Los ricos mueren por exceso de atención médica Entrevista realizada a
Juan Gervás, doctor en Medicina por Inma Sancis, publicada en La
Vanguardia, en la que nos advierte de los peligros de la medicina
preventiva.
Juan Gervás de 64 años, vive en Madrid, casado con la doctora Mercedes Pérez, tienen 4 hijos y
8
nietos. Se ha jubilado, ha sido profesor de las universidades de
Valladolid, Autónoma de Madrid y Johns Hopkins de EEUU, han firmado
conjuntamente un libro titulado Sano y salvo (y libre de intervenciones
médicas innecesarias).
¿Es verdad que la actividad del sistema
sanitario es la tercera causa de muerte? Sí, en EE.UU. causa 225.000
muertes anuales. En España los medicamentos tienen unos 19 millones
anuales de efectos adversos y provocan la muerte a 6.500 pacientes.
También se ha demostrado que cuando los médicos hacen huelga las muertes
disminuyen un 45%. Y mis afirmaciones se basan en estudios científicos
fiables.
¿No siempre es mejor prevenir?
Los daños de la
prevención se perciben a largo plazo. Hoy sabemos que por ejemplo la
terapia hormonal sustitutiva para eliminar los síntomas de la
menopausia, utilizada por millones de mujeres, provoca infartos,
embolias y cáncer de mama (55.000 nuevos casos en el Reino Unido).
Ahora se lleva el diagnóstico precoz.
Hoy se diagnostica antes y más, pero la mortalidad es la misma. El diagnóstico precoz no mejora el diagnóstico de muerte.
¿Entonces?
Produce algo terrible: hordas de supervivientes, por ejemplo de cáncer,
que viven más tiempo con el diagnóstico pero no viven más.
Qué duro.
La
autoexploración de mama no disminuye la mortalidad, pero duplica las
biopsias. El cáncer de cuello de útero no disminuye por hacer
citologías, pero se siguen haciendo diez millones de citologías al año
en España. Si quiere disminuir el cáncer de cuello de útero, céntrese en
la población marginada.
¿Y el cáncer de próstata?
Si quiere
reducirlo, no haga el cribado de cáncer de próstata en personas que no
tengan síntomas. Hay muchísimos cánceres inofensivos, histológicos, que
se diagnostican y se tratan en nombre de la prevención. ¿Desaparecen
solos? Sí, o se quedan tranquilos. Y no son tumores pequeños, el de
próstata puede representar el 60%, y el de mama el 47%, pero se quita el
pecho, se hace radioterapia, quimioterapia, y la vida de esa mujer
girará de un cáncer que nunca la habría matado.
Entonces, ¿qué hacemos?
Disminuirían
muchos cánceres haciendo menos radiología y controlando los tóxicos
industriales. Pero en este complejo mundo de intereses, deseos y
expectativas cuajan propuestas de prevención imposible, de
intervenciones sin justificación que dañan a la población con pruebas
diagnósticas y los tratamientos consecuentes.
¿Por qué remiten solos?
Normalmente,
los que remiten solos no dan síntomas ni molestias, somos nosotros los
que los descubrimos. En el diagnóstico precoz no se parte de población
con síntomas.
¿Qué me dice de las vacunas?
Hay vacunas
necesarias, pero otras como las de la gripe, el virus del papiloma
humano, el neumococo, el rotavirus o la varicela son puro negocio.
¿La vacuna de la gripe no es efectiva?
Durante
la pandemia de la gripe A vacunaron a la población sueca (el beneficio
teórico era 50 muertos menos) y produjeron 200 casos de narcolepsia en
adolescentes.
Enfermos crónicos.
Lavarse las manos disminuye
mucho la transmisión de la gripe, y el 40% de los médicos y enfermeras
no lo hace. Pero la vacuna de la gripe no disminuye el contagio ni las
muertes, no es eficaz en personas sanas ni en personas mayores de 65
años, lo ha publicado la revista The Lancet. A la gente mayor la
atiborran de pastillas, como si ser viejo fuera una enfermedad, y eso le
resta calidad de vida y a menudo la mata.
¿Y la epidemia de colesterol?
Su
nivel de colesterol no tiene nada que ver con su pronóstico respecto a
las probabilidades de tener infarto de miocardio, y la mayoría de dichos
infartos se dan en personas con colesterol normal o bajo.
Además,
los tratamientos para bajar el colesterol sólo son eficaces en las
personas que ya tienen problemas coronarios, en todos los demás casos el
tratamiento es inútil y perjudicial. No se mida el colesterol, sea
feliz, porque ser feliz y optimista añade ocho años de vida. Y practique
la dieta mediterránea, que no consiste en tomar aceite de oliva a
cucharadas, sino en poner un mantel, cubiertos y tener compañía: no coma
delante del televisor. Y si está embarazada, disfrute.
¿Demasiadas ecografías?
Sí,
y no están justificadas, ni los suplementos rutinarios de hierro y
yodo. Estados Unidos, que es el país más intervencionista y el que más
dinero gasta en la atención al parto, ha triplicando su mortalidad. ¿Es
verdad que se muere por exceso de atención? Sí, los pobres mueren por
carencia de atención y los ricos por exceso. Un tac son 750 radiografías
en un adulto y el doble en un niño. La radiación que recibió la
población en Japón en la Segunda Guerra Mundial equivale a cinco tacs.
¡Ojo con los chequeos!
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