JUAN CARLOS AGUILAR
EL ABANDONO DE NUESTRA RAZON DE SER
La doctrina, agrupa las funciones policiales; mayormente, de dos maneras; en una de ellas se consideran de manera independiente la “Prevención”, la “Seguridad” y la “Investigación”. Y en la otra, se juntan, a la “Prevención, con la Seguridad”, considerando aparte la “Investigación”; sea como fuere, en nuestro país, se ha abandonado ellas, como demostraremos a continuación.
EN LA PREVENCION
Antes de la denominada unificación policial de 1,987, esta función era cubierta, por la Benemérita Guardia Civil, mediante acciones que se denomina “Patrullaje”; quién que sea mayor a los 40 o 50 años, no recuerda las denominadas “Pareja de Patrullaje a Pie”, en el ámbito urbano, o la “Pareja de Correrías”, en el ámbito rural, estas acciones policiales se efectuaban hasta en los mas recónditos lugares de nuestra agreste geografía, sea ciudad o el mas pequeño centro poblado; la llegada de los efectivos policiales era motivo de alegría y satisfacción, pues reforzaba los sentimientos de la población de sentirse resguardada y protegida por el Estado, estas acciones por ser de carácter personal, hacia que entre población y policía haya un mayor acercamiento y se estrechaban vínculos.
Creemos, que fueron dos factores; los que mayormente influenciaron, para que esto, se vaya perdiendo:
La aparición de una nueva modalidad, el denominado “Patrullaje en Vehículos”, mediante el uso de automotores, que si bien es cierto en el aspecto positivo; ampliaba grandemente el radio de acción del patrullaje, también hacia que desapareciera casi en su totalidad, la interacción personal de policía-población, haciéndola más distante y lejana.
Otro factor importantísimo, fue la aparición de los fenómenos, Crimen Organizado, Terrorismo y Tráfico Ilícito de Drogas; en que los delincuentes aprovechan la facilidad que poseen para mimetizarse en la población, efectúan sus actos y se confunden con ella, las características especiales de la comisión de este tipo de actos, hace que algunas veces en cumplimiento de sus funciones las fuerzas de policía, cometan excesos contra ciudadanos inocentes, acciones que originan que las relaciones existentes entre la población y la policía se resquebrajen y exista un ánimo de mutua desconfianza.
Hoy en día, resulta casi imposible ver al conocido “policía de la esquina”, que antiguamente era sinónimo de seguridad y protección.
Por tanto se hace imprescindible; recuperar dichas acciones, cosa que otras policías del mundo vienen haciendo; así tenemos la aparición de organizaciones policiales, denominadas: “Policía Comunitaria”, “Policía de Proximidad”, que buscan recuperar las buenas relaciones, entre las fuerzas de policía y la comunidad.
EN LA INVESTIGACION
Antes de la unificación, esta función era cubierta por personal de la Policía de Investigaciones, denominados “detectives”, los mismos que empleaban el método del “pesquisa”, para la resolución de los casos que se les encargaban, este tenía que ser sumamente intuitivo y observador (quien no recuerda a los conocidos “funador” y “sacador”) y elaboraba la documentación resultado de sus investigaciones, mediante el denominado Atestado Policial, que mayormente se basaba en el análisis (raciocinio) del Instructor. Esto daba como resultado; de que así, como había brillantes investigaciones, producto más que todo de la capacidad personal del investigador, había deficientes, que eran dejadas totalmente de lado, por los magistrados a cargo del caso, por considerarlas fuera de la realidad.
El avance de la ciencia y la tecnología, ha hecho que el resultado de las investigaciones, se base en pruebas de laboratorio irrebatibles (pericias), dejando de lado al “pesquisa” que tantos lauros diera a la Institución, no por su incapacidad; sino porque debe ponerse a tono con los avances. Ahora, se necesita para el desarrollo de la investigación al “detective perito”.
En la actualidad, por desgracia, mayormente el proceso investigatorio, se viene realizando, por medio del método “pesquisa” y no del de las “pericias”. Significando que los esfuerzos que se realizan, en algunos lugares, por visionarios miembros policiales, es aún insuficiente.
Es así, que cuanto antes y con carácter urgentísimo, se sugiere que las actuales Direcciones de Investigación Criminal (DIRINCRI) y Criminalística (DIRCRI); se fusionen en una sola, que de cómo resultado, la que se podría denominar como “Policía Científica”, que sustente la documentación policial a confeccionar, ya no en base a análisis personales del Instructor, que ha veces pueden resultar subjetivos; sino en base a pericias de laboratorio, irrebatibles.
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