Por José Borrás Tortosa
Discípulo de Felipe de Torres del solar
Año 1983
1.- LOS PROCESOS RÁPIDOS DEL CÁNCER Y DEMÁS AFECCIONES DEGENERATIVAS EN LA HISTORIA DE ESTA CIVILIZACIÓN
Etiología biológica del cáncer. El cáncer es una enfermedad mortal, la más terrible de todas, según
opinión
general. Es el resultado de la conducta degenerativa, por el modo de
pensar, de sentir y de hablar y obrar de la víctima.
Durante
muchos años, o toda su vida, el paciente estuvo privado o escaso de
pensamientos amorosos a cuanto existe; o fue indiferente o menospreció
casi todo interés por la vida, ajeno al propio; o dejó que vibrarán tan
sólo sus pensamientos egoístas, su falta de misericordia con todos los
seres (semejantes, animales, plantas, minerales, astros, átomos); turbó
su mente y ánimo con el predominio de antipatía, de odio o despreció,
burla, sarcasmo o torpe compasión de sí mismo. Lo que se siembra es lo
que se cosecha: quien no siembra o siembra mal, es natural que no
coseche bien.
Durante muchos años o toda su vida, el
paciente estuvo privado de sentimientos amorosos a todo cuanto se
presentó a sus sentidos, de modo que todos los seres, manifestados, o
vivientes, o imaginados, no recibierón vibraciones de amor sino de
indiferencia o desprecio u hostilidad. La Ley de Acción y Reacción es
universal en todos los niveles: “A toda acción corresponde una reacción
que tiende a ser igual y de sentido contrario”. Lo que dio, como
víctimario habrá de recibirlo, al cabo de más o menos tiempo (instantes,
meses, años, siglos) por ley natural kármica, Ley de remuneración
taliónica, como víctima. Quien siembra estupidez, hipocresía, desinterés
por lo bello, bueno y verdadero, impiedad, imitación servil y
rutinaria, vicio, abuso, debilidad de carácter, ignorancia, error, debe
recibir y recibirá estupidez, hipocresía, indiferencia ajena, impiedad,
competencia, ruin, vicio, abuso, debilidades sociales, ignorancia,
error. Quien no llega a saber amar, no recibirá de semejantes, ni de
animales, ni de plantas, ni de minerales, ni de átomos, ni de astros,
las vibraciones de amor que necesita, sino las de amor y deseos
desequilibrados que le perjudican. Es el caso de los cancerosos; muchos
se creen ejemplares por su pasión abnegada por la familia, o el trabajo,
o un ideal gregario. La carencia de amor pancósmico de cualquier ser,
de cualquier bionte, lo degenerará más aprisa, de modo más irreversible.
Lo hará cada vez más matador y ladrón y no creerá hacer tal cosa: No
distinguirá su conducta cuando mata el tiempo, mata ilusiones ajenas,
mata esperanzas; cuando roba lo que cree suyo por haberlo pagado con
dinero y lo usa mal, lo maltrata, lo destruye antes de tiempo. No
distinguirá cuando roba tiempo al interlocutor y a los que esperan en la
“cola”, cuando compite con otros y los priva de clientes o de créditos;
cuando roba el aprecio y ayuda a otro con su placer de calumniar,
acusar, murmurar, renegar o despreciar. La naturaleza cumple como debe
aunque el hombre no lo entienda. Cuanto más tarde en morir el matador y
ladrón, privado de experiencia útil, tanto peor, “en fin de cuentas”,
para su futuro en los siglos por venir: porque todo ha de pagarse, hasta
lo más insignificante. No hay insignificancias sino en apariencia; todo
tiene significado y valor.
Durante muchos años o toda
su vida, el paciente careció de la conducta de amor equilibrado, que es
la del servicio en cada instante a los seres que le ocupan en ese
presente. Por el contrario, les robó el servicio debido a ellos, para
acumularlo, exclusivamente, en otros seres de su interés personal,
egoísta. Estos seres, o cosas u objetos fueron unas veces personas,
otras animales, otras plantas, pero con demasiada frecuencia fueron
obras del hombre: bienes inmuebles o muebles, posesiones materiales, o
influencia sobre sus poseedores. Esta defraudación de vibraciones
armónicas, naturales, produce efectos desequilibrantes, abióticos que
aumenta la carencia de vibraciones tonotrópicas o su mala asimilación
por el organismo animal del pecador. Esta carencia, al persistir en sus
malas obras, lleva al ignorante al terreno del cáncer.
Paralelo entre el progreso material y el del cáncer.
El
progreso material en cada raza raíz humana (van cinco y faltan dos)
comienza por alcanzar a una parte muy limitada de la humanidad, la cual
es la que más competencia hace a quienes igualan o superan su poder o
amenazan superarlo o mermarlo. Esta minoría, esta aristocracia del poder
buscar el modo de monopolizar ese progreso asegurándose el verse libre
del temor a perderlo. Con el progreso crece la competencia y el poder de
los competidores.
Quienes ven el disfrute personal que
proporciona a los poseedores lo poseído aspiran a disfrutar también,
tanto o más y, para ello, tienen que esforzarse sin gran reparo en
arriesgarse por intentar arrebatar ese poder de privilegio a quienes lo
detectan, para quedar incluidos en el número de los competidores. Así va
aumentando el número de los que contribuyen al progreso material, a
expensas de la corrupción que paraliza el progreso espiritual o lo hace
retroceder. El avance horizontal o descendente de lo mundano se hace
masivo mientras la ascensión o elevación vertical de la espiritualidad,
de la calidad biológica humana, se enrarece el poder mundanal pasa a
manos de los mercaderes de almas, que hacen su negocio con la
explotación, también material, del rebaño humano de creyentes. Es factor
de gran interés para los amos, para que se frene la codicia ajena, para
que no siga aumentando el número de poderosos del progreso material y
puedan medrar mejor los que ya existen, o sea, que no vean mermados sus
beneficios al aumentar la competencia.
El número de
factores de progreso material va creciendo con el paso de los milenios,
en un movimiento casi uniformemente acelerado. La corrupción de las
costumbres, la pugna de intereses, la debilidad de mayoría, la
claudicación e impotencia y peligro que padecen las autoridades; la
ineptitud y ceguera de los legisladores que persiguen resultados,
efectos y no alcanzan a ver las causas primeras; el desorden, las
guerras, crímenes, usurpaciones, explotaciones inicuas y devastaciones
locas, aumentan con los factores de progreso material antinatural, con
las necesidades ficticias, viciosas, irrenunciables para el rebaño.
Cuando la degradación espiritual desciende a un nivel de perversión que
las leyes naturales no toleran, los competidores se destruyen entre sí y
desaparecen. Esto permite la subida de los aspirantes a una
civilización nueva con costumbres más naturales, menos corrompidas. La
masa de la nueva civilización, no obstante, no puede estar formada por
gente de mente despejada, de conciencia impersonal, que deben ser las
autoridades que estén iniciadas en un sentido biológico de orden
ecuménico, sin el cual, la masa y sus autoridades volverán a atentar
contra las leyes eternas y caerán de nuevo en la corrupción inevitable
que corresponde a su inarmonía, a su desequilibrio. En consecuencia, la
masa humana de la nueva civilización tenderá a estar integrada, de
nuevo, por bárbaros, por ignorantes, por eruditos engañadores que se
aprovechen otra vez de la gallina de los huevos de oro y la maten una
vez más; formada por brutos y estúpidos, muy dóciles siempre al poderoso
que puede atormentarlos a su arbitrio y pravedad, y hacer morir miles o
millones de semejantes, sin escapatoria posible. Así según las
tradiciones e investigaciones paleontológicas del pasado humano, parece
ser que sucedió con Lemuria; posteriormente con Atlántida; más tarde con
las civilizaciones de las que ya la historia ha encontrado rastros más
fehacientes y testimonios suficientes de su conducta y de su fin, de su
desaparición. En los actuales tiempos alcanzados por la historia, en su
presente aptitud investigadora, vemos el paralelo entre el progreso
material y la dieta antropofágica (canibalismo). Es la Ley de Selección
aplicada al hombre por su semejante competidor. Con la dieta carnívora
con los cuerpos de sus semejantes, vencidos o admirados o familiares se
inicia siempre el paralelismo entre el progreso material de una parte y,
por la otra parte, de las costumbres degenerantes, viciosas:
alcoholismo, café, té, tabaco; fuego indiscriminado y alimentos
cocinados; luz artificial, aire, agua y tierra adulterados; fabricación
de armas, maquinaria y objetos de materiales no naturales; de materiales
de construcción; consumo de alimentos desequilibrados y envenenados con
licencia de autoridades sanitarias; inicua degeneración de ganadería y
sus productos; avicultura, cunicultura, piscicultura, apicultura;
industrias del calzado, ropa, tejidos sintéticos. Todos estos factores
dan por resultado la imposibilidad de la salud física del hombre, la
desgracia que dimana del desequilibrio de su cuerpo astral (de la vida
afectiva), la perversidad explosiva, destructora, de su cuerpo mental
(de la vida intelectiva).
Ley de Correspondencia y Ley de Causalidad.
A
mayor progreso material corresponde mayor riqueza, comodidad y poder
social y adquisitivo. Este nivel de vida despierta envidia y aspiración a
compartir con equidad los bienes materiales mediante la competición o
el despojo. La competencia se aplica a aumentar el capital propio
mediante la explotación en los campos de actividad de la minería,
agricultura, ganadería, industria, comercio, banca, bolsa, artes y
oficios. Toda competencia consiste en hacer pasar, legalmente, el dinero
desde el bolsillo ajeno al del competidor. O aceptar el comprador o no
puede consumir lo que necesita o lo que desea. El asunto comienza a
nivel de las leyes humanas y de su justicia (nombre que corresponde al
hábito, al continente de consciencia, no al contenido). Son muchas las
cosas que desean los compradores y mucho menos lo que, biológicamente
necesitan. Lo que les resulta más necesario para vivir y superarse no lo
pueden conseguir a ningún precio, o resulta este inasequible para la
mayoría. Lo que es natural y puede regenerar va a ser imposible de
lograr a los que no se apresuren a vivir en autarquía cenobítica, con
reservas ocultas en los últimos años de las vacas gordas que están dando
paso al tiempo de que sean devoradas por las vacas flacas. La
explotación criminal de los científicos, mejor disfrazada y engalanada
que la de los de la Segunda Guerra Mundial, crea la de los industriales y
agricultores; y esta la de los almacenistas, transportistas y
comerciantes. Todos ellos son consumidores a la vez que proveedores.
Todos se están envenenando recíprocamente; y no se salvarán sino que
morirán con el rebaño ignorante que cree en políticos y autoridades de
uno u otro partido. Lo que es partido no es entero; no está integrado
sino que está desintegrado y es desintegrante, pese a los resultados del
momento. Los criminales del “progreso” van a nivelar la balanza
demográfica de la explosión demográfica mejor que los criminales de
guerra. Y llevarán como bandera, en cabeza, al cáncer.
Los
químicos han envenenado la tierra, el agua de ríos y mares y
manantiales, el aire; han degenerado las plantas y multiplicado sus
plagas, de modo que sólo puedan sobrevivir artificialmente, no de modo
natural. Las plantas desequilibradas en sus necesidades elementos
químicos, se ven forzadas a dar cosechas abundantes en cantidad, tamaño y
apariencia, con carencia de elementos o mala utilización metodológica
de los que puedan proporcionar calidad vital al producto. No satisfacen
las necesidades nutricias de los animales y seres humanos que las
consumen, sino que desequilibran su fisiología, haciendo surgir
enfermedades, con tendencia a la suprema: el cáncer. La mayoria,
ignorante, a merced de las autoridades, que por ser semejantes, también
lo son aunque no lo crean por la carga de soberbia que da todo cargo,
está fanatizado por la ciencia sin conciencia y reacciona pasionalmente
porque su razón menguada lo es más ante la angustia, de modo que acude
al médico o al veterinario. Estos no se diferencian más en su actividad
repartidora de venenos que en la clase de ganado que atienden: al de su
propia especie o a los demás. Con las drogas de los fabricantes curan y
salvan vidas, que es lo único que interesa a la mente obtusa de los
pacientes. Por este camino las enfermedades, que son meros efectos que
dependen de causas remotas seriadas, son perseguidas; se suprimen los
efectos pero no las causas. El organismo no se descarga de materia
extraña, que debe ser eliminada, sino que aumenta la dosis, por
prescripción facultativa incrementando así la pérdida de sinergia
fisiológica. Esto hace que la degeneración aumente y que los
padecimientos agudos, transitorios, sean reemplazados por los crónicos.
Veneno, cuchillo(Bisturi) y radiaciones mortíferas siguen siendo
añadidas por la quimioterapia, cirugía y radioterapia, de modo que, si
los pacientes tienen vitalidad para no morir de enfermedades crónicas,
no dejan de perecer víctimas de la peor de las vías degenerativas
yatrógenas que es la del cáncer. Para completar la tarea de la medicina,
los químicos han obligado con su estímulo de ruinosa competencia a que
industriales y comerciantes acepten sus fórmulas destructoras de todo lo
que es natural, de manera tal que el público se vea sujeto a la
influencia nociva de cuanto debería ser natural. No sabe, o no quiere
saber por insensatez y rutina, o no tiene “luces” para reconocer el
crimen colectivo, el genocidio que los químicos, apoyados por las
autoridades están cometiendo. El público está condenado a muerte. Y el
público lo forma la humanidad. Mientras unos con su negocio matan a los
demás poco a poco, los demás hacen lo propio con ellos. La conducta que
es mala para todos también lo es para el que la lleva a cabo, aunque no
lo efectúe directamente contra sí. En esta humanidad que no se alerta
están incluidas las autoridades, cegadas por la soberbia que les hace
confiar en tener asegurada su propia salvación.
2.- PAÍSES QUE PADECEN MÁS CÁNCER Y LOS QUE PADECEN MENOS.
Como
la mayor parte de las cosas tentadoras que se ofrecen, pagan publicidad
y se expenden son antinaturales y la capacidad de consumo depende del
nivel de vida, de la renta per cápita, en aquellos países en que hay
mayor número de compradores que puedan hacer consumo como ricos, que
vivirá sometido a costumbres más antinaturales, justificadas con
argumentos sofisticados de que saben cuidar más de su salud, saben ser
más felices y son más cultos, inteligentes y superiores que los pueblos
privados de tantas comodidades, facilidades, organización y
posibilidades de elegir lo que quieren y vivir al amparo de derechos
civiles y libertades ciudadanas. Esta es la atracción irresistible de
las mariposas alrededor de las luces artificiales, antinaturales, la que
seduce y quema a las multitudes en las luces de la ciudad. Es lo que
sucede de Estados Unidos, Inglaterra, Alemania, en los países más
carnívoros, más civilizados, esto es, con sus habitantes rodeados la
mayor parte del tiempo por semejantes y objetos desnaturalizados,
comenzando por las madres y los alimentos y bebidas que introducen en su
cuerpo. Los países que padecen menos cáncer son aquellos más
primitivos, más salvajes, si se prefiere decir, más rodeados de materia
natural, no adulterada, no carnívoros, comedores de alimentos con
células vivas (crudos), desconfiados de la civilización; desconocedores
de vicios, pacíficos; leales, no engañadores ni traidores, veraces, no
hipócritas. Quedan pocos y la civilización los corrompe con rapidez. Ya
hay que buscar a estos hombres por individuos aislados o pequeños
grupos, no por comarcas o países. Para distinguir mejor ambas clases de
semejantes, los de países con más cáncer y los países con menos cáncer,
conviene que cada lector vea en las columnas pareadas que siguen las
causas determinantes de un grado u otro de la condición patológica a que
nos referimos.
Países con más cáncer tienen: Países
con menos cáncer tienen: 1.- Terreno habitado rico en arcilla que
contenga vestigios de algún elemento del grupo III y tierras raras
(Lantánidos y Actínidos) o abundancia del elemento 13 = Aluminio. 1.-
Terreno habitado rico en arena o silicatos o en caliza o carbonatos, o
minerales con elementos del grupo IV, sobre todo estaño o plomo; o de
los grupos VIIIa, II y I. Sobre todo hierro, cobalto, níquel; magnesio,
calcio, zinc, mercurio, litio, sodio, potasio. 2.- Alto nivel de vida
urbana. 2.- Bajo nivel de vida urbana. 3.- Exceso de comida, por
costumbre. 3.- Escasez de comida, por pobreza. 4.- Dieta hipercalórica.
4.- Dieta hipocalórica. 5.- Dieta hiperproteica, de predominio animal.
5.- Dieta pobre en proteínas y de predominio vegetal. 6.- Dieta
abundante en glúcidos desequilibrados. 6.- Dieta escasa en glúcidos.
7.- Dieta con alimentos muertos. 7.- Predominio de alimentos con células
vivas. 8.- Dieta de alimentos envenenados con conservantes,
colorantes, etc. 8.- Dieta de alimentos más naturales en su mayor
parte. 9.- Abundancia y frecuencia de bebidas excitantes. 9.- Escasez
de bebidas excitantes y compuestas. 10.- Mayor número de fumadores
activos y pasivos. 10.- Menos fumadores y más ventilación. 11.- Más
drogadictos (farmacófilos), mutiladictos, radiadictos y mayor número de
médicos alópatas 11.- Menos profesionales victimarios y menos víctimas
yatrógenas. 12.- Mayor stress permanente. 12.- Menos stress, menos
prisas, menos oportunidades de competir. 13.- Menos ejercicio y menor
entrenamiento de circulación y de piel. 13.- Más variedad, duración e
intensidad de ejercicio con mayor actividad de corazón y piel. 14.- Más
sedentarismos. 14.- Más actividad, más dinamismo. 15.- Más
estreñimiento y mayor retención y absorción de gases intestinales, de
fermentaciones y putrefacciones. 15.- Más frecuentes evacuaciones, menos
gases, menos tóxicos (fétidos), más pronta salida por ano. 16.-
Urgencias, precipitación, inquietud tras las comidas, sin reposo
horizontal tras cada una. 16.- Descanso inmediato horizontal al final de
todas o alguna comida; incluso con siesta. 17.- Mayor número de horas
seguidas en la vertical (en pie o sentado) 17.- Frecuente interrupción
de la verticalidad del tronco. 18.- Menor profundidad de la respiración
automática con menor ventilación pulmonar. 18.- Respiración espontánea
habitual menos agitada; más lenta y profunda; por la nariz, con mejor
ventilación pulmonar. 19.- Aire más viciado: ciudades, industrias,
aglomeraciones de público, circulación rodada urbana, miasmas, olores de
productos no naturales. 19.- Aire con mayor proporción de calina
(microgotas de vapor de agua de mar cargadas con oligoelementos) o de
oxígeno vegetal naciente; olores vegetales en vez de humanos o de
animales estabulados. 20.- Continuo o excesivo contacto con materia
desnaturalizada por la industria, vegetal, animal, humana. Mayor
contacto o proximidad con materia natural viva: mineral sobre todo; o
vegetal, animal, humana. Con esta última por amor, no por lascivia.
21.- Predominio fisiológico abusivo de fibras nerviosas sensitivas,
aunque sean de una sola clase o parte. 21.- Predominio fisiológico
normal, tonificante, de fibras nerviosas motoras, de todo el cuerpo y no
de una sola parte. 22.- Abuso desequilibrante de uno o más sentidos en
detrimento de los demás. 22.- Uso más rítmico y cíclico natural de los
sentidos, con regularidad. 23.- Lascivia contagiosa, alienante,
obsesiva. 23.- Amor predominante sobre vicios capitales con liberación
de odio, antipatía. 24.- Mayor espíritu de competencia y agresividad.
24.- Mayor espíritu de cooperación y de servicio. 25.- Mayor tiempo de
vida transcurre en interiores. 25.- La mayor parte del tiempo viviendo
al aire libre (exteriores, intemperie). 26.- Clima más frío en tierras
alejadas del mar. 26.- Clima más cálido y próximo a costas de Levante (a
Solsaliente, para recibirlo). 27.- Prolongada permanencia en tierra
vegetal, secularmente estragada, enferma, por monocultivos y
agricultores y sus inductores químicos. 27.- Tierra vegetal menos
explotada, o virgen, o menos polucionada; o más regenerada con minerales
naturales. 28.- Medio ambiente degenerante, maldito, de corruptores de
la vida: químicos, técnicos, hospitales, clínicas, prisiones,
conventos, agricultores, ganaderos, industrias, almacenes de
acaparadores o de productos desnaturalizados, transportes, comercios,
mercados, mataderos, salas de fiestas, viveros de animales,
vivisectores, carniceros, toreros, cazadores, pescadores, tramperos,
prostíbulos, ladrones, asesinos, caciques, déspotas, etc. 28.- Medio
ambiente más bien regenerante, bendito, natural, vital: selvas, bosques,
prados, jardines, playas, costas, cumbres, islas, desiertos, menas;
lugares poco frecuentados por cazadores, pescadores y demás matadores;
escaso o libre de malos médicos, químicos, científicos materialistas,
jueces, abogados, traficantes de almas y de cuerpos, con menores riesgo
de invasión de devastadores. 29.- En España sabe casi todo el mundo
que, en tauromaquia, a la estocada sigue, a menudo, la puntilla. El
puntillero es un fin celeste que, tal vez, los manes de su especie
astralicen a favor del toro. Pocos se aperciben de que cuantos más
centros oncológicos más cáncer. No lo creerán porque no lo entienden.
29.- Los hunzas, ciertos lugares del Cáucaso, desiertos de Egipto, de
Sudán, de Sahara, de bastantes tribus africanas y americanas y
oceánicas, incluso de esquimales hasta hace pocas décadas, no conocen o
no conocían el cáncer. El cáncer llega con la presa y agente luciferino:
el hombre civilizado, perdido por su soberbia.
3.- LA ONCOTERAPIA Y SU COMERCIO.
Oncoterapia.
Según la etimología griega “ogkos” (se pronuncia onkos) significa
bulto, masa, volumen, tumor; y “terapia”, remedio, curación. En medicina
oficial, en este asunto, lo de terapia está sobrando. La gente juega a
la lotería porque hay un premio “gordo” que puede tocarle a quien juegue
un número, uno sólo, pero no todos los que entran en sorteo. En el
“sorteo” del cáncer hay uno entre muchas decenas de miles de víctimas al
que le toca el “gordo”. Según testimonios oficiales de calidad, que nos
merecen más crédito que los de mercaderes interesados, este uno, casi
siempre, no ha sufrido la protección de los especialistas. Por
experiencia, admitimos que alguno puede incluso, haber padecido
intervenciones que han empeorado el problema, pero que se ha salvado.
Pero el porcentaje debe ser considerado no de diezmilésimas sino de
cienmilésimas o menos. de cuidados oficiales y dogmáticos destinados a
los Hasta ahora, hay que considerar la Oncoterapia como la serie de
cuidados oficiales y dogmáticos destinados a los tumores, benignos o
malignos (cancerosos), que cumplen la misión de que los condenados a
muerte no protesten al sentirse desamparados, sin nada eficaz que les
valga. Aunque sea peor el remedio que la enfermedad, casi todas las
víctimas sienten la urgente necesidad tardía de hacer algo por salvarse o
ser salvados. Lo segundo es más cómodo, pero el propósito de hacerlo
por sí y por merecimiento, el saldar su deuda por infracción de leyes
naturales ha de ser, por orden lógico, de más probable eficiencia. Casi
la totalidad de pacientes someten su vida a dirección ajena, sin
resistencia alguna, hasta que mueren. Prefieren engañarse y concebir
esperanzas, con el consuelo, al menos, de aguardar el final sin sufrir o
sufriendo de un modo más tolerable.
Comercio. En este
mundo todo comercio es un toma y daca. Está sujeto a la Ley de la oferta
y la demanda. La víctima del cáncer, y su familia, en general, demandan
el milagro, o el prodigio, o la “excepción única”, o al menos, alguien
con autoridad suficiente para engañar al condenado a muerte; para llevar
a colmo final el autoengaño de toda una vida de errores, característica
de toda la especie humana: ocultar la verdad, disfrazarla, rehuirla,
engañar a otros, engañarse a sí mismo, ser engañado gratamente,
piadosamente, o de manera alevosa. Todo esto es frecuente en el
comercio. Puesto que somos humanos somos pecadores y es natural que
admitamos en este terreno lo general, lo común, sin acusaciones que
serían injustos tanto para oncólogos como para cancerosos.
Demanda.
Ante todo demanda, el comercio proyecta, organiza, perfecciona y lleva a
efecto la mejor oferta. Con arreglo a la ciencia materialista actual,
ciencia sin conciencia (aunque sus agentes puedan poseerla como dote
personal, no oficial), se sigue la técnica de uso controlado universal, y
la oferta se plantea sistematizando la fe o la credulidad del paciente y
familia demandante. El reconocimiento, la anamnesis y la biopsia son
las tres primeras escenas del drama confidencial, esto es, de la
transferencia de fe y decisión desde el propio arbitrio de los
interesados a la autoridad oncológica. La biopsia suele ocultar al
paciente, como diagnóstico reservado, el resultado siempre que los
familiares conozcan la realidad de la condena y sean los primeros
decididos a la complicidad en el burdo o discreto o pretenso engaño. A
menudo el enfermo teme demasiado la muerte física, pero no quiere verle
la cara y solicita que “si es algo irremediable lo que le afecta, que no
se le comunique la sentencia”. Así, todos de acuerdo, el profesional
actúa sin reparos, siguiendo las etapas terapéuticas que le han
enseñado. En esta doctrina, inculcada, suprimido el criterio y reflexión
propios, una parte de profesionales cuyo despeje mental no es
suficiente, es la primera en creer y defender la terapia oficial como
pura ortodoxia para llegar a acertar, alguna vez, en las “quinielas” del
cáncer.
Intervención. Sigue otra etapa del juego de
azar con la intervención quirúrgica. Se suprime el efecto, no la causa.
Se procede a la exéresis del tumor, úlcera, órgano, ganglios linfáticos
del territorio de manifestación, hasta la mayor distancia accesible. Con
creciente frecuencia es un trabajo a expensas del Estado, que parece
gratuito a la víctima porque lo costea este ente anónimo. La verdad es
que el Estado paga con el dinero tributado, producto del trabajo de todo
el público. La verdad es que el Estado no es más que un conjunto de
burócratas, en gran número esclavos de sus propias leyes, de precaria,
nula o nociva eficiencia, contraproducente en muchos casos que no llegan
a divisar los amos, cegados por las cercanías: “Los árboles me impiden
ver el bosque”, diría Goethe. Quienes no tienen aún cáncer son quienes
pagan la mutilación irreparable de quienes si padecen el mortífero mal.
Por añadidura, el cirujano, pese a su habilidad en el arte de disecar,
ni sus auxiliares, están retribuidos con arreglo a sus dotes de
excepción.
Honorarios. Quienes poseen medios económicos
efectivos, o los consiguen como préstamo, creen que en un asunto
patológico en el que todos perecen y en el que no es fiar la credulidad
de quienes quieren, a su vez, hacer creer que padecieron cáncer y fueron
salvados con los medios actuales, oficiales o curanderiles, lo mejor
será no regatear dinero para conseguir, al menos, solicitud más efusiva
en el trato clínico, sin regatear mimos ni atenciones al deudo afectado
por el drama que acabará en tragedia. Esta actitud, cada vez más
frecuente, explica la prosperidad de la industria y el comercio
privados, que hacen seguir, con religiosa ritualidad, a la segunda fase
(quirúrgica), la tercera de radiactividad. Las facilidades de pago de
los costosos aparatos y las ventajas económicas profesionales de quienes
se libran de la explotación del Estado (el cual tiene que elegir, como
administrador probo, entre el erario público y el beneficio de los
oncólogos). Así estos trabajadores, si carecen de medios económicos,
tienen que dejarse atrapar para poder ganarse la vida. Esto es ser
imparcial y reconocer que todo, incluso lo antinatural, resulta natural
si se comprende. El estado de ánimo de los clientes es aprovechado en
bastantes casos por aquellos que sienten que hay que atreverse a luchar
con psicología por la ambición de superar la competencia y adquirir la
difícil libertad, para si y para sus seres queridos. Estos oncólogos son
más mundanos pero menos tontos. Se aperciben de que, en esta
civilización que idolatra a Mammón, el dios sirio de los riquezas, el
que convence del camino único que creen los demás que existe, el que
hace que se mamonicen. Esa es la idea psicológica vulgar. Lo que cuesta
más caro y, a pesar de ello se compra, lleva ventaja para el vendedor;
si se vende es porque es mejor, porque vale más o se hace creer que es
así. Estos oncólogos se acreditan, son respetados y pueden enriquecerse y
presentar a sus clientes un servicio áulico, mientras los demás, como
pobres diablos, sufren las impertinencias, malicias, murmuraciones o
insultos y amenazas de sus parroquianos y sabemos de algunos que pierden
su vocación, y el sentido profesional de la abnegada dedicación.
Resultados,
según primeras citas. El resultado de este penoso comercio, el más
arriesgado en el campo de la conciencia médica y de su deontología puede
ser expresado con la frase de Bertarelli: “La medicina es como un campo
de patatas: los frutos están bajo tierra”. Álvaro del a Iglesia
empleaba su humor por el lado del dinero: “El que a buen doctor se
arrima, buena cuenta le propina”. Monfort dice: “Afortunadamente, a los
médicos se les paga por lo poco que saben, no por lo mucho que ignoran,
porque, en tal caso, no bastaría todo el oro del mundo”. También vemos
reflejado este resultado en una reflexión de Patin: “Asclepiades
enseñaba que el deber fundamental del médico es curar de modo seguro,
rápido y agradable. Hoy los médicos envían al otro mundo de modo seguro,
rápido y olvidan el agradable”. Piolin de Macrame define así al
radiólogo: “Es un médico que se ha hecho fotógrafo y alcanza la
ignorancia por medio de la incertidumbre fotográfica”. Pitigrilli atina
más aún en cuanto a resultados: “Curarse, para ciertas enfermedades, es
como aprender a nadar. En caso de naufragio no sirve más que para
prolongar la agonía”. También define al especialista: “Es un médico que
ha reducido su capacidad a un solo sector”. Por su parte, Quevedo,
repetiría ahora: “Es un matalas-callando y a su cura sigue el cura con
réquiem y funeral”. Santiago Rusiñol demuestra que, además de sentido de
poesía tenía el de la filosofía: “Los médicos se ganan la vida con los
enfermos. Los enfermos pierden la vida con los médicos. La última
enfermedad no la cura nadie. Las otras se curan solas”. Nosotros
glosamos al decir que la culpa no es del medico sino del sistema y de
sus intereses creados. La opinión de Saphir confirma nuestra
experiencia: “Cuanto más numerosos son los abogados, tanto más largo es
el proceso”. Torreplana versifica: Deja a tu salud ser tuya, sin que, a
merced, la poseas, de arte que el dárnosla cifra en peligros de
perderla”. La cirugía oncológica tiene mucho de autopsia: Zamaçois
definió a esta como “la última indiscreción del médico”. Publio Siro
dijo algo esencial: “Un remedio es malo cuando destruye algo de la
naturaleza”. El doctor Lavater nos dio una regla áurea respecto a los
resultados que cabe esperar de la actual oncología: “si no mejoras al
hombre, no esperes mejorar su salud”.
4.- EL CÁNCER Y SUS AUTORIDADES.
Veamos
un paralelo entre la explotación del alma y la del cuerpo. La
psicología experimental existió siempre aunque estas palabras no se
utilizaran. La del alto clero se sirvió casi siempre del misticismo y
ascetismo de sus “santos” para acreditarse ante sus parroquianos.
Fomentaron la producción de “santos” que les sirvieran declamo. Fueron
los santos esclavos voluntarios de un poder diabólico, al que
combatieron solamente con su ejemplo. Este fue el error que ha
precipitado al mundo en el ateismo, comenzando por una mayoría de
occidentales, amos de la civilización. Esta mayoría ajena a santidad
para no comulgar con ruedas de molino soportó a la fuerza el sarcasmo de
las jugadas políticas de reyes o dictadores de un mundo llamado
católico. Las líneas paralelas nunca se encuentran. La psicología
experimental de los jerarcas de la alopatía se valió de Pasteur, del
matrimonio Curie y de tantos otros descubridores de medios nuevos de
explotación de las escarmentadas multitudes, medios que pudieran renovar
la fe o cretina credulidad de los difidentes y multiplicar los
dividendos de la “producción”. También quedan incluidos los médicos
víctimas de la radioterapia, “héroes de la ciencia”, al decir de los
cientistas propagandistas, que vienen a ser las monjas literatas de la
alopatía. Estos pretextos de propaganda promovieron el más escandaloso
“affaire” de un nuevo negocio, que enriquecería a varias generaciones,
antes de que profesionales dotados de conciencia, experiencia y talento
(tres condiciones de las que carecen los “hijos de papá” a quienes
“papá” consiguió hacer médicos con su título de impunidad) se decidieran
a afrontar descréditos, insultos, persecuciones, ruina, miseria,
ataques familiares, al comunicar al público la colosal farsa, aunque el
público estúpido, que no es total, siga ignorándola, en general,
voluntariamente: “Stultorum númerus infinitus est”: el número de los
estólidos es infinito. Esto es versión latina de palabras de Salomón, al
cual ya no podrán alcanzarlo los eternos matadores.
Radiólogos.
La codicia de sobrados radiólogos se especializó con los cancerosos.
Tan cortos de alcances fueron muchos de ellos que fiaron en que los
rayos X iban a curar a sus pacientes y no los iban a matar a ellos. Y,
con vanidad de víctimas del “deber”, murieron antes de que pudieran
disfrutar lo suficiente de los beneficios de su actividad. Siguió
habiendo cada vez más cancerosos, los cuales tuvieron que morir más o
menos confiados en la mano de otros especialistas en artes marciales
científicas prefunerarias.
Nucleares. Los especialistas
en radiactividad adquirieron renombre mundial, aunque lo correcto es
decir mundanal. La bomba atómica les hizo concebir nuevas esperanzas. En
vez de horrorizar a sus semejantes, sin provecho asegurado, con la
energía nuclear a merced de unos pocos amos de la vida en el planeta, lo
cual ofrecía perspectivas poco halagüeñas, sería más productivo para
sus intereses personales no matar de golpe a centenares de miles de
personas ni dejarlas sufrir sus lacras nucleares sin solución, durante
años. En vez de Hiroshima y Nagasaki sería mejor ir matando a los
condenados por la naturaleza, retrasando un poco el plazo natural aunque
no se pudiera evitar el que sufrieran más. Matar uno a uno, en millares
de sitios a la vez, a los condenados por confiados. La bomba de cobalto
tuvo una propaganda paralela con su aplicación. No obstante, el clamor
de víctimas y de familiares decepcionados eclipsa el voto de quienes se
autosugestionan y hacen méritos para merecer gratitud en forma de
simpatía, compasión y desvelos de sus tratantes, queriendo convencer a
los cancerosos que les escuchan, que siguen detrás, de que se van a
salvar “como ellos”. Pero estos casos preparados a la colaboración
activa, como aves de reclamo para el cazador, mueren tan pronto (salvo
quienes no padecieron cáncer aunque presuman de ello) que la propaganda
resulta muy breve y contradictoria.
Cancerosos. Su
oficio, por desgracia de su destino, de sus deudas kármicas es
contribuir a la universalidad del azote del cáncer. Los servidores del
cáncer no desfallecen sino que se multiplican. Ya es difícil descubrir
quien no contribuya, quien sea el que menos lo propague. Los del oficio
no saben hacer otra cosa que les permita imponerse por otra autoridad
que la del terror. Este terror no lo imponen ellos directamente, sino
que prueban que intentan evitarlo. De no proceder así no podrían
prosperar. Surgen nuevas investigaciones de horrores de radiactividad,
con los inocentes mártires animales, que no figuran en ningún
martirologio. De este modo los más sádicos y ambiciosos investigadores
sirven a sus colegas de todo el mundo el sistema de inyectar a sus
pacientes material radiactivo (isótopos). Esta nueva clase de
autoridades del cáncer se multiplica rápidamente. A mayor número, mayor
competencia. Como muchas de estas autoridades no ejecutan a, ni sobre,
las víctimas, como quien es juez y no verdugo, se limitan, como
químicos, a suministrar los medios de ejecución antinatural de la
sentencia. Cuando Rabelais agonizaba los amigos intentaban propinarle
medicinas, pero el médico-filósofo las rechazó diciendo: “Dejadme morir
de muerte natural”. Pero la necesidad profesional aviva hoy la
inteligencia luciferina de muchos que deciden llevar sus técnicas
mortíferas a mayor ecúmene que comprende a los animales. Esto extiende
el mal mediante los veterinarios y es muy beneficioso para ellos. Lo
peor es que se extiende el negocio no solo a los animales de consumo
sino a los vegetales y minerales. Se tratan los alimentos de modo que
los ignorantes agricultores y acaparadores y a los comerciantes. Aun
teniendo noticia de que puedan estar matando a todos los consumidores, a
pequeñas dosis, no vacilan en hacer competencia a los demás de su
oficio. Siguen forzando a los compradores a comer cáncer o lo que lo
produce. Antes de padecerlo, ese público acrece su ignorancia, su
estupidez, su incapacidad biológica de comprensión; va llegando al colmo
de incapacidad y negligencia para defenderse por Ley de Talión. Nadie
sabe hoy, de cuantos alimentos come cada día, cuales van irradiados con
rayos gamma u otras técnicas de radiactividad que se van extendiendo a
mayor número de alimentos. Pronto, la masa necia de víctimas querrá
alzar clamor tardío echando toda la culpa a las autoridades sanitarias
que se doblegan a los grupos de presión profesional. Estos grupos
esgrimen argumentos de químicos, tranquilizadores, porque ellos llevan
la conciencia solamente en el estómago y en la cartera. No habrá en
breve en los mercados ni abacerías alimento alguno que no sea
cancerígeno a mayor o menor plazo.
5.- LOS ONCÓLOGOS Y LAS AUTORIDADES CIVILES.
Osadía.
Osar es una virtud en sí, propia de jefes, de hombres con fe y valor.
Utilizada como medio para un fin ilícito se convierte en soberbia
temeridad, en desafío de la equidad y la justicia. Es normal que quien
obra con seguridad, invariablemente, acabe por imponerse al cabo de más o
menos tiempo a todos aquellos que dudan, vacilan, temen y no se atreven
a obrar por cuenta propia y riesgo, sino que se fían de la
responsabilidad de los decididos y osados, que son los que le impulsan a
obedecer, aunque el subyugado parezca ostentar un cargo de mayor
autoridad. Esto fue, es y será siempre, regla universal psicológica.
Lo
que más teme una persona común, es padecer mayor sufrimiento del que ya
no soporta, y por tiempo indefinido; y morir cuando aun no lo esperaba.
Es lógico que sea el paciente, el personaje débil, inseguro, sumiso y
que sea el médico el personaje a quien recurra para que, en el desamparo
de su ignorancia, lo anime, lo haga obedecer, lo cure, y condescienda
con sus caprichos hasta permitirle, paternalmente y con garantías la
impunidad, que siga conduciéndose de manera igual o peor que antes, sin
privarse de los acostumbrados dones licenciosos de su mundanalidad.
Altanería.
Como, de los especialistas médicos, son aquellos que tratan el cáncer
los que contrastan más su autoridad con el caótico estado psíquico de
pacientes y de familiares de estos, es más fácil, por ley natural, que
se produzcan abusos de autoridad, actitudes de insolente frialdad,
coacción e impiedad. No hay, pues, porque acusar a nadie de fenómenos
psicosociales naturales que son efectos, en exacta correspondencia con
sus causas.
Dictadura máxima. Una vez que el oncólogo o
el médico se acostumbra a la necesidad de su paciente de disfrutar de
un poderoso dictador por su problema, las autoridades oficiales aceptan
el hecho sin preocuparse de educar al rebaño y hacerlo apto para elegir
el camino de la naturaleza, no el contrario. Cada autoridad civil,
militar, eclesiástica o de otro orden es siempre posible o probable
paciente del mismo mal. O lo teme pensando en sus seres queridos (aunque
sean pocos). No será de extrañar, en consecuencia, que las imposiciones
médicas, terapéuticas o legislativas, sean aceptadas sin discusión por
el poder legislativo y el ejecutivo, con solo cubrir la fórmula escrita,
firmada y rubricada, con carácter eufémico de “súplica”. Procede
acceder al imponente grupo de expositores que solicitan el “espaldarazo”
que guarde sus espaldas. Una vanguardia de precursores de lo que algún
día será el juicio de los monopolizadores de vidas ajenas, sabe bien que
la autoridad médica se ha impuesto en toda su extensión y en todos los
países, a las demás autoridades no médicas. Cada una de estas últimas es
un ser humano con instinto de conservación, que, por su cuenta, en
previsión de posible necesidad urgente, procura mostrarse accesible y
propicio a los intereses mercantiles de la medicina oficial, sin que
ello signifique contubernio. Así se llega al extremo de impunidad
profesional y a la inseguridad y temor de buscarse la ruina cualquiera
autoridad que se exponga a una posible acusación de desastre sanitario
por haberse opuesto u obstaculizado o demorado las inapelables
sentencias de la dogmática infalibilidad de los médicos dictadores que
gobiernan cada país del planeta. Estos, de palabra, declaran su
falibilidad, pero con los hechos proclaman que deben ser obedecidos como
infalibles. El ganado humano sigue condenado en muchas naciones a dejar
a un lado sus democracias politiqueras, fingidas, y sus derechos
humanos que son pura literatura en mayoría de casos, cuando los
intereses de las fábricas de productos químicos, de las clínicas, de las
instalaciones radiológicas, etc., deciden hacer con este público lo que
“justifica” como más conveniente. Papas, reyes, presidentes, ministros,
generales, cardenales, arzobispos, obispos, diputados, senadores,
gobernadores, alcaldes, magistrados, acatan y apoyan sin reparo, con
fervor y aplauso, toda coacción, y la inacabable gama de arbitrariedades
cometidas, siempre que procedan de la más alta jerarquía mundana, que
es la clase médica, ya que terminarán sus días a merced de estos amos y
prefieren contar con ellos como amigos.
6.- CRUZADAS CONTRA EL CÁNCER.
Detrás
de la cruz, el diablo. En tiempos de las Cruzadas los papas organizaban
expediciones para la reconquista de Tierra Santa. Periódicamente la
gente hambrienta o malcomiente es un estorbo y una amenaza para la otra
gente. En aquellos siglos mayoría de aquellos siervos eran hostiles a
los más poderosos y procuraban ayudar a quienes pudieran atacarlos,
poderosos también pero menos; menos poderosos pero más numerosos.
Promover guerra entre los fuertes fue siempre el recurso más útil de los
débiles. Por esto los miserables eran favorables a los intereses de los
escasos o medianamente poderosos. Estos eran enemigos encubiertos,
fingidos amigos de los poderosos capitales y de los capitales poderosos.
Todo giró siempre en torno de los poseedores del dinero. Los medianos
poderosos se adherían al compromiso católico de los grandes con la
ambición de superarlos y servían de reclamo de caza para que hubiera
crecido el número de cruzados; entrecruzados con algunos idealistas.
Mayoría era masa de gente aventurera con hambre de infamia, dispuesta a
medrar sin escrúpulos, bajo el crédito de la bendición papal;
silenciadas sus violaciones, su pillaje, su devastación, su terrorismo,
sus alardes de villanía, bajo la coraza de la fe católica. Toda aquella
farsa con su bien justificada necesidad, pasó. Pasan todas las cruzadas y
mueren, como los humanos, los que tuvieron intereses particulares en
organizarlas y aprovecharse de los estúpidos fanáticos del coro.
Las cruzadas contra el cáncer en los países civilizados (que creen ser
los mejores) tienen ocasión de lanzar ejércitos de pedigüeños, de
convencer a los ciudadanos y pueblerinos, ocasión de dar más trabajo aún
a los pobres médicos explotados para que, en vez de tener un promedio
de un paciente cada tres minutos, no tengan ni tres segundos para cada
uno. Buscan medios para que, tratándose del cáncer, se pueda dedicar a
cada asistente reiteradas revisiones periódicas, hasta morir. Esto es
una gran ventaja en la competencia con las posibilidades de tiempo de
que disponen otras especialidades, aunque no en cuanto a la
incompetencia de resultados, que es de dominio público.
Dilema:
camino de efectos o camino de causas. El interés profesional está en
descubrir y perseguir sin compasión efectos del cáncer; mediante
exploraciones, biopsias, mutilaciones, radiaciones. Por el contrario, el
interés de la víctima está en descubrir las causas y suprimirlas; en
conocer la virtud biológica y practicarla con profilaxia irrenunciada;
en no dejarse arrastrar por alardes de ciencia con consejos para seguir
viviendo según costumbre, o mucho peor. Ambos intereses son
antagonistas. Las escasas “luces biológicas” de mayoría de personas no
alcanza a entenderlo ni a reflexionar con la indispensable profundidad
sobre el problema. Es más cómodo creer e imitar a “todos” o a “la gran
mayoría”, aunque se muera de aquello que más se quiere evitar. Así, el
resultado del dejar hacer a otros con uno lo que este de moda dará el
triunfo al interés profesional.
7.- CARCINOFOBIA INDUCIDA, DISFRAZADA DE ESPERANZA.
No basta ver; hay que saber mirar y prevenir lo oculto. El público tiene un creciente horror al cáncer:
En
vista de la O.M.S. (Organización mundial de la salud) va anunciando el
crecimiento vertiginoso del porcentaje de extensión del “último mal”.
Alertamiento desoído y combatido contra cada interesado puede.
En
vista de lo que cada uno oye o ve por sí mismo respecto a los casos
cuyos comentarios ocupan cada vez más tiempo y lugares en cada jornada.
En
vista de que los vividores del sensacionalismo se pasan décadas
anunciando cada día por los medios de difusión procaces en boga que acá y
allá ha surgido un salvador, un genio científico que ha dado con la
solución; es noticia, aunque nadie acabe de convencerse de que la
mentira, como arma piadosa de sensacionalismo esperanzador, no acabe de
repetirse.
En vista de que las estadísticas de curas son amaños de
ciertos profesionales e incluso colectivos que nunca alcanzan al
cancerófobo motivado.
En vista de que abundan los diagnósticos
contradictorios, que hacen pensar en posibles errores voluntarios de los
positivos, muy convenientes para la propaganda personal.
En vista
de que la cancerofobia no es ya cuestión de casos aislados sino que
toma carácter colectivo, totalitario y, sobre todo muy razonable.
En
vista de que la inminente “epidemia” totalitaria de cáncer hará que
cada uno procure conservar la última virtud teologal, la única cosa que
les quedó en su caja de Pandora: la esperanza.
En vista de todo ello no es lógico que las presuntas víctimas se crucen de brazos.
Son
muchas las que ven también escapárseles la esperanza y sienten el
vértigo del vacío, del abismo, de la desesperación. No miran abajo, para
no caer; se aferran a algo que pueda hacerles creer que contiene dentro
esa fugitiva esperanza y no se aperciben de que, si no pretendieran
disfrazarse con ella, que cae del lado del futuro, sino que se
despojaran del lastre de errores que viene de su pasado, aun tendrían
fuerzas para remontarse hacia lo eterno, hacia las leyes que fueron, son
y serán, no a los convencionalismos humanos. Podrían escapar de las
jaulas de los científicos, hecho que constituye una gran probabilidad
para llegar a tiempo, antes de que se cierre la puerta de la jaula
máxima, que es la del cáncer.
8.- LA EXPLOTACIÓN DEL TERROR, FENÓMENO NATURAL.
No se crea que porque sea natural lo defendemos. Pero tampoco lo
señalamos para daño de nadie, sino para que algún que otro lector
considere el hecho y proceda como le parezca que debe hacerlo; tal vez
convenga en la conveniencia de evitar, en lo posible, el peligro. Nos
arriesgamos a este, sin eufemismos porque somos uno o varios, mientras
que quienes puedan beneficiarse pueden ser muchos más. A esto se llama
quijotismo y existió siempre, antes que el personaje de Cervantes. Y no
fueron pocos los inmolados.
Cuando las autoridades
sanitarias, alarmadas por la convicción que va tomando el público de la
indefensión en que se encuentra ante los procesos que hace la extensión
de este azote de la humanidad que llaman cáncer, moviliza sus medios de
intervención o de lucha a favor de su país, no contra el cáncer, aunque
así lo lleguen a creer ellas mismas, sino contra la derrota profesional,
contra la inseguridad, la desconfianza e irresponsabilidad de la
ignorante y obtusa masa de víctimas, los subordinados cobran aliento al
ver que van a tener sobrado trabajo en su intervencionismo, estatal y
técnicamente organizado, subvencionado sin regateos, protegido por la
ley y elogiado por la propaganda. Aparecen centrales oncológicas
imponentes, multiplicación de clínicas asistenciales gratuitas,
autocares ambulatorios recorriendo pueblos, lugares, fábricas, donde hay
más gente inculta (más aterrorizables), más convencible para ser
controlada y sometida a pruebas periódicas, con objeto de “prevenir el
cáncer”. No hay prevención valedera porque las normas son harto
insuficientes, erróneas y contraproducentes. Todos estos titulados
actúan sin saber las causas y concausas, ensoberbecidos por señalar unas
pocas, sin esforzarse en desarraigarlas de las costumbres. Su
ignorancia es semejante a la del público pero más peligrosa, por su
altanera estima de que su escasa y falsa erudición profesional debe ser
obedecida. En lo que sí ponen diabólico empeño es en perseguir síntomas y
en suprimirlos, siendo estos inseparables servidores de las múltiples
causas que los determinen. Sus manipulaciones clínicas del concurrente a
la cita no son inofensivas, sino que pueden despertar el mal
predispuesto que quieren evitar ambos, el agente y el paciente. A este
mal está predispuesto el organismo de toda persona civilizada, en la
actualidad. De continuo nos llegan voces de alarma de este ganado
humano, controlado como si fueran ejemplares de granja avícola con las
técnicas científicas más de moda; víctimas, pese a tanto control o a
causa de ello, porque se confían y siguen tomando alimentos y bebidas
adulterados, y anticonceptivos, afrodisíacos, estimulantes, hormonas,
etc. Los resultados que se cacarean son distintos de los reales, que se
ocultan. De acá y acullá llegan noticias de trabajadoras, de
pueblerinas, o de ciudadanas, de clientas de carnicerías, a las que les
llegan el turno de pagar con la misma moneda. Cuando las barbas de tu
vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar. Esto decía el refrán que
modificó Álvaro de La iglesia: “Si las tripas de tu vecino ves operar,
pon las tuyas a remojar”. Y sabemos de más de estas controladas que van
aumentando las filas de condenadas a muerte con cánceres de útero y
mamas. Porque este es el trabajo del profesional más frecuente y
propagado con esto de ahora, de la libertad de opinión, opinamos como
Patin, el cual cita a Asclepiades (Esculapio), el célebre médico griego
que fundó en Roma una escuela en la que combatió a Hipócrates. Enseñaba
que “el deber fundamental de un médico es curar de modo seguro, rápido y
agradable”. A esto añadió Patin: “Hoy los médicos envían al otro mundo
de modo seguro y rápido, y olvidan el agradable”. Para Piolin de Macrame
“radiólogo es un médico que se ha hecho fotógrafo y alcanza la
ignorancia por medio de la incertidumbre fotográfica”. Añadamos, como
estribillo de Quevedo: “Ya su cura sigue el cura con réquiem y funeral”.
Con esto no se debe negar la piadosa intención de muchos oncólogos de
vocación, aunque errada, sino que se da a entender que hay mucha cizaña
mezclada con el trigo; que no son dignos de confianza humana todos los
profesionales; que hay poderosos e inconfesados intereses económicos
detrás del tinglado de explotación fruto del ingenio de estos semejantes
indeseables; que tenemos acumuladas pruebas irrefutables para el caso
de ser impugnados y perseguidos, como lo fuimos en otra ocasión en que
la justicia nos defendió contra las organizaciones confabuladas, por el
hecho de decir verdades peligrosas en un mundo de terror, de “panem et
circenses” de “pan y toros”, en donde la acción se libra entre
terroristas y aterrorizados. Y conste que, al decir terroristas, no nos
referimos a los así oficialmente son llamados, porque ni lo son todos
los llamados ni están en la liza todos los que son. La cuestión clave es
la de “virrus post nummus”: la virtud después del dinero. Ahí está la
corrupción. Así son conocidos “príncipes de la oncología”, pregoneros de
ideales cuya falta de realidad es notoria. Que ganen cuanto quieran y
puedan; nos alegraremos, pero sin dañar a inocentes ignorantes o
estúpidos.
9.- CANCERIZACIÓN MENTAL INDUCIDA
Gestación
del auto-vampirismo mental. Cuando el hombre piensa crea formas de
pensamiento cuya corporeidad está animada por la vida (duración y
efectos) variable. Si su actividad mental es muy intensa, constante y
limitada a un solo asunto, absorbente, las formas de pensamiento no se
destruyen ni se desvanecen sino que se independizan y actúan “por cuenta
propia”, aunque la persona no quiera, aunque no se oponga, aunque
intente desecharlas. Actúan sobre el emisor, beneficiándolo o
perjudicándolo. El perjuicio inmediato es lo más frecuente. Tienen estos
pensamientos vida propia, aunque el hombre lo ignore, lo niegue, o no
pueda comprobarlo. Aquel que piensa que tiene cáncer o que duda si lo
tiene o puede llegar a tenerlo en breve plazo, sin suprimir las causas,
crea, casi siempre, formas de pensamiento tan destructoras como el
cáncer mismo. Se hace esclavo de ese pensamiento obsesivo, al que
procreó. Este hijo suyo, como un vampiro, le roba la vitalidad sin que
pueda controlarlo. Las vibraciones de esta obsesión lo atormentan y
facilitan la materialización en su propio organismo, hasta convertirse
en realidad irreversible del proceso canceroso o precanceroso que lo
conduce a un tormento físico de dolor corporal, que viene a aumentar el
dolor moral del emisor.
El buen oncólogo. Hace pues
bien, el médico o el oncólogo, en alentar al paciente, no de un modo
burdo, rutinario y sin amor, sino mostrándole la necesidad de suprimir
causas, de colaborar, de cumplir con las leyes eternas de la naturaleza,
de comprender el esfuerzo orgánico para concentrar el mal en un punto
para que no invada el resto; de no considerar peor señal el crecimiento
local o la esfacelación, ni la sorpresa de una crisis penosa que pueda
lanzar afuera las células anárquicas. Las vibraciones del enfermo que
está seguro de que la pérdida del cuerpo físico es el final absoluto de
su vida, son mortíferas: actúan en el hipotálamo y en la hipótesis.
Desde aquí se transmiten, en sinergia con el desequilibrio hormonal, a
tiroides, glándula de las emociones, la cual, por resonancia, perturba
el equilibrio circulatorio mediante los nervios ortosimpáticos; alcanza a
suprarrenales, glándulas del temor y de la ira: el terror a morir en
breve, irremisiblemente, con sufrimientos sin alivio y para siempre,
paraliza y agota su mermada vitalidad. Dormir le evita pensar y sufrir,
pero no puede dormir, o duerme mal, o peor, porque su pensamiento no le
abandona, no deja de torturarlo, no suelta su presa. Así lo psíquico
hace imposible que haya aliento para soportar lo físico. Y el aliento es
lo esencial en cáncer. El que se desalienta está perdido. El
desalentado respira peor cada vez como corresponde a su depresión
psíquica y a su consunción, a su caquexia. Alentar es tener aliento y
dar aliento a otros. El aliento es la respiración, en especial la salida
de aire por la boca. Lo más natural es exhalar por la nariz. El
canceroso teme por sí y no se siente con aliento para temer demasiado
por otros: el pánico egoísta lo domina.
El desengaño.
Por muchas que sean las atenciones que le dispensen los seres queridos, y
por repetidas que sean las esperanzas que le quieran inculcar, se
siente solo para lo que imagina que es un abismarse en la nada eterna.
Así lo siente por el modo de entender o de no entender su religión; o
por su ateismo, que vienen a ser una misma cosa en este caso. Se siente
miserablemente engañado por los demás y con igual pretensión propia. Se
siente desengañado de los demás, de sus amores, de sus propiedades, de
sus semejantes. Todo esto es mucho peor para él que la enfermedad
física. Su mal psíquico se acrecienta, porque recuerda las etapas que
han seguido otros cancerosos antes de morir; porque cede a su horror y a
las presiones familiares e identifica el recorrido hasta su cadalso.
Radiografías, ecografías, isótopos radioactivos, biopsias, anestesia,
mutilaciones, radioterapia, quimioterapia, cobaltoterapia, convivencia
con agonizantes, agravamiento de síntomas, metástasis, analgésicos: doce
estaciones de este calvario.
10.- DE LOS MERCADERES DEL LOS ARGUMENTOS CÁNCER.
El mercader adquirió suficiente experiencia psicológica sobre la
ignorancia, desidia, rutina o cortedad de luces de sus parroquianos.
Entonces distingue rápidamente el argumento conveniente y la actuación
que van a llevarlo al éxito económico y a la credulidad del rebaño que
pueda acreditarlo, del argumento opuesto que requiere disciplina y
paciencia por parte del paciente, argumento que va a fracasar ya que no
va a producir el agente el indispensable gobierno de la víctima del mal,
ni beneficio para el profesional. Este mercader creado por los propios
pacientes es el que siente vivo interés en que se cumplan los argumentos
rentables. El médico y el oncólogo de recta conciencia permiten a sus
colegas mercaderes que atropellen su buen sentido deontológico y les
impongan sus estereotipados argumentos. Ante cualquier duda o vacilación
del probo, el otro, el que lleva las riendas, le protesta de forma
autoritaria, dogmática, a veces con soberbia de déspota y coaccionando.
Hay que mantener la unanimidad de criterio convincente, por falsa que
sea esta unanimidad, para que no naufrague la nave de la oncología con
todos sus tesoros; para que no se lancen al mar encrespado de la
naturaleza los náufragos tardíamente previsores, con riesgo de provocar
una psicosis colectiva de imitación de los demás pasajeros del medio de
flotación que se hunde lenta pero continuamente.
Son argumentos que interesan al mercader y no al comprador de salud y vida, entre otros, los que siguen:
Argumento
1º: hay que nutrir bien al paciente, para que tenga buen aspecto; para
que tenga buenas defensas; para que siga disfrutando con la comida sin
que se produzca la natural anorexia que lo lleva al ayuno y a la
consunción más rápida; para que se sienta minado.
Argumento
2º: hay que darle toda la carne, pescado, huevo y demás proteínas que
sea posible, para que compruebe que el tumor crece más lentamente; para
que no aparezcan nuevos síntomas agudos que alarmen más al condenado y a
sus deudos.
Argumento 3º: hay que extirpar el tumor o
el órgano en que se sienta y toda cadena de ganglios linfáticos de
alrededor, hasta la mayor distancia viable para evitar la peribolia;
para que, inmediatamente, se sienta bien o mejor; para que dure lo más
posible la mejoría sensible, aunque no pueda serlo la real.
Argumento
4º: hay que sondear el grado de cretinez o inocencia del operado, por
si busca que se le engañe, complacerlo, con seguridad, por autoridad,
diciéndole: “¡Ea! Muerto el burro se acabó la rabia: o sea, suprimido el
órgano enfermo, se acabó la enfermedad”.
Argumento 5º:
hay que aplicar radiactividad de una u otra forma sobre los tejidos
lacerados, o los cicatriciales y vecinos, para destruir las células
malignas que hayan podido escapar.
Argumento 6º: hay
que atender, sin temor al abuso de drogas u otros medios, cualquier
nuevo síntoma, en el período que sigue a la operación, quimioterapia y
radioterapia, para que paciente y familia sigan haciendo buena
propaganda el mayor tiempo posible.
La persona que
quiera salvar su vida, o intentarlo, no debe despreciar estos argumentos
y conductas, sino al contrario, tenerlos bien presentes para librarse
de quedar atrapado por ellos. Ya tiene bastante con luchar contra el
cáncer con medios naturales de máximo rigor, sin asegurar la
confirmación de su condena a muerte al entregar su cuerpo a
intermediarios entre los explotadores de animales (cazadores, matarifes,
carniceros, pescaderos, abaceros) de una parte, y el funerario y
sepulturero de otra.
Revisemos los precedentes argumentos. El primer argumento es antinatural desde su:
punto 1º, nutrir, conservar o aumentar el peso del canceroso. Lo
natural es el esfuerzo orgánico para salvar la vida reduciendo la
desproporción entre materia en exceso y la que falta; reduciendo el
desequilibrio estequiológico de los bioelementos por pérdida de
excedente que da curso a la precancerosis. Estos elementos son el 1
(hidrógeno), el 6 (carbono), 7 (nitrógeno), 11 (sodio), 15 (fósforo), 16
(azufre), 17 (cloro), 19 (potasio), 20 (calcio). Este intenso
regenerador se manifiesta, primero, en la pérdida de peso de tejidos no
nobles, sobre todo adiposo y conjuntivo; y de excedente de albúminas no
dinámicas y de agua con retención de iones que acaban con el equilibrio
mineral. Toda esta materia recarga el organismo con grasa y linfa. Si se
supieran suministrar al organismo los oligoelementos cuya carencia toma
el curso neoplásico, las pérdidas acabarían y la regeneración se
produciría, por estos elementos que son fuente de tonotropismos y que,
incluso, operan a distancia, de modo radiante (no con radiactividad
desintegradora), en sentido implosivo, vitágeno y no explosivo,
tanatógeno; estos elementos no se suministran ni a la tierra que está
enferma, ni a los vegetales que, por su carencia, degeneran; ni a los
animales, ni a las personas; tampoco a los cancerosos. Estos no pueden
seguir vivos tras esta primera fase equilibradora, por falta de otros
elementos. Por esto no se detiene la consunción y, a los tejidos que
eran materia sobrante y mortífera sigue la pérdida de tejidos nobles, de
médula ósea (y aparece anemia) de glándulas (y los fermentos impiden el
metabolismo eficiente), de la sangre (y el desequilibrio de presión
oncótica local de ésta complica y aumenta el sufrimiento), de los
músculos (que se atrofian), de los nervios (y la astenia agota), fase
fatal que se presenta como espanto en la caquexia. Ni el paciente ni sus
deudos quieren mirar el esqueleto en vida; intentan ocultarlo bajo la
mayor cantidad posible de tejidos de segunda calidad, degenerantes, de
modo que la muerte se lleva un obeso o un gordo y los estúpidos que
asisten al entierro con los demás pueden comparar y sacar la conclusión
de que “estuvo muy bien asistido”.
Punto 2º, buenas
defensas. Se considera que el comer y, si se aguanta, hartarse, es lo
que permite tener mejores defensas. Es otro sofisma que se agrega a la
importancia que tiene para el cuidador de sostener la buena apariencia
del condenado. Cuando más combustible (alimento), más necesidad de
comburente que haga arder el combustible, esto es, más requerimiento de
oxígeno suministrado por la respiración a la sangre. Pero el paciente
yace, o hace insuficiente ejercicio, con el resultado de que no respira
más, sino menos, y el metabolismo empeora, con lo cual la célula
experimenta más asfixia, mas “asma celular” (valga la metáfora). Como es
el oxígeno lo que impide la fiebre sexual, reproductora, al faltarle a
la célula tiende a multiplicarse anormalmente, para compensar con más
superficie el mayor volumen de hipertrofia celular. Así el daño de las
células malignas, con sus mitosis, se propaga a las vecinas, indemnes
aun (que no habían sido afectadas). La puesta en práctica del primer
argumento, pues debilita la defensa celular; fallan las mitocondrias, la
respiración interna; empeora el proceso de crecimiento del tumor y, la
precancerosis de las restantes células del organismo y no sólo de las
localizadas, bloqueadas o bloqueables.
Punto 3º,
del primer argumento. Otro sofisma: por disfrutar de alimento prohibido,
que determino la muerte de animales, en vez de su protección y amor
hacia ellos; y por la invención de alimentos vegetales desequilibrados
por los mercaderes del Templo de la Vida, que no pagó su deuda mediante
muerte por otra enfermedad menos implacable, la paga ahora con la
“divisa” del cáncer. La propia insensatez, la de sus familiares y amigos
es reforzada por la del profesional, el cual sabe que, ya que va a
morir en breve, que es tarde para sus conocimientos el intento de
salvarlo, será más agradecido y práctico el consejo de que coma lo que
quiera, ya que la anorexia normal de un enfermo con vitalidad es lo más
frecuente. Esta repulsión por la comida crea más problemas al
facultativo, que sólo obedece a las apariencias, como sus clientes, ya
que tiene que soportar los interrogatorios del ambiente del condenado,
sin poder contestar a gusto de los compradores de salud. Esta actitud
hedonista de todos, de que “disfrute el poco tiempo que le queda” es de
atroz materialismo. Lo biológico es que lo que le produjo el cáncer no
lo va a mejorar sino a ocasionarle peor muerte; una más penosa pérdida
del cuerpo de mamífero que le ha servido, al que ha explotado, porque es
agradable y los demás del rebaño hacen lo propio y lo hicieron siempre,
aunque a menor escala de posibilidades en el pasado.
Punto 4º, del mismo, como medio animador, confortador, es disculpable,
lícito y aconsejable. Pero no aplicado a la alimentación acostumbrada y
demás vicios de la víctima que, a menudo, se cree un modelo de
morigeración. Si no muriese, el mismo de esta índole sería suficiente
por ley natural para que mereciese morir, y moriría, de acuerdo con lo
que sembró: No se burlan impunemente las leyes eternas de la naturaleza.
Ante la seguridad de muerte, el mismo de proseguir su contumacia hasta
el instante postrero es ilícito. Lo biológico será que procure
comprender los errores de su vida física antes de que esta acabe. Estas
luces tardías pueden permitir a la víctima una sorprendente elevación
espiritual si el facultativo supiera más del alma y del futuro que del
cuerpo y del presente, que se acaba. Todo oncólogo necesita ser un guía
espiritual con mejores dotes que las que tiene como guía somático.
El segundo argumento antinatural no regenera al canceroso sino que lo
degenera hasta el grado máximo físico y psíquico. El empirismo es el
estudio práctico por la observación de los hechos y la experimentación
de las cosas útiles sin intervención de razón eficiente, con base en la
experiencia ciega, por rutina, fiado en la práctica electiva de la
miopía mental. Su valor es tan innegable como el perjuicio que puede
ocasionar. Depende, no del empirismo, sino del empírico, el que convenga
utilizarlo o desecharlo.
Punto 1º. En el caso del
cáncer la disminución de crecimiento del tumor, o su detención o
reducción, como consecuencia de una dieta carnívora, productora de
cáncer, es una finta, un amago ficticio de mejoría; es un modo de
engañarse el paciente, o de ser engañado, ya que el crecimiento del
tumor va dando tiempo a regeneración con medidas naturales generales
para evitar o retrasar la propagación a las demás partes u órganos, que
significan las metástasis, la invasión múltiple, incontenible de otros
órganos, seguida de la muerte. Lo que aparenta ser mejoría porque
ocasiona retraso del crecimiento tumoral, tiene como contrapartida, la
precipitación de metástasis, la “puntilla” que va a terminar con el
sufrimiento del torturado. Este proceder empírico es, pues, de una
miopía mental facultativa incalificable.
Punto 2º del
segundo argumento. Es de mayor interés aún para el vitacultor; para
quien ama la vida y su orden natural. Los ciclos biorrítmicos del
paciente pueden coincidir en días críticos, o en positividad de
semiondas, de modo que el organismo experimente una sorprendente
revolución que tienda a producir aún biogonías dinámicas, en vez de la
adinámica del cáncer, biogonías incluso salvadoras, esto es, síntomas o
enfermedades muy agudas, cuyo fracaso o aborto durante los años de la
vida pasada condujeron al ignorante desde los males agudos,
transitorios, hasta los crónicos, permanentes o mortíferos. Cuando esta
difícil o improbable oportunidad de salvación aparece, no se aprovecha
el que no sea imposible, sino que los familiares o el propio paciente
reclaman urgentemente al “abortador oficial, legalizado”, para que
aborte el dolor, la diarrea, la tos, la hemorragia, el insomnio; no para
que modere y encauce el síntoma; lo llaman para que combata cualquier
síntoma; para eso es un guerrero, un soldado, uno que percibe sueldo
según el significado de soldado; para que este soldado al paciente, sin
soldadura, hasta que muera sin escrúpulo de conciencia de los deudos.
Esto de anular síntomas se consigue a menudo y vuelve la credulidad, que
consideran fe, de los ignorantes hacia el facultativo. Los cánceres que
desaparecen espontáneamente son los de quienes, no cometiendo nuevos
errores, tienen la suerte de padecer una enfermedad aguda intensa y
peligrosa, la cual, si no es tratada alopáticamente, y no llega a matar
al paciente, acaba con el cáncer. La dieta de proteínas aumenta la
cronicidad y gravedad y resta posibilidad a revoluciones que hagan
sufrir con nuevos síntomas. En caso de que surjan, paciente, familia y
facultativo, todos a una, abortan el último esfuerzo del organismo del
paciente para sobrevivir.
El tercer argumento es en
su punto 1º, matar la parte para salvar el resto, pero esta parte
suprimida es la que, precisamente, estaba salvando al resto, dando
tiempo, como efecto a que “el amor del cuerpo” suprimiera las causas de
la degeneración, cambiando de conducta, atendiendo las necesidades de su
explotado organismo, cubriendo las carencias que eran imperiosas
necesidades. Pero las potencias luciferinas son convenientes y la
mutilación se lleva a cabo sobradamente. Punto 2º, no puede cambiar el
empirismo de quien no sabe volverse atrás; de quien mira adelante en el
espejo, paralizado por el terror y no aparta su vista de la “puerta de
escape” que ve en el mercurio que le presenta el frágil vidrio
reflejante. Hacia ella se dirige, sin querer pensar que la salida está
atrás y no delante; atrás, por donde puede llegar al conocimiento
propio, al criterio propio, y librarse del ajeno que es falso, abismal.
En vez de destruir su ignorancia hace lo que los demás; iniciar su
muerte parcial que va a preceder a la total de su cuerpo. Y los demás,
más adelante, harán lo que él; entregarse sin resistencia al “cuchillo”
que permite la inmediata victoria en la batalla. Una guerra a muerte no
suele ser una simple batalla sino un número múltiplo de ella. La última
es la que decide. En esta opción por la violencia, la última violencia
la gana siempre el cáncer, pero los que no merecen la victoria sino que
se la dejan, confiados, a sus “guerreros profesionales”, no quieren
creer que todos aquellos que ya murieron primero, en la misma clase de
guerra, estuvieran equivocados. Y todos los que rodean a quien ahora le
toca el turno de morir, presionan, desesperadamente, para que no dude,
para que no se oponga a prestar su cuerpo como campo de batalla para que
los “soldados contra el cáncer” libren en él la batalla que saben les
va a dar una primera estéril victoria. Punto 3º, cuando un país cae en
el desorden y todo lo peor de su sociedad multiplica el poder de la
infamia, del robo y del crimen, una grave revolución para buscar de
nuevo el orden, un orden mejor, más natural, no coactivo ni explotador,
se hace imprescindible. Pero, si se da poder al orden anterior, origen
de la revolución, para que destruya el intento de un orden más
equitativo, más armónico, volverá la paz transitoria y la masa ignorante
alentará esperanza de solución definitiva. Esto es lo que sucede con el
cáncer. La ablación del tumor no ha sido más que un medio de reforzar
la ominosa tiranía que la víctima ejerció toda su vida contra su
organismo. Y, por Ley de Correspondencia, universal y eterna, ese
triunfo no puede perdurar, y, en el caso del cáncer, no se presta a
repeticiones.
El argumento cuatro es el de la
seguridad por autoridad, que el paciente y sus familiares estarían
dispuestos a pagar a cualquier precio, dado su estado de ánimo. Mientras
no se ha perdido el cuerpo, el condenado tiene el deber de intentar
salvarlo, arrepentido y convencido de los errores de toda su vida
anterior, para que no sea más arduo el intentarlo en el futuro, después
de muerto su cuerpo, con menos oportunidades. No debe regatear esfuerzo
para ganar tiempo, sin precipitaciones ni angustia; sin rehuir los
medios de sembrar paz y alegría en su alma, medios que le serán
imposibles si no deja de ser un obtuso materialista. Deberá informarse
mejor sobre sus posibles actividades afectivas y mentales en el futuro;
sembrar para cosechar la conservación de su cuerpo físico regenerado,
sin quedar apabullado por lo más probable, que es el perderlo.
El argumento quinto es el de recurrir a la radioterapia. Los resultados
muestran que destruir lo sano con lo degenerado no produce
regeneración. Destruir efectos sin suprimir causas es un engaño que, por
ley natural, traerá mayor daño en un plazo que puede ser de días o de
siglos.
El argumento sexto es excelente para
sostener el engaño mediante palabras y hechos de mentira, y la mentira
es enemiga de la verdad, de la sabiduría y de la rectitud de conducta y
comprensión que esta puede proporcionar.
CITA DE PROFESIONALES ACERCA DEL C Á N C E R
Recopiladas y ordenadas por José Borrás Tortosa
ETIOLOGÍA DIETÉTICA.
1.-
La frecuencia mínima de tumores se da en una dieta pobre en calorías.
La máxima frecuencia se da en la dieta rica en calorías. Esta perjudica
más en la fase del desarrollo del tumor que en la fase inicial.
TANNENBAUM, cancerólogo de renombre internacional.
2.-
Del estudio de las estadísticas de las compañías de seguros de vida se
llega a la conclusión que la mortalidad por cáncer en el hombre aumenta
con el peso del cuerpo. TANNENBAUM.
3.- La restricción
calorífica en la alimentación reduce la incidencia de diversos tipos de
tumores. También varias compañías de seguros han comprobado que las
personas que presentan un sobrepeso adolecen de una señalada y mayor
tendencia para desarrollar el cáncer. Programa del INSTITUTO NACIONAL
DEL CÁNCER, de Departamento del Servicio de Salubridad Pública, de
Estados Unidos, 1961.
4.- La superalimentación y la
obesidad aumentan las probabilidades cancerosas. Comité Internacional de
Especialistas Cancerólogos en la O.M.S. (Organización Mundial de la
Salud), en Noviembre de 1963.
5.- En las regiones de
China en que la masa de población vive una dieta casi exclusivamente
vegetariana, el cáncer es raro. En cambio, prevalece allí donde los
chinos comen pescado y cerdo, gallina y pato. Dr. Médico Lucius Duncan
BULKLEY, americano, nacido en Nueva York, el 12 de enero de 1845. Murió
en Englewood, N.J., el 20 de julio de 1928. editó “Archives of
Dermatology”. Fue profesor de Dermatología en la Post-Graduate Medical
School and Hospital, en 1897. Fue presidente de la Academia Americana de
Medicina. Se interesó en la investigación del tratamiento, no
quirúrgico, del cáncer, en vista de los fracasos comprobados en cuantos
operados alcanzó su experiencia clínica. Entre sus obras destacan
“Eczema”, “Acné”, “Manual de Enfermedades de la piel”, “Sífilis en el
inicente”, “Cáncer y su tratamiento quirúrgico”, “Cáncer de pecho”.
6.-
Para prevenir la ocurrencia y recurrencia del cáncer es absolutamente
necesario mantener una dieta vegetariana perfecta, que debe llegar a la
exclusión de huevos y leche como alimentos. Doctor L.D. BULKLEY.
7.-
Si se suprime de la dieta algún componente esencial, esto es causa de
que el organismo utilice mal toda la dieta. Si se le añaden productos no
naturales, también puede producirse un estado de inanición. Jesse P.
GREENSTEIN, cancerólogo, en “Biochemistry of Cáncer”.
8.-
El cáncer es raro entre los habitantes de los distritos más cálidos de
la India, en donde viven, preferentemente, de arroz integral y mijo. Dr.
BULKLEY.
9.- Destaca la poca frecuencia del cáncer
entre los habitantes del Sur de Italia, cuya alimentación abunda en ajos
y cebollas, productos ricos en principios sulfurados, los cuales pueden
actuar como inhibidores de la célula cancerosa. LOWLAND.
10.-
Glúcidos. La glucosa (o cuanto incremente la glucemia-azúcar de la
sangre) ejerce una influencia favorecedora sobre la génesis de los
cánceres. RONDONI.
11.- Lípidos. El aumento de grasas
alimenticias aumenta el porcentaje de los tumores, y da una mayor
tendencia a las metástasis pulmonares. WATSON y MELLANBY. Sir Edward
Mellanby, educador médico inglés y nutrólogo, nació en Wets Harthepool,
Inglaterra en 1884; murió en Londres el 30 de enero de 1955. Fue
catedrático de Fisiología en la Universidad de Londres, en 1913. En 1920
fue profesor de Farmacología en Sheffield University. Miembro del
Medical Research Council (Consejo de Investigaciones Médicas);
secretario del mismo desde 1933 a 1949. Fue cofundador del Central Drugs
Institute en 1950. este es un centro de investigaciones médicas, en
Lucknow, India. Hizo importantes descubrimiento en el campo de la
nutrición. Demostró que el raquitismo lo produce una carencia de esterol
en la dieta y que la irradiación ultravioleta mejora la calcificación.
Luego, este esterol irradiado fue conocido con el nombre de Vitamina D.
en 1948 comprobó que el Agene (tricloruro de nitrógeno), usado en el
blanqueamiento de toda harina para pan, en los Estados Unidos, era
altamente nociva para el sistema nervioso de toda clase de animales, por
tanto, del hombre. Su descubrimiento determinó, en 1949, la prohibición
del producto como medio de blanqueo de la harina, por la U.S. Food and
Drug Administration. Muchos gobiernos de países extranjeros y
universidades honraron diversamente al doctor Mellanby, que fue nombrado
Caballero en 1937. Actuó como presidente de la junta directiva de la
Conferencia Internacional para la Standarización de las Vitaminas, en
1931, 1934 y 1949. Fue autor de las obras de consulta internacionales
“Nutrition and diseases” (1934); “A story of Nutritional Research”
(1950).
12.- Hay una sinergia entre la vitamina A y las
mitocondrias (gránulos del protoplasma celular con funciones
respiratorias); esta vitamina esta muy disminuida y aún llega a faltar
en los cánceres de hígado. GOERNER.
13.- El cáncer
aflige, particularmente, a quienes están especialmente bien alimentados y
en buenas condiciones generales de salud. Es enfermedad de pueblos
civilizados; los indios nativos, en su estado nativo, están libres de
esta enfermedad. Sociedad para el control de Cáncer, de Estados Unidos,
en su “Manual de Hechos esenciales acerca del Cáncer.
14.- Toda degeneración que va a terminar en tuberculosis o cáncer, comienza con indigestión. RABAGLIATI.
15.-
El estreñimiento o la deficiencia de irrigación sanguínea en los
intestinos es lo común en los casos de cáncer y otros que lo preceden.
Sir William Arbuthnot LANE.
16.- En las tribus
Himalayas de vida agraria, que por razón de dogma religioso rechazan
toda clase de alimentos procedentes de animales (Hunza), el cáncer es
desconocido. Doctor Sir Robert MAC CARRISON.
17.- El
cáncer aumenta paralelamente con la civilización. Si la humanidad quiere
evitar el acrecentamiento de esta plaga, debe retornar a la vida simple
y primitiva. La cocina refinada lo favorece. La frugalidad en la vida
debe llegar a ser la mejor profilaxis contra el cáncer. Doctor Ángel H.
ROFFO.
18.- Prótidos. Ciertas tribus de África, de
hábitos vegetarianos, batieron la marca de pureza en lo que respecta al
cáncer. La incidencia está en completa proporción; uniforme en razón de
la suma de alimentos animales consumida; aquellas naciones que muestran
el consumo de carne más alto, también muestran la incidencia más elevada
en el cáncer. Doctor HAYA.
19.- Prótidos. El cáncer no
se encuentra nunca ni en el hombre ni en la mujer de raza negra de
Egipto. Se incluyen berberiscos y sudaneses, que son musulmanes y viven
casi enteramente con una dieta vegetariana. Doctor MADDEN.
20.-
Prótidos. Entre los boers y europeos de África del sur, que son grandes
comedores de carne, los tumores malignos son comunes; entre los
nativos, que son íntegramente vegetarianos, los tumores son raros, casi
desconocidos. Doctor JOHNSON.
21.- Prótidos. Polinesios
y melanesios raramente tienen cáncer. Todos son, en la práctica
vegetarianos. Operé de tumores a blancos en las islas Fidji, pero nunca a
nativos. Durante nueve años y medio en Nueva Guinea Británica, no vi ni
un solo caso de cáncer entre los aborígenes. Luego tuve un caso de
papuano que había comido carnes enlatadas australianas. Sir W. MAC
GREGOR.
22.- Estreñimiento. Los casos cancerosos son,
casi siempre, debidos a la autointoxicación intestinal, la cual va
destruyendo, durante años, la vitalidad y resistencia de los tejidos
afectados. Las toxinas que se generan en los excrementos retenidos,
causa de una dieta putrefactiva (carnívora) pasan a la sangre e
intoxican así a todos los tejidos del organismo. El cáncer es el epilógo
en la historia del drenaje defectuoso del intestino, o sea, de la
autointoxicación. Sir William Arbuthnor LANE, máxima autoridad en
cirugía de colon, padre de los cirujanos ingleses, que abandonó la
cirugía. Es obra suya “La prevención de las enfermedades de la
civilización”.
23.- Conocemos casos de curaciones
espontáneas del cáncer después de una alimentación antiputrefactiva,
vitalizante y alcalinizante. Profesor doctor ZABEL, por su Sanatorio de
Berchtesgaden.
24.- La alimentación puede favorecer el cáncer o, por lo contrario, proteger contre él. Profesor doctor K.H. BAUER.
25.-
Los dos tercios de todos los cánceres del adulto, tienen por
localización el tubo digestivo y sus glándulas anexas, por lo que el
papel de la nutrición en la etiología de los tumores malignos debiera
haber atraído la atención de los investigadores mucho más de lo que lo
han hecho hasta ahora. Doctor K.H. BAUER.
26.- Cocina y
cocción. El cáncer gástrico, uno de los más frecuentes en el hombre, no
existe prácticamente en el animal. Si se supone que la alimentación
puede intervenir en su génesis, es forzoso investigar lo que distingue a
la nutrición del hombre de la de los animales. Al respecto, el punto
más notable es la cocción de los alimentos. Profesor doctor K.H. BAUER.
27.-
Lípidos. Se hace cada vez más evidente que no sólo las grasas animales
sino también las vegetales, cuando se las calienta, representan uno de
los posibles factores etiológicos de los cánceres gástricos. Igualmente,
en la industria alimentaria, es cada vez más frecuente el consumo de
grasas calentadas repetidamente y oxidadas, que no se desechan como
antes, porque ahora, se sabe cómo desodorizarlas y decolorarlas.
Desgraciadamente, estos procedimientos no eliminan las fracciones
peligrosas. Doctor K.H. BAUER.
28.- Nadie debe enfermarse de
cáncer si no quiere. El cáncer puede ser prevenido tan seguramente como
el beriberi o el escorbuto. Su causa no es su bacilo (que los médicos
hemos buscado sin hallarlo). El cáncer es el resultado de un proceso de
autointoxicación causada, especialmente, por una alimentación
incorrecta. Sir William Arbuthnot LANE.
29.- Prótidos. La putrefacción intestinal crónica es, siempre, un estado de precancerosis. Profesor doctor ZABEL.
30.-
Lípidos. Las grasas saturadas y el colesterol toman parte, no sólo en
las arteriosclerosis, sino también en la carcinogénesis, ya que ayudan a
bloquear la oxidación o respiración celular. Profesor PISCHINGER, de
Graz.
31.- Estreñimiento. Casi todos los pacientes de
cáncer que tuve habían sufrido por mucho tiempo de estreñimiento
crónico, y el mal funcionamiento del colon fue el factor más grave, no
sólo para el origen del cáncer, sino para el origen de gota y de
reumatismo. Profesor doctor Robert BELL.
32.-
Colorantes. Las características tóxicas de un producto químico, no
están, forzosamente, en correlación con sus posibles propiedades
cancerígenas. Por ejemplo, la naftilamina, que entra en la molécula de
numerosos colorantes utilizados en los alimentos, poseen un débil grado
de toxicidad, aunque se trate de uno de los cancerígenos más poderosos.
Profesor W.C. HUEPER, cancerólogo norteamericano, presidente de la Unión
Internacional contra el Cáncer.
33.- Si un factor
cancerígeno llega a causar cáncer, depende también de la composición de
la alimentación. Una alimentación armónica, compatible, ayuda a prevenir
el cáncer. Doctor H. SCHRODER, bromatólogo de Munich, en el Congreso
Centroeuropeo de Cancerólogos, en Berchtesgaden, Alemania, 1952.
34.-
Omofitofagia (crudivorismo). La doctora NOLFI ha luchado buena parte de
su vida para hacer reconocer el valor de los alimentos vivos, crudos,
de procedencia natural, en la prevención y restablecimiento contra el
cáncer.
35.- La mayor parte de los enfermos cancerosos han sido estreñidos. Revista “Vie et Action”, “Tumeurs ete cancers”.
36.-
Prótidos. El cáncer es muy frecuente en las poblaciones que son grandes
comedores de carnes. Más en las ciudades y menos en el campo. Más
frecuente en países donde la luz del sol es escasa. Se da más en
regiones montañosas. Item.
38.- Para prevenir el cáncer
es preciso evitar todos los productos desnaturalizados, cadáveres,
guisos, leche, productos lácteos y huevo. No volver a consumir más
productos en conserva. Revista “Nature’s Waymonthly”. Enero 1929.
39.-
El alimento mejor y el peor se encuentran en los ganglios linfáticos.
Los ganglios linfáticos detienen la infección que ha sido absorbida en
los intestinos. Doctor J.H. TILDEN.
40.- Los neoplasmas
de todas las clases deben su existencia a una obstrucción local de la
nutrición. Doctor J.H.TILDEN. doctor en medicina. De su obra “Salud
desequilibrada”.
41.- El cáncer era desconocido,
anteriormente, entre los esquimales de Groenlandia, y éstos son grandes
comedores de carne. El secreto no está en la carne o en la carencia de
ésta, sino en los alimentos naturales. Cuando estos comenzaron a comer
pastas, azúcares y otros alimentos desnaturalizados, comenzaron a
padecer la enfermedad que antes desconocían. Doctor Herbert M. SHELTON.
De su libro “La cura natural del cáncer”. Este doctor de renombre
internacional, fue el principal promotor en el mundo del movimiento de
higiene natural, de profilaxia natural, no artificial.
42.-
El Brasil está acreditado de exhibir la incidencia más baja del cáncer,
en relación con cualquiera otra nación de América. En Inglaterra,
Francia, Suiza, Alemania y Dinamarca, todas ellas naciones grandes
consumidoras de carne, exhiben un promedio de cáncer elevado. SHELTON.
43.-
En Australia, cuya alimentación es, casi totalmente, de carne y sus
habitantes devotos a la ganadería, el cáncer es más prevalente que en
cualquiera otra parte del mundo. Además está incrementándose
rápidamente. SHELTON.
44.- La sal dificulta la
excreción de ácido úrico, como fue demostrado por el doctor HAIG, de
Inglaterra. Más de un investigador serio ha considerado la sal como una
causa importante de cáncer. SHELTON.
Glosas a citas de etiología dietética.
La selección que hemos hecho preceder nos da ocasión a las glosas antroponómicas que las confirman:
1.-
La muerte directa o indirecta (pagada) de animales es causa principal
de tener que pagar con la propia vida presente la impiedad mantenida por
la dieta carnívora, con las enfermedades más horribles o implacables.
La vida se paga con vida, no con dinero. Es de justicia creer que, en el
menor número de casos en que no ocurre así en la presente existencia
del consumidor, haya de serlo en la siguiente, durante la infancia o
edad temprana, menor de treinta años, cuando lo común es creer en la
inocencia de aquel condenado a quien enseñaron a comer carne y, con
frecuencia se comprueba en estos casos, que la víctima, esta vez ya no
es cruel, siente piedad por los animales, los ama, procura protegerlos,
pero… tiene pendiente una deuda olvidada mucho antes de nacer esta vez,
deuda que los demás también ignoran o quieren negar, y que ha de pagar
con moneda llamada “cáncer” u otra enfermedad atormentadora. Nadie puede
matar o ser causa de muerte de nadie, sino cambiar el curso de otra
vida, impunemente, al parecer. Puede destruir el cuerpo de los demás y
el propio; puede corromper almas ajenas y la propia. Todos creen que
pueden matar y muchos creen que no deben. La muerte del cuerpo y alma,
el daño de cuerpo y alma, es aparente en el primer caso; transitorio en
el segundo. Es noción temporal, transitoria. Todo cuanto se debe se
paga, y después de pagado ya nada se debe, ya no hay muerte, sino vida,
eternidad, inmortalidad, ausencia del tiempo y del fin de cualquier
período del mismo, puesto que ya no existe. Hay que desechar la idea de
que “no se debe matar” y comprender que “no se puede matar”. Todo
conduce a evolución (superación), material y espiritual. La consecuencia
es norma de conducta: no intentar matar ni favorecer el que otro lo
haga mediante dinero o por otros medios. Como “no se puede matar” lo
correcto es respetar toda vida en cuerpo y alma para que dure, según las
leyes naturales del equilibrio ecológico, en su actual integración que
la manifiesta de modo corporal, material y energético. Respetar todo
animal, todo vegetal, todo mineral, toda materia, toda energía, todo
cuerpo, toda alma. “no consumir como alimento animales” que, no
solamente no son indispensables por sus aminoácidos (como sostienen los
sofistas de nuevo cuño), sino que producen degeneración y muerte, como
se ven en las citas. Y de forma invencible la más merecida, la del
cáncer.
2.- No consumir como alimento una “persona
vegetal” o parte de ella, sacrificada por uno mismo o por otro a quien
se paga por el sacrificio. “Persona” no es solo un ser humano; es todo
cuerpo material organizado, esto es, con su materia dispuesta con
sujeción a la ley del Orden, que es universal, y funciona bajo una
dirección interna (personal, que es su etimología), no meramente
externas; consciente de su orden, aunque incapacitada para abarcar todo
el orden exterior que la influye. Esta persona es la relación, por
comunión, entre el cuerpo gobernado y la dirección consciente del mismo,
que es el gobernador, al cual podemos llamar alma, en su más amplia
acepción, como hicieron siempre los animistas, antes de que los
científicos hicieran creer a los mundanos que no había que conocer ideas
de “ignorantes salvajes”. Puede sacrificarse una parte del vegetal, sin
que este pierda su vida, sino que, a consecuencia de esta PRIVACIÓN
PARCIAL SE AUMENTE SU VITALIDAD Y DURACIÓN ASÍ COMO SU CALIDAD
REPRODUCTORA. Esto no se presta a explotación, a una agricultura que
busca el dinero y no la vida del vegetal, además de la propia; no sirve
al comercio ni a la industria, que buscan el dinero como medio de vida y
no la vida directamente. Somos conscientes de que en esta civilización
fracasada esto no se puede conseguir sino por autarquía, con daño
comercial de los que sigan queriendo ser explotadores. El cáncer no
tendrá solución mientras no se busque la vida por el único camino que
lleva a ella, que es del AMOR.
3.- No consumir como
alimento células vivas degeneradas de un organismo vegetal, porque estas
“personas celulares son víctimas de la persona vegetal” de que
proceden, como esta, a su vez, lo es de quien la sembró, o la injertó,
la planto en lugar impropio, la abonó de modo desequilibrante, la
mutiló, la envenenó con herbicidas, plaguicidas, operaciones
antibiológicas, precipitó su cosecha, alteró su tamaño, su peso, su
sabor, sus demás condiciones organolépticas y ecológicas. Las
vibraciones de estas células degeneradas alteran las vibraciones de las
células de la persona humana o animal que las consume; esta, también
degenerará y morirá a consecuencia de ello. Todo está encadenado.
4.-
No consumir como alimento células muertas de alimento animal ni
vegetal, porque la materia celular, separada del alma celular, es
sinérgica recíprocamente, luego recibe vibraciones de dicha alma que son
eco persistente durante más de un mes. Estas vibraciones-eco son más o
menos perturbadoras de las vibraciones moleculares, según haya sido la
violencia utilizada para matar a las células. Las células que mueren sin
violencia, como sumidas en un sueño letal, no producen en su materia
eco mortífero para el consumidor. Las que mueren por el vacío, el fuego,
radiación radioactiva, asfixia, congelación presión, hacen que sus
almas mantengan los efectos vibratorios del tormento que pasaron y que
esta vibración alcance a cualquier distancia en el planeta al cuerpo
celular muerto, y viceversa. Las vibraciones de las “personas
moleculares” tienen aun su vitalidad propia, aunque hayan perdido la de
su jerarquía de la “persona celular” de que proceden, en la que estaban
integradas antes de ser desintegradas. Esta vitalidad molecular, por las
manipulaciones de la industria, el almacenamiento, el transporte, el
comercio y la cocina, ha recibido las violentas vibraciones que
torturaron a las células vivas en su agonía y esta interferencia hace
que la vitalización a nivel molecular se vea acompañada de mortificación
fantasma celular, la cual opera en la materia sujeta a la digestión del
consumidor e incrementa la degeneración de este, con su paralela
precancerosis, o sea, predisposición al cáncer.
5.- No
consumir como alimento o bebida dispersiones en que la fase dispersa sea
iones de átomos o fracciones moleculares, excesivos que es lo común,
porque sus vibraciones atómicas aumentaran el desequilibrio atómico del
organismo del consumidor de modo que las “personas moleculares muertas”
emitan de sus almas moleculares, liberadas, vibraciones cuyo eco alcanza
a sus átomos desintegrados e impide a estos la vibración armónica,
sinérgica. Los átomos en exceso degeneraran al consumidor. Los átomos
insuficientes del cuerpo del que consume quedarán paralizados en sus
vibraciones tonotrópicas, con lo que aumenta el compromiso carencial de
oligoelementos de que tanto padece la biosfera por la conducta
plutólatra de la especie humana. El más perjudicado de tal conducta es
el propio hombre.
CRONARQUÍA = Influencia del factor tiempo.
45.-
Cada enfermedad es el castigo del tiempo invertido en cometer
infracciones de las leyes de la naturaleza, especialmente la
degeneración cancerosa. Profesor doctor Robert BELL.
46.-
La frecuencia del cáncer es un diecisiete por ciento más elevada en las
personas nacidas en enero que en las nacidas en julio. DORRMANNS,
Munich, 1957.
47.- En la autopsia se comprueba que el
25% de los hombres de más de sesenta años, los tejidos de la próstata
son anormales y se encuentran en un estado precanceroso. André VOISIN.
Un precursor destacadísimo del movimiento ecológico mundial, cuyas obras
han conseguido resonancia internacional. En especial “Suelo, hierba,
cáncer”. Fue traducida al español en 1961 por el ilustre catedrático de
Facultad de Veterinaria de la Universidad de Madrid, Carlos Luis de
Cuenca.
48.- El mínimo de frecuencia, tanto de bocio
como del cáncer, se observa en los individuos nacidos en julio-agosto
(Leo) y el máximo en los de diciembre-enero (Capricornio). André VOISIN.
49.-
El tumor es una barrera que levanta el organismo para resistir la
invasión de toxinas. Si no fuera por la erección de tal barrera, las
causas contra las cuales es eregida destruirían la vida mucho tiempo
antes del que emplean, últimamente, en hacerlo. El efecto del tumor es
prolongar la vida. Doctor SHELTON.
50.- Cada año muere
un número mayor de norteamericanos por cáncer y el mal alcanza cada día a
las edades menos avanzadas de la vida. Profesor doctor Daniel WOOD, de
la Universidad de San Francisco.
51.- La frecuencia de
los cánceres de la sangre es inversamente proporcional a la duración de
la lactancia natural. Comité Internacional de Especialistas
Cancerólogos, de la O.M.S., noviembre 1963.
52.- Hace
un cuarto de siglo el cáncer en los niños constituía una rareza clínica;
pero hoy ocupa el primer puesto en la mortalidad de los escolares
norteamericanos. Profesor doctor R. CARSON, en “La primavera
silenciosa”. Pero siguen poniendo a los inocentes, desde que nacen, toda
suerte de sueros, vacunas e inyectables, de lo que son responsables
padres y estado. La bien costeada propaganda comercial ciega a las
multitudes cuyo rebaño camina en pos de los mercaderes y de sus
intereses creados.
53.- La progresión del cáncer en
Alemania occidental es uniforme e incesante. En 1945 fueron unos 150 mil
casos; 200 mil en 1950; 255 mil en 1955; 300 mil en 1960; 350 mil en
1965; 400 mil en 1970. Informe del Senador H.H. HUMPHREY, en Washington.
54.- Actualmente, por lo menos uno de cada cuatro americanos morirá de cáncer. Doctor O.A. BATTISTA.
55.-
Es notable ver el creciente papel de los procedimientos químicos en la
preparación de todo lo que comemos y bebemos. Se nos asegura que las
sustancias aditivas son inofensivas porque no determinan inmediatamente
manifestaciones mórbidas. Pero nadie se ha ocupado, hasta ahora, de
averiguar qué sucede cuando alguna de ellas es introducida, diariamente,
en un organismo durante treinta o cuarenta años. Doctor K.H. BAUER.
56.-
A menudo no existe una relación previsible entre la toxicidad o
subtoxicidad aguda de los aditivos químicos intencionales o accidentales
y su toxicidad a largo plazo, además, que las sustancias dotadas de
acción cancerígena se muestran todavía más peligrosas debido a que los
efectos de cada dosis aislada y subtóxica pueden acumularse total e
irreversiblemente, aunque cuando fuera el caso de que se eliminaran los
aceites cancerígenos temporalmente; es decir, que dicha acumulación
total puede ocurrir durante toda la vida del hombre (análogamente a los
rayos X y demás radiaciones ionizantes). Profesores FABRE y TRUHAUT, de
la Universidad de París.
57.- No hay droga que sea
completamente segura y que no haya producido nunca reacciones adversas,
como tampoco existe persona alguna totalmente inmune a ellas; así, para
ir curando a los pacientes, lo que se hace es que se les va matando.
Doctor K.V. R.WICHTMAN.
58.- El secreto de la acción de
la naturaleza contra el cáncer es: hace falta no apresurarse. El mal
que se ha ido produciendo durante numerosos años no puede ser curado en
algunos meses. Se necesita una limpieza completa, mejor aún, una
renovación. Revista Nature’s Waymonthly, enero 1929.
59.-
El cáncer es, generalmente, el resultado de un largo proceso de
intoxicación y de desorganización de las células y de los tejidos. A.
PASSEBECQ.
60.- De un modo permanente, nuestro
organismo produce minúsculos cánceres, que son espontáneamente
reabsorbidos, hasta el día en que una situación patógena impide una
reabsorción. A. PASSEBECQ.
61.- Los investigadores
esforzados han iniciado la marcha sobre senderos errados y ellos
insisten, muy tontamente, en continuar sobre caminos errados, salga lo
que salga. SHELTON en “Cura natural del cáncer”.
62.-
Suponen los investigadores, que la enfermedad del cáncer ha llegado de
golpe y porrazo, sin ningún antecedente necesario. ¿Por qué es
desconocida la causa del cáncer, tras tantos años para descubrir sus
causas? Simplemente porque ellos han estado buscando aquello que no
tiene existencia, la causa unitaria y específica. SHELTON.
63.- El doctor TILDEN dice: No existe causa específica para el cáncer: Es un producto final. Cáncer siempre significa asfixia.
64.-
Sucesión degenerativa: irritación, inflamación, induración,
proliferación, ulceración y cáncer. Este es el orden de desarrollo.
SHELTON.
65.- El cáncer es fruto de una evolución, que parte de estados patológicos anteriores. SHELTON.
66.-
La prevención y la lucha contra el cáncer no deben empezar, como de
costumbre, contra el cáncer manifestado, sino ya con la precancerosis.
Doctor Mikkel HINDHEDE.
67.- El cáncer manifestado es
resultado de la precancerosis, o sea, de la enfermedad general que
existe varios o muchos años antes de localizar y manifestarse. Doctor
K.H. BAUER, cancerólogo.
Glosas a las citas de Cronarquía.
Antepasados.
Los antepasados del canceroso llevaron una vida de errores,
determinantes de precancerosis. Otras enfermedades pudieron anticiparse
al cáncer no dando tiempo a que este surgiese. Así, el cáncer pudo no
presentarse en ninguno de ellos; o se presentó en una minoría, o mató a
una mayoría. Esto último es lo que hace pensar que el cáncer se hereda.
Lo que se hereda son las malas costumbres que hacen más fácil que la
herencia precancerosa se convierta en cáncer cuando los antecedentes son
numerosos.
Padres. Los padres, como todo el mundo
civilizado, engendraron a la víctima con precancerosis, es decir,
teniendo ambos predominios locales de hidrogeniones con escasez de
oxidriliones en iguales lugares. Estas vibraciones afectan a todo el
organismo y, por tanto, a los gametos que iban a determinar el embarazo.
Los referidos predominios de hidrogeniones, indican un pH
peligrosamente bajo en determinados puntos del organismo de los padres.
Gracias a enfermedades agudas este peligro puede no manifestarse en los
padres haciendo que la precancerosis se convierta en cancerosis. La
naturaleza salva así, a pesar de los abortos medicamentosos de las
enfermedades.
Embarazo. Como la gestación del que sería
canceroso se hizo con gametos de precancerosos, esto no pudo ser
favorable para un embarazo normal, equilibrado. Añádase la serie de
errores cometidos, a pesar de que la naturaleza pretende salvar el
futuro del ser en formación ocasionando vómitos y otras indisposiciones,
sin que la madre modifique su conducta. Opta, a veces, por el aborto,
en evitación de mayor número de monstruos o degenerados en lo físico o
en lo psíquico.
Parto. Cada vez es más probable que el
neonato haya nacido de parto distócico o de parto provocados; con
anestesia de la madre (ausencia del alma consciente materna); o con
cianosis o ictericia u otra manifestación de los errores de la
gestación; o que se le someta, de inmediato, a exámenes y manipulaciones
de intrusos “científicos” y su servidumbre (intervenciones que alteran
más de lo creído el curso natural del parto y cuidados postnatales.
Desnaturalización
“científica”. En un pasado no muy lejano, a los niños no se les
introducía en el medio humoral interno ninguna materia extraña,
antinatural. Hoy día, el imperialismo de la nueva religión atea y
materialista, absolutista, que llaman “ciencia”, todo cambió en pocas
décadas. Este canceroso del tiempo presente, si que se vio sometido como
animal indefenso que es todo recién nacido, a una serie creciente de
agresiones químicas de los explotadores que ya comienzan a comerciar con
su vida a ten temprana edad en el nombre intachable de su luciferina
ciencia. Estas agresiones son sueros, vacunas y fármacos muy diversos,
amparados en una justificación profiláctica o terapéutica, contraria al
estado natural que mantuvo la vida de animales en libertad, libres del
hombre, durante millones de años, desde el principio hasta el fin de
cada especie. Estas agresiones farmacológicas son rechazadas por las
defensas orgánicas, con producción de anticuerpos, proceso de excepción y
urgencia (en cuanto a la reacción, no en cuanto a la acción) para
salvar la vida. No es natural cuando los mercaderes de la enfermedad y
la salud lo convierten en una permanente y forzada obligación defensiva
del cuerpo de la víctima. Al niño, por este negocio, se le evitan cada
vez más enfermedades pero está cada vez más desequilibrado y esta
progresión significa degeneración, precancerosis.
Lactancia.
El canceroso prototipo de que hablamos, por haber nacido ya avanzado
este siglo XX, probablemente no disfrutó ya de lactancia materna. Fue
lactado artificialmente, pese a todas las garantías bioquímicas que
quieran aducir los industriales, los comerciantes y los puericultores en
favor de sus propios intereses. Siendo pequeño pudo consumir leche de
vaca o de cabra, o de otro mamífero doméstico explotado, animales que
actuaron como madres del futuro canceroso, para pasar, seguidamente,
según costumbre humana canibalesca, a comerse las posibles madres que lo
sostuvieron vivo; o a combinar el consumo de leche y carne en la misma
jornada, haciendo de fiera y de lactante, incluso en una misma comida.
Este es modo carcinógeno de matar los que se llaman seres racionales a
los que se llaman irracionales que les han dado su vida materna en forma
de leche. Esto es carcinógeno porque la naturaleza hace pagar los
delitos, sin razonamientos, con impasibilidad taliónica que, en el
humano se cionvierte en impiedad con los seres que no saben escapar de
su perversión.
A desorden biológico de infancia,
desorden biológico del adulto. El canceroso, antes de serlo, ha llegado,
probablemente a la edad adulta, aunque ya los niños lo padecen a
cualquier edad. No ha querido cambiar de conducta antinatural, o no le
han dejado cambiar sus semejantes. O ha encontrado numerosos pretextos
para obrar así, haciendo lo que le agrada y no es natural, o lo que
considera obligado y no es natural, o lo que le produce dinero y no es
natural; comiendo lo que no debe y en cantidad excesiva; bebiendo
líquidos mistificados; haciendo el menor ejercicio posible, el menos
necesario; trabajando físicamente de modo desequilibrante; reposando
fuera de tiempo o de manera insuficiente; excitándose y agotándose
cuando necesita descanso; disfrutando de estimulantes viciosos,
complicándose la vida hasta perder la paz, presa de competencias,
discusiones, disgustos, prisas, vehemencias, ansiedades, ambiciones,
pasiones; prisionero en la jaula de las actividades mundanas; ocupado
siempre en lo artificial, nunca o casi nunca en lo rigurosamente
natural; privado o huido del medio ambiente natural; sin relación con el
polvo equilibrante de la tierra del que procede el polvo de su cuerpo
(sus átomos) y a la que ha de volver, pero con devolución del cuerpo
desequilibrado y desequilibrante antes de reducirse, de nuevo, a polvo;
sin relación con vegetales sin carencias porque las carencias de su vida
vegetativa lo atraen hacia la viciada, adaptación a los vegetales y
animales carenciados que precipitan el cáncer.
El
hombre nuncio de protección luciferina. El canceroso, antes de serlo,
tuvo menos enfermedades que los no cancerosos; y soportó mejor que
estos, todos los vicios, abusos, enfermedades agudas, trabajos,
diversiones y excesos; en especial los productos de matanza, el pan
blanco, huevo, leche, azúcar blanco; rechazó los alimentos crudos y no
se preocupó de su estreñimiento. Eso sí, no reconocerá en general, su
conducta antinatural, y se considerará víctima inocente en cualquier
caso. Podrá llegar en muchos casos a una edad avanzada.
Fidelidad
hasta el fin al tormento y a la muerte. El precanceroso, cuando ya se
declara el cáncer, hace todo cuanto le ordenan, lo que obedece a las
presiones de familia y de amigos. Es el modo más seguro de sufrir más y
morir de lo que, débil y torpemente, quisiera evitar.
PATOLOGÍA
68.-
Las alteraciones generales del organismo y de su vida celular son, para
la cancerogénesis, mucho más importantes que las locales. Profesor
doctor F. SAUERBRUCH.
69.- El tumor canceroso no es más
que un síntoma de la enfermedad cancerosa. Nunca debemos combatir
solamente los síntomas, que son efectos, sino las causas. Profesor
doctor E. LIEK.
70.- Son causas de potencialización y
sinergia de cáncer. La universalidad y repetición cotidiana de la
intoxicación. La potencia extrema de la sustancia cancerígena, incluso
con una única dosis. André PASSEBECQ.
71.- Un tumor es una
colección de células surgiendo total e independientemente del resto del
cuerpo; en general, creciendo progresivamente y (¿) sin servir propósito
útil en el organismo. (Lo de sin servir descubre la influencia
materialista del citado). WOOD.
72.- Las células
cancerosas no crecen más rápidamente que las células regenerativas
normales, pero continúan creciendo mucho. SHELTON.
73.-
Los tumores no representan “enfermedades” distintas y específicas, sino
que son, meramente, eslabones de una larga cadena de causas y efectos
los cuales se extienden hacia atrás en la vida del individuo, hasta la
infancia y, con frecuencia, tal vez más allá. SHELTON.
74.- Existen variedades pero no especies de enfermedades. SHELTON.
75.- Todas las enfermedades agudas son crisis de intoxicación toxémica. TILDEN.
76.-
El hombre considera el apareamiento de los síntomas como el comienzo de
la enfermedad, y su desaparición, como el fin. En tanto que estas
nociones erradas sean mantenidas, él será presa fácil de los impostores y
explotadores que obtendrán buenas ganancias a través de esta
ignorancia. SHELTON.
77.- El cáncer y la tuberculosis siempre comienzan por indigestión. Doctor RABAGLIATI.
78.- La unidad de toda patología debe ser reconocida, si es que el orden ha de ocupar el lugar del presente caos. SHELTON.
79.- El cáncer de estómago, tan común en el hombre, es una rareza grande que se de en otros animales. SHELTON.
80.- El cáncer nunca se desarrolla excepto en un organismo crónicamente morboso. SHELTON.
81.-
La ulceración es degeneración activa de la célula, por apoplejía; el
cáncer es degeneración pasiva de la célula por asfixia. Doctor TILDEN.
82.-
En 241 casos de cáncer examinados que se manifestaron en el sistema
quilopoyético (vasos linfáticos del mesenterio), 180 no habían padecido
nunca enfermedad contagiosa, infecciosa ni aguda durante su niñez.
Habían pasado la vida sin ninguna enfermedad aguda, de ningún tipo.
Doctor SCHMIDT, cancerólogo investigador.
83.- Nosotros sabemos
que la enfermedad aguda lleva consigo una prevención contra la
enfermedad crónica, hasta para el cáncer. Una enfermedad aguda es una
protesta vigorosa de una parte del cuerpo contra las causas de
degeneración. SHELTON.
84.- La mal llamada “prevención
del cáncer”, que comienza con el diagnóstico precoz del cáncer
localizado, resulta ser una pseudoprevención o pseudoprofilaxis, ya que
no se refiere al estado inicial, sino, precisamente, al estado final de
la enfermedad. Doctor Mikkerl KINDHEDE.
85.- Al
debilitamiento por degeneración arteriovenosa siguen cambios orgánicos.
Ninguna induración o solidificación de tejido, ningún crecimiento, es un
cáncer en su principio. La induración no se produce sin previo cambio
circulatorio, sobre todo la asfixia de los tejidos. Cáncer siempre
significa asfixia; exactamente lo opuesto de inflamación. Doctor TILDEN.
86.-
Los órganos que, principalmente, son ricos en factores inhibidores de
tumores son el cerebro, el corazón, el hígado y la médula ósea.
POURBAIX.
87.- El estreñimiento o la deficiencia de
irrigación sanguínea en los intestinos es lo común en los casos de
cáncer y otros que lo proceden. Sir William Arbuthnot LANE.
88.-
La potencia preservadora del cuerpo limita la infección a los ganglios
linfáticos tanto tiempo como le es posible. Porque las glándulas poseen
una potencia inmunizadora mucho más fuerte que los tejidos ordinarios.
Todas las enfermedades infecciosas se extienden a lo largo de cadenas
linfáticas. J. H. TILDEN. De su obra “Salud desequilibrada”.
89.-
La virulencia, o sea, la cuota de proliferación de las células
cancerosas, se encuentra siempre en proporción inversa a su intensidad
respiratoria; la virulencia disminuye al activar la respiración celular.
La citada respiración puede ser activada también o reducida por medio
de soluciones nutritivas. Doctor P.G. SEEGER, de la Universidad
Humboldt, de Berlín; cancerólogo investigador.
90.- Los
tejidos de cultivo permanecen sanos, aún bajo la acción de virus
cancerógenos muy virulentos, siempre y cuando las soluciones nutritivas
estén frescas y sean naturales. Doctor Harry RUBIN, de la Universidad de
California (Esta clave está cerca de hacer diana).
91.-
Ley universal de la naturaleza: todo exceso es perjudicial; demasiado o
demasiado poco, perjudican. Andre Voisin, miembro de la Academia de
Agricultura de París. Laureado de la Academia de las Ciencias. Dr.
Honoris Causa de la Universidad de Bonn.
92.- Recuerda que polvo eres y en polvo te convertirás. Génesis III, 9
93.-
Si el “polvo” del suelo que forma nuestro cuerpo ha sido mal
incorporado a las células de las plantas, del animal o del hombre,
nuestras células funcionarán defectuosamente. André VOISIN.
94.-
El organismo (vegetal, animal o humano) es la fotografía bioquímica del
medio en que vive; más particularmente, del suelo que ha producido los
alimentos de este organismo. André VOISIN.
Glosas a las citas de Patología
1.-
Fracaso de la medicina oficial, o alopática. Es una cuestión
psicológica basada en la soberbia competitiva del ser humano. En ella ha
predominado la competencia sobre la cooperación. En general, la
responsabilidad doctrinal de capacitación de muchos catedráticos se
escuda en un alarde de autoridad que pretende apabullar a sus discípulos
exigiéndoles inabarcables conocimientos para un tiempo mínimo. Fian así
en la cantidad la superioridad sobre ellos. Así unos pocos pueden
dominar a muchos y ser admirados por los más necios. En todos los
órdenes de la vida social e histórica procedió siempre el hombre de este
modo para conservar las riendas en su mano. Siempre los más
inteligentes se apercibieron de lo mucho que creen saber los médicos y
de lo poco que saben en realidad y que descubren sus inacabables
errores. Ha llegado el tiempo en que se está descubriendo la gran farsa y
sean los propios médicos, los nuevos, quienes destruyan la sistemática y
en vez de ir en contra de las leyes naturales vayan a favor con bandera
antimaterialista.
2.- La infinita química de los
compuestos. La medicina se ha perdido en la selva sin fin de los
compuestos químicos. Estos son, meramente efectos que resultan,
finalmente, de la combinación de elementos. Han sacado la conclusión de
que las enfermedades son distintas según cómo y dónde se manifiesten,
contándose por miles y que la utilización de un elemento químico dado
para combatir a gran número de ellas, era indubitable fracaso, por
insuficiencia; porque estos elementos, en el Universo, a penas pasan de
un centenar, y tienen la idea dogmática de que cada enfermedad puede
requerir numerosos medicamentos, atendiendo cada uno de ellos a un
síntoma distinto de la enfermedad en cuestión. El verdadero camino, el
de la naturaleza es contrario a este camino de explotación. Todas las
enfermedades, cualquiera que fuere la etiqueta distintiva, tienen como
origen común desequilibrio mental, afectivo y físico. Este, fundamental
es de carácter ponderal (material, de dosis) y energético
(actinostático). A esto se reduce tanta complejidad centrífuga, a una
simplificación natural centrípeta.
3.- Los médicos,
víctimas del sistema. El médico que ha seguido los pasos exigidos en la
“pista” de su carrera, hasta obtener el título, es decir, un modo de
vida que sea más honorable que los demás, y con patente de impunidad que
la proteja contra sus posibles errores, pasada la meta, se siente
paralizado o “despistado”, y no quiere que esto se descubra porque
tendrá que comenzar a probar su competencia “compitiendo” con otros,
bajo la protección de los “soldados veteranos de su profesión”. Pronto
quedan “fogueados de modo que ya no le impresionan los disparos
farmacológicos que hace y van dirigidos contra los pacientes. Siempre
hay una disculpa para los decesos yatrógenos.
4.- En
Antroponomía rechazamos toda curación. Nada de imitaciones; nada de
intrusismo; vamos contra toda intención de curar, de destruir efectos
naturales. Rechazamos la curación, ya se llame alopática, homeopática,
fisioterápica, naturista o psicoterápica. No tenemos la mira puesta en
el futuro, en los efectos curativos, sino en las causas regenerativas
posibles; y en las causas degenerativas del pasado y el presente del
paciente.
5.- Equilibrio vital del cuerpo. Procuramos
asegurar, primero, que el discípulo paciente esté convencido, ante todo,
de que puede estar curándose de modo continuo o frecuente y morir peor y
antes que los demás. Una vez que desconfía de las curaciones y
comprende que no puede seguir intentando comprar la salud, sino que debe
merecerla mediante una vida ordenada, lo cual no se consigue sin
disciplina, hay que hacerle comprender hasta el límite a que alcancen
sus propias luces, que cuanto más miles de compuestos químicos se le
administren, más rápida y crónica y atormentada será su degeneración. En
vez de salvarse, morirá indefectiblemente a consecuencia de los
tratamientos que ya sólo producen muy transitorias e inseguras mejorías.
El equilibrio vital que permita que su cuerpo dure y recupere sus
facultades fisiológicas y psicológicas normales, no puede conseguirse
más que cuando suprima todos los bioelementos que sobran en su organismo
y, aporte a este los oligoelementos indispensables de que carece. Los
factores carenciales, verdaderamente inexcusables, nunca son compuestos
químicos (aminoácidos, fermentos, hormonas, vitaminas, etc.). El enfoque
médico del problema es de la más crasa y errónea magnitud. Es de los
elementos químicos de que está carente el organismo de donde cabe
esperar la regeneración y la salvación de las más terribles afecciones
crónicas.
6.- El orden regenerador de la Antroponomía.
Consiste en suministrar al organismo todos los iones que corresponden a
la serie periódica de los elementos, siguiendo el orden del número
atómico, lo que significa que la eficacia será parcial o nula si se
suprime la acción material o la energética de cualquiera de los
elementos que preceden en número atómico. También, cuando no se sabe
suprimir el aporte de los elementos en exceso, o no se saben eliminar
estos del organismo. O cuando las funciones anabólicas y catabólicas no
reciben la ayuda tónica, energética (no de presencia material) de
vibraciones etéreas de los cinco estados físicos de la materia,
procedentes del medio externo del macrocosmos.
7.- Las
vibraciones antipatológicas, vitalizadoras. La utilización de los
oligoelementos que no asimila el organismo, cuya presencia necesaria
puede ser el orden de millonésimas o cien millonésimas de gramo,
requiere vibraciones en forma de presión o de vacío (barotropismos); de
aumento o disminución de temperatura (termotropismos); de aumento o
disminución de los gases fundamentales de la célula viviente (hidrógeno,
oxígeno, carbono, nitrógeno) (neumotropismos). También del aumento o
disminución arquetípico del organismo humano, de las dosis de humores en
sus fases de dispersión y dispersa, así como de las presiones osmótica y
oncótica que intervienen en este nivel vibratorio (hidrotropismos). Por
último, en cuanto a la presencia material, más estable por su cohesión,
que es la del estado sólido, y que responde a las partes orgánicas de
valor “continental”, matrices e vida renovada (geotropismos).
8.-
Reino vegetal y reino mineral. Así como hay vegetales con vida más
larga que la de los animales, y que hay minerales con una duración de
centenares de siglos, que nunca alcanzan vegetales ni animales, siendo
el cuerpo físico del hombre la parte más material y grosera de su
integridad, y la que primero se pierde, comenzando por lo más duro, que
son los dientes, así también, para que dure el cuerpo físico, tenemos
que dar preferencia, para su regeneración, al reino mineral, en la forma
en que la naturaleza asocia unos elementos a otros, por “simpatía”, y
no químicamente puros, porque estos elementos han sido desnaturalizados
lo mismo que los productos vegetales, separados de la planta, con el
pretexto explotador de ser los “principios esenciales”. Tales productos
de laboratorio, industriales, tampoco son naturales y, por tanto, sus
efectos resultan antinaturales, antibiológicos. Estas dosis muy pequeñas
de minerales, en su estado natural y bien dosificados, cuando ya se han
suministrado al organismo elementos de número atómico inferior, como
venimos repitiendo, es lo que permite la regeneración de toda afección
declarada, hasta el presente, sin solución oficial. Para que pueda ser
asimilado, el elemento clave del mineral, deberá hacerse sinérgica la
toma de esta pequeñísima cantidad, con la de los alimentos vegetales o
de las plantas silvestres en que más abunden los oligoelementos
referidos, porque estas son las especies que más fácilmente asimilan
mayor cantidad de iones de su específica dosificación.
TERAPEUTICA
95.-
La atrofia precoz del sistema retículo endotelial (que es el defensivo
del organismo: hígado, bazo tiroides) es consecuencia de las
vacunaciones, la esterilización del agua potable y otras medidas
“higiénicas” (¿) que producen este resultado al evitar las enfermedades
infecciosas y la fiebre. También los modernos medicamentos contra las
infecciones (sulfamidas, penicilina, estreptomicina, etc.) reducen al
mínimo el período febril, lo que favorece aún más la inactividad del
retículo endotelio. Doctor Victor BOGOMOLTEZ, creador del “externalismo”
y la externoterapia; primo del doctor Alejandro, su homónimo en
apellido.
96.- Después de una radiación de Rayos X las
células pierden su actividad amiboidea (los fagocitos, leucocitos) y,
con ello, sus cualidades fagocíticas (de devorar microbios y desechos).
Doctor Robert Williams WOOD, físico americano. Nació en Concord, Mass.,
el 2 de mayo de 1868; murió en Amityville, N.Y. el 11 Agosto de 1955.
profesor de Física experimental en la Universidad Johns Hopkins, en
Baltimore, en 1901. En 1938 se retiró, aunque siguió enseñando como
profesor de investigación. Destacaron sus trabajos de óptica y
espectroscopia, ondas ultrasónicas y fotografía en colores. Durante la
Primera Guerra Mundial inventó el sistema secreto de señales. Consejero
del proyecto Manhattan, durante la Segunda Guerra Mundial, que acabó por
el logro de la bomba atómica.
97.- He operado mil
casos de cáncer y todos ellos padecieron la recaída fatal, con excepción
de seis…, los cuales, no eran cáncer. Doctor WOOD.
98.-
Yo nunca he visto un caso de cáncer curado permanentemente por medio de
la intervención quirúrgica ¿por qué se ha dicho, repetidamente, en el
último siglo, que no existe cura para el cáncer, si la operación es una
cura? Me parece que el público debería saber que la cuchilla no cura el
cáncer sino que acelera la muerte. Doctor Ely G. JONES.
99.-
El bisturí no puede ser considerado como un medio para curar el cáncer,
ni como un medio para prolongarle la vida al paciente. Donde el cáncer
no retorna después de la operación, es porque no era cáncer. Doctor
WALSH.
100.- El resultado de nuestros levantamientos
estadísticos confirma que los numerosos cancerosos no tratados en
absoluto (con radio, rayos X, cobalto, operación, isótopos) han vivido,
después del diagnóstico, más años que los que fueron tratados. Doctor
Stanley REIMANN, cancerólogo del Gotham Hospital, de Nueva York.
101.-
Entre los casos operados, han seguido viviendo más tiempo aquellos que
no fueron tratados de ninguna manera con las irradiaciones ionizantes
(rayos X, radium, isótopos, etc.). doctor FEINBLATT, cancerólogo del
Memorial Hospital, de Nueva York.
102.- Es menos
perjudicial no hacer nada que utilizar enemas de bario con los
pacientes, sin sospecha bien fundada de cáncer de estómago. Editorial de
Canadian Medical Assotiation Journal.
103.- He
comprobado la gran incidencia de cáncer de tiroides y de leucemia en
2809 personas, a las que se les había tratado con radiaciones en el
timo, cuando eran unos lactantes. Doctor Louis HEMPELMANN, catedrático
de la Universidad de Rochester.
104.- Los rayos X
contribuyen a un gran tanto por ciento de la variación total recibida
por los ciudadanos de este y muchos otros países. Las autoridades
responsables (?) están de acuerdo en que cualquier exposición a la
radiación entraña un cierto riesgo, de efectos biológicos adversos, y
que, por ello, se tendría que reducir o eliminar la exposición
innecesaria. Doctor Donald R. CHADWICK, del servicio de Sanidad Pública
de los Estados Unidos.
105.- Aconsejamos prudencia en
el empleo de muchas técnicas radiológicas, como el enema de bario y el
tránsito gastrointestinal. Esta precaución en las radiografías de
estómago e intestinos, está justificada, porque, en ambos suele
recurrirse al fluoroscopio. El paciente recibe un promedio de cinco a
diez r. en solo treinta segundos de exposición, y esto en manos
extremadamente competentes. Quizá una radiación doscientas veces mayor
de la que recibiría en una simple radiografía del tórax. Otros estiman
que la dosis que reciben en la práctica es más elevada aún, entre los 10
y 25 radianes por examen. Estudio e informe de la Clínica S.trang, bajo
su director doctor John F. KING.
106.- Una excesiva
utilización diagnóstica de los Rayos X (radioscopias y radiografías),
sobre una base acumulativa, contribuye a la leucemia como factor no
despreciable. Doctor John F. KING.
107.- Incluso hoy,
muchos médicos, al hacer radiografías de tórax, exponen todo el cuerpo
del paciente, cuando sólo es necesario exponer el tórax. El resultado es
que los órganos reproductores reciben “cientos de veces” más
radiaciones de lo necesario, así como el cristalino ocular, también muy
sensible. Doctor Hanson BLATZ, físico nuclear de Nueva York, jefe del
Departamento de Control de Radiaciones.
108.- Muchos
médicos no saben que las pantallas del fluoroscopio son peligrosas
cuando son viejas. Las pantallas de más de veinte años deberían ser
reemplazadas, porque los pacientes examinados con tales fluoroscopios
reciben de tres a cinco veces más radiaciones de las necesarias. Doctor
Hanson BLATZ.
109.- De 165 pacientes con enfermedades
benignas, 22 desarrollaron cáncer de la piel en el lugar de la
radiación. Doctor David SPAIN.
110.- La hipertrofia del
timo y de las amígdalas fueron tratadas con sucesivas dosis de
radiación que sumaban entre 500 y 88 r. (Roentgens). El resultado fue un
cáncer yatrógeno, asentado en la región tiroidea. Doctor David SPAIN.
111.-
Los doctores que utilizan radioisótopos en los niños casi nunca saben
que la misma dosis afecta veinte veces más el organismo de los niños que
el de los adultos. Informe de la Universidad de Cincinnati.
112.-
El tratamiento médico es, aparentemente, una guerra contra la
enfermedad. Pero por sus efectos, en una guerra contra el cuerpo y
contra las fuerzas de la vida. Doctor SHELTON.
113.-
Radium y rayos X son, simplemente “quemadores”. Queman y dañan los
tejidos adyacentes al tumor, y nada hacen para corregir las causas.
Doctor SHELTON.
114.- Las lesiones producidas por
radioterapia rehúsan sanar y no existe medio conocido para remover la
radiación y efectuar la cicatrización. Doctor SHELTON.
115.- NO EXISTEN SUBSTITUTOS POSIBLES PARA EL BUEN COMPORTAMIENTO: LA NATURALEZA NO LOS PERMITIRÍA. Doctor SHELTON.
116.-
Los efectos nocivos de las diversas radiaciones ionizantes de la
medicina, la industria y de las pruebas nucleares, se acumulan en cuanto
afectan a las células somáticas, durante toda la vida individual y
esto, inclusive en las dosis más pequeñas. Profesor H. J. MULLER. El
biólogo americano Hermann Joseph Muller nació en Nueva York el 21 de
diciembre de 1890. Doctor en filosofía zoológica en 1916. Profesor de
Biología en el Rice Institute, de Houston, Texas y, luego de Zoología en
Columbia. También lo fué de Zoología en la Universidad de Texas.
Nombrado decano en Genética en 1933 por el Instituto de Genética de
Moscú. En 1937 desempeñó los cargos de investigador y catedrático en el
Instituto de Genética Animal, de la Universidad de Edimburgo. Realizó
nuevas investigaciones en Biología entre 1940 y 1945 en Amherst College,
a su regreso a América. Profesor de Zoología en la Universidad de
Indiana, donde en 1953 fue honrado con el título de Servicios Notables.
En 1926 anunció la mutación de genes por rayos X y dio su informe al
Congreso Internacional de Genética, en Berlín en 1927. Por estos
trabajos obtuvo en 1946 el premio Nobel de Fisiología y Medicina.
También fué premiado por la Asociación Americana para el Avance de las
Ciencias.
117.- La Cirugía sabe hoy que ella puede
eliminar del cuerpo el tumor pero no la enfermedad cancerosa. Profesor
doctor F. SAUERBRUCH, de la Universidad de Berlín en 1938.
118.- Medicamentos, operaciones y radiaciones, son causas muy frecuentes de cáncer. A. PASSEBECQ “Tumeurs et cancers”.
119.-
Si los métodos operatorios empleados en el cáncer se generalizasen,
nuestro cuerpo podría ser despedazado por precaución contra los peligros
de contraer una enfermedad que afectase a cada una de sus partes. Esto
es, evidentemente un retorno a la barbarie, un procedimiento demasiado
horrible para ser empleado por aquellos a quienes nosotros atribuimos
alguna inteligencia y alguna compasión hacia sus semejantes. Reddie
MALLETL.
119 bis.- El aceite mineral, como laxante,
práctica muy común ahora, probablemente, también se demostrará que es
una causa de cáncer. Doctor SHELTON.
120.- La Medicina
contribuye a la multiplicación de las enfermedades por dos maneras:
tratando a las enfermedades como anomalías accidentales e individuales
para ocultar las razones que son sociales, económicas y políticas. La
Medicina añade sus propios venenos a los del modo de vida
industrializada. La medicación dispensa o impide al individuo el sentir
su enfermedad; multiplica el número de enfermos. A esto lo llamo
“yatrogénesis estructural”. Ivan ILLICH, de su obra “Némesis médica”.
121.-
La salud y el problema de la salud debe ser desmedicalizado; ambos son
objeto, no del médico ni de la medicina, sino de la higiene. Iván
ILLICH.
122.- Desde hace una decena de años, la
medicina genera más enfermos de los que cura. Se ha convertido en la más
despilfarradora, contaminante y patógena de las industrias. Pretende
parchear caso por caso, individuo por individuo. La medicina, ayudándole
a soportar lo que los destruye, contribuye, finalmente, a esta
destrucción. Iván ILLICH.
123.- Las enfermedades provocadas por la
medicina son de dos tipos: las bebidas a intervenciones materiales de
los médicos: intoxicaciones, infecciones, mutilaciones, heridas, etc. Y
otras, que los médicos provocan o mantienen al incitar a la gente, que
no está o no se considera afectada por ninguna enfermedad, a adoptar un
comportamiento de enfermo, a base de ansiedad, autoobservación, miedo,
dependencia, etc. Ivan ILLICH.
124.- Un médico
americano dice: de las 6284 histerectomías practicadas en los hospitales
de Los Ángeles, 5557 fueron practicadas sin necesidad previa. Iván
ILLICH.
125.- La detección precoz de una afección
cardiovascular, sirve de muy poco, ya que no existe medida positiva que
pueda atenuar o detener el mal. Existen, por supuesto, hipotensores,
pero sus efectos secundarios pueden ser temibles, y nada prueba que
presenten más ventajas que riesgos. Iván ILLICH.
126.-
¿Para qué diagnosticar enfermedades que la medicina no sabe ni tratar ni
curar? ¿Es absolutamente necesario diagnosticar el cáncer de pulmón
cuando el 95% de los casos operados a raíz de un diagnóstico precoz,
mueren antes de los cinco años siguientes? Ivan ILLICH.
127.-
¿Es absolutamente necesario el diagnosticar el cáncer de mama cuando,
estando en un estado precoz, en que todavía es curable, el 70 a 80% de
los casos (mujeres tratadas) mueren entre los seis meses y los dos años?
Y que esos meses que les quedan los pasan sufriendo por los
tratamientos penosos de radioterapia, cirugía, etc. Iván ILLICH.
128.-
Vale más morir de una enfermedad cualquiera que se tenga, que de la
yatrógena o secundaria que se contrae en su lugar. Iván ILLICH.
129.-
La muerte se medicaliza por la misma razón que la enfermedad, la salud y
el nacimiento. Cualquiera que no muera en el hospital, muere de una
muerte irregular que será objeto de un control judicial o médicolegal.
Es necesario morir en el hospital para estar en regla y, precisamente,
en el hospital que no se puede morir si no es con la autorización de los
médicos. Iván ILLICH.
130.- La invasión médico
farmacéutica, finalmente, nos hace cada vez más débiles y destruye la
salud en sus resortes más profundos. Iván ILLICH.
131.-
Permanecer en buen estado de salud, se convierte, entonces, en una
actitud subversiva del orden social. Hemos llegado al fondo del
problema. En una sociedad patógena la salud es también una tarea
política. Iván ILLICH.
132.- La medicina, es una
industria que ayuda a los enfermos a continuar con su malsana forma de
vivir, en provecho de los fabricantes de todo tipo de venenos. Iván
ILLICH.
133.- Para diagnosticar y tratar una
enfermedad, el recurrir a un profesional de la medicina es inútil, al
menos en cada nueve de diez casos. Iván ILLICH.
134.-
El cáncer siempre existirá. No creo en la posibilidad de vencerlo, ya
que no es una enfermedad sino el conjunto de trescientas o cuatrocientas
enfermedades diferentes. Oncólogo profesor Natham TRAININ, científico
judío, nacido en Argentina hace 59 años. Ha dedicado su largo
trayectoria profesional a ahondar en el conocimiento del cáncer. Hizo
esta declaración en Madrid, en su gira por España, en febrero de 1982.
su nombre se ha barajado varias veces como candidato al Premio Nobel.
135.-
El cáncer de pulmón es una enfermedad relativamente reciente. Es una
enfermedad, exclusivamente creada por el hombre a través del uso del
cigarrillo. Profesor N. TRAININ.
136.- La práctica de
la medicina es un comercio. Las relaciones entre los profesionales de
las atenciones médicas y el público son relaciones mercantiles. El
profesional vende lo que los clientes piden, o aceptan adquirir
individualmente. Iván ILLICH.
Glosas a citas de Terapéutica.
1.-
Los deseos, la versatilidad, el dolor, el temor, la fiebre, los
síntomas, las enfermedades, los microbios, las costumbres, la muerte,
son hechos. Todo hecho corresponde a causas. A causas contrarias a la
naturaleza corresponden hechos contrarios a la naturaleza. Los hechos
son naturales, ya que corresponden a sus causas. No hay porque
declararse enemigo de tales hechos ya que son merecidos en relación con
su origen. Todas estas manifestaciones, como efectos que son de motivos
antinaturales, hacen sufrir. Este sufrimiento es un mal presente que
debe servir de experiencia para buscar causas, descubrirlas y
suprimirlas. Tiende a evitar un mal mayor en un tiempo futuro más o
menos; distante. Por esto, toda terapéutica médica, oficial, alopática,
tanto si consigue curar como si salva, momentáneamente, la vida del
individuo, o si fracasa, perturba el orden ecológico, es egoísta; es un
factor de desequilibrio para el paciente tratado o curado y para los
demás seres de su medio ambiente. La suma de casos individuales de
conducta antinatural afecta, finalmente, a la vida entera del planeta.
Todos
los curadores y los curados son victimarios. Hasta que salgan de su
estado degenerativo y no retrocedan jamás en el camino regenerador de la
Verdad y la vida todos deben morir y volver a nacer cuantas veces sea
preciso, víctimas del sufrimiento por enfermedad, hasta que abjuren de
su conducta rebelde a las leyes eternas de la naturaleza y de la vida.
No se puede ser victimario sin ser víctima. Todo cuanto se debe, se
paga. El error está en observar que esto no sucede en una sola vida que
se cree única, por el diabólico interés de los mercaderes de la vida en
hacerlo creer así desde la infancia. Esta es la mayor infamia. Inculcar
la idea de la impunidad con ropajes hipócritas de religión. El deber del
hombre es dejar de ser enemigo de la naturaleza; convertirse en amigo
de cuanto es natural; aprender a amar y servir a todo cuanto existe, en
vez de servirse de todo y de todos, con idiotizante egoísmo, hipócrita y
alevosamente. No proseguir más en tinieblas, persiguiendo hechos
naturales (síntomas, enfermedades, microbios); no ir contra sufrimientos
merecidos que saldan deudas de mala conducta. Amor Omnia vincit: el
amor todo lo vence; el amor vibrará con causas de todo bien y estas
producirán solamente efectos regeneradores. Los efectos degeneradores
desaparecerán por sí solos, sin la intervención de sus “matadores
legalizados”.
2.- En lugar de emplear venenos que
ocultan la degeneración contra la que lucha el organismo mediante la
enfermedad el vitacultor suprimirá toda materia y energía degenerante.
En lugar de buscar curación paralizando la justa revolución orgánica con
drogas o con vivisección humana o cauterio irreparable el vitacultor
buscará la regeneración anticipándose al síntoma de modo similar, o
secundándolo, dispuesto a pagar la deuda con disciplina y privaciones.
En lugar de introducir en el organismo átomos pesados, viejos, que se
están desintegrando, agonizando, liberándose de su prisión espacial,
material, los cuales desintegran células y tejidos sin defensa ulterior
posible, lo que hace todo el que se hace consciente y eleva su
conciencia es aportar a su ser psíquico y físico toda materia y energía
equilibrante, que corresponde, ordinalmente, primero, a elementos de
número atómico bajo, hasta llegar a plata, oro, mercurio y platino (cuyo
número es muy alto), con exclusión de los que se van desintegrando por
exceso de gravitación y falta de antigravitación. Estos son los que se
liberan de su estado material, mueren. La vida física atrae vida física y
la muerte física (radiactividad destructora) atrae muerte física. El
que pueda que se libre de los oncólogos mercaderes, que no caiga en las
redes del engaño sostenido por la complicidad de las ignorantes
autoridades oficiales.
MISCELANEA de citas.
137.-
La reversibilidad del cáncer se debe a las defensas naturales del
organismo (fagocitosis, antitoxinas, enzimas, oxígeno, etc.) que hacen
perder la virulencia y proliferación a la célula maligna. Profesor P.G.
SEEGER, muy conocido por sus ensayos de cancerización por desoxibiosis
intermitente.
138.- Muchos medios como rayos X, los
isótopos, el radio, la cortisona, diversos aditivos de alimentos, las
toxinas, etc., son capaces de reducir la resistencia natural al cáncer.
De esto ya no cabe duda alguna. Profesor Gerhard DOMACK, químico y
patólogo alemán. Nació en Lagow, Brandenburgo, el 30 de octubre de 1895,
murió en Burberg, Baden-Württemberg el 24 de abril de 1964. Enseñó
medicina en las universidades de Greifswald y Münster. En 1927 era
director del laboratorio de la I.G. Farbenindustrie, en Elberfeld (ahora
Wuppertal). En 1930, sus experimentos lo condujeron al descubrimiento
del prontosil, de propiedades bactericidas, antecedente de las “sulfas”.
Obtuvo el premio Nobel de Medicina en 1939, pero un decreto nazi
prohibiendo aceptarlo, le impidió recibirlo. En 1947, como compensación,
recibió certificado y medalla de oro Nobel.
139.-
Sería una ilusión fatal suponer que es posible ejercer sobre las células
cancerosas una influencia fundamentalmente distinta de la ejercida,
sumultáneamente, sobre las células normales. Gerhard DOMAGK.
140.-
Las medidas generales biológicas favorecen valiosamente la delicada
resistencia natural anticancerosa, en vez de irla debilitando mediante
las rutinarias irradiaciones o a través de los usuales alimentos
desnaturalizados y putrefactos (enlatados, preservados, coloreados,
sobrecocidos, etc.). OPITZ.
141.- El elevado contenido
del suelo en materias orgánicas no descompuestas favorece el cáncer. La
mortalidad por cáncer de estómago en tanto más elevada cuanto más lo es
el contenido en materia orgánica de los huertos. A. VOISIN.
142.- En los suelos arenosos la mortalidad por cáncer, en general, débil. A. VOISIN.
143.-
La humedad excesiva del suelo produce un exceso de potasio en relación
con el magnesio. El magnesio es anticancerigeno. A. VOISIN.
144.-
Los indios navajos no son atacados por el cáncer. Decenas de técnicos
de la universidad de Vanderbilt (Tennessee), de Sanidad de Arizona y
Maryland, estudiaron el caso y fracasaron. La idea religiosa de los
navajos, de que están formados de “polvo del suelo” origina su costumbre
de añadir ceniza de ramas de cedro a la harina de maíz. Estos aportes
minerales, ricos en sustancias indiciales, completan el equilibrio
perdido por la harina que importan en su reserva. A. VOISIN.
145.-
La riqueza del agua en magnesio disminuye la frecuencia del cáncer. El
efecto cancerígeno del agua de río se debe a determinado número de
cuerpos minerales u orgánicos disueltos en ella, después de recibir los
sumideros de las grandes fábricas, como ocurre con el Rhin, en Alemania y
en Holanda, y en otros muchos ríos situados en la zona industrial
holandesa. TROMP y DIEHL.
146.- La bebida exclusiva de
los navajos es el agua de manantial. El equilibrio mineral de esta agua
debe ser tenido en cuenta, en la ausencia del bocio y cancerosis. W. J.
DARBY, en “Journal of Nutrition 60 de 1956.
147.- Si el
hombre acostumbrara a mantenerse FIT (entrenado, magro, musculazo,
atlético, en inglés) en lugar de FAT (en inglés es gordo, fofo), el
cáncer sería para el ser humano una menaza mucho menor de lo que es.
Dicho difundido por el National Cancer Institute of the public Health
Service, U.S.A. 1961.
148.- Son sustancias antivitales,
muy cancerígenas, hay distintas toxinas antienzimáticas exógenas, en
los alimentos y bebidas químicamente alteradas o tratadas, así como aire
y agua impuros. Profesor Fritz EICHHOLTZ, autor en español de “Tratado
de Farmacología” 1961. Aguilar. En alemán “La sinergística alimentación
tóxica en la alimentación humana actual”, “acerca de la controversia de
los especialistas” y “La existencia biológica humana en la moderna
civilización”.
149.- Son cancerígenas las tóxinas
antienzimáticas endógenas de las infecciones crónicas fecales, pero,
sobre todo de la putrefacción intestinal (de carnes, pescados, huevos)
como un foco gigantesco. Profesor F. EICHHOLTZ.
150.-
Cada uno de nosotros tiene células cancerosas y debe vivir
saludablemente para que éstas no persistan. Profesor FREUND y KRETZ de
la Universidad de Viena.
151.- Todos los cancerólogos
de criterio biológico han insistido en que el buscado remedio radical
contra el cáncer no podrá haberlo nunca. En efecto: un desordenado o
destruido “complejo de miles de enzimas” (Beadle) no se “compone” ni se
previene con un mero remedio químico ni serológico. La prevención del
cáncer debería comenzar desde el primer día de vida. (y hasta durante la
gestación), mediante la alimentación natural. Doctor Martín Gotthelff
SCOLA.
152.- Toda la base de la educación médica estaba
y está en el diagnóstico, no en el tratamiento. Dannie ABSE, en
“Proceso a la medicina”.
153.- La mayoría de los médicos no son más científicos que sus sastres. George BERNARD SHAW.
154.-
En mis investigaciones de bacteriología del suelo en el Instituto de
Agricultura Experimental de New Jersey comprobé que muy raramente se
puede encontrar microbios productores de enfermedad en la tierra. El
bacilo de la tuberculosis, por ejemplo, no vive en la tierra. Deduje que
no prosperaban allí porque eran destruidos por otros organismos del
suelo. Profesor Selman A. WAKSMAN, descubridor de la estreptomicina, en
la Universidad de Rutgers, New Brunswick en 1943.
155.-
Los antiguos egipcios recomendaban comer tierra como terapia; los
otomanos comían un fino, amarillento y grasiento barro; los peruanos una
tierra arcillosa llamada “chacco”, con la que trataban la disentería;
los negros de la costa de Guinea comían un cierto tipo de tierra
amarilla. Y en el Eclesiastés se dice: “El Señor ha creado medicinas de
la tierra; y si eres sensato, no las aborreceras”. Dannie ABSE.
156.-
La especialización puede ser una trampa de charlatanes y hombres sin
fe, que se encierran en el bosque por la importancia que la “oscuridad”
puede dar a sus pequeñas antorchas. Charles MORGAN, autor británico de
“Unterlated Knowledge”.
157.- Lo que hace la medicina
que suprime los síntomas es cortar los resortes de la alarma de fuego.
El ruido de la alarma se silencia, pero el fuego continuo ni nadie ni
nada me advierte entonces para luchar contra él. Doctor Louis LINN. Es
el caso frecuente de cancerosos que se sienten sorprendidos cuando ya es
tarde.
158.- La ética médica, con relación a las armas
químico-biológico-radiológicas, se diluye en condicionamientos de “si” y
“pero”. Dannie ABSE.
159.- Es una plaga de la medicina
esta investigación fraudulenta realizada sobre pacientes que han
llegado a nosotros de buena fe para curar sus dolencias, y en vez de ser
sometidos a tratamiento se convierten en objeto de pruebas e
investigaciones, muchas de ellas desagradables, algunas peligrosas, y en
su mayor parte innecesarias para el diagnóstico o tratamiento de sus
dolencias. Doctor Sir Heneage OGILVIE, consultor de Guy hospital
universitario de Londres.
160.- Los tratamientos en los
que, en vez de un tratamiento efectivo, se busca una ampliación de
conocimientos con riesgo para el paciente están muy próximos al delito
común. Doctor del hospital de St. Bartholomew, citado por Dannie ABSE.
161.-
Haced a los otros lo que hubieseis hecho con vosotros mismos. De un 10 a
un 15 por ciento de las enfermedades tratadas en los hospitales son
consecuencia de los médicos y de las drogas que ellos han recetado. Es
sabido que, al cabo de los años, se descubre que todas las drogas
milagrosas causan efectos secundarios que, en experimentos anteriores,
no se habían descubierto. Doctor Alfred BYRNE.
162.- DE
VIS MEDICA Y VIS MEDICATRIX A VIS COMICA, DESINTOXICANTE. Edad
cavernaria. ¡Te he dicho mil veces que la anestesia es con esa otra
piedra, bruto!
163.- ¿Es cuestión de gafas? Vamos a ver, ¿cuál es la letra que hay más a la derecha de ese cartel? ¿Qué cartel?
164.-
¡Hay cada paciente! Doctor: dice mi marido que si la próxima cataplasma
la puede mezclar con un poco de jamón, que está harto de comer
cataplasma sola; que no sabe a nada.
165.- Postoperatorio. ¿De modo que ya estás fuera de peligro? Aún no… ¡El médico ha quedado en volver todavía!
166.-
Así está el mundo de pacientes. Bueno ¿qué? ¿Han conseguido capturar a
los tres locos que se escaparon esta mañana? ¡Ah, pero… ¿No eran trece?:
Hemos cogido a trece.
167.-Resistencia al oncólogo.
Ese bulto del pecho se lo hago yo desaparecer inmediatamente, don
Ezequiel. ¡Ni hablar, doctor! Es la cartera.
168.- Mira
a quien aconsejas. El médico me dijo: “No fume mientras trabaja”.
Entonces, has dejado de fumar. No: he dejado de trabajar.
169.-
Ladrón en consulta oncológica. Me dicen que no es gastritis y que venga
aquí, debo estar muy grave. Desde hace bastantes meses todo lo que robo
lo devuelvo.
170.- Respuesta veraz. Doctor ¿es cierto
que hace usted las operaciones sin ningún dolor? Al principio me
afectaba un poco, pero ahora ¡como si nada!
171.- Hay que dar ánimo. Ayer estaba usted peor; hoy tose mucho mejor. Si, doctor… he estado ensayando toda la noche.
172.-Servir al doliente. ¡Oh! Sufro tanto, que quisiera morirme. Entonces, lo mejor será llamar al médico.
173.- Genio y figura… El médico me prohibió el vino y la cerveza pero como no me dijo nada del aguardiente…
174.- Médico naturista infalible. Sea lo que sea lo que ha venido haciendo hasta ahora, haga todo lo contrario.
175.- De todos modos… Prefiero morir antes que dejarme operar. ¿Y quién le ha dicho que lo uno excluye lo otro?
176.- Por llegar tarde. Nada de tomar más medicinas. Lo único que usted necesita es nacer de nuevo.
177.-
Sufra el cuerpo y yo no. Doctor ¿me hará mucho daño en la operación del
corazón? ¡Ca, no lo crea! Le vendaré los ojos y así, ojos que no ven,
corazón que no siente.
178.- Talento natural. Desde luego, la radiografía está clarísima: usted es manco.
179.- Pero me está usted extrayendo todas las muelas, excepto la dañada. Tenga paciencia: ya llegaremos a ella.
180.-
Contra verborrea. Una señora muy habladora aburre a su médico a fuerza
de charla. Enséñeme usted la lengua –le dice el doctor- pero si no hay
necesidad… ¡Enséñemela usted, señora, que prefiero verla a oírla!
181.- Ante todo el ejemplo. Doctor, siento mucha opresión en el pecho. -¿Fuma?- Sí. Pues déme un cigarro.
182.-
Ahora se explica. ¿Cuántos han muerto esta noche, enfermera? Nueve,
doctor. Pero yo receté a diez. Es que uno se negó a tomar la medicina.
183.-
Ojo clínico. No tiene usted úlcera ni nada. Lo que pasa es que usted
padece hambre desde chico y tiene dos tripas sin estrenar.
184.- Sin remedio. ¿Bebes el coñac en ese vaso enorme? Sí, el médico me ha dicho: “Nada de copitas, ¿eh?”
185.- Confusión. Me parece que aquel señor, aunque va de particular, es cura. Pues te equivocas. Es médico y no cura.
186.- Suprima la causa. Doctor, me ahogo en cuanto respiro. Pues no respire.
187.-
Iridólogo. El iris derecho me indica que lo que usted tiene es una
afección de hígado. Observe el otro ojo, doctor, que ese lo llevo
postizo.
188.- El primero. Paquita, ¿hay algún imbécil esperándome en la consulta? No, doctor, es usted el primero que llega.
189.-
Osteólogo. Doctor, mi niño se ha comido todas las aceitunas enteras:
medio kilo. Y está muy malo. Tiene que ir al especialista de digestivas.
Pues creía que era aquí. No, yo soy especialista en huesos. Pues por
eso.
190.- Resignación. Resígnese: a su señora sólo le
queda una semana de vida. Después de haberla aguantado veinte años, ¡qué
importa una semana más!
191.- No exagere. ¿Y son
frecuentes esos dolores que usted sufre? Mucho. Me vienen cada media
hora y me duran tres o cuatro días.
192.- A cada
cliente lo más conveniente. Usted necesita ir al balneario de Asinuferro
a tomar baños de pies. Y eso ¿para qué? Porque las aguas tienen tanto
hierro que todas las molestias de pies le desaparecen como si los
tuviera protegidos con herraduras.
193.- Algo hay que
hacer. Pero doctor, ¿por qué le va a cortar la pierna a ese, si sabe que
se va a morir? Y si se va a morir, ¿para qué quiere la pierna?
194.- Dosis excesivas. Doctor, hemos dado tanto fósforo al niño, que ahora, en cuanto se rasca, se enciende.
195.-
Final vegetariano. ¡No somos nadie! Ya ves: Martínez, toda su vida
vegetariano, se muere, y ahí le tienes: él, fiambre, y su viuda, jamón.
196.-
In memoriam. Mi marido tiene la obsesión de que puede morir su padre, y
esto le horroriza. Su padre dejó de comer y así murió. Entonces, su
marido no tiene apetito. Muchísimo. Pues ¿por qué no come? Porque no
quiere que se le quite.
197.- Indigestión. Doctor, hace 24 horas
que comí y sigo sin digerir. ¿Qué comió usted? Sopa de tortuga y salsa
de cangrejos. Entonces, aguántese; es natural.
198.- Previsor. ¿Cómo ha conseguido cumplir ciento cincuenta años? Cuando tenía sólo veinte años rompí con el médico.
199.-
Confidencial. Doctor, ¿Cómo es que no va nunca a los entierros? Por
modestia. Podría alguien creer que era un alarde de mis propias obras.
Entonces, ¿qué es lo que le trae hoy aquí al cementerio? Estoy haciendo
inventario.
200.- Pronóstico dudoso. Yo no estoy seguro
de si es que usted tiene noventa y nueve por ciento de probabilidades
de salvarse o de morirse…
FALSA INFORMACIÓN DOCTRINAL PARA ENROLAR A MÉDICOS.
Quienes
han sido domesticados mentalmente durante años en una facultad para
ciega fe y obediencia a la nueva religión, materialista y atea, que es
la pretendida “ciencia médica“, entran con fanático entusiasmo por las
puertas del encierro en los corrales de sus mafiosos protectores
industriales, que son los monopolizadores de la vida de sus semejantes,
con sus venenos químicos o su material de vivisección, administrando la
muerte poco a poco para que puedan tener los efectos seductores de
curaciones y salvaciones de estos soldados que cantan sus victorias
contra las leyes eternas naturales y biológicas.
Pero
está llegando la hora del despertar colectivo del rebaño humano,
reconociendo la miseria humana y buscando el modo de defenderse con una
misantropía sagrada y justa hacia los miserables victimarios, a favor de
las víctimas. Estas no son inocentes, pero son menos culpables que sus
victimarios: No hay que despreciar la cantidad, sobre todo cuando la
calidad moral de los matadores no es superior a la de los matados.
Todo
es comercio: Do ut des; doy para que des. Hay que vender algo, aunque
sea el trabajo propio o el tiempo, porque si no se consigue no se
obtiene el medio más fácil, común e insubstituible (en una humanidad
degenerada una vez más por culpa de su civilización corrompida) para
subsistir, que es el dinero. Aunque se olvide u omita el nombre
mitológico de Pluto o de Mammón, la conducta idólatra de la riqueza
subsiste, y este vicio acabará con el falso equilibrio social cuando, en
breve, los componentes de la sociedad se convenzan de su perversión y,
en vez de suicidarse cada uno, se entreguen al odio a los demás, y, por
unanimidad, se maten reciproca y casi simultáneamente. En este ajedrez
ni siquiera cuentan rey y reina al sacrificar los peones. También los
esenciales peligran.
Si no se vende, el agricultor se
arruina, aunque mueran de hambre millones de semejantes, se dejan perder
las cosechas si su valor en dinero no permite beneficio o alza. O se
queman o se arrojan al mar, o se les da uso impropio, para los
gobernantes no los enviarán a los países hambrientos para salvar vidas.
Si no se vende, el industrial se arruina. La especialidad fabricada no
le sirve para cubrir todas sus necesidades y las de aquellos semejantes
que posee, que son de su propiedad (familia). O que lo poseen a él
(simulan amarlo y admirarlo) a costa de todos los demás seres. En
cambio, el dinero si le sirve “para todo”.
Si no vende,
el comerciante se arruina. Depende para subsistir, del éxito del
industrial y este del que proceda del minero y del agricultor. La tierra
y el planeta están siempre en el origen de la subsistencia y viabilidad
de subsistencias. Sin el minero, sin el agricultor, sin el industrial
ni el comerciante, el trabajador que puede servirlos se verá sin
trabajo.
Para equilibrar el problema económico urgente a
costa de mayor desequilibrio posterior y retrasar el desastre de la
convivencia está el político, haciendo concesiones cíclicas que merman
el valor de su divisa y encarecen el poder adquisitivo.
Cuando
se buscan soluciones nacionales y no bastan aparece la “necesidad” de
las industrias bélicas. Estas toman partido proteccionista por uno u
otro país, hasta que la competencia desata la guerra y ésta permite la
venta de material de guerra para que se maten los que pugnan a uno y
otro lado de una frontera: El negocio es lo que importa, porque es
“dinero”. La vida ajena no vale para los que necesitan dinero.
El
médico tiene también que vender para poder vivir. De lo contrario no
tendría ingresos. El médico no tiene otro recurso que ser comerciante al
que se ofrecen productos químicos para que, por autoridad veterinaria
(o sea, irracional) sobre sus ignorantes enfermos, les haga comprar
aquellos fármacos que estén más de moda, o pagar servicios de
“carnicería científica” que les salven la vida o les den algún alivio.
Tenemos muchos amigos médicos que hacen cuanto pueden para dormir con la
conciencia tranquila. Otros no necesitan esto; son los peligrosos. Los
que duermen sin necesidad de conciencia. No vamos a cambiar el mundo ni a
entrometernos en estos negocios mundanos. Como, provisionalmente, hay
libertad de palabra (aunque se utilice mal esta libertad y peligre
perderse); y el prevenir a los que son engañados por un sistema erróneo
es un deber de misericordia, a los que son engañados por un sistema
erróneo es un deber de misericordia, opinamos que los representantes de
fármacos o aparatos, son dientes del engranaje que han de saber
argumentar comercialmente, según el beneficio en dinero o en crédito que
lo valga, frente al médico, y han de proporcionar, en competencia feroz
de industriales, muestras gratuitas y propaganda dogmática exhaustiva
que no costea el industrial, sino el paciente. En esta pugna no se
produce abaratamiento del material vendible sino precios inasequibles
para los usuarios. Cada nuevo producto aduce ventajas sobre los demás.
Casi siempre es la panacea o la solución que se esperaba desde el más
remoto pasado comercial. Se confiesa, confidencialmente, el fracaso,
como el Tartufo de los competidores antiguos y actuales y se bendice el
nuevo medio de falsa información porque esta bendición del beneficiario
no es falsa para él, ya que lo enriquece. Cuando el rebaño humano
empieza a sospechar, a pesar de su estupidez, ya los mercaderes de la
salud y de enfermos han hecho su negocio, para un futuro asegurado, y
han levantado el campo. Y nadie se preocupa de descubrirlos como a
pasados Eichmann o Himler. Este es un proceder lógico, porque quien
destaca en defensa de necios, castrados espiritualmente, es perseguido y
aniquilado.
13.- CADENA DE AGENTES DE LA MUERTE POR RADIACTIVIDAD.
Los
eslabones de esta cadena tienen un orden luciferino. Se hace creer que
en lo diabólico sólo hay desorden. Esto es falso. Las causas tienen la
perfección del orden aplicado a determinar desorden, desequilibrio,
destrucción, mediante los efectos.
El primer eslabón
importante lo constituyen los químicos industriales. Ellos descubren,
aplican, producen artículos cada vez más nocivos y desequilibrados,
antinaturales, que polucionan la atmósfera, las aguas y la tierra. Los
materiales radiactivos, dormidos y casi inoperantes en la larga noche de
miles de siglos, han sido despertados, dinamizados con competencia
aceleratriz, sin potencia frenadora que pueda compensar sus efectos
mortíferos. Como siempre, se engaña, alardeando de disponer de todos los
medios de seguridad infalibles.
Un segundo eslabón es
el de los químicos agrícolas. Saben que las plantas carecen de
oligoelementos indispensables que determinan plagas de insectos, hongos,
de bacterias, de virus. Pero estos químicos son criados del gran
capital, interesado en la degeneración de las especies vegetales, para
que las plantas vivan en lo sucesivo, sólo artificialmente, a base de
herbicidas, insecticidas, microbicidas. Cuanto más las degeneren, mejor
irán sus ingresos. Van al negocio del corruptor fabricando abonos que
saben que degeneran más por desequilibrar el metabolismo vegetal con
exceso de elementos químicos, que agotan al individuo abonado,
forzándolo a dar una cosecha anticipada, o en cantidad y tamaño no
naturales, o sin semilla, o conservable sólo a base de sus
manipulaciones.
Un tercer eslabón es el del químico al
servicio del acaparador, del transportista y del almacenista. Gran parte
de estos “semejantes” monopolizadores tienen una dosis de bestialidad
suficiente para no sentir escrúpulo alguno de conciencia y marchar a la
cabeza del “progreso”, con sus beneficios. Los demás no pueden resistir
la competencia de estos victimarios principales. Y se entregan,
sumisamente, a los químicos envenenadores. Adulteración de alimentos y
bebidas, refrigeración, irradiaciones cancerígenas de los artículos de
consumo, color artificial instantáneo de madurez que no existe, sabor
artificial, maduración intoxicante. Todo, según conveniencia de la
diaria jugada en la “Bolsa de los productos vivos o en conserva”, para
retener y encarecer el producto, o para darle salida, según su
beneficio; y no según la salud o necesidad del público.
Un cuarto
eslabón es el de los químicos conservadores, que anulan las escasas
virtudes biógenas que quedan a los alimentos con adiciones que los
invisibles microbios o invertebrados que pudieran acudir a ellos para
alimentarse, rechazan, por ser factores tanatógenos; que su instinto
descubre pero no el del hombre, pretendido “rey de la Creación”. Los
productos envenenados no son atacados. Los cómplices que tienen en la
llamada “sanidad” los permiten, de grado o por fuerza, mientras no haya
escándalo que los perjudique a ellos en este juego de facilidades u
obstrucciones también se pueden dar negocios. Y saben que, lo que en su
país está aún permitido, lleva años prohibido en los demás países
civilizados.
Un quinto eslabón es el de los químicos
farmacólogos. Aunque siempre se recurrió en la Historia al veneno para
eliminar algún semejante peligroso, nunca se organizó la matanza de
inocentes con envenenamiento gradual de años o décadas, por
multinacionales o grandes empresas, como medio de lucro mediante el
genocidio, y no por interés en eliminar el excedente de la explosión
demográfica. Es posible que, antes de que se consume la destrucción
total y rápida de la vida en el planeta, el rebaño se aperciba de
quienes son aquellos que lo engañan y lo llevan a la muerte con el cebo
de curaciones y salvaciones personales (que es lo que interesa al
egoísmo de cada uno) y entonces, las víctimas se conviertan en
victimarios y los victimarios en víctimas. Estos químicos extienden su
negocio pasando del médico al veterinario. Autoridades y amos de
animales son entusiastas fanáticos en la complicidad para el negocio.
Los animales se horrorizan y el shock del desengaño que guía su instinto
les hará desconfiar ya siempre del cariño y protección de los humanos
que los entregan a los explotadores del envenenamiento INMUNOLOGICO
terapéutico y vivisector. Mientras el farmacéutico no aceptó el
equilibrio ecológico más que como vendedor de venenos para la
desaparición del mayor número posible de perversos y estúpidos de la
especie humana, su labor luciferina fue muy útil para una justicia
natural y eterna. Pero, al condenar a los inocentes animales a una
explotación más inicua y torturante, se han hecho reos de muerte por
infalible condena de orden superior al de sus sentidos animales y
racionales.
El sexto eslabón lo constituyen médicos y veterinarios.
El
séptimo eslabón, el más rutinario e irresponsable, aunque hayan de
pagar en alguna vida ulterior, está formado por autoridades sanitarias y
municipales, que explotan cadáveres (porque no aciertan a ir, como los
religiosos profesionales, más allá de esta explotación), y no impiden
que el polvo radiactivo que queda tras la putrefacción de los irradiados
se envíe a lugares de maldición, bien aislados de todo bionte (humano,
animal, planta o mineral).
Estos elementos van
preparando el último citado, que es el de la “reacción en cadena” que
está operando sin que las autoridades, temerosas solamente de los
mercaderes, y atentos a ellos, lleguen a ver lo que les sorprenderá,
como el cáncer, cuando ya sea tarde.
14.- PROFESIONES, ACTIVIDADES, PASIVIDADES, que producen cáncer.
Padecen más frecuentemente cáncer:
Obreros
que trabajan con sulfuros y material fluorado.- Obreros agrícolas y
cargadores que manejan bromometano en cosechas, vagones o gabarras de
carga y en almacenes; o en alimentos para animales.- Mineros.-
Trabajadores de amianto, cemento, carbón, indigotina, berilio, harinas,
serrerías de metal, madera o mineral.- Drogueros, de material de
pintura, en sal papainada.- Zapateros (pez de hulla).- Peleteros
(arsénicos).- Obreros del caucho.- De destilerias de petróleo.- De
industrias de perfumería.- Radiólogos.- Obreros agrícolas y cargadores
que trabajan con venenos plaguicidas.
Consumidores de
carne y leche, cuyos animales, en vida o matados, han sido tratados con
hormonas, enzimas, estrógenos, antibióticos, insecticidas, arsenicales,
blanqueadores de carne (cloramfenicol), tranquilizantes para transporte
(cerdos).
Viciosas, cómodas burladoras de las leyes
naturales, que toman píldoras anticonceptivas. O ceden a su “compromiso”
a costa de su vida.
Consumidores de cítricos que hoy tratan comercialmente (todos o casi todos) con DDT.
Bebedores
de agua o comedores de alimentos envenenados con endosulfan (clorado).
Bebedores de agua contaminada por cloacas y esterilizada: casi todas las
ciudades y pueblos.
Consumidores de algas que
concentran radiactividad del agua de mar contaminada y se venden como
alimentos de régimen (de moda), sobre todo, estroncio 90 y cobalto 60.
Consumidores
de alimentos vegetales tratados con desperdicios de fábricas de cloruro
de vinilo (mercuriales). Frutas barnizadas o semillas “protegidas” con
otros productos organomercúricos, o con fungicidas que los contienen o
con agua de riego contaminada con ellos; o con PMA (acetato
fenilmercúrico).
Consumidores de alimentos irradiados,
para evitar pérdidas: lo son los cereales y sus harinas (Rayos X);
frutos secos y frutas frescas, y muchas hortalizas (comenzando por
patatas, pescados, huevos y sus productos, leche y lacticinios,
especias, pollos con su alimento irradiado y después de matarlos;
embutidos, patatas fritas.
Consumidores de ostras cuyos tejidos tienen gran afinidad por el exceso de mercurio de las aguas. Pescados en conserva.
Consumidores
de aceite tratado con gasolina de avión o de aceite de oliva sintético;
o de margarina con aceite de ballena hidrogenado.
Consumo
de hortalizas tratadas con HHDN (Aldrín) o dieldrín (200 o más veces
tóxico que el DDT; o de lindane, otro insecticida, o de carne de vaca o
de ave intoxicada con ellos, o de los infinitos pesticidas a base de
malatión, diazinon, diclorvos, ferbame, heptacloro, arsénico de plomo,
paratión (130 veces más tóxico que el DDT), endrine.
Consumidores
de alimentos pasados por maquinaria de molinería: nueces, frutos secos.
O tratados con bibromuro de etileno o carbonilo.
Consumidores
de alimentos con colorante amarillo (naftol S) y otros colorantes, con
antioxigenos, aromatizantes tóxicos, gelatizantes, estabilizadores,
pulimentadotes; con dulcina (p-fenetolurea, con ablandador de pan mirj
45, carbonimetilcelulosa (espesador de helados). De carne ablandada con
sal papainada; o colorantes sintético amaranto. Consumidores de dátiles
envasados con aceite de parafina y vaselina.
15.- PRINCIPALES TIPOS DE CÁNCER Y DEMÁS ENFERMEDADES NEOPLÁSICAS.
La
denominación genérica de cáncer se refiere a la pérdida de la capacidad
reguladora del organismo para mantener ordenada la reproducción de
células de un tejido. En un área, un grupo de células acusa inquietud
reproductora con aumento del núcleo, seguido de aumento de mitosis
(capacidad de segmentación celular que originan células hijas). Las
nuevas células producidas son diferentes de la original. A esta fase de
anaplasia celular se llega después de pasar por otras que se denominan
metaplasia y displasia.
La propagación tumoral se hace
por las vías linfáticas o sanguíneas hasta otros órganos. Esta extensión
del mal se denomina “poder metastático” y cada nuevo foco “metástasis”;
y el nuevo tumor “cáncer metastático”.
El máximo de
víctimas de cáncer se da en las edades que corresponden al octavo y
noveno septenarios, o sea, 49 a 56 y de 56 a 63 años. De cada tres
hombres con cáncer, uno es de bronquios. El factor desencadenante de su
precancerosis es el tabaco. Cada vez se dan más en niños y adolescentes.
Hay
dos tipos fundamentales de cáncer: carcinoma y sarcoma. El carcinoma es
un tumor maligno que tiene su origen en el tejido epitelial, sea
pavimentoso o glandular. Tiene crecimiento infiltrante y aspecto
glandular. Un tumor de piel se puede denominar epitelioma. Uno de mucosa
gástrica, adenocarcinoma. El sarcoma puede denominar epitelioma. Uno de
mucosa gástrica, adenocarcinoma. El sarcoma es también un tumor
maligno, de células parenquimatosas, sin vasos ni fibras. Se origina en
tejido conjuntivo, o de sostén, o muscular o vascular. Su crecimiento es
rápido, primero expansivo; luego, infiltrante. Su consistencia es
blanda y el aspecto carnoso. Se da más que el carcinoma en las personas
jóvenes y anémicas. Si se produce en un tejido conjuntivo fibroso se
denomina fibrosarcoma; si, en cartilaginoso, condrosarcoma; si, en óseo,
sarcoma osteógeno; si, en vasos sanguíneos, angiosarcoma; si en músculo
de fibgra estriada, rabdomiosarcoma; si, de fibra lisa, leiomiosarcoma;
si en tejido linfático, linfosarcoma; si, en conjuntivo, mixosarcoma; y
es filatinoso. En los vasos se distingue el hemangioendotelioma. El
liposarcoma tiene origen principal en tejido adiposo abdominal. El
fibrosarcoma predomina en el área retroperitoneal.
Son,
relativamente, más benignos, aunque, por la suicida conducta
antinatural humana evolucionan hacia malignidad, los tumores de
crecimiento más restringido, en los cuales se omite, para su
nomenclatura, los sufijos carcinoma y sarcoma. Son comunes los fibromas,
osteomas, angiomas, rabdomiomas, adenomas, gliomas, hepatomas,
teratomas, papilomas, melanomas.
Ya, en los animales
invertebrados se da el melanoma en relación con el sexo. El tumor
contiene mucha melanina, prolifera, se infiltra y da metástasis. En los
peces se da el melonoma en la piel, con creciente frecuencia desde la
polución de las aguas. El tumor más frecuente en vertebrados de sangre
fría, es el carcinoma de riñón, sobre todo en rana leopardo. Por
contraste término, en los tumores vegetales la iniciación depende del
fallo metabólico en cuanto a termolabilidad. Con el aumento de
temperatura crece más rápidamente el tumor.
Leucemia es
enfermedad mortal en que aumenta de continuo el número de leucocitos de
la sangre y se hipertrofian tejidos linfoides, bazo o médula ósea;
produce hemorragias internas y externas; postración de fuerzas, anemia y
caquexia progresivas.
Linfogranulomatosis maligna o
ENFERMEDAD de Hodgkin. Ataca tejidos linfoadenoides. Inflamación
progresiva indolora, con esplenomegalia, fiebre periódica, anemia
progresiva, pérdida de peso y prurito. Es mortal.
16.- ÓRGANOS MÁS AFECTADOS POR EL CÁNCER.
En el hombre bronquios y pulmones, estómago y próstata e hígado. En la mujer, útero, mamas y estómago, vesícula biliar e hígado.
Este
orden patológico de órganos afectados nos indica el orden de
importancia de causas fisiológicas anormales que se necesita corregir.
Bronquios y pulmones dependen de la calidad del aire respirado del
oxigeno suministrado a las células, de la profundidad de cada
respiración, del consumo regular y frecuente de oxígeno por los músculos
de fibra estriada, del equilibrio ácido básico, según sea la dieta.
Estómago depende de una dieta sin carencia ni exceso de ninguno de los
elementos del grupo I de la Serie Periódica, sobre todo del I b; de los
tonotropismos (intercambio tonificante de energías) proporcionados por
minerales o por aguas freáticas o por proximidad a vegetales vivos
respetados y protegidos; de la supresión de alimentos antinaturales o
desequilibrados; de la supresión de productos químicos antinaturales;
del mayor contacto posible con flora silvestre y animales amigos, ni
domesticados ni domados; de la menor proximidad posible o lo menos
frecuente con semejantes mundanos; de la convivencia rítmica con
prójimos que amen tanto o más que el interesado a todos los seres
naturales.
Próstata, útero y mamas dependen de una
dieta sin carencia ni exceso de ninguno de los elementos del grupo II,
sobre todo del II b; de tonotropismos debidos a minerales, aguas
freáticas o vegetales vivos que corresponden al referido grupo II, de la
supresión de alimentos antinaturales o desequilibrados; de la supresión
de tratamientos químicos de alópatas; de trofotropismos (aporte
nutritivo de materia vegetal o catalítica mineral), de la paz
fisiológica de hipófisis e hipotálamo (apetito, nauseas, frío, calor,
sueño, vigilia, risa, llanto, atención, diversión, manía, fobia, pasión)
en particular la sexual; de la desaparición de ira, discusión, temor,
prisa; del apartamiento de personas incompatibles.
Esófago
depende sin carencia ni exceso de ninguno de los elementos de número
atómico bajo del grupo V, sobre todo el V b; de la supresión de toda
ingesta antinatural; de la osada afinidad por la libertad y la
independencia propia y ajena; de la destrucción de los destructores; del
amor hacia piadosos y hacia víctimas indefensas de esbirros y déspotas.
Vesícula
e hígado dependen de una dieta sin carencia ni exceso de elementos del
grupo IV; libre de todo alimento graso desequilibrado; de toda
alimentación hipercalórica; de todo fármaco de síntesis o de fuente
animal; de trabajos monótonos indeseados durante décadas, de falta de
sol y de intenso ejercicio.
Lo que precede debe servir
de guía de las primeras y más importantes claves carcinolíticas, habida
cuenta de que el cáncer existe ya latente muchos años antes de
manifestase.
17.- CÁNCER DE ESTÓMAGO Y ANILLO PRIMERO DE IRIS.
Tabaco
y desorden sexual.- Respirar para poder vivir y multiplicar la especie
es la ley biológica fundamental de todo bionte. Introducir dióxido de
carbono y otros gases en vías respiratorias, cuando solamente deben
salir es contrario al primer aspecto de la citada ley. Usar del sexo
abusivamente, por lascivia y no para aumentar el número de víctimas y
victimarios de nuestra especie infringe el segundo aspecto de la misma
ley. Si el hombre se librara del vicio del tabaco, de los gases tóxicos y
de la polución atmosférica, bronquios y pulmones no disputarían el
primer puesto por el mayor número de muertes por cáncer, contra el
estómago, que lo consigue o se aproxima, por errores dietéticos.
Si
la mujer se viera libre de solicitud sexual arbitraria, irregular,
abusiva, en plena gestación y lactancia; libre de estrógenos y demás
hormonas, sería siempre el estómago el órgano de mayor número de muertes
por cáncer.
Equilibrio de elementos químicos y
longevidad.- La longevidad con salud y sin que el aparezca el
envejecimiento general o el de algún órgano ni haya pérdida de
capacidades físicas ni psíquicas depende del equilibrio orgánico de los
elementos químicos; depende de su presencia intraorgánica o de su efecto
tónico extraorgánico, sin necesidad de ingresar en el cuerpo
materialmente. Aunque esto constituya dificultad en la actualidad, por
la resistencia de los interesados en el actual sistema de explotación
biológica contra este de regeneración biológica, este equilibrio a que
nos referimos es posible porque el número de elementos apenas pasan de
un centenar. Lo que está fracasando y fracasará siempre que la codicia
de los explotadores vuelva a imponerse sin que sean antes destruidos, es
la engañosa y oligofrénica noción matemática de la combinaciones
posibles de esos pocos elementos que sirven de afán a la codicia de los
químicos e investigadores contra Natura, ya que su número será siempre
inagotado, deficiente, inexacto e inabarcable. El sistema alopático de
la medicina oficial se basa en este sofisma megalomaniaco con la
pretensión de alcanzar el perfecto equilibrio fisiológico permanente por
medio de compuestos químicos cuando la conducta contra las leyes
naturales y biológicas del sujeto tratado no se modifica. Por esto, el
equilibrio no dura más que un breve tiempo y el médico puede volver a
tenerlo como cliente, como comprador de salud y buscarle cada vez nuevo
efímero(pasajero, de corta duración) equilibrio biológico.
Ley
del Orden ponderal atómico de aporte bioquímico. El aporte puede ser
material y energético o solamente de comunión energética. En el primer
caso, el electromagnetismo bioético requiere la presencia tumoral o
intracelular de los átomos; ha de actuar dentro del Microcosmos (del
cuerpo humano, animal o vegetal) a muy corta distancia, como fase
dispersa en medio de dispersión interno. A esta clase de aportes lo
denominamos trofotropismo de “tropos, vuelta, tendencia cíclica a
dirigirse hacia…” y de “trofe, trofo”, nutrición, reposición de materia
gastada o de desecho. En el segundo caso. La materia que influye no
ingresa en el organismo sino que queda al exterior y su dinamización por
medios físicos permite el intercambio energético entre el organismo de
la persona y el mineral, el agua freática, el producto inorgánico u
orgánico, el vegetal, el animal o el semejante.
A esta
clase de aporte solamente energético, lo denominamos tonotropismo. Por
la receptividad centripeta y emisividad centrifuga de la reacción física
(no química) entre los seres de distinto reino material que han entrado
en comunión. La comunicación es un proceso unilateral, electivo; la
comunión biológica implica, en cambio, un proceso bilateral reciproco,
de distinta intensidad y frecuencia vibratoria que en práctica
antroponómica se busca que sea armónico, acorde beneficioso para ambas
partes no para una sola. El equilibrio de los elementos químicos en esta
comunión cósmica con el macrocosmos (el mundo exterior) no es
regenerador sino meramente “curativo” cuando se elige a uno sólo o
varios elementos y se prescinde de los demás, sobre todo cuando hay
carencia material o energética que corresponda a elemento de peso
atómico inferior. Por esto, para evitar fracasos hay que proceder a
revisar los medios de comunión elemental que permitan no carecer de
ninguno de los elementos que sigan el orden de número atómico, con lo
que se extiende a la vez, al orden de peso atómico. Como estos temas se
refieren al cáncer y no pueden tener la extensión de un tratado de
praxis bioatómica, hemos de omitir el detalle de documentación didáctica
respecto a cada elemento químico y limitarnos a somera idea orientadora
de su importancia esencial.
Ley del mínimo y del orden
generador. Lo mismo que hay glándulas gigantes como el hígado y el
páncreas, que son muy tenidas en cuenta menospreciando a las numerosas
pequeñas glándulas, estas últimas no existen por capricho, ni son
inútiles sino que tienen una importancia que decide el fracaso de las
grandes si no se mantiene la normal fisiología de las mínimas o,
incluso, de una sola de ellas.
Los obtusos científicos
materialistas, sacados de su mentalidad esteriotipada, estarán siempre
dispuestos a impugnar, atacar y perseguir, como es natural en ellos.
Dejémosles vociferar mientras no sean posibles exponer opiniones
contrarias a las de los monopolizadores de la verdad y de sus
disfrazadas mentiras. Si tenemos como símil el caso de las glándulas,
trasladémoslo, por Ley de Correspondencia, a nivel de los elementos
químicos. Hay bastantes entre ellos cuya presencia sigue aun despreciada
por no haber sido descubierto en la materia orgánica de personas o
animales, o considerarse inútil o perjudicial. Puede tratarse de diez
millonésimas, cien millonésimas o millonésimas de gramo. Pero el rebaño
de científicos esta ahora como el dogma fijado en las millonésimas como
máximo y no quiere pasar más allá. Sin este mínimo puede fracasar todo
intento regenerador. Contando con estas dosis sumamente homeopáticas,
sin que falte ninguna de las dosis de elementos de número inferior, lo
más maligno, lo más mortal, lo más insoluble en el pasado, podrá
resolverse en próximo futuro, cuando ya sea el tiempo para el cual hay
que prepararse. Antes habrán de ser borrados de la biosfera estos
elementos luciferinos monopolizadores de la vida, explotadores “quia
nominor leo”, por su simple patente de impunidad dada por Estado y
Facultad.
Corolarios. Mientras las necesidades
orgánicas de trofotropismos o tonotropismos procedentes de elementos con
número atómico menores que uno dado no estén satisfechas, el efecto
regenerador de este elemento dado cesará, aunque se siga aportando al
organismo, pero la dependencia a tal elemento, para mantener efectos
curativos, persistirá hasta que se alcance la irreversibilidad de la
degeneración.
No todos los elementos químicos son
necesarios en la misma cantidad, como fuente energética vital, sino en
cantidades muy diversas.
Toda materia es radiante, esto
es, ejerce influencia orbital hasta una distancia mayor o menor. La
ingesta hace más viable la influencia de menor radio de acción
(trofotropismos); la proximidad o contacto o penetración por la piel y
sentidos hace más viable la influencia de mayor radio de acción
(tonotropismos).
En consecuencia, la presencia material
de determinados elementos dentro del organismo o su reposición diaria
no es necesaria. Basta con su energía vibratoria. Materialistamente se
piensa siempre en la materia introducida. Con sentido animista práctico
que presta el “amor” sabemos que la vida se debe mantener más con
energía que con materia.
La materia radiactiva (en
desintegración) resulta hoy excesiva y mortífera. Debe evitarse en
mayoría de casos y dosis involuntarias recibidas. Es poderosamente
carcinogenética.
Los elementos de menor peso atómico
son, en general, los que predominan en la materia viva, según se
reconoció ya, desde Harkins, en 1917.
Componentes
elementales del organismo humano. Son datos obtenidos de personas
degeneradas, rutinarias, pero orientan acerca de los datos arquetípicos,
no conocidos.
Nº atómico Símbolo Nombre % Órganos
Periodo Grupo 1 H Hidrógeno 9,95 Estómago 1 1 a – 1 b 2 He Helio X
Corazón, médula oséa 1 8 b 3 Li Litio X Riñón, plasma interst. 2 1 a 4
Be Berilio 0 Glomus neurovasc. 2 2 a 5 B Boro Ind. Endotelios 2 3 a – 3
b 6 C Carbono 18,0 Páncreas, hígado 2 4 a – 4 b 7 N Nitrógeno 3,0
Hueso 2 5 a – 5 b 8 O Oxígeno 65,0 Pulmón, mitocondrias 2 6 a – 6 b 9 F
Fluor Ind. Esmalte, dientes, huesos 2 7 a – 7 b 10 Ne Neón X Liq.
Cefalorraquídeo 2 8 11 Na Sodio 0,15 Suprarrenal, páncreas 3 1 a – 1 b
12 Mg Magnesio 0,05 Piel, músculo, cerebelo 3 2 a – 2 b 13 Al Aluminio
0,0 Flora intestinal 3 3 a – 3 b 14 Si Silicio Ind. Páncreas 3 4 a - 4
b 15 P Fósforo 1,1 Hueso, cerebro, músculo 3 5 a - 5 b 16 S Azufre
0,25 Faneras, piel, músculo, articulación, hígado 3 6 a – 6 b 17 Cl
Cloro 0,15 Estómago 3 7 a - 7 b 18 A Argón X Nariz 3 8 19 K Potasio
0,35 Músculo, corazón, endocr. 4 1 a 20 Ca Calcio 2,1 Hueso, nervio,
corazón, páncreas, fibrina, fosfatasa 4 2 a 21 Sc Escandio 0 Tejido
mioneural unión 4 3 a 22 Ti Titanio 0 Timo 4 4 a 23 V Vanadio 0
Diente, glomérulo, nefrón 4 5 a 24 Cr Cromo 0-ind Páncreas, hígado 4 6
a 25 Mn Manganeso 0,00013 Glándulas, próstata, dermis 4 7 a 26 Fe
Hierro 0,008 Hemoglobina, mioglobina, bazo, médula ósea 4 8 a 27 Co
Cobalto Ind. Parasimpático, páncreas, bazo, hígado 4 8 a 28 Ni Níquel 0
Hígado, útero 4 8 a 29 Cu Cobre 0,00015 Hígado, hematíes, cabello,
melanina, venas, recto, tiroides, médula espinal, vejiga. 4 1 b 30 Zn
Cinc Ind. Genitales, cerebro, leucoci- tos, espermatozoides, prós-tata,
páncreas, hipófisis. 4 2 b 31 Ga Galio 0 Gl. Coccígea, gl. Anal 4 3 b
32 Ge Germanio 0 Gl. De Cobelli y Cardias 4 4 b
Fuentes de bioelementos regeneradores de bajo número atómico.
Nº
atómico Símbolo Clase tropismo Fuentes principales 1 H Trofo
Tono Agua carbónica con zumo de limón.
Untar
zumo de limón en epigastrio. Poner sujeto medio, durante sueño. 2 He
Tono Baño de sol, en turno de tatwas. General, columna, costillas,
corazón, médula, ósea. 3 Li Trofo
Tono Agua litinada. Arcilla linitada.
Vibración
de piel, regiones lumbar y epigastrio con agua litinada. Calentar en
manos exosqueleto de erizo de mar. 4 Be Tono Frotar párpados, dorso de
nariz, coronilla, apéndice, xifoides, dedos y uñas de manos y pies con
clasto de berilo.
Dormir con berilo común unido a (sujeto) a uno de tales puntos. 5 B Trofo
Tono
Comer en almuerzo apio, hojas de alfalfa, coliflor, remolacha, nabo y
manzana. De terreno abonado con bórax y hojas regadas con solución de
ácido bórico, dosis adecuadas.
Frotar piel en puntos de peor
circulación con imán. A continuación, frotar con VONSENITA de Burguillos
del Cerro (Badajoz). Luego friccionar con jugo de apio, o de alfalfa,
remolacha o manzana. 6 C Trofo
Tono Corregir el exceso con ayuno de glúcidos (harinas, azúcares). Tomar ceniza de paja de cereal y de hueso de aceituna.
Frotar epigastrio e hipocondrios con drusa de cuarzo. Después con sílice (arena silícea). 7 N Trofo
Tono Beber cocimiento de raíces de leguminosas que hayan cumplido su ciclo vital.
Dormir
con envoltura o compresa mojada con solución de salitre en agua, sobre
articulaciones más afectadas por síntomas, cubierta con bolsa floja de
agua caliente, sujeta con vendaje. 8 O Trofo
Tono
Comer en almuerzo hojas bien verdes y frescas, de distinto pie de
planta, no mutiladas anteriormente, hasta tres jojas por pie. Cultivo
euténico.
Una respiración de Sunyak antes de tres de Kumbak. Ocho series por sesión. Cuatro sesiones o más por día. 9 F Trofo
Tono Comer una o dos cucharadas de alforfón o de arroz integral germinado.
Frotar
o golpear piel de labios, mejillas y mandíbula con drusa o geoda de
Mina Berta de San Cugat del Vallés, o de Ulldemolins (muy
luminiscentes); o de La Collada, Ferroñes, Margolles (Asturias) o de
Irún, Berastegui, Bidesoa. Estos ejemplares son de fluorita.
Dormir
con un ejemplar sobre mejilla, a nivel de dientes. 10 Ne Tono Es
perjudicial el uso actual excesivo de lámparas de luz de este gas;
exceso que se suma a otros factores carcinógenos. Corregir untando piel
con yogur y cubriéndola a unos centímetros con pantalla de celofana
transparente color rosa vivo, mientras se toma baño de sol poniente. 11
Na Trofo
Tono Comer en almuerzo
apio crudo, diente león, harina de garbanzo tostada, aceitunas. No tomar
sal marina integral más que en lunes; hasta tres gramos. Más
bicarbonato sódico.
Baño de agua de mar. Peluvio con agua de mar o
salada con sal integral (hasta 37 gramos por litro). Dormir con bolsa
caliente de sal integral seca, fajada, a nivel suprarrenales o de
epigastrio. Si se mezcla con bicarbonato sódico, mejor. 12 Mg Trofo
Tono Beber agua con sales de magnesio. Ingerir arcilla con sales magnesio previamente disuelto.
Comer
en desayuno: almendra cruda fresca, o avellana cruda fresca; o nuez de
última cosecha. Comer en almuerzo: acelga o espinaca, diente de león,
verdolaga, guisantes frescos, verdudas bien verdes. Comer en merienda:
centeno germinando (cucharadita) trigo o avena o maíz, germinando.
Frutas secas.
Frotar piel con clasto de carnalita de Suria,
Sallent o Cardona; o con magnesita del Puerto de la Cruz Verde
(Escorial) o de Puerto Velate (Navarra). Golpear músculos con uno de
estos minerales de mena magnésica. Dormir sobre lado izquierdo con
dolomita, sujetos los cristales contra occipucio. 13 Al Trofo
Tono Tomar cucharadita de arcilla con agua o con alimento. No usar recipientes de cocina, de aluminio.
Dormir
con cataplasma de arcilla en uno de los doce niveles del cuerpo, según
el mes natural correspondiente. Golpeteo sobre el vientre con una masa
de un kilogramo de arcilla amasada, caliente. 14 Si Trofo
Tono
Tomar media cucharadita rasa de ceniza de paja o ceniza de pluma de
ave, en cocimiento de cola caballo, añadir ceniza de uñas o cabello
propio.
Presionar con manos, pies y dedos drusa de cuarzo. Dormir
con drusa sobre dermatoma de mayor interés, con bolsa caliente encina y
fajado. 15 P Trofo
Tono Comer en desayuno nueves y almendras. En almuerzo, cebolla.
Baño de sol general. Ejercicio hasta sudar, o sauna. 16 S Trofo
Tono
Tomar un día en semana, mostaza; cuatro días por semana ajo crudo,
abundante, col cruda, dos días. Polvo de concha de molusco en Tauro,
Virgo o Capricornio; cucharadita rasa por día. Mucha cebolla en almuerzo
en meses de Cáncer, Escorpio, Piscis.
Electrizar piel y cabello,
frotando rápido, mañana y noche, con azufre. También uñas,
articulaciones, genitales e hígado. 17 Cl Trofo Dar sabor salado a la
ensalada, los martes y domingos con cloruro potásico. Berros en
almuerzo. En merienda higos secos, melón dátiles. 18 A Tono Marcha o
carrera desnudo, bajo el sol, persiguiendo la propia sombra. 19 K Trofo
Tono
En desayuno comer almendra, nuez o cacahuete. En almuerzo: alcachofa,
patata rallada, coliflor, champiñón o seta, judía verde, zanahoria, col,
espinaca. En merienda: orejones de albaricoque o de melocotón, ciruelas
pasas, dátiles, higos secos, uvas pasas, albaricoque fresco, uva o
cereza, castaña. No abusar de estos alimentos potásicos si no hay
kalipenia.
Compresa de solución de salitre, mientras se duerme, sobre corazón o músculo, abrigada. 20 Ca Trofo
Tono
Añadir a desayuno cucharadita rasa de polvo de Creta, o de carbonato de
cal ligero, o de polvo de concha de ostra, o de mejillón, o de hueso de
jibia, o de cascarón de huevo, macerados en zumo de limón desde noche
antes.
Comer en desayuno naranjas, cáscara de limón con parte
blanca, o almendras. En almuerzo todo crudo: ortiga, berro, grelo (hoja
de nabo) ajo, col verde, espinaca, lechuga, diente de león, cebolleta.
En merienda higos secos.
Friccionar piel con drusa de calcita. Lo
mismo en cabello. Golpear piel con calcita. Poner la calcita al sol
cuando no se usa. Calentarla con la mano, mantenerla caliente sobre la
piel. Dormir con la calcita en la mano o sobre el esternón. 21 Sc Tono
Procurar conseguir gadolinita de Noruega o E.U.A. o euxenita. Dormir en
meses de Aries, Leo o Sagitario, con un ejemplar aplicado sobre puntos
clave de inervación muscular. No usar continuamente porque es algo
radiactivo. 22 Ti Tono La euxenita suele contener también titanio.
Puede ser más fácil conseguir esfena (titanita) en Dehesa del Roble
(Morón, Sevilla) o en Roca Negra (Olot, Gerona) o en ofitas de
Archidona, o en Benalmádena (Málaga) o titanomagnétita en las arenas
negras del Sil (Galicia) de Olot (Gerona) de Marbella (Malaga) o
Titanoaugita en rocas dolomíticas de Teruel, en Guipuzcua o en Vizcaya.
Dormir con el mineral calentado por el cuerpo del usuario, colocándolo
sobre la piel a la altura del mango del esternón. Golpear con él al
despertar, sobre la misma zona. Llevar concha ostra en esternón. 23 V
Trofo
Tono
No comer alimentos hervidos o con células muertas. Comer en desayuno
semillas oleaginosas, aceitunas. En almuerzo, batata cruda rallada,
patata cruda rallada, otros tubérculos. En merienda dos cucharadas de
cereal integral germinando. Todo de cultivo euténico. No omitir, añadir
ajo.
Conseguir vanadinita de Santa Marta (Badajoz) para sujetar
unos clastos a la altura de riñones, mientras se duerme. Golpear al
despertar con un trozo pequeño los dientes. 24 Mn Trofo
Tono
Comer levadura de cerveza y melaza. En desayuno zumo de naranja u otro
cítrico; ralladura de cáscara de limón o naranja. En almuerzo,
champiñones u otras setas, cucharadita rasa en polvo de fuco vejigoso, o
Kelp con levaduras y otras algas. En merienda, miel de abeja con
levaduras, mosto, miel de caña, cucharada de cereal integral germinando.
Todos estos productos de agricultura euténica (diabéticos bajo control
de médicos antropónomos).
Calentar pequeño saco lleno de menudos
clastos de cromita de Ojén (Málaga) o en forma de granos de Carratraca, o
arenas de playas de Estepona y Marbella (Málaga). Aplicar sobre
páncreas e hígado. Dejarlo puesto mientras se duerme. 25 Mn Trofo
Tono
Comer albaricoques en desayuno. Comer judias verdes en almuerzo. Comer
castañas o cereal integral germinando en merienda. Cocimiento de
salvado.
Solución de permanganato potásico, medio gramo por litro,
en compresas sobre párpados (retinitis), mientras se duerme. Sobre
articulaciones, tiroides, bazo. En vahos con respiraciones completas con
Kumbak. Mojar dendrita arriñonada de pirolisita de Almonaster (Huelva)
con ácido clorhídrico, un minuto y sumergirlo un día en agua, a
continuación. Mojar paño en el agua calentada y aplicar como fomento
suave sobre zona de corazón y epigastrio. Se puede dormir luego con la
pirolusita sobre el nivel del corazón. 26 Fe Trofo
Tono
Comer en desayuno almendra, avellana, nuez, o en su temporada, madroño,
fresa. En almuerzo berro, diente de león, espinaca, escarola, guisante
verde fresco crudo. En merienda cocimiento de salvado, arroz integral,
orejones de albaricoque, frutas secas, miel de caña.
Aplicar
imanes o magnetita en costillas (cosidos a ropa interior). Dormir con
manclas de pirita en región coccigea y otras partes, según meses
naturales del año. Frotar la piel cada mañana. 27 Co Trofo
Tono
En desayuno setas, limón, melocotón fresco, coco. En almuerzo tapioca
hervida o yuca, cacahuete, espinaca, aceituna. En merienda, melocotón
seco (orejones), higos secos, uvas pasas, castañas o copos de avena
hervidos, dátiles, pera.
Dormir con un saquito de cobaltina,
fragmentos granulares o mamelonares, sobre zona de hígado y de bazo,
alternativamente. 28 Ni Trofo
Tono Comer en almuerzo cebolla, espinaca, berro, col, zanahoria, tomate de cultivo euténico.
Dormir
con un clasto de niquelina de Vimbodi (Tarragona). Golpear la piel con
el mineral, sobre todo área de hígado, útero o próstata.
18.-
ANILLO SEGUNDO DE IRIS Y CÁNCERES DE INTESTINOS, HÍGADO, PÁNCREAS. En el
anillo y órbita 2º son más frecuentes los cánceres de intestinos,
hígado y páncreas. Aunque los efectos degenerativos se manifiesten en
estos órganos, no todas las causas degenerantes los comprometieron
primero, sino a la vez o en último término. Por esto, la regeneración ha
de proceder de modo ordenado, con sujeción a tiempo, lugar y factores
biógenos o tanatógenos pasados y presentes.
Cubiertas las
necesidades regeneradoras del anillo 1º (estómago) se puede y debe
proceder a las prácticas regeneradoras ordinales del anillo 2º
(intestinos). Se comenzará por atender al ritmo celular geobióforo de
las triplicidades. Corresponde a un ciclo cuatrimestral, esto es, de
tres ciclos cada año. Los meses que cuentan son los naturales, que
dividen cada estación en tres meses. Estos meses son biológicos no
mundanos. Llevan los nombres de los signos zodiacales. Corresponde a los
cuatro estados físicos de la materia: ígneo o de fuego, sólido o de
tierra, gaseoso o de aire, líquido o de agua. El año natural acaba y
empieza en la misma fecha. El 21 de marzo. Acaba Piscis, duodécimo mes
del año natural, y empieza Aries, mes primero de un año natural.
Las
células responden, para el predominio vibratorio, en cada mes natural, a
uno de estos cuatro estados y su metabolismo de los cuatro elementos
químicos que turnan su jerarquía. Son cuatro metales de bajo número
atómico (número de orden), y por tanto, de poco peso atómico: magnesio,
potasio, calcio y sodio. La tabla siguiente aclara el espacio vital
celular afectado por cada uno de estos metales, de modo preferente, y la
necesidad de aporte proporcional de sus elementos o energías
(trofotropismos o tonotopismos), según el mes natural. Se llaman
triplicidades porque se repiten tres veces por año los mismo cuatro
bioelementos y por el mismo Norden, uno por cada mes.
Tatwa Nº
mes Mes natural Elemento metal geobióforo Espacio
vital
celular Fuego 1 Aries 5 Leo 9 Sagitario Magnesio
Nucléolo Tierra 2 Tauro 6 Virgo 10 Capricornio
Potasio Citoplasma Aire 3 Géminis 7 Libra 11 Acuario
Calcio Núcleo Agua 4 Cáncer 8 Escorpio 12 Piscis Sodio
Esctracelular
En los meses que vibra más Tejas (Fuego debe destacar el aporte de Magnesio).
En los meses que vibra más Prithivi (Tierra) debe destacar el aporte de Potasio.
En los meses que vibra más Vayu (Aire) debe destacar el aporte de Calcio.
En los meses que vibra más Apas (Agua) debe destacar el aporte de Sodio.
La
conducta seguida respecto al anillo 1º permite dominar la alentesis
parasimpática. Este reajuste del ritmo celular geobióforo abre la puerta
de salida del catabolismo celular, atendiendo así a las distonías
vegetativas, al inestable equilibrio entre sistema nervioso
parasimpático o acetilcolínico y sistema nervioso ortosimpático o
adrenérgico.
Durante un mes la actividad de una órbita
celular se incrementa con su ión mientras las restantes no tienen
carencia del suyo sino un relativo descanso al tener cada una,
proporcionalmente, un menor aporte del ión que le corresponde. Este
ritmo de relevo jerárquico, fisiológico, en la célula, es fundamental
para su regeneración mediante la eficiente liberación de desechos por
vías emuntoriales, encabezadas por intestinos, que es la parte que, en
casi todos los casos, acusa primero la degeneración.
El
mayor número de cánceres corresponden a este anillo se produce por
deficiencia de magnesio y potasio y exceso de calcio y de sodio.
19.-
ANILLO TERCERO DE IRIS Y CÁNCERES CIRCULATORIOS.- Todo cuanto altera el
equilibrio fisiológico del organismo compromete el sistema nervioso, y
éste, a su vez el equilibrio psíquico. Una vez establecido el
desequilibrio de la vida afectiva y mental, se cierra el círculo
vicioso, de modo que los deseos, sentimientos y pensamientos perturbados
se convierten, a su turno, en perturbadores del estado emocional, del
equilibrio endocrino, hormonal y, por éste, de la armonía somática de
aparatos y órganos, tejidos y células del cuerpo físico. Así, la balanza
fisiológica va de mal a peor, mientras no se rompa este círculo
vicioso.
Lo que puede romper la rueda de la degeneración y
reemplazarla por la de la regeneración es el establecer, ya a este
nivel, asegurado el orden biológico creciente en los anillos 1 y 2º, el
dominio del anillo 3º mediante el turno semanal de metales en número de
ocho, según sus tonotropismos o trofotropismos, con preferencia total o
mayoritaria de los primeros (tonotropismos), es decir, de la
regeneración centrípeta (de fuera adentro), en vez de la centrífuga
(alimentaria o material, de la ingesta).
Cuadro sinóptico de las relaciones primarias del CICLO ASTRAL HEBROMADOSTATICO.
Día
Astro Símbolo astral Meses preferent. Metal embajador Símbolo Grupo
radial Elementos sinégicos Domingo Sol Leo Oro Au 79 1 b
H-Li-Na-Cu-Ag Lunes Luna Cáncer Plata Ag 47 1 b H-Li-Na-Cu-Ag
Martes Marte Hierro Fe 26 8 a He-Ne-A Miércoles Mercurio Mercurio
Hg 80 2 b Be-Mg-Zn-Cd Jueves Júpiter Estaño Sn 50 4 b
C-Si_Ge-Pb Viernes Venus Cobre Cu 29 1 b H-Li-Na-Ag-Au Sábado
Saturno Plomo Pb 82 4 b C-Si-Ge-Sn
Los siete metales
embajadores citados y el manganeso (Mn) tienen efectos tonotrópicos
destacados. Tres de ellos, hierro, estaño y cobre, necesitan estar
presentes en el organismo para cumplir funciones trofotrópicas. También
el Mn catalizador.
Los efectos tonotrópicos se logran:
por medio de minerales que son menos de los metales embajadores,
por los metales puros,
por compuestos químicos que los contengan en abundancia,
por complementariedad de un mayor aporte de elementos sinérgicos, como materia o como energía, de fuente vegetal,
por relación simbiótica filáctica con vegetales de cultivo euténico en que abunden estos elementos,
por cenizas de animales muertos (no matados) (como conchas, exosqueletos, mudas, huesos, plumas, etc),
por contacto con personas no carentes de tales elementos.
Los
efectos trofotrópicos tienen sus fuentes de suministro en soluciones
homeopáticas de minerales, o en aguas minerales, o en cenizas de
vegetales o de animales, o en cocimiento de aserrín de una u otra región
anular del cormo, o en decocciones de plantas de uno de los doce
redominios etesiostáticos.
Cuadro sinóptico de relaciones orgánicas y fisiológicas del CICLO ASTRAL HEBDOMADOSTÁTICO.
Día
Metal embajador Órgano capital Órbita Sistema o aparato Sinergia
anatomo- fisiológica Domingo Oro Corazón 3 circul. Circulatorio
sanguíneo Glomus neuro-vasc.-plexo solar Lunes Plata Estómago 5 nerv.
Psicoceloma (etérico) Mamas – sudoríparas Martes Hierro Genitales 4
resp. Nervioso – genital Cerebro Miércoles Mercurio Pulmón 1 estómago
Respir. – muscular Intestinos Jueves Estaño Hígado 6 linfát. Glandular
Exocrinas – endocrinas Viernes Cobre Riñón 2 intest. Linfático –
urinario Hematopoyesis Sábado Plomo Bazo 7 dérmico Óseo Articular
El mayor número de cánceres correspondientes a este anillo se producen por:
carencia de hierro magnético en el organismo.
carencia de las dosis oligo-elementales de estaño (sobre todo en la lengua) y de cobre (hígado, cabello y riñones).
carencia de transito orgánico de helio y argón por falta de baño de sol.
exceso de tonotropismos con lámparas de neón.
exceso de carbono por alimentación excesiva y desequilibrada de glúcidos.
carencia de silicio, por falta de alimentos celulósicos con hemicelulosa.
falta de tonotropismos de germanio.
exceso de tonotropismos de plomo y de trofotropismos de este elemento por agua de tuberías.
exceso local de acidosis por hidrogeniones bloqueados.
carencia de litio que altera el metabolismo paratiroideo del calcio.
exceso de sodio por el vicio universal humano de salar con sal común, de mesa.
falta de tonotropismos por ausencia de contacto con plata y oro (ya no circulan monedas de estos metales).
falta de tonotropismos con mercurio o menas de plomo.
Los
referidos metales deben ser reforzados por el consumo de vegetales o
cenizas (trofotropismos) o por el contacto exterior de tales alimentos o
plantas o de sus decocciones o cenizas o barros (tronotropismos), de
acuerdo con la vibración regente de cada uno de ellos según el mes del
año. Es entonces cuando el manganeso dinamiza mejor la vibración de cada
uno de los citados metales en su sinergia con el organismo humano.
Estas acciones de comunión energética por la astralidad del amor que
unifica (cristifica) las fuerzas manifestadas de todo el universo tienen
mayor efecto con arreglo a los predominios electroquímicos de cada mes
natural del año. Para el hierro, meses de Aries y Escorpio, que
corresponden a regencia de Marte. Para cobre, meses de Tauro y Libra,
por Venus. Para Mercurio meses de Géminis y Virgo, por Mercurio. Para
Plata mes de Cáncer por Luna. Para Oro mes de Leo por sol. Para Estaño,
mes de Sagitario y Piscis, por Júpiter. Para Plomo meses de Capricornio y
Acuario, por Saturno. Cuando un vegetal no ha cumplido su ciclo vital y
sus frutos no corresponden con el mes, los trofotropismos no deben
efectuarse, o no ser un corto número de hojas, sino que debe recurrirse
solamente a los tonotropismos que respetan la vida del ejemplar. El
siguiente cuadro destaca las especies de mayor interés.
Cuadro sinóptico de VEGETALES preferentes del CICLO ASTRAL ETESIOSTÁTICO.
Aries HIERRO Cactus
Cardos
Árboles espinosos
Ajo
Cebolla
Hiniesta
Brusco
Alcaparra Genciana
Jengibre
Espino
Madreselva
Rábano picante
Pimienta
Mostaza
Hisopo Ortiga
Sabina
Aro
Escaramujo
Ajenjo
Anémona
Lepidio Coriandro
Ranúnculo
Tojo
Lúpulo
Velesa
Levadura
Alcaparra Tauro COBRE Cáscara sagrada
Bardana
Acebo
Grama
Clavo especia
Geranio
Saúco
Menta Cresta gallo
Vellorita
Algodonero
Alcachofa
Narciso
Haba
Uva espina
Uva de vid Hierbacana
Poleo
Hierbabuena
Azucena
Cereza roja
Tanaceto
Acedera
TRIGO Manzana
Albaricoque
Fresno
Ciprés
Granado
Verbena
Aliso negro
Sanícula Géminis MERCURIO Alcaravea
Dulcamara
Azalea
Eneldo
Zanahoria
Hinojo
Helecho Marrubio
Avellano
Cinoglosa
Regaliz
Lavanda
Lirio del valle
Mejorana
Énula Mora
Mirto
Perejil
Abrótano
Valeriana
Castaño
Mandrágora Almendras
Higo seco
Algas marinas
Sésamo
Berro
Verduras verdes crudas
Escarola Cáncer LUNA
PLATA Arce
Berza
Alheña
Salvia
Rosa blanca
Hisopo Alhelí silv.
Miosotis
Berro
Adormidera bl.
Nenúfar
Violeta Mercurial
Hongo (setas)
Saxifraga bl.
Lirio blanco
PEPINO
LECHUGA Palma
Lunaria
Pamplina
Calabaza
Sauce
Hierba coral Leo ORO Almendro
Arroz
Maíz
Celidonia
Muérdago
Amapola
Enebro Maíz
Manzanilla
Laurel
Adormidera
Buglosa
Trébol Eufrasia
Heliotropo (girasol)
Azafrán
Incienso
Enredadera
Centaura Olivo
Nogal
Peonía
Ruda
Angélica
Tormentila
Virgo
MERCURIO
Ciruela pasa
Manzana
Además las de Géminis y de efectos laxantes, vermífugas, tenífugas, carminativas y eupépticas.
Frutas secas
Cítricos
Patata con piel
Soja
Frutos secos
Raíces Libra COBRE Levaduras
Col
Además las de Tauro, las diuréticas y sedantes. Trigo integral
Nuez de Brasil Germen trigo Limón Escorpio HIERRO Levadura cerveza líquida
Salvado
Espinaca
Albaricoque
Higo seco Cereales integrales
Melaza (miel de caña)
Soja
Coco Ciruela pasa
Almendra
Lenteja Sagitario ESTAÑO Espárrago
Fresa
Menta
Albaricoque
Borraja
Abedul
Roble Fresno
Mora
Anís
Betónica
Lima
Coclearia Clavel
Agrimonia
Estramonio
Nuez moscada
Caña dulce
Tilo Higuera
Mirra
Castaño
Toronjil
Achicoria
Amargas-hepáticas Capricornio PLOMO Níspero
Membrillo
PINO
Ciprés
Olmo
Tejo
Sauce
Endrino Cebada
Centeno
Consuelda
Fumaría
Musgo
Cáñamo
Cola de caballo
Pinabete Chirivía
Trinitaria
ESPINACA
Ruda
Centinodia
Bolsa pastor
Tamarisco
Hiedra Sen
Mandrágora
Dulcamara
Acónito
Beleño
Milenrama
Juncos
Pirola
Además plantas acárpicas, seudocárpicas, venenosas, muy lignificadas,
muy corpulentas, de tallo largo, gimnospermas, frutos negros, maderas,
serrines. Y todas las que fructifican muchas veces antes de morir.
Acuario PLOMO Como las de Capricornio. Los de semillas que comen los
pájaros. Los de plantas que prosperan en terrenos mineralizados con
wolframio (tungsteno) o rubidio. Piscis ESTAÑO Como las de
Sagitario. ALGAS MARINAS.
20.- ANILLO CUARTO Y CÁNCERES DE RESPIRATORIAS Y EPITELIOS
En
el anillo cuarto son más frecuentes los cánceres en vías respiratorias,
o en piel, o mucosas o superficies orgánicas en contacto con gases o
líquidos en circulación o a presiones muy variables y arritmias. Las
hipotonías o distonías ortosimpáticas preceden casi siempre los casos y
propician, por tanto la precancerosis. Las afinidades electroquímicas
ajenas a la presencia del oxígeno deben mantenerse normales para evitar
la aparición de estas neoplasias. Son, pues, los halógenos el grupo de
elementos químicos que sirven como clase de este anillo. El Flúor del
primer periodo, órbita o anillo; el cloro del segundo periodo; ambos del
grupo VII. El bromo es del tercer periodo, grupo VII b; el lodo, del
cuarto periodo grupo 7 b. además, como catalizador general, el manganeso
de tercer periodo y grupo 7 a.
Una vez regenerados los anillos 1,
2 y 3, se refuerzan las triplicidades etesiostáticas de los halógenos.
Desde antiguo son conocidos bajo este nombre cuatro elementos del grupo
VII: Flúor, Cloro, Bromo, Yodo, cuyos símbolos son F – Cl – Br – I. cada
uno de ellos tiene predomino de una vibración del éter o tatwa: de
acuerdo con el predominio tátwico de cada mes, por triplicidades,
aplicamos la cronarquía del aporte energético de estos cuatro elementos
para la regeneración de este cuarto anillo orgánico según se refleja en
los iris.
Fuego (Tejas) en Aries y Sagitario Tonotropismos y trofotrop. de BROMO
Tierra (Prithivi) en Tauro, Virgo, Capricornio Tonotropismo y trofototrop. de FLUOR
Aire (Vayu) en Géminis, Libra, Acuario Tonotrop. y trofototrop. de YODO
Agua (Apas) en Cáncer, Escorpio, Piscis Tonotrop. y trofototrop. de CLORO
En
los meses que no corresponden al tatwa Apas (agua) conviene tender a la
escasez o carencia de aporte de cloro, que es el elemento del que más
se abusa al salar los alimentos. En los meses de cloro (de agua) el
cloro mineral debe ser para los aportes trofotrópicos, de preferencia,
el del Cl Mg (cloruro magnésico) y el de Cl K (cloruro potásico); el
primero es de sabor amargo; el segundo salado. El yodo debe proceder
principalmente, de algas marinas. El flúor y el bromo deben proceder de
prácticas tonotrópicas que de trofotrópicas.
Los
halógenos son sinérgicos, en su primera cuadratura del huevo áurico, con
los elementos del grupo 1ab: H – Li- Na – Cu – Ag – Au. La presencia de
manganeso amplía la sinergia al K y al Rb (que son del grupo 1 a.
Los
halógenos tienen en la oposición una sinergia más destacada con B – Al y
Ga, del grupo 3 b. el manganeso amplía esta sinergia al grupo 3 a, con
Sc (escandio) y el Y (Ytrio).
Los halógenos en la
tercera cuadratura actúan de modo sinérgico favoreciendo el metabolismo
del N – P – As – Sb – Bi, del grupo 5 b. estas sinergias deben
aprovecharse para el aporte de los correspondientes tonotropismos o
trofotropismos. El manganeso amplía el beneficio al grupo 5 a, con el V
(vanadio) y el Nb (niobio).
El anillo u órbita 4
corresponde a respiración y ésta función depende del oxígeno. Los
halógenos derivan de ácidos (compuestos con hidrógeno) en los que no hay
oxígeno: fluorhídrico, clorhídrico, bromhídrico, yodhídrico (FH – ClH –
BrH – IH). Si estas sales no aparecen en la debida proporción, por
ejemplo por exceso de Cl y defecto de F – Br – I, los fenómenos de
oxidación se desequilibran, el oxígeno entra en distonía local o
general, y el cáncer o, antes de este, miles de enfermedades previas,
hacen su aparición, con lo que el ignorante paciente se entrega al
médico para que burle a la naturaleza y persiga la enfermedad. La
curación empeora la degeneración y la naturaleza no queda burlada; el
único engañado es el paciente, y también el médico de buena fe, que cree
que su labor es buena porque lo acredita y le permite ganar más dinero
que otros, al menos que los nuevos que se encuentran con un título a
merced de los que lo manejan. Hay muchos médicos novatos utilizados como
enfermeros o auxiliares, con tal de tener algún ingreso y ver si se
deciden a “dar palos de ciego” contra natura, caiga quien caiga.
21.-
ANILLO QUINTO Y CÁNCERES DE CEREBRO, SISTEMA NERVIOSO CENTRAL,
GENITALES Y ANEXOS. Las vibraciones perturbadas de la quinta órbita, que
en el Sistema Solar correspondió al planeta Lucifer y, en la actualidad
a los asteroides afectan cerebro, genitales y el puente óseo y nervioso
de columna vertebral y médula espinal. La profilaxis que condiciona
cualquier posibilidad de regeneración debe comenzar por la estática
fisiológica de metaloides eterobióforos, dado su virtud catalizadora y
magnética. Son eterobióforos (portadores de éter del cuerpo etéreo, en
corrientes tónicas, no clónicas ni atónicas) los nueve metaloides de
menor peso atómico y número atómico siguientes: B 5 - C 6 – N 7 – O 8 –
Si 14 – P 15 –S 16 – As 33 – Se 34. Del grupo 3 hay que destacar, como
principal la importancia del oligoelemento Boro. Del 4 la del Carbono y
Silicio. Del 5 la del Nitrógeno, Fósforo y Arsénico. Del grupo 6 la del
Oxígeno, Azufre y Selenio. El orden de uso de estos elementos es el de
sus números atómicos, teniendo en cuenta que el Oxígeno se utiliza con
cada uno de ellos y el Azufre y Selenio pueden usarse simultáneamente.
Cada
día de la semana deben combinarse los geotropismos y fitotropismos del
metaloide eterobióforo con su fonotropismo sinérgico, su cromotropismo,
las vértebras de resonancia óptima y el nivel orgánico zodiacal que
corresponda. Los geotropismos proceden de mineraqles, los fitotropismos
de plantas; los fonotropismos de sonidos de la escala musical septenaria
(do, re, mi, fa, sol, la, si) por los respectivos diapasones golpeados
con mineral; los cromotropismos por vibraciones luminosas localizadas en
vértebras, según los siete colores del espectro, más el magenta. Las
vértebras corresponden para la humanidad actual en su inferior nivel a
cervicales, dorsales y lumbares que son, simbólicamente, los 24 ancianos
ante el trono (del Apocalipsis); el trono es el cráneo, en donde están
el “rey” (pineal) y su “presidente de gobierno” (hipófisis). La sinergia
de nivel orgánico aparece cada ocho vértebras consecutivas, para el
mismo día de la semana. Si llamaos nº 1 a la nota La, 2 a Si, 3 a Do, 4 a
Re, 5 a Mi, 6 a Fa, 7 a Sol, serán sinérgicas las vértebras que llevan
el mismo dígito.
Todas estas acciones surtirán efecto
regenerador sorprende siempre que haya precedido la regeneración de los
cuatro anillos u órbitas anteriores durante el período de tiempo
efectivo necesario. Por lo general, se requiere varios años de rigor,
sin infracciones, pero la persona degenerada, en lugar de morir en plazo
de semanas o de pocos meses, va cada vez mejor, pese a las crisis
(revoluciones orgánicas) que tienen carácter regenerador, aunque den
sufrimientos o molestias. El siguiente cuadro sinóptico orienta sobre el
modo de empleo de los factores regeneradores cuyo conocimiento ha de
adquirir el médico, el paciente o la persona capacitada que dirija la
regeneración y que no debe aceptarse porque lo diga ella u otra persona
que no sabe nada de nada y parece saber todo de todo. No se llega a amar
al universo y comulgar con él en todos sus seres fácilmente, con
capricho doloso de comprador de la vida. Solamente aquellos que merezcan
la iniciación profunda la recibirán y, probablemente, será de modo
directo y no por medio de semejantes. Los demás manipularán la letra que
mata y la corromperán, como siempre sucedió; la corromperán más que
todo cuanto les rodea y puede caber, en el presente, en sus miserables
almas de monopolizadores de la verdad. Pero Cronos no tiene prisa, todo
el tiempo es suyo, él mismo y estos perversos o pervertidos de hoy
llegarán, con los siglos, a no estar contra el universo sino a formar
brillante y destacada parte de él. Nada debemos despreciar. Sin
comprender esto no hay esperanza y, sin esperanza la fe no puede obrar
lo superior, lo superante.
Cerebro y genitales son los
polos opuestos del anillo 5, el de nuestra merecida pérdida del Edén (de
la armonía con el macrocosmos). El cerebro es el órgano del pensamiento
y, en consecuencia, el centro que sirve de puente entre el cuerpo
mental (del pensador, del Yo consciente, del capaz de comprender y
encontrar las causas) y el cuerpo físico. Los genitales son los órganos
receptores y acumuladores del registro o memoria de las vibraciones del
individuo que se transmitirá a la especie con el gameto. Su sintonía
procede de la especie y retorna a la especie, reintegrada en un nuevo
individuo, fruto de la reproducción. El cerebro es eco de la conciencia
humana individualizada y los genitales lo son de la conciencia de la
especie. La falta de equilibrio de ambos polos y estados en el Yo
consciente tiene su colmo y límite en los cánceres que corresponden a
este anillo.
En el cuadro a que nos referimos indicamos la nota musical:
La con la letra A
Si con la letra B
Do con la letra C
Re con la letra D
Mi con la letra E
Fa con la letra F
Sol con la letra G
Cuadro
sinóptico de correspondencia de SECTORES VERTEBRALES, VERTEBRAS,
REINOS, VIBRACIONES CROMÁTICAS, MESES, NOTAS, METALOIDES, ETEROBIOFOROS,
TATWAS, DIAS
Sector columna Nº. vér
tebra Reino evolut. Color Mes Nota Símbolo
Element, Tatwa Día Vértebras de igual día Cráneo Divino Cervical 1 Humano Magenta C-F Se-As
X C1-D1-D8-L3-S5 Cervical 2 Humano Violeta B-F S
M C2-D2-D9-L4-C1 “ 3 “ Azul A-E P
L C3-D3-D1O-L5-C2 “ 4 “ Turquesa G-D Si D C4-D4-D11-S1-C3 “ 5 “ Verde F-D O
S C5-D5-D12-S2 “ 6 “ Amarillo E-C N
V C6-D6-L1-S3 “ 7 “ Naranja
D-C C
J C7-D7-L2-S4 Dorsal 1 “ Rojo SHAPE \* MERGEFORMAT C-B B X C1-D1-D8-L3-S5 Dorsal 2 Animal Magenta C-A As-Se
M C2-D2-D9-L4-C1 “ 3 “ Violeta B-A S
L C3-D3-D10-L5-C2 “ 4 “ Azul A-G P
D
C4-D4-D11-S1-C3 “ 5 “ Turquesa G-G Si S C5-D5-D12-S2 “
6 “ Verde F-F Si V C6-D6-L1-S3 “ 7 “ Amarillo E-F P
J C7-D7-L2-S4 “ 8 “ Naranja D-E S
X C1-D1-D8-L3-S5 “ 9 “ Rojo C-D Se-As
M
C2-D2-D9-L4-C1 “ 10 Vegetal Magenta SHAPE \* MERGEFORMAT
C-D B L C3-D3-D10-L5-C2 “ 11 “ Violeta B-C C
D C4-D4-D11-S1-C3 “ 12 “ Azul A-C N S C5-D5-D12-S2 Lumbar 1 “ Turquesa G-B O
V C6-D6-L1-S3 “ 2 “ Verde F-A Si
J C7-D7-L2-S4 “ 3 “ Amarillo E-A P
X C1-D1-D8-L3-S5 “ 4 “ Naranja D-G S
M C2-D2-D9-L4-c1 “ 5 “ Rojo G-G Se-As
L C3-D3-D10-L5-c2 Sacra 1 Mineral Magenta C-F As-Se
D C4-D4-D11-S1-c3 “ 2 “ Violeta B-F S
S C5-D5-D12-S2 “ 3 “ Azul A-E P
V C6-D6-L1-S3 “ 4 “ Turquesa G-D Si J C7-D7-L2-S4 “ 5 “ Verde F-D O
X C1-D1-D8-L3-S5 Coccígea 1 “ Amarillo E-C N
M C2-D2-D9-L4-C1 “ 2 “ Naranja D-C C
L C3-D3-D10-L5-C2 “ 3 “ Rojo SHAPE \* MERGEFORMAT C-B B D C4-D4-D11-S1-C3
Llevar
a la práctica estos tonotropismos y trofotropismos con miras egoístas o
mercantiles sin controlar las vibraciones del cuerpo astral,
permaneciendo esclavo de los vicios capitales sin cultivar y hacer
florecer las virtudes opuestas es otra forma de “curar-2 (de corromper),
aunque sea más natural que las alopáticas, pero no de regenerar.
Especialmente en el anillo Quinto los problemas no se resuelven mientras
no se consiga que las vibraciones de los siete chacras fundamentales
sean armónicas.
Chakra Topografía Vicio Virtud Color
dominante Muladhara Sexual Envidia Caridad Rojo Swadhistana
Suprarrenal Ira Paciencia Naranja Manipura Páncreas-bazo Gula Templanza
Amarillo Anahata Timo Soberbia Humildad Verde Vishudha Tiroides
Pereza Diligencia Azul turquesa Ajna Hipófisis Lujuria Castidad Añil
Sahasrara Pineal Posesividad Generosidad violeta
Conseguir en los demás pares de opuestos una polarización positiva es una necesidad imprescindible para evitar toda neoplasia:
Fe
en vez de Infidelidad Lealtad en vez de Traición Sinceridad Hipocresía
AMOR “ Odio Esperanza Desesperación PIEDAD “ Impiedad
Benevolencia Malevolencia Verdad “ Mentira Prudencia
Imprudencia Discreción “ Indiscreción Justicia Injusticia
Fortaleza “ Debilidad Morigeración Excesos Concentración “
Distracción Interés Indiferencia Meditación “ Irreflexión
Perseverancia Inconstancia Decisión “ Timidez Valor Temor
ORDEN “ Desorden Disciplina Indisciplina Legalidad “
Ilegalidad
22.- ANILLO SEXTO Y CÁNCERES LINFÁTICOS. En la
cancerosis la linfa es la vía de propagación que anula el esfuerzo
natural salvador de localización en un solo órgano o punto del
organismo. Esto sucede así porque se requiere acabar con la degeneración
antes de llegar a esta órbita o anillo, que es el del sistema
linfático. Se requiere que la regeneración preceda en los anillos 1 a 5
antes de que pueda ser efectiva en el sexto. En este, si los anteriores
han sido debidamente atendidos como se indica para el equilibrio de las
“semillas” u homeomerias, como diría el primero Anaxágoras de Klazomene,
secundado luego por Aristóteles, ateniéndose al concepto intuitivo de
“nous” o mente, principio ordenador de la armonía electromagnética de
los átomo, la neoplasia no se producirá o podrá ser anulado su carácter
letal, por el rigor de todos los medios anteriores reforzados por la
presencia del Estroncio (Sr), Ytrio (Y), Circonio (Zr), Niobio (Nb)
Molibdeno (Mo). Estos tienen un efecto catalizador en el metabolismo
celular y organular contrario a la alentesis que aparece en el origen de
toda patología.
23.- ANILLO SÉPTIMO Y CÁNCERES DE
HUESOS, MÚSCULOS Y PIEL. Los tonotropismos centrípetos van desde afuera
de la piel hacia adentro. Son los medios más naturales y eficaces de
entrenamiento fisiológico que impida la degeneración que, finalmente,
puede llegar a neoplasias malignas.
Como la piel es la
superficie por donde entran las impresiones procedentes del medio
exterior y en ella están ubicados los órganos de los sentidos, en
comunicación con el exterior, deberemos utilizar las influencias más
concernientes al cuerpo físico, como vibraciones del éter, y las que se
especifican en cada sentido en correspondencia, también, con los cinco
tatwas fundamentales y que afectan más al cuerpo etéreo. Para el cuerpo
físico, material, de carne y hueso, tenemos: tonotropismos
Clase
I TATWA Akasha Éter Debidos a presión o vacío Barotropismos Clase
II “ Tejas Fuego Debidos a temperatura Termotropismos Clase III
“ Vayu Aire Debidos a gas o difusión Neumotropismos Clase IV “
Apas Agua Debidos a agua o líquido Hidrotropismos Clase V “
Prithivi Tierra Debidos a sólidos Estéreotropismos
Para el
cuerpo etéreo, molde, contenedor y medio automotriz de los corpúsculos
de cada átomo, tenemos los tonotropismos estesióforos:
Tatwa Órgano Naturaleza sensoria Fenómeno Denominación del tropismo
Por
organo rece-ptor Por naturaleza vibratoria Akasha Oído Auditiva
Audición Ototropismo Fonotropismo Tejas Vista Visual Visión
Optotropismo Fototropismo Vayu Piel Táctil Tacto Dermotropismo
Hafetropismo Apas Lengua Gustativa Sabor Glosotropismo Geustotropismo
Prithivi Nariz (pituitaria) olfativa Olor Rinotropismo Osmotropismo
Akasha domina en el sonido, vibración sonora.
Tejas domina en la luz, vibración luminosa, por color forma, relieve.
Vayu domina en el contacto, vibración adjuntiva.
Apas domina en la solución, vibración refractante, ionizante.
Prithivi domina en la ósmosis, vibración penetrante.
24.-
FACTORES EXÓGENOS DE CANCEROSIS. Casi en su totalidad son debidos a la
imposibilidad de escapar al encadenamiento social de una sociedad
agonizante; o a la adaptación egoísta a una situación falsa por no
querer conocer otra mejor o no creer en su eficacia. Consignemos los más
destacados de estos factores:
Religiosos. Para escapar
a la tensión agotadora de lucha incruenta por oposición contra los
demás o de los demás contra el uno, éste se interesa en un ideario
religioso que le facilita cambios psíquicos y de conducta beneficiosos.
Pero como está muy degenerado, en mayoría de casos, se convierte en un
fanático que entiende la religión como un deber de proselitismo y de
combatir a todos los que no piensen de igual modo. Y el desgaste
energético y el desequilibrio psicosomático aumentan en vez de
disminuir. La única religión o secta verdadera o interesante es la
“suya”; las demás son falsas o despreciables y deben ser silenciadas, o
mejor, combatidas. La degeneración aumentada acerca la precancerosis y, a
menudo, alcanza el final de malignidad irreversible.
Sociales.
Para escapar a la inseguridad del futuro y al peligro de la injusticia,
el humano se deja captar por un ideario que considera viable y
conveniente a sus intereses, defendible con sobrados argumentos y
sacrifica a una sociedad futura que considera probable su
individualidad, pero su personalidad se rebela y encuentra medios
insociables de atacar a los opositores para arreglar el mundo antes de
morirse, hecho que precipita, sin darle tiempo, a menudo a colmar la
medida con algún proceso canceroso.
Políticos. Para
escapar a la exaltación apabullante de determinadas personas que se han
cruzado en su vida y se han hecho odiosas o han irrogado daño al
apolítico, se convence de que debe conocer las ideas políticas de los
opositores y las encuentra muy convenientes y demostrativas de que
sirven para derrotar al o a los odiosos adversarios. Se entrega a la
política con entusiasmo de jugador con esperanza de hacer de tahúr si es
preciso con tal de triunfar. Estas vibraciones violentas, pasionales
desequilibran su cuerpo astral, acortan su vida, lo despreocupan de su
salud, lo incitan a explotar a su propio cuerpo, como hacen sus
correligionarios, muy dados a tabernas, bares, banquetes y reuniones
nocturnas, aunque la nocturnidad no entrañe alevosía. Se dirige hacia la
cancerosis a gran velocidad. Algunos llegan a ella por este camino.
Laborales.
Para escapar a la hostilidad de los subordinados y obtener mayor
ganancia, los jefes organizan una política profesional y de clase en que
el empleo de máquina pueda reducir el de mano de obra y pueda aumentar
el paro y la sumisión incondicional de los sin empleo que necesitan
comer cada día y llevar provisiones para su familia. Además, la
competencia de los de su propia profesión priva de la libertad de
imponer precios y ejercer monopolios a su libre arbitrio. Por otra
parte, para escapar a la explotación de los propietarios de empresas,
los subordinados crean problemas en la producción; se organizan,
consiguen leyes de protección; trabajan lo menos posible; favorecen la
mala calidad del servicio o del producto a favor de los jefes de la
competencia, mientras el Estado se ocupa de conciliar empleadores y
empleados de manera compulsiva, con el resultado de aumentar los odios,
disgustos, problemas y encarecimiento de la vida con daño o impotencia
del público que ha de sufrir esta lucha, incruenta, mientras ambas
partes puedan resistirla a duras penas. Todo esto no alarga la vida, no
lleva a la regeneración individual, sino al aumento de casos de
agotamiento nervioso con anoxia focal y cancerosis.
Económicos.
Por cada semilla que brota la planta da cientos o miles, a veces
durante varias décadas. Y, si no padece la intromisión explotadora del
hombre, verifica esta multiplicación y abundancia sin esfuerzo humano
alguno, mientras la planta no ha llegado a quedar degenerada por mano
del hombre. Así es la Ley de Abundancia, natural, espontánea. Cuando el
hombre imita a la naturaleza en vez de subyugarla, y no cesa de
equilibrar el suelo y dejar en él ese creciente número de semillas con
la oportunidad selectivas del propio reino vegetal, sin monocultivos,
las especies vegetales no degeneran y la tierra se puede volver a cubrir
de verdor, y desaparecer los desiertos y las sequías y las plagas y las
carencias de oligoelementos y desaparecer el excedente de semejantes
destructores y corruptores y volver el equilibrio demográfico que
necesita la humanidad y el planeta. El hombre degenerado entenebrece la
vida ajena, y sus semejantes proceden con él del mismo modo. Cada uno da
preferencia a productos artificiales, adulterados, antinaturales. Su
multiplicación es incomparablemente menor que la natural, mucho menos
rentable; antieconómica para toda la especie humana a largo plazo. Lo
que no era indispensable a la especie se propaga, se anuncia
encareciendo el pago del producto. El consumo se hace acostumbrado, se
convierte en satisfacción hedonista, sibarita.
La
corrupción llega a ser característica de los jefes y poderosos primero, y
de la multitud imitadora, aspirante a la igualdad, después. El mayor
poder, el de los autoritarios contra natura se impone a los de menos
poder; el poder del número, de la mayoría estúpida y corrompida, se
impone a la minoría. Consecuencia de democracia basada en el oto. La
minoría impotente lleva, siempre, al principio, la peor parte. Luego el
mal se extiende y no se salvan ni los que son mayoría por voto ni los
que son competidores por su poder. Entonces se hacen concesiones. Se
permite aumento de precios. Quienes no pueden pagarlos para mantener su
nivel de vida antinatural, reclaman elevación de sueldos, disminución de
horas de su pesada jornada, aumento de festivos y de vacaciones. El
Estado sigue concediendo, generosamente, justamente. Aquellos que han de
pagar estas concesiones, o van al cierre de su negocio o imitan a sus
competidores y suben precios en vez de rivalizar en precios más bajos, o
dan un producto de inferior calidad a los del competidor, o nocivo,
adulterado de modo que no se descubra, o pagan mayor comisión o mayor
margen de beneficio que el que se modera en el alza de precios. Así hace
fracasar la venta del producto competidor de calidad fiable para vender
el suyo que engaña al ignorante e insensato comprador. Este turno de
lucha incruenta se repita durante décadas de la vida del luchador. Es un
estado vibratorio que va produciendo lenta y segura destrucción. En el
animal herbívoro que pace y cuenta con medios de escapar del depredador
la vibración negativa es escasa y el que es apresado es destruido de
inmediato sin poder transmitir a descendientes este hábito vibratorio
degenerante. El animal carnívoro huye si está en inferioridad y ataca si
está en superioridad. Sus vibraciones pueden ser negativas pero no
tanto ni tan continuas como las de la especie humana. Una guerra civil o
internacional, o la alternativa de invadir otros pueblos y
esclavizarlos (a estilo moderno) o ser invadido por ejércitos
extranjeros, permite un alivio al desequilibrio ecológico por
superpoblación de la nefasta especie humana. Mueren millones de
semejantes de una u otra lengua, de una u otra raza. Y los bloques
imperialistas, con sus amos, difieren algún tiempo más su duelo final,
en el que toda la vida sobre el planeta o la mayoría, desaparecerá
Estas
perspectivas no cambian las costumbres de los degenerados cada uno
pugna, con merma de su salud física y psíquica, mientras sus hijos,
mimados, son atrapados y su posible futuro deshecho por los mercaderes
de drogas, de vicios, de diversiones estúpidas, de lujos para poderosos
del dinero. Los menos degenerados y más jóvenes y previsores, se
convierten en vanguardia y esperanza de alguna supervivencia, tras la
desaparición de esta sociedad de sus progenitores y adultos, tan maduros
como podridos. Todo este océano de creciente e inusitada tempestad
llena de atmósfera mental, afectiva y física de la tierra de vibraciones
destructoras, cuyo colmo, creciente con rapidez, de carácter epidémico
potencia los factores carcinogenéticos.
Familiares.
Para escapar al fracaso del matrimonio prostibulario, en el que la unión
del joven varón y la hembra joven no fue más que libertinaje actual de
una aventura sexual abusiva, viciosa y de competidora vanidad del
instinto de reproducción, surgió la demanda legal del divorcio y de
nuevos enlaces en la medida repetitiva que los medios económicos de los
contrayentes lo permitan. O en que la habilidad seductora, engañadora,
de uno, de otro o de ambos, pueda reemplazar al dinero, cuando no sean
ricos. Los pobres no aspiran al derecho a la virtud, que nadie les
disputa, sino al derecho al vicio y, ya que las leyes no atienden al
vicio de los desheredados, han conseguido tomarse por su cuenta el
derecho de los afortunados y forman pareja, prescindiendo de la
intromisión mercantil de autoridades religiosas o civiles. A este punto
suelen llegar pletóricos de suciedad anímica, cuando ya, por ley natural
de los degenerados han conseguido saciar su experiencia concupiscente
de amor libre, del desenfreno, y han podido librarse de la brutalidad de
sus congéneres de liviandad y de los mercaderes de drogas y demás
factores corruptores. Estas parejas, desengañadas, buscan lo mejor, que
pueda anular el recuerdo ominoso de lo peor, y muchas llegan a ser las
familias verdaderas, mejores, del apocalíptico presente. Compartir como
compañeros de fatigas, las vicisitudes, hambres, paros, deseos de
autosuperación, comprensión de ideas espirituales, búsqueda de amor,
servicio, compasión a todo ser, de paz que no sea efímera, es salvador
para algunos. Pero el desgaste de estos largos afanes y desvaríos puede
frustrar el final de los mejores y el embrutecimiento puede acabar con
la esperanza de regeneración de los peores. En ambos casos, la situación
psíquica no aleja del cáncer sino que precipita a la expiación de
muchos errores y al final penoso de los males, víctima del mal físico
supremo. También llevan el mismo camino las familias frenadas, que temen
el desenfreno de su fracaso, que se resignan a seguir soportando a
quien no aman pero que puede acarrearles mayores males si optan por
declarar guerra abierta para merecer la paz.
Alimenticios.
Para escapar a templanza, que es la más repudiada de las virtudes
humanas, los mercaderes de la química, de la enfermedad, de las
costumbres y de los alimentos que más degeneran se organizan para
explotar los factures de la gula y comienzan, como su padre Caín, por
enfermar la tierra y sus microorganismos, de modo que cuanto depende de
ella pueda estar degenerado, pueda llegarse al desequilibrio de cuanto
produce; puedan enfermar y morir los vegetales, animales y personas que
consumen lo que les aporta esta tierra enferma. Se organizan como
médicos del suelo y de los vegetales, para obligar a sus clientes a que
sus plantas y terreno de cultivo queden, en lo sucesivo, viviendo
siempre artificialmente, sin poder prescindir de drogas que les venden
como “específicos” de su negra ciencia.
Se organizan
los que viven a costa de las enfermedades de los animales que han de ser
degenerados por ellos por medio de la alimentación con vegetales
desequilibrados o con otros animales enfermos por igual causa. Los
animales explotados por el ser humano, mimados en una esclavitud a
caprichos de los amos, víctimas de la estúpida credulidad en la ciencia
negra del veterinario, quedan sometidos al negocio de los mercaderes que
programan su codicia con sueros, vacunas, fármacos y operaciones de los
exterminadores; ya no tendrán libertad de vivir en ningún momento, sino
artificialmente. A menos que sean abandonados por los matadores
cazadores y dueños de vidas que sirvan de juguete a sus niños, en cuyo
cariño y protección creyeron. Entonces perecen pronto bajo los
neumáticos de conductores que prefieren su velocidad a la prudencia al
servicio de la conciencia que desconocen. Se organizan quienes viven de
las enfermedades de las personas, para que no abandonen sus costumbres
corrompidas y corruptoras. En nombre de la ciencia les hacen creer que
no se puede vivir sin proteínas animales, como fieras, porque ellos
fueron destetados con carnicería, y son retrógrados fieles a su
intangible tradición del derramamiento de sangre inocente y del matar
todo lo matable. Les hacen creer a sus devotos e ignorantes cientistas
que la grasa es parte esencial de la alimentación humana, como fuente
principal de calorías, indispensables para la salud.
Procuran
probar que los glúcidos (harinas, azúcares) son insubstituible fuente
provisora de fuerza, de energía. Cuando ya creen suficientemente
asegurada la oligofrenia del público con estos tres sofismas, repetidos
en millones de libros y de artículos por estúpidos escritores, ya no se
molestan en más explicaciones. La enfermedad continuará dando buenos
frutos y la prosperidad y el éxito hará fácil la vida de estos
inconscientes egoístas temidos por todos los estamentos sociales, a
partir de papas y jefes de gobierno. Con la enfermedad se afianza el
enfermo y los emolumentos, aunque no a perpetuidad ya que unos van
muriendo pero llegan otros nuevos, incesantes y más numerosos a
reemplazar sus curas y sus consecuencias yatrógenas. Se organizan muy
diversos profesionales corruptores de costumbres, para que trasnochen
las víctimas divertidamente, para que reciban el efecto pernicioso de la
pantalla del televisor, o para que fumen, o se droguen sin tabaco, o se
alcoholicen, o beban excitantes que los despabilen, o tomen hipnóticos
que les permitan dormir sin dejar de degenerarse, o que encuentren
ocasiones y justificaciones cada vez más frecuentes para asistir a
banquetes, a fiestas aturdidoras; u ocasión de torturar o matar animales
para saciar y aumentar la perversidad de sus instintos; o de crear
conflictos que demanden masivamente leyes para la libertad e impunidad
del aborto. Se organizan para poder llegar a adulterar absolutamente
todos los alimentos que se expenden al público, cualquiera que fuere la
clase de dieta que observe una persona. Y esto está ya casi totalmente
logrado para enfermedad y muerte insensiblemente gradual de los
consumidores cuya vida poco importa a los mercaderes que necesitan jugar
a la bolsa de los artículos comestibles con los productos que acaparan y
que pueden así vender creando una demanda que sea superior a la oferta
retenida, para que el precio y la ganancia no cesen de subir.
Químicos,
radiactivos y quirúrgicos. Para que nadie pueda escapar a los
sembradores de la muerte, ni ellos mismos, por supuesto, aunque otra
cosa se imagine, se multiplican los profesionales del envenenamiento, de
la desintegración radiactiva, de la cómoda mutilación progresiva de
órganos, de los injertos, de la inseminación artificial, de la
fabricación de monstruos vivientes. Infestan la tierra, los ríos, el
mar, la atmósfera, las plantas, los animales, los seres humanos. Se
organiza el exterminio de razas, de pueblos, de animales, de plantas
pero todos se sienten muy humanistas y solidarios de todos estos agentes
de dolor, muerte y degeneración progresiva. Nadie se atreve contra
ellos, solamente, palabras, carteles, libros que acaban por no despertar
atención. Soluciones absurdas mientras quede vivo tanto perverso
irremediable. Nadie debe extrañar que el cáncer epidémico sea la mejor
solución para una humanidad que lo merece, entre otros muchos finales
pavorosos.
25.-FACTORES ENDÓGENOS DE CANCEROSIS. El
hombre vibra a nivel mental, a nivel afectivo, a nivel físico. Cuando la
intensidad y la frecuencia de sus vibraciones negativas no pueden ser
estabilizadas, compensadas, por las positivas, el hombre degenera.
Finalmente llega a padecer cáncer u otra enfermedad destructora para que
las soluciones llegan tarde. Todos los pensamientos opuestos a la paz y
al amor son factores portadores de vibraciones degenerantes. Todos los
sentimientos de indeferencia para el mal de los demás seres, o de gozo
por el sufrimiento o la muerte de otros seres perturban profundamente el
aura del cuerpo astral y sus vibraciones tienden a ser peores a medida
que transcurre el tiempo, hasta nivel desequilibrador diabólico y
vampiresco, de modo que antes de morir los perdidos astrales hacen morir
sin responsabilidad legal suya a cuantos caen bajo su alcance o
dominio. Todos los actos opuestos al cumplimiento de las leyes naturales
y biológicas, que son en todo caso eternas, conducen al desequilibrio
fisiológico que tiene por dirección el sistema nervioso central del Yo
consciente y el ritmo respiratorio pulmonar y celular, de donde se llega
al punto inevitable del cáncer.
26.- CAUSAS KÁRMICAS.
La Ley de Causa y Efecto se cumple infaliblemente, cualquiera que sea la
opinión de quien la ignore o la menosprecie o la niegue o la deje de
cumplir en la práctica. Estamos en tiempo de un masivo saldo de deudas
kármicas, procedente de decenas de años antes de nacer el sujeto, o de
siglos o milenios. Nacen ahora humanos con muy añejas deudas del pasado y
habrán de pagarlas ahora y no al cabo de tiempos futuros más distantes.
Pagarán con sus vidas el mal uso que dieron a los minerales en un
pasado inidentificable. Y la destrucción de plantas que no era necesario
destruir. Y la de animales que amaban la vida y sus alegrías y fueron
matados por fines de explotación o diversión.
Y la de
personas a las que mataron en un momento dado, o cuya muerte llevó a
efecto lentamente durante veinte, cuarenta o setenta años de
mortificaciones incesantes. Esta conducta negativa no sólo daña a todos
los seres del entorno del malhechor, o a una parte de ellos, sino que
las vibraciones inarmónicas que la acompañan y caracterizan, merman el
equilibrio de la vida física, de la afectiva y de la mental, acortando
la vida del comitente de tales maldades y haciéndole sufrir enfermedades
frecuentes que quiere combatir y combate, yendo a comprar la salud al
vendedor profesional.
27.- VIBRACIONES DEL ÉTER Y
ELOECTROMAGNETISMO ANIMAL. La perturbación de la especie humana
determina en las presiones ambientales y en las fisiológicas, son
factores de enfermedad y de precancerosis. Lo mismo sucede con motivo de
la alteración de las temperaturas del medio externo y del interior del
cuerpo, a consecuencia de una vida antinatural, con falsas regulaciones
térmicas de los agentes naturales. Esto es también fuente patológica
cuyo colofón es el cáncer. La polución atmosférica y la insuficiencia de
calidad y de cantidad respiratorias, son una nueva fuente de alteración
del equilibrio electromagnético del cuerpo, la cual da lugar a un
metabolismo destructor, porque los iones pierden su posología vital en
la cantidad y calidad eléctrica y magnética que los anima. Destaca esta
perturbación más aún a nivel del equilibrio hídrico del organismo, de
los humores en circulación, de los líquidos de increción y excreción.
Después de intervenir en esta cuenta, las vibraciones tátwicas de los
distintos estados físicos de la materia o tatwas (Akasha, Tejas, Vayu,
Apas) se cierra la cuenta con Prithivi, correspondiente al metabolismo
del estado sólido. Aquí el organismo sanciona los errores con litiasis,
esclerosis de tejidos y diversas incrustaciones de sustancias extrañas,
tóxicas, mortíferas, a diverso plazo, que constituyen la alentesis,
origen, primero de enfermedades resolubles y, finalmente, de aquellas
otras dolencias que no tienen solución como es el problema que tratamos.
28.-
EL CÁNCER EN LA VEGETACIÓN EXPONTÁNEA Y EN LA CULTIVADA. La vegetación
espontánea sufre la acción de gases industriales, de aguas polucionadas
por las fábricas, de herbicidas, de plaguicidas, y de otros factores que
alteran el equilibrio celular, determinando en la célula un estado de
anoxia que caracteriza una predisposición cancerígena. Esta se
manifiesta como neoplasia de muy diversos modos, que no son considerados
a nivel científico, desestimados por el hecho del desprecio hacia las
plantas no explotables que denominan “malas hierbas”, o maleza arbustiva
o arbórea. Estos vegetales atraen radiaciones desintegrantes de
diversos elementos químicos que circulan en la atmósfera y que,
concentrados así por el vegetal, pasan a la tierra tras la muerte del
mismo, dándole un grado de radiactividad que no ha sido denunciado hasta
el presente, que sepamos, por los investigadores. Tal radiactividad
facilita la cancerosis de especies de cultivo utilitario,
particularmente de huerto (frutales). Cunde la alarma del incremento
inexplicado pero no inexplicable, de las neoplasias que afectan a
frutales y especies que estuvieron indemnes durante siglos, frente a
tales procesos degenerativos que no tuvieron que soportar.
Además
de los factores recién citados, que acabamos de consignar, como fuente
carcinogenética de especies intervenidas por el hombre mediante la
explotación agrícola, las agresiones desencadenantes de cáncer vegetal
en las plantas cultivadas, tales como las de cultivo exótico, podas
indiscriminadas, injertos, reproducción por estaca y no por semilla,
aceleraciones químicas del crecimiento, de la floración, de la
fructificación, irradiaciones de semillas para la conservación, previa a
nueva siembra, etc., constituyen nuevos factores degenerativos, que dan
ocasión a tumoraciones viriásicas, bacilares o de otra índole, que
constituyen, con frecuencia, plagas neoplásicas no declaradas dentro de
la nosología del cáncer.
29.- EL DESEQUILIBRIO MINERAL
DEL SUELO. La tierra vegetal, cultivada durante décadas o durante
siglos, sufre una merma en su composición cuantitativa y cualitativa que
se convierte en materia vegetal. Para reponerla, la industria agrícola
ha procedido en menos de dos siglos a una producción fabulosa de
productos desequilibrados, con la sugerencia de que reponen el total de
pérdidas del terreno. Esto no es así. Esto ha realizado la magna
corrupción de la parte de la corteza terrestre que constituye la fuente
de alimentación del hombre y de los animales domésticos. Se proporciona
al terreno unos cuantos elementos químicos, con lo que se facilita la
ganancia del agricultor y, sobre todo de los intermediarios con el
público, por el hecho de obtener cosechas más abundantes y apariencia de
propiedades organolépticas a costa de una calidad biológica deficiente
que acaba en la degeneración y sus consecuencias. Son éstas las
enfermedades encadenadas, la pérdida de cualidades sensoriales
necesarias (sabor, olor, etc) y la sujeción, en lo sucesivo de los
vegetales así tratados a una vida artificial constante, en la que no se
puede prescindir ya de los venenos químicos con los que se destruyó,
primero el equilibrio de elementos y microorganismos de la tierra y,
después, el de los vegetales. Por esta concatenación de envenenamientos
el mal llega desde el mineral hasta el hombre.
Independientemente
de estos factores de origen químico industrial, la naturaleza del
terreno tiene también un carácter favorable o adverso en el problema de
carcinogénesis. Las tierras arcillosas en las que habitan personas de
modo permanente son más cancerígenas que las demás. ¿Por qué? Si la
arcilla es regeneradora y cicatrizante esto no debiera producirse.
Distingamos arcilla pura de arcilla contaminada con emanaciones
deletéreas. La arcilla retiene el agua en las capas superficiales y
constituye una barrera que impide que alcance a las capas profundas. En
pueblos, ciudades y grandes urbes; en terrenos sedimentarios, de
aluvión, sitos en valles o en planicies bajas, las aguas arrastran
productos antinaturales que proceden de las actividades humanas y de las
deyecciones anormales de esta especie degenerada y degenerante del
planeta. La escasa pendiente facilita el depósito de tales materias
tanatógenas, depósitos que impregna la superficie arcillosa del suelo o
del subsuelo y que es fuente de emanaciones que irradian a la vez que
los rayos telúricos en la superficie del terreno, sobre todo tras la
puesta del sol, cuando la tierra se enfría. Esto hecho permitió a
principios del presente siglo que se descubriera y comprobara de modo
estadístico una topografía cancerosa en la que las probabilidades
mayores o menores de padecer el supremo mal físico corría pareja con la
circunstancia de que los habitantes vivieran en una u otra ciudad, en
uno u otro lugar, en uno u otro barrio de una misma ciudad; o en
proximidades de grandes ríos de curso lento y muy polucionadas, con
“bien aprovechadas” sangrías del caudal para riego de los terrenos
inmediatos; o de la pendiente que la población pudiera tener. En este
último caso, dado que la absoluta mayoría de la población en el mundo
tiene costumbres que la mantienen en perpetua precancerosis, se hace
ostensible que lo que pueda decidir el mayor número de cánceres sea la
parte más baja de las poblaciones, instintivamente llamados los “barrios
bajos”, adonde resbalan las aguas residuales que no siempre están
seguramente encauzadas y aisladas por un sistema de cloacas que libre de
las emanaciones radiantes. Claro, los hospitales, los sanatorios, los
grandes hoteles para la gente que puede costear su máxima
auto-corrupción ser fuente de desechos de máxima inmundicia, se
instalan, de preferencia en los sitios altos que trasladan la corrupción
hacia abajo.
Frente a los terrenos cancerígenos que
acabamos de referir quedan aún en el mundo terrenos carcinofilácticos, o
sea, de probada eficacia para prevenir el cáncer. Están en primer
lugar, los terrenos arenosos ricos en silicio y en magnesio; luego los
alejados de grandes urbes; los distanciados de explotaciones ganaderas;
los apartados de centros sanitarios populosos, como hospitales, centros
oncológicos y balnearios; las tierras de cultivo cercanas a vertientes
rocosas o a cadenas montañosas no habitadas. En estos suelos, el agua
que llega a ellos es rica en iones muy diversos de origen mineral,
arrastrados por las lluvias, las nieves, los torrentes y los factores
eólicos que facilitan la disgregación de rocas en las cumbres y el
arrastre atómico de fuente orgánica, de la vegetación de altura; sobre
todo si ésta es abundante.
30.- AGUAS CANCERÍGENAS Y
AGUAS CARCINOFILÁCTICAS. Para evitar epidemias y, como mal menor, las
leyes obligan al envenenamiento municipal de las aguas que han dejado de
ser potables; ha de añadírseles productos a base de cloro. Esta agua
adquieren propiedades microbicidas; impiden que la polución de que van
cargadas pueda servir de cultivo microbiano. Pero lo que es contrario a
la vida y reproducción celular de los microorganismos es también nocivo y
degenerante para las células del organismo humano, aunque se intente
convencer a las víctimas de lo contrario. Razón probada de que esta agua
no deben beberlas ningún vitacultor ni persona alguna que sea
consciente de los procedimientos contrarios a la vida cuyo peligro
acecha de continuo al ser humano.
Como el agua es
indispensable para el mantenimiento de la vida, hay que recurrir al
empleo de las que tengan un carácter regenerador, protector de la
existencia; hay que asegurar la provisión, por tanto, de aguas minerales
no contaminadas ni adulteradas; de agua bidestilada o ultrafiltrada; de
jugos de hortalizas de cultivo eutónico; de zumo de frutas de igual
fiabilidad de procedencia; de aguas de alta montaña, o de nieve, no
polucionadas; enriquecidas con los oligoelementos de que carece el
organismo humano, en las dosis adecuadas, naturales.
31.-
ATMÓSFERA CARCINÓGENA Y ATMÓSFERA CARCINOFILÁCTICA. El aire que forma
la boina negra de las grandes ciudades contiene polvo carcinógeno, humos
carcinógenos, olores que contienen micelas carcinógenas, de productos
industriales o comerciales, monóxido, dióxido de carbono y otros muchos
gases deletéreos, carcinógenos adinámico, desvitalizado, de reducido
campo magnético. Los lugares de concentración de multitudes humanas, de
estabulación de animales degenerados, de funcionamiento de máquinas con
sus vibraciones disonantes, de reciproca respiración de aliento humano
que exhala basura de entrañas desequilibradas, son favorecedores de
aceleración de toda tendencia oncológica.
En cambio,
los vientos de Levante que siguen el camino del sol; la “calma” o brisa
de mar cargada de microgotas portadoras de oligoelementos, el oxigeno
vegetal recién desprendido por las hojas bañadas en la luz del sol y
aspirando a pleno pulmón por el vitacultor no encerrado sino bajo la
directa luz en todo su cuerpo de su padre corporal celeste (el sol) a
menos de dos metros de distancia; el aroma de plantas y árboles, de
flores y frutos; el aislamiento de masas humanas corrompidas que se
refocilan en su hacinamiento físico y psíquico; el alejamiento de
lugares de vibraciones de explotación, de tortura, de matanza, de odio,
de fraude, de agresión, de partidismo, como corresponde a ganaderos,
avicultores, cunicultores, mataderos, cazadores, pescadores,
vivisectores, sicarios, esbirros, plenipotentados, carniceros,
peleteros, chacineros, etc.; todo esto suma factores de protección del
vitacultor y ecólogo consciente contra el peligro del cáncer.
32.-
FUEGO CARCINÓGENO Y FUEGO CARCINOFILÁCTICO. Con una dieta y género de
vida antinaturales, las quemaduras predisponen a neoplasias; la comida
caliente, también; el calentamiento excesivo de la piel en proximidad
del fuego, es otro factor predisponente; las cauterizaciones con
pretexto terapéutico, ya sean con fuego, electricidad o un producto
químico o vegetal; la insolación, el trabajo en atmósfera a elevada
temperatura durante años, como sucede con panaderos y otros
profesionales; el consumo de alimentos cuyas células han muerto al
fuego, como los asados, fritos, hervidos, tostados, cocidos al vapor,
etc., las bebidas muy calientes, como decocciones, infusiones, caldos.
Son
preventores de neoplasias los minerales calentados al sol o por el
propio cuerpo; los vegetales protegidos del frío con nuestro propio
aliento o calor corporal, los animales vertebrados o invertebrados
susceptibles de simbiosis con el ser humano, en uso de su libertad, que
se habitúan al calor del vitacultor que los ama y protege; el consumo de
alimentos a temperatura ambiente, crudos, con células sin asfixia ni
agonía por falta de savia; la contemplación de las llamas de madera y
calor apetecible, no excesivo; el baño de sol en todo el cuerpo, con
ritmo anual y mensual durante todo el año; el calentamiento por
ejercicio o agua caliente como baño total o como remoluvio; la sauna
casera de vapor o de aire caliente con suficiente frecuencia de
refrigeración por mojadura de la piel.
33.- DESDE
FIEBRE HASTA ANOXIA POR HIPERNUTRICIÓN. Todos los errores de vibración
tátwica examinados producen una tendencia orgánica a recuperar la
normalidad que consiste en pureza del medio interno. Esta comienza en
los humores y ha de alcanzar hasta la profundidad más íntima de cada
célula. Para ello necesita aumentar las combustiones, activarlas y, si
no basta el ritmo fisiológico normal del metabolismo recurre a un ritmo
acelerado y revolucionario ocasionando elevación térmica durante cierto
tiempo; este “fuego” quema todo lo “impuro” que haya podido quedar
retenido, insuficientemente asimilado, insuficientemente desasimilado.
Tal aumento de temperatura es la fiebre o pirosis. Este estado puede ser
general o local, en determinada parte u órgano. Si la urgencia
orgánica, anatómica es grande, la fiebre es general. Si basta con la
combustión local, el problema se resuelve con inflamación de tejidos, de
células que sufren hipertensión. Si no basta la intensidad de la
respiración celular la asfixia se puede ir estableciendo de modo agudo o
de forma crónica. Aquí está la gravedad y el peligro. Para evitar el
cáncer, el metabolismo impotente, permite la incrustación, la
deshidratación muy localizada, que retiene materia impura en
determinados tejidos y endurece, reseca, hace quebradizo e inelástico el
órgano, el tejido, la célula. Esta última batalla defensiva es la
esclerosis. Tras ella viene la localización de la asfixia celular, la
neoplasia, que de benigna pasa a ser maligna. Llegar a este final
tumoral es, en todo caso, consecuencia de hipernutrición, desproporción
entre la materia que ingresa al cuerpo y la respiración que requiere
para ser asimilada, según su cantidad y su calidad.
34.-
PROFILAXIS DE CAUSAS EXAMINADAS. El vitacultor ha de distinguir entre
tolerar y transigir. La tolerancia respeta y considera las opiniones y
prácticas ajenas, como efectos que corresponden a sus causas, aunque
éstas sean erróneas, siempre que el disimular y soportar errores graves
del prójimo o del semejante no impliquen daño del planeta, de la
biósfera, del equilibrio ecológico, de la seguridad de la sociedad
humana, del deber inalienable de conciencia. Transigir es ceder a lo
erróneo o injusto porque no hay otra solución, porque se carece de
medios para impedirlo, porque el mal de aceptar es menor que el mal de
un desafío impotente. Los vitacultores procuramos tolerar lo que sea
soportable con eco y medio para convencer sin la soberbia del vencer;
transigir lo que es obligado, como humildes conocedores de nuestro
escaso número e ignorancia de semejantes que no serán solidarios de
nuestra pretendida conducta biológica. El vitacultor sabe que no puede
cambiar el mundo; que es inevitable que se destruyan con furor unos a
otros semejantes y de la explosión demográfica de la especie humana se
venga a parar al extremo opuesto, de implosión demográfica y de toda
otra vida sobre el planeta. Y vuelta a subir, como Sísifo.
El
vitacultor sólo emitirá vibraciones de amor en forma de pensamientos
rectos, creadores y conservadores; de sentimientos de servicio,
cooperación, cordialidad, confortación y ayuda a todo ser; de acciones
ejemplares, dedicación de tiempo a la felicidad y respeto de todo lo
creado. Todo esto es, evidentemente, preventivo óptimo de la máxima
degeneración, que está en las neoplasias malignas.
35.-
FACTORES EUTRÓFICOS CELULARES. Los principios estequiológicos de la
célula son compuestos químicos sujetos a los cambios metabólicos de
combinaciones y descomposiciones que determinan intercambios atómicos y
pérdida de unos átomos y reposición de otros. El desequilibrio de este
continuo perder y ganar materia y energía, sin que se produzca exceso ni
defecto de ninguno de los elementos ni de su distribución en los
distintos compuestos necesarios es lo que mantiene la vida de la célula.
Una célula no puede conservar este equilibrio si no existe en las demás
del organismo, porque hay una simbiosis cíclica que hace depender unas
células de otras, recíprocamente. La eutrofia o perfección de la
nutrición celular se pierde por muy distintos factores y se recupera por
los opuestos. Destacan como principales factores de enantiostática
celular los siguientes:
Consumir únicamente alimentos en óptimas condiciones naturales.
Consumir
únicamente bebidas que cubran las carencias de elementos y de
microorganismos, de modo que no se altere la fisiología normal sino que
la restablezcan.
Aportar los elementos químicos que permitan la
simbiosis de células más necesitadas de los de menor número atómico y de
las cuales dependan en el orden fisiológico de funciones las células
desequilibradas o desequilibrantes, según se trate de regenerar o de
prevenir degeneración.
Comenzar las actividades eutróficas por las células del estómago.
Atender como segunda fase eutrófica las células de intestinos.
Atender como tercera fase eutrófica las células de sangre, vasos y sistema nervioso ortosimpático.
Atender como cuarta fase eutrófica las células del aparato respiratorio.
Atender como quinta fase eutrófica las células del sistema nervioso central, sentidos y genitales.
Atender
como sexta fase eutrófica las células de la linfa, ganglios, vasos
linfáticos, líquido cefalorraquídeo y paredes continentes, sinovia,
articulaciones, ligamentos, adenoideas, glándulas mayores.
Atender
como séptima fase eutrófica a las células de tendones, músculos, tejido
subcutáneo, terminaciones nerviosas sensitivas y motoras, y piel.
36.-
FACTORES EUTÓNICOS ORGÁNICOS Y MUSCULARES. El tono de la materia
orgánica sólo puede ganar en perfección si la energía que lo mantiene
procede de factores naturales que conservan la armonía entre el medio
interno microcosmos, y el externo o macrocosmos. En estos factores
conviene establecer un orden biológico de preferencia por su interés
antroponómico:
Factores dinamóforos por vibración mental: del recto pensamiento.
Factores dinamóforos por vibración astral: del recto sentimiento.
Factores dinamóforos por vibración etérea: de rectas sensaciones.
Factores dinamóforos por vibración física: de recta conducta.
Factores dinamóforos por vibración telúrica: de comunicación eucarística con nuestra madre la tierra.
Factores dinamóforos por vibración celeste: sideral, estelar, solar, lunar, planetaria, térmica, atmosférica.
Factores dinamóforos por vibración hídrica: pelágica, freáticas, cíclicas.
Factores dinamóforos por vibración mineral: rocas, minerales, cristales.
Factores dinamóforos por vibración vegetal: semillas, frutas, flores, hojas, ramas, tallos, raíces, talofitas, criptógamas.
Factores dinamóforos por vibración animal: protozoos, fitozoarios, artiozoarios, peces, anfibios, reptiles, aves, mamíferos.
Factores dinamóforos por vibración humana: prenatos, niños, adultos, ancianos, difuntos.
Factores dinamóforos por vibración angélica: protecciones providenciales anónimas.
Al
escribir “comunión eucarística” no queremos significar acepción
tradicional religiosa ni extensión blasfema de la misma sino la
etimológica y biológica de estas palabras: comunión es afinidad de seres
unidos por relaciones mutuas. Eucaristía procede del griego “eu” que
significa bien, bueno, correcto; y de “charizesthai” dar gracias. De
donde la aplicación equivalente a una “correcta acción de gracias” del
hombre que ora por el amor profesado al planeta, a los minerales, a los
astros, las aguas, los meteoros, los vegetales, los animales, los
semejantes, los prójimos y las causales experiencias, beneficios y
fortaleza que le son deparadas como oportunidades diversas de la obra de
la creación y evolución en tiempo y espacio; de la naturaleza y de la
vida.
Los factores de estos doce grupos actúan
vitalizando la parte interna o esplácnica (órganos, vísceras) y la parte
externa o somática (continente, conectiva con el mundo exterior).
37.-
FACTORES DE EQUILIBRIO METABÓLICO. Los cambios químicos del organismo
se producen como consecuencia de variaciones termoeléctricas de los
átomos, en su cambio de estado de uno a otro compuesto. Se operan
fenómenos endotérmicos, o sea, por aumento interno de temperatura; y
fenómenos exotérmicos, es decir, con pérdida o desprendimiento de calor.
El origen eléctrico de tales cambios responde a una dicotomía
fundamental de iones; unos son electropositivos, buenos conductores del
calor y de la electricidad, y son llamados metales. Otros son
electronegativos, malos conductores y se denominan “no metales” o
metaloides. Las vibraciones del éter o tátwas deben ser armónicas para
que el equilibrio metabólico no se altere. Siendo éste normal la
relación intraorgánica de los estados físicos de la materia (sólido,
líquido, gaseoso, térmico y de presiones) se mantiene dentro de los
límites de un ritmo normal. Cuando la comisión de errores o el exceso de
unos iones y la carencia de otros quebrantan dicho ritmo la fisiología
deviene patológica; su metabolismo va empeorando progresivamente; la
enfermedad se hace necesaria para restablecer la función. Si no se sabe
amar y secundar la enfermedad con sus síntomas, molestias, dolores y
perjuicios derivados de tal perturbación, la degeneración aumentará y se
manifestará de modo crónico. Casi sin excepción, con ayuda de la
“ciencia”, el paciente procede de modo destructor en vez de corregirse.
Se complican los problemas, queda superada la capacidad de resistencia
orgánica por los factores adversos y el “anti naturista” muere de muerte
provocada, no natural. Por cada diez mil habitantes es probable que no
llegue a uno el número de los que alcanzan la muerte con una longevidad
cuyo acortamiento no haya sido continuamente provocado.
Cuando
un vitacultor aporta a su intestino materia indigerible mineral o
vegetal en dosis natural, las enzimas digestivas captan la energía
iónica etérea del campo magnético de los átomos y la fisiolisis de los
distintos estados físicos merma o desaparece. Con esto comienza lo
esencial de la regeneración física. La proporción de temperatura de
reacción y la de producción de gases, de líquidos y sólidos se mantiene
uniforme, no disociada. Esto conserva salud, resistencia, vigor, larga
vida. La vida de la humanidad actual sufre de esta regulación de
fisiología normal, por energía tátwica. Los gases (determinan
meteorismo, fisiosis) se separan de quimo y quilo en cantidades
patológicas; mucho más en intestino grueso. Los líquidos o no se
absorben o lo hacen en exceso. Los sólidos se estancan, obstruyen o
pasan indebidamente la barrera de la pared intestinal. Todo esto
significa enfermedad, degeneración, muerte prematura.
Para
evitar la fisiolisis hay que renunciar a la ingesta de procedencia
animal, dar predominio a la vegetal en su estado natural y reforzar
cíclicamente la de polvo mineral, según el orden atómico de elementos
hasta alcanzar la órbita fisiológica que lo requiere de modo
indispensable.
38.- ELEMENTOS, MINERQALES Y COMPUESTOS
PRINCIPALES PARA REGENERACIÓN. Además de los 28 primeros elementos
químicos mencionados en el tema 17 con sus minerales más destacados, la
práctica debe ampliarse a los de número atómico más alto, entre los que
hay que destacar por la extensión de su beneficiosa influencia los que
siguen:
Nº atóm. Elemento Minerales y compuestos 29
Cobre
Calcosina-calcopirita-bornita-tetraedrita-enargita-calcantita-malaquita-autlerita-brochantita.
Sulfato de cobre. 30 Cinc
Blenda-smithsonita-wurtzita-franklinita-willemita. Óxido de cinc. 33
Arsénico Annabergita-berzeliita-cabrerita-clinoclasa-conicalcita-erinita
o
cornwallita-eritrina-escorodita-farmacolita-farmacosiderita-ganomatita-lavendularita-mimetita
o
mimetesita-mixita-olivenita-roselita-tirolita-rejalgar-oropimente-arsenolita-claudetita.
34 Selenio Villamaninita-clausthalita. 35 Bromo
Bromargirita-embolita. 37 Rubidio 38 Estroncio Celestina 39 Itrio
Monacita 40 Zirconio Zircón 41 Niobio Niobita o comumbita o
tantalita. 42 Molibdeno Molibdita-molibdenita-powellita-wulfenita. 47
Plata Argentita-galena
argentífera-pirargirita-silvanita-proustita-polibasita-querargirita-embolita-stephanita.
50 Estaño Casiterita-estannina. 51 Antimonio
Boulangerita-zinkenita-geocronita-bourdonita-discrasita. 52 Teluro
Hessita-nagyagita-oruetita-emmonsita. 53 Yodo 74 Wolframio
(tungsteno) 78 Platino 79 Oro 80 Mercurio 82 Plomo 83
bismuto
39.- VEGETALES PRINCIPALES PARA REGENERACIÓN.
Abedul
Mucha luz, cabeza, ojos Abeto blanco Madera, esqueleto Abrojo Aire,
cabello Santonina, abrotano hembra Nariz, olor Abrotano macho Hoja,
cabello, estómago Acacia blanca Inflorescencia, garganta, olor Acanto
Corteza, liga, piel Acebuche Hojas, capilares Acetabularia Alga
unicelular gigante, cáncer hepático, biliar, renal Ajo Intestinos, toda
precancerosis Álamo blanco Hoja, bronquiolos Albahaca Ganglios
Alcachofera Hoja, hígado Alerce (trementina) Pulmón Algarroba Fruto,
páncreas Alholva Hígado Arenaria roja Riñón Azafrán ovario
40.-
REGENERACIÓN POR AMOR AL REINO ANIMAL. Debe empezar por la educación en
la infancia. Se debe dar ejemplo de respeto a todo animal por evitación
de contacto no buscado por el ser en cuestión, ni siquiera por la
aproximación que despierte su instinto de peligrosidad del hombre, ni
por movimientos bruscos o ruidos estridentes. Cuando el animal no tema y
busque proximidad no se le debe apresar para acariciarlo; mucho menos
para castigarlo con pretexto de domarlo y enseñarlo a conducirse como un
ser racional ya que obrará por terror, no por razón, no por convicción.
La violencia del amo lo hará esclavo de un desequilibrio neuropsíquico
por tensiones extremas entre el temor que da la represión del amo de
quien depende su vida y la expansión de alegría compensadora que lo
libera del temor. El hombre debe ser usuario de las cosas; nunca debe
ser “amo” de nadie, de ningún ser, de ninguna vida, ni de la suya
propia; ni de las vidas de sus células, es decir, de su cuerpo. Debe
estar al servicio de toda vida y en continua protección de todo ser
portador de vida. Si es vitacultor estimará vida en toda materia; más en
la vegetal que en la mineral, más en la animal que en la vegetal; más
en la humana que en la animal. Pero no menospreciará toda vida que no
sea humana. Cuando el animal busque el contacto de su creador, el
hombre, este podrá acariciarlo para que el animal no se re-cree.
Acariciar es un arte; quien no tiene capacidad para este arte no sabrá
acariciar. Si el amor se despierta a la belleza de la vida y acción del
animal amado, el hombre descubrirá las caricias que se hacen más
preciadas que alimento, bebida y refugio para el criado. También se
aprende por el ejemplo de quienes saben amar y acariciar. Acariciar es
acción grata para quien recibe la caricia, persona o animal y se nota el
efecto, aunque no sea tan fácil percibirlo cuando el amor por contacto
se profesa a vegetal o a mineral sino al cabo de días o meses y por la
propia reacción benéfica para el prodigador de caricia. También es
amable para el acariciador que contempla el efecto como resultado de su
caricia o piedad. Estas vibraciones son aún más benéficas para el dador
que para el receptor. Son los mejores tonotropismos.
41.-
REGENERACIÓN POR AMOR A SEMEJANTES Y A PRÓJIMOS. El amor a los
semejantes, llenos de soberbia, avaricia, lujuria e ira, requiere
servicio a prudente distancia, sin intimidad y con el ejemplo infalible
de humildad, generosidad, castidad y paciencia. Esta conducta aprovecha
mucho más al amador que al amado. Es difícil amar lo odioso y perverso
(pervertido y pervertidor) pero no imposible. Es cuestión de comprensión
que permita entrenamiento por tiempo suficiente. El amor a los prójimos
es lo más fácil y apetecible, lo más confortador, es decir, apto para
producir tonotropismos por vía anímica, psicotropismos, que unen almas
en sana amistad, propiciadora de goce simultáneo de belleza, de bondad y
de verdad.
42.- REGENERACIÓN POR INTUICIÓN. Sin fe en
la presencia protectora de seres anónimos es difícil amar nada que no
sea percibido por los sentidos animales. Por esto, amar a Dios, es una
burda ilusión, de escasa consistencia para la elevación espiritual. La
fe en todo ser, persona, animal, vegetal o mineral tiene “filaxia”,
protección, “ángel”, y la atenta observación de hechos en relación con
posibles causas, hace que se desarrolle la intuición, facultad superior a
la razón porque da pauta inmediata de conducta, antes de razonar largo
tiempo. Los hechos dan razón a la intuición. Las mancias adivinadoras
son prácticas de superstición propias de ignorantes exploradores de
valores ocultos y de sus estúpidos clientes. Pero el uso adecuado,
oracional, es lenguaje de comunicación que aprovechan los invisibles
para servir desde nivel superior, pero no perfecto, a los humanos que
aún siguen encarcelados en el cuerpo de mamífero. Para quien busca la
verdad, la sabiduría, la elevación espiritual, las mismas armas pueden
ser creadoras, no destructoras, y además muchas otras aún desconocidas
por el hombre.
43.- TRIADA REGENERADORA. Ganarás el pan
con el sudor de tu frente. Primero es merecer por el gasto energético,
por el ejercicio, hasta el cansancio; hasta la activación de los cuatro
emuntorios, sobre todo la piel, por el sudor. Lo segundo es una
alimentación sin carencia de ningún elemento esencial ni exceso de otros
que sobran en la dieta de todas las personas. Esta alimentación no será
suficiente para la salud ni para la vida sin crear antes la necesidad
de buena asimilación por el ejercicio. Lo tercero es el reposo inmediato
a la comida, en perfecta relajación horizontal, libre de toda
excitación de los servicios, de los sentimientos ni de los pensamientos.
Por tiempo de media hora o más. Mínimo de ocho minutos; no suficiente
en mayoría de casos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario