Posted: 05 Mar 2013 11:07 AM PST
En una de las más extrañas y contradictorias acciones tomadas por el Gobierno en el ámbito de la seguridad interna, la División de Investigaciones Especiales (Divinesp) de la Dirección Antidrogas de la PNP, acaba de ser desmantelada, para todo propósito práctico.En efecto, la unidad sin duda
más importante y eficaz en la lucha contra el crimen organizado y el senderismo, ha perdido, de un solo golpe, a 21 de sus 26 oficiales, como resultado de una medida sin precedentes por parte de la Dirección General de la Policía, bajo las órdenes de su controvertido director general, Raúl Salazar.
Los 21 oficiales han sido removidos de sus puestos dentro de los cambios de colocación en la Policía. Esos cambios fueron notificados el fin de semana pasado.
La altamente especializada Divinesp es la unidad responsable de la captura del líder senderista ‘Artemio’; de la acción que concluyó en la muerte del mando senderista del VRAE ‘William’; de la captura del espía Víctor Ariza; de la investigación y captura del narcotraficante Fernando Zevallos; de la investigación del caso Sánchez Paredes; de la investigación del caso de César Cataño; de la investigación por lavado de activos, del caso del ex alcalde de Pucallpa, Luis Valdez Villacorta; el descubrimiento y arresto de los interceptadores en el caso BTR, entre muchos otros de alto perfil y gran importancia.
El pretexto para el cambio es el nuevo reglamento de la Policía que ordena que todos los oficiales sirvan cuando menos cinco años en provincias bajo sede provincial. Una dirección especializada como la Divinesp (aunque constantemente manda a sus efectivos por todo el Perú, pero con sede en Lima), conserva por varios años a sus policías, en tanto su preparación es costosa, prolongada y, además, constante.
En cualquier unidad, los cambios anuales no deben exceder un porcentaje relativamente bajo del total de efectivos, para garantizar la continuidad. Con mucha mayor razón en unidades muy especializadas como la Divinesp.
La única justificación para una medida tan radical se da en eventos de corrupción masiva. En el caso de la Divinesp, todos sus miembros pasan por exámenes periódicos de polígrafo.
El único aspecto discutible es el apoyo y la financiación directa, así como el aporte tecnológico que da el gobierno de Estados Unidos a esa unidad. Pero el caso es que el gobierno peruano siempre ha estado de acuerdo con ello y no ha interpuesto objeción alguna. De otro lado, la tecnología policial que presta el gobierno de Estados Unidos y el apoyo financiero para operaciones ha sido decisivo para los éxitos operacionales que ha tenido esta unidad.
Remover de un momento al otro al 90 por ciento de los oficiales de la unidad especializada, significa reducir su eficacia casi a cero. Los que han sufrido el cambio de la virtual totalidad de sus efectivos han sido los que se dedican a la investigación del narcotráfico y lavado de activos.
Los cambios, además, parecen haber sido hechos con encono. Uno de los oficiales mejor especializados en la lucha contra el narcotráfico ha sido enviado a la escuela policial de Puno. Otro, ha sido enviado a la jefatura de radiopatrullas en Huancavelica.
El hecho concreto es que a partir de hoy y hasta que se logre reconstituirla, la mejor unidad contra el crimen organizado ha quedado diezmada. El daño que se ha hecho a una serie de investigaciones en curso es, de acuerdo a lo que puede apreciarse desde ahora, sumamente alto
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