"La
molienda es un proceso que persigue extraer jugos de diversos productos
de la tierra como la caña de azúcar, antigua costumbre de moler la caña
de azúcar en trapiche halado por bueyes Simple, pero
muy simple
descripción a toda una ceremonia que nos invita a reflexionar sobre la
laboriosa tarea de sembrar la caña, cultivarla y luego invitar a los
amigos y familiares para hacer una “perolada” de miel.
El aroma de la miel que emerge del candente perol, que hierve por el
intenso y abrasador fuego que alimentado por el bagazo de la caña y de
la leña que los hombres de la casa han ido a cortar a los potreros
llenos de espinas y zarzaparrilla, es inconfundible e invita a
involucrarse en la riesgosa pero apasionante tarea de meter la
“pichacha” y sacarle espuma al dulce caldo que se cuece a cientos de
grados centígrados de temperatura.
Todo empieza temprano en la mañana, la ceremoniosa tarea del corte de la caña, arriar los bueyes y luego “enyuntarlos”,
y ponerlos a halar el trapiche, la dulce cachaza o guarapo con su
inconfundible sabor, los batidos, y sobre todo lo que mas nos gusta de
una molienda, el recuerdo de revivir una de las mas bellas tradiciones
familiares de nuestra tierra.
"La
molienda es un proceso que persigue extraer jugos de diversos productos
de la tierra como la caña de azúcar, antigua costumbre de moler la caña
de azúcar en trapiche halado por bueyes Simple, pero
muy simple descripción a toda una ceremonia que nos invita a reflexionar sobre la laboriosa tarea de sembrar la caña, cultivarla y luego invitar a los amigos y familiares para hacer una “perolada” de miel.
El aroma de la miel que emerge del candente perol, que hierve por el intenso y abrasador fuego que alimentado por el bagazo de la caña y de la leña que los hombres de la casa han ido a cortar a los potreros llenos de espinas y zarzaparrilla, es inconfundible e invita a involucrarse en la riesgosa pero apasionante tarea de meter la “pichacha” y sacarle espuma al dulce caldo que se cuece a cientos de grados centígrados de temperatura.
Todo empieza temprano en la mañana, la ceremoniosa tarea del corte de la caña, arriar los bueyes y luego “enyuntarlos”,
y ponerlos a halar el trapiche, la dulce cachaza o guarapo con su inconfundible sabor, los batidos, y sobre todo lo que mas nos gusta de una molienda, el recuerdo de revivir una de las mas bellas tradiciones familiares de nuestra tierra.
muy simple descripción a toda una ceremonia que nos invita a reflexionar sobre la laboriosa tarea de sembrar la caña, cultivarla y luego invitar a los amigos y familiares para hacer una “perolada” de miel.
El aroma de la miel que emerge del candente perol, que hierve por el intenso y abrasador fuego que alimentado por el bagazo de la caña y de la leña que los hombres de la casa han ido a cortar a los potreros llenos de espinas y zarzaparrilla, es inconfundible e invita a involucrarse en la riesgosa pero apasionante tarea de meter la “pichacha” y sacarle espuma al dulce caldo que se cuece a cientos de grados centígrados de temperatura.
Todo empieza temprano en la mañana, la ceremoniosa tarea del corte de la caña, arriar los bueyes y luego “enyuntarlos”,
y ponerlos a halar el trapiche, la dulce cachaza o guarapo con su inconfundible sabor, los batidos, y sobre todo lo que mas nos gusta de una molienda, el recuerdo de revivir una de las mas bellas tradiciones familiares de nuestra tierra.
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