BENDITA MUJER

Por: Lic. Adriana Lovatón Hoyos

Nos dejaron para el final. Primero fue Adán y luego Eva, emergió de una costilla por obra y gracia de Dios. Pero a Eva y con ella a todas las mujeres, nos confiaron la mayor responsabilidad: la preservación de la especie humana.
El Creador nos permitió transformarnos en una burbuja repleta de vida capaz de soportar ataques de vómito, altibajos hormonales, inanición e incomprensión. ¿Se imaginan a un hombre embarazado? ¿Podrían soportar tantas molestias? ¿Serían los hombres capaces de privarse de todo tipo de excesos?. NO rotundo. Por eso pese a las guerras, las plagas y los meteoritos, los humanos seguimos en el globo terráqueo.
Las mujeres resultamos una versión humana más avanzada, completa y compleja. Queda claro porqué nos complicamos la vida.
Lo extraño es que somos tiranas con el resto de mujeres. No soportamos a “otra” en el camino sin importar el terreno que sea. Por eso existe “la nuera”, “la querida”, “la suegra”, “la rabona”, “la natacha”, “la secre”, la “amiga de todos”. Una dama respetable comenta con una amiga suya. “Esa no era para mi hijo. Pronto se aburrirá de vivir controlado por la suegra, mi Pepito acostumbrado a ser bien atendido por la natacha. La esposa ya sacó las garras y le cambió a la secre. Pero mi Pepe es un tremendo y no tarda en buscarse una querida. Total mi nuera era amiga de todos
La raíz de la tiranía, creo yo, parte de nuestro elevado sentido de pertenencia. Hagan la prueba con la versión masculina de estos personajes. Simplemente se difuminan, “no pintan” ,como diría una adolescente.“Porque siendo tu dueña no me importa más nada, que verte sólo mío mi propiedad privada”. El popular vals de Eva Ayllón refleja el sentir de miles de peruanas. Todas las evas estamos advertidas “para que sepan todas que tú me perteneces con sangre de mis venas te marcaré la frente….”.
Los caballeros son más simples. No les importa la perpetuidad de la especie ni el fin del mundo “Dame un momento para amarte” nos dicen los adanes de “Agua Marina” y eso les basta a la gran mayoría de peruanos.

Celebremos la dicha de ser mujeres: enamoradas, menopaúsicas, shakiras (ciegas, sordas, mudas), amas de casa, ejecutivas, empresarias, solteronas, primeras damas etc. Ellos y el mundo entero, nos necesitan.