRO analizó los niveles de marihuana en la sangre de
cada voluntario antes de fumar, montó un examen de manejo y buscó a
Casey Lee, experta en reconocimiento de drogas, quien identificó la cepa
que fumarían los
voluntarios como “Blueberry Train Wreck”, un nombre irónico y elocuente para las cualidades de la variedad. Por último, el departamento de policía del condado de Thurston contribuyó a examinar las habilidades básicas de manejo.
voluntarios como “Blueberry Train Wreck”, un nombre irónico y elocuente para las cualidades de la variedad. Por último, el departamento de policía del condado de Thurston contribuyó a examinar las habilidades básicas de manejo.
En el carro, con los voluntarios iba el
instructor de una escuela de manejo local, Mike Jackson, quien tenía un
freno de su lado para seguridad.
La primera voluntaria, Addy Norton, es
una paciente tratada con marihuana medicinal y asidua consumidora de la
hierba. El análisis de sangre mostró que Norton acudió a la prueba con 3
veces el límite legal (5 nanogramos) para manejar bajo la influencia de
marihuana. En el recorrido, la mujer se detuvo muy cerca de una señal
de alto y esquivó una de las cámaras de KIRO, sin embargo, el instructor
dijo manejó bien.
El segundo voluntario fue un hombre de
34 años llamado Dylan Evans, que fuma hierba sólo los fines de semana.
Su análisis de sangre no mostró marihuana en su sistema.
El tercer voluntario fue un hombre de 56
años llamado Jeff Underberg, que fuma ocasionalmente. Tampoco mostró
marihuana en su sistema.
Después de que los voluntarios fumaron
marihuana, cada uno 3 décimos de un gramo, KIRO les preguntó cómo se
sentían. Las respuestas fueron “Estoy muy atontado”
(Underberg), “Relajado y atontado” (Evans) y “Todavía no siento el
efecto” (Norton).
Norton hizo una segunda vuelta, manejó
un poco más lento de lo que debería y en algún punto chocó contra un
cono naranja. Un examen de sangre mostró que Norton estaba 7 veces
arriba del nivel legal de intoxicación para manejar bajo influencia de
marihuana, pero con 36.7 nanogramos de marihuana en sus sistema, aún
manejaba bien.
Después de 3 décimos de un gramo de hierba, Evans manejó bien, pese a que rebasaba 5 veces el nivel permitido.
Underberg manejó lento en su segundo
recorrido. Los análisis demostraron que pasaba 4 veces el nivel legal de
marihuana en su sistema y aunque manejaba lento, lo hacía bien.
KIRO hizo que los voluntarios fumaran
hasta que en total hubieran consumido 9 décimos de gramo de hierba. A
este nivel comenzaban a notarse los efectos y los voluntarios dijeron
que estaban muy drogados. El instructor tuvo que tomar el volante para
que Evans no arrollara a un fotógrafo. Underberg tiró un cono y Norton,
aunque se mostró eufórica tras el volante, no cometió faltas. KIRO
permitió a Norton fumar más, hasta que su consumo total fue de 1.4
gramos. Ese último recorrido fue en el que Norton manejó peor.
Por último el oficial del condado
sometió a los voluntarios a una evaluación de 12 pasos, analizando su
equilibrio, su pulso y su presión sanguínea. El oficial afirmó que
hubiera podido arrestarlos por encontrarse bajo influencia de marihuana.
Este experimento demuestra que,
contrario a lo que piensan muchos, los conductores bajo influencia del
alcohol son mucho más peligrosos que bajo los efectos de la marihuana.
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