“La corrupción es un problema principal en la Policía Nacional”
Wilfredo Pedraza. Ministro del Interior.
Rosa María Palacios.
Wilfredo Pedraza ha cumplido ya un año como ministro del Interior. Debe ser un récord de permanencia. De hecho, lo es en este gobierno que antes de nombrarlo tuvo otros tres ministros en un año. No le ha sido fácil sobrevivir. Escándalos, acusaciones de incompetencia o corrupción, interpelaciones y amenazas de censura. Pero en estos días, los últimos éxitos contra Sendero Luminoso le han dado el oxígeno que parecía acabarse al ministro más vulnerable de nuestro sistema político. Y claro, un año después y millones de soles gastados, ya tiene algo que exhibir aunque las cifras de victimización estén lejos de ser las que la vida de paz social admitiría.
Ha dicho usted que su principal preocupación hoy es la corrupción policial. Se han hecho anuncios importantes. Viene una purga. ¿Qué tan profunda va a ser esta vez la reforma?
La profundidad nos la dará el marco legal y los presupuestos para tomar una decisión que no va a ser subjetiva sino referenciada en el número de denuncias por conductas que sean indicadoras de faltas graves en temas relevantes vinculados a la disciplina y a hechos de corrupción. No voy a hablar de purga porque es una palabra fea. Trato con respeto a la institución policial y no quiero mancillar la imagen positiva de la Policía que trato de promover pero sí es imprescindible separar al policía vinculado a hechos irregulares de aquel otro que dignifica su uniforme. En ese esfuerzo vamos a hacer una selección cuidadosa. No saldrán muchos por corrupción, porque las reglas para mostrarlo son complejas, difíciles, pero habrá otras formas como el haber alcanzado récords de sanciones disciplinarias, o la reiterancia en la comisión de faltas vinculadas a actos de corrupción aunque las sanciones sean leves, para citar dos ejemplos. La sanción es un indicador pero no es definitivo en un espacio en el que los procesos de Inspectoría han generado usualmente impunidad y se han convertido también en mercados para arreglar temas de conducta. Así que vamos a tratar de entrar un poco más al fondo, revisar los hechos, por eso no puedo dar una cifra.
¿No hay un número pensado? Se habla de 2 mil policías?
No hay un número porque eso lo irá dando el trabajo que ya se está haciendo, además creo que esa debe ser una actitud continua.
En Colombia hicieron, aunque no le guste la palabra, una gran purga policial por infiltración del narcotráfico. Fue la única manera que se pudo rescatar la policía. ¿Estamos hablando de ese tipo de reforma?
Nosotros lo haremos de un modo progresivo, porque no tenemos la información. Porque, claro, si la data fuera muy clara, tomaríamos una decisión bastante radical, pero como ese no es el escenario las iremos tomando en tanto se haga una evaluación individual de cada suboficial y de cada oficial, no importa el grado que tenga.
¿Cómo va a funcionar el mecanismo de salida?
La propia institución genera una data inicial y el marco legal ya lo preparamos en su momento. En la nueva Ley de la Policía se ha establecido que, por ejemplo, las renovaciones que antes eran anuales pueden ser también renovaciones extraordinarias cuando el comando policial así lo justifique. Esa va a ser la herramienta legal que además, por primera vez en la policía, se incluya a los suboficiales.
El ex inspector general, el señor Del Águila, está sometido a Tribunal de Disciplina Policial. ¿Tan mal están las cosas para que el Jefe de Inspectoría sea el investigado?
Es penoso para la Policía que eso ocurra, pero creo que la forma como manejamos el tema y como la propia institución policial reaccionó es también gratificante. Es un mensaje claro: no importa qué jerarquía tenga el involucrado en un hecho de corrupción, seguirá esa misma suerte. Separación institucional vía un proceso bien sustentado que impida además su regreso. Este no es un tema, y quiero decirlo con claridad, que lo haya trabajado solo, lo hemos trabajado con el propio comando. Él era el número 3 de la jerarquía de manera que eso, creo, es un indicador de nuevos tiempos.
Acaba de sacar al Director de Inteligencia. ¿Cuál fue su evaluación?
Él es un buen oficial, sin embargo, ya hace unos meses con el incidente de la inteligencia que hacía con colombianos habíamos visto a una agente poco preparada para dar la cobertura y cubrir el acto operativo. En el incidente de la UNMSM se da una situación exactamente idéntica de mala preparación, mala cobertura. ¿Haciendo inteligencia con carné de policía y un arma de fuego? Me pareció grave. En términos operativos yo justifico la inteligencia en ese escenario, pero en términos operativos policiales me parece que fue un desastre de operativo y por eso se decidió el relevo del general.
¿Su salida tiene algo que ver con la denuncia por seguimiento a políticos?
No. Nosotros no hacemos seguimiento.
¿No lo acepta?
Primero, es ilegal, y segundo, no es verosímil.
¿Por qué fuentes internas de la policía podrían dar esa información?
Yo creo que lo que han hecho es sorprender a las personas que supuestamente estaban siendo afectadas. El propio temperamento de uno de ellos, especialmente, hizo que esto se exacerbe. Afirmaciones tan graves como que en el día hacen seguimiento y en la noche les permitimos cometer delitos como pago al seguimiento, son inverosímiles.
Hoy, el joven que es admitido en la Policía Nacional en algún momento, y muy rápido, se corrompe. ¿Cómo hacer para que ese momento no llegue?
Hay dos factores. Uno, las escuelas no han estado captando necesariamente en el tiempo lo mejor de la juventud. Hace muchos años un oficial aspiraba a que sus hijos sigan esa suerte. Los generales tenían hijos cadetes. Hoy no. La profesión policial se deterioró y no es atractiva para nada. Estamos en proceso de tratar de revertir esto con el programa de incremento de remuneraciones para hacer posible la presencia de jóvenes talentosos en la profesión policial. Ese es un programa que espero, a mediano plazo, logre recuperarnos. Lo cierto es que hoy tenemos un bajo nivel académico. Pero tenemos otro drama: no se trata de formar jóvenes para que con alguna rapidez se contaminen con esa lógica perversa que existe en estamentos policiales de involucrarlos en temas de corrupción. Entonces hay dos retos diría yo, y este segundo es un principal problema también, ¿cómo evitar que el joven que sale muy interesado, respetando mucho su uniforme, no sea absorbido por un sistema que tiene muchos espacios de corrupción?
Donde si él no hace trampa no prospera en su profesión, no asciende, no tiene beneficios. ¿El sistema lo lleva a hacer trampa desde el primer día?
Yo estoy tratando ahora de estimular en los procesos en la ubicación de personas a aquellos “asistémicos”. Son aquellos policías que no entran a las prebendas, en las bolsas y que han sido postergados en el tiempo en los ascensos. Hay muchos talentosos policiales que han tenido el valor de enfrentarse a mafias muy conocidas y que han sido víctimas de denuncias ante Inspectoría.
Y si las mafias son conocidas dentro de la institución, ¿por qué no las sacan?
Estamos justamente combatiéndolas porque son organizaciones no visibles. Por ejemplo, Tránsito. Es bastante conocido que tener asignado un vehículo o una moto supone un pago.
¿Y tienen que salir a cobrar, o sea, a extorsionar?
“A recuperar la inversión”. O viene una fiesta y se exige recursos. Bueno, lo que hacemos es introducir mecanismos de control. Ahora hay rotación en Tránsito
¿Cuáles son los peores focos de corrupción policial?
Diría que hay dos planos. Uno, en lo que afecta de manera cotidiana a la comunidad, que es básicamente tránsito y policía de calle. El otro, los niveles de corrupción que están enquistados en las estructuras administrativas: manejo de recursos, combustible, pago de proveedores. Hemos introducido varios mecanismos de control, hemos fortalecido contrainteligencia. Ahí tenemos los resultados. Lamentablemente, hoy tenemos mil 200 sancionados solo este año. Hemos introducido otros mecanismos de control para una selección mucho más fina del oficial que va a manejar recursos, la supervisión constante de civiles en el gasto, el haber cambiado completamente todo el sistema de disciplina con un Tribunal de Disciplina Policial que ya está funcionando y que por la demanda hemos tenido que abrirle una segunda sala. Creo que hay mensajes claros que se acompañan con una actitud que trato de promover en todo el personal.
En la investigación criminal, todo abogado penalista lo sabe, el primer paso es pagarle al policía, aunque sea para algo lícito como ver el expediente. Si no, su cliente se perjudica.
Creo que en primer lugar no hay que tener vocación de pago. Si la ciudadanía nos apoyase a no ser un ente generador de corrupción sería importante. Yo soy abogado penalista y sé cómo se mueve en ese ámbito. Entre gitanos no nos vamos a adivinar la suerte. Por eso vamos a seguir con mecanismos de control, atención rápida de denuncias, cambios frecuentes, contrainteligencia. En realidad, hay varios focos en el área criminal. Es la corrupción cotidiana en investigación de carácter penal pero también el policía que se vincula a bandas que hacen extorsión o el policía que en el marco de una investigación no solo cobra por hacer su trabajo sino porque manejar un caso supone chantajear a la víctima. Es un tema complejo. Por eso yo soy un convencido de que la corrupción es uno de los principales problemas en la policía. Hoy yo diría tengo un comando policial muy comprometido con este tema, personas de probada honestidad. He visto su historia financiera, sus bienes. Esas son las cosas que a mí me alientan.
Tenemos dos hechos políticos de importancia. Primero, un “Pacto por la Seguridad” en el marco del Acuerdo Nacional pidiendo la aprobación de 21 leyes (11 ya se aprobaron) contra la criminalidad organizada, y luego una convocatoria a los ex ministros y viceministros del Interior. ¿Qué mensaje está tratando de dar?
En materia de seguridad ciudadana, no es posible remontar problemas en un único periodo de gobierno. Por lo tanto, si somos responsables y queremos de verdad a nuestras familias, a la ciudadanía, al país, tenemos que asumir compromisos para continuar implementando las políticas públicas cuyas bases ahora estamos cimentando. Cuando llevamos el Plan Nacional de Seguridad Ciudadana al foro del Acuerdo Nacional aspiramos a que todos los partidos políticos –y así fue– se comprometiesen a trabajar en un documento –no generado solo por el gobierno del presidente Ollanta Humala– que establezca políticas generales que trascenderán este gobierno y que además son buenas prácticas promovidas internacionalmente. Y el esfuerzo con los ex ministros y ex directores generales tiene el mismo sentido. En nuestro país, y en la región en general, ese deporte pernicioso de destruir lo que el anterior funcionario hizo es terrible, y creo que en esta materia tan sensible deberíamos de asumir el compromiso de continuar con políticas. El sentido es ese, socializar lo que estamos haciendo, pero sin dejar de vincularlos también a la decisión de implementar lo que estamos haciendo por etapas, dando así continuidad.
¿Qué cifras de éxito puede dar de su gestión, para alegría de todos?
Primero, la inversión más grande que alguna vez se ha hecho en equipamiento para la Policía Nacional: mil millones de soles entre el 2012 y julio del 2013. Mil millones es histórico, es verdad que es otra coyuntura y hoy hay recursos. Un segundo tema, por primera vez en la historia de la Policía Nacional, el próximo año y el siguiente ya no vamos a preocuparnos en trabajar en desarrollar proyectos de inversión. Ya los tenemos. El gran déficit en el sector ha sido la falta de proyectos. Tenías dinero pero no tenías proyectos. Hoy tenemos proyectos adecuadamente desarrollados y viables que nos van a permitir una inversión el 2013, el 2014 sin problemas.
¿Qué pasó con el sistema de comunicación tan criticado?
Nada, puro discurso, ánimos de boicot de la competencia. O, de buena fe, incomprensiones de lo que se tenía. Hoy la plataforma es una realidad. Es lo más moderno que en el mundo existe y el Perú lo tiene. Es una plataforma de comunicación que está en etapa de prueba, que tiene 4 componentes: el control de cámara de video, la central de emergencias 105 o 911 y la radiocomunicación policial. Nosotros le hemos añadido un cuarto componente, los patrulleros inteligentes, que están interconectados a la central de emergencia y pueden ser georreferenciados.
Se dijo que el sistema ofrecido no existía
Lo real es que la empresa ha desarrollado la tecnología tal cual se pidió en la plataforma. Hemos tenido, sí, un problema con la empresa seleccionada para la entrega de las radios. Esta intentó entregar un producto no solicitado. Estamos lamentablemente comprando a través de un proceso de emergencia las radios porque la plataforma es interoperable con muchísimas marcas, con todas las que están en el mercado. En 40 días tendremos un lote de 5 mil radios para suplir esa necesidad. Yo creo que es un tema de poca comprensión técnica. El famoso Tetra 2 lo promovió el ex ministro Valdés. Yo estoicamente asumí su validación porque cuando llego ese era un contrato que ya estaba suscrito y ahí me quedaba dos cosas: o anularlo y posponer esta necesidad por dos años, o continuar su implementación a pesar de las críticas que yo ya conocía. Decidí validarlo y, la verdad, no me arrepiento a pesar del costo político que eso significa, porque el país requiere de algo tan elemental como un sistema de comunicación policial. Antes de diciembre yo voy a hacer seis licitaciones para reproducir el modelo en otras seis regiones.
Los patrulleros inteligentes están en el garaje. ¿Por qué no salen?
No ha pasado absolutamente nada. Creo que ocurre lo mismo. Nosotros no hemos comprado solo patrulleros. Hemos comprado y estamos implementando un sistema de comunicación, y un sistema no es como un televisor que uno compra, lo enchufa y lo enciende. Aquí tenemos que cargar el software a las computadoras, afinar, calibrar las cámaras de video, adecuar el software. Hoy un patrullero inteligente nos permite acceder a Reniec, a requisitorias, a la base de datos de vehículos robados. Ya están en la calle 100 y 300 llegan a fin de setiembre. Hasta diciembre llegan 800 solo para Lima pero el presidente Humala ha autorizado la compra de otros 2 mil vehículos para el interior del país en la misma lógica: plataforma de comunicación con sus tres componentes en el patrullero inteligente. Entonces, la capacidad operativa de la policía será distinta.
¿El patrullero estará mejor equipado que la comisaría?
Hoy todas las comisarías sin excepción tienen acceso directo a Reniec las veces que quieren. Hasta hace un año eran solo 20 consultas por día. Tenemos 300 comisarías interconectadas, 220 comisarías ya con el sistema interconectado de denuncias virtuales, tenemos 139 comisarías ampliadas en el interior del país con nueva infraestructura. La denuncia será digital, directamente a una base de datos que nos permite controlar, monitorear, hacer seguimiento, y por supuesto procesar esa data con mucha más confiabilidad.
Hace un año le pregunté sobre el sistema de identificación de huellas digitales. ¿Se logró tener un sistema moderno como el que se ofreció?
Esa es una realidad extraordinaria que pone a la policía peruana como una de las policías potentes en el mundo. Ya está en Lima, y permite tomar huellas en la escena del crimen e identificarlas automáticamente en el sistema. Vamos a ampliar a 8 regiones, de manera que con un potente software, hemos acabado con homonimias y tenemos la capacidad de levantar pequeñas trazas de huellas dactilares en la escena del crimen y procesarlas para ver si tienen una homologación. El software nos ha permitido digitalizar 450 mil fichas que contenían 10 huellas dactilares en cartulinas de personas con antecedentes penales. Así que estamos entrando a otra era. Y estamos por comprar un segundo complemento, que es un software que va a permitir identificar por el rostro y en video a personas vinculadas con el delito. Eso lo tendremos en diciembre de todas maneras.
¿No están las huellas digitales de todos los peruanos registradas en Reniec?
No, nuestro universo de búsqueda es distinto porque es el ámbito del mundo del delito. Pero en caso de no tener las huellas en nuestro sistema lo que hacemos es la homologación a través de la base de datos del Reniec.
“POR PRIMERA VEAZ EN LA HISTORIA UN POLÍCIA TIENE MANDO”
– El presidente ha anunciado que cuando él se vaya estarán liquidados todos los líderes importantes de Sendero Luminoso. ¿Comparte ese optimismo?
– Es un deseo que expresa su vocación y voluntad por continuar con la lucha contra el terrorismo en el VRAEM que valida lo que las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional vienen haciendo. Es decir, un cambio de estrategia sustantiva que es generar inteligencia. Tenemos dos niveles de inteligencia en el VRAEM. El comando unificado, que está a cargo de un general del Ejército, tiene como hombre fuerte de inteligencia a un Coronel de la Policía y debajo de él está la inteligencia de las otras fuerzas. Por primera vez en la historia un policía tiene mando y esa fue una tarea y un logro del Presidente. Y eso es por una sola razón: la inteligencia policial, en el tiempo, es una de las escasas unidades policiales que han preservado capacidad de buena actuación en secuestros, terrorismo, narcotráfico. Entonces, lo que el Presidente pretende es mantener la estrategia de priorizar inteligencia y luego búsqueda de blanco de alto valor para proceder como se hizo en su momento con 'Artemio', 'William' y estos dos últimos terroristas. Esto se complementa con otros dos elementos: presencia territorial fuerte –el Ejército pondrá 10 bases, nosotros 6, no para salir en columnas a buscar terroristas sino para tener presencia de dominio de territorio– y desarrollo socioeconómico en el VRAEM. Hay dos mil millones de soles de presupuesto por todos los sectores. Eso es, postas, hospitales, puentes, carreteras, de manera que hay un esfuerzo diría focalizado para, por supuesto, acabar con este fenómeno.
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