"Mi
principal problema es la Policía corrupta", confiesa el ministro del
Interior, Wilfredo Pedraza, sobre las piedras con las que tropieza su
gestión. Acto seguido, revela que no se quedará con los brazos cruzados y
que ante los corsés institucionales que no le permiten depurar a los
malos elementos en la
Policía Nacional, prepara una separación
"excepcional" de oficiales y suboficiales por causales de renovación y
de sanción disciplinaria. Anticipándose a la crítica, advierte que esta purga se basará en elementos objetivos. Si fuera necesario -anuncia-, esta limpieza de corruptos podría ameritar que el Ejecutivo proponga una ley explícita del Congreso.
CORREO: Usted ha dado cuenta de los patrulleros inteligentes, comisarías, compras de franco, pero ¿cuándo vamos a tener indicadores de gestión y se podrá evaluar este trabajo contra la delincuencia común?
WILFREDO PEDRAZA: En los últimos 30 años nuestra Policía no tuvo el apoyo en inversión de tecnología, ni infraestructura, ni recursos para combatir la delincuencia común. Se organizó en el tema del terrorismo pero, acabado ese fenómeno, los gobernantes no tuvieron la visión de reorientar la acción policial. Hay segmentos policiales que han mantenido su expertise, como la dedicada al narcotráfico y el terrorismo, o los secuestros y la investigación criminal. Pero es un desastre absoluto el policía que está en comisaría -que representa el 40% del personal- y el de tránsito, que justamente están de modo cotidiano con la ciudadanía. Ahí está el policía coimero. Esa Policía está deteriorada.
C: Entonces, ¿cómo enfrentar esa realidad?
WP:Las buenas prácticas para atacar ese fenómeno y que estamos implementando son: Uno, una buena selección del policía que va a las comisarías. Dos, un ambiente en comisaría amable. Luego, el patrullaje a pie, en motocicleta y en vehículo, para recuperar la confianza de la gente. Otra regla universal es una alianza estratégica con la ciudadanía. Estamos tomando medidas que nos van a permitir una mayor operatividad policial. En diciembre, cuando hayan 800 vehículos rotando por Lima y haciendo patrullaje, ello nos permitirá un mejor control y la ciudadanía va a ir percibiendo que se combate mejor al crimen.
C: ¿Qué hacer con la corrupción en la Policía? Es un problema que tiene muchos años y recientemente, incluso, se ha sancionado al número tres de la Policía.
WP: Nada del equipamiento o de tecnología tendría éxito si no combatimos la corrupción. En términos policiales tengo dos grandes problemas: la corrupción, que mina la institución, hay instituciones hechas para la corrupción.
C:¿Cómo cuál ministro?
WP:Como el soltar vehículos o motocicletas previo pago del efectivo que sale a la calle. Por lo cual el efectivo sale a buscar una coima, a recuperar lo que pagó. Por supuesto que establecemos mecanismos de control, sin embargo, institucionalmente mi principal problema es la Policía corrupta. Las estructuras hechas para la corrupción, el tráfico con proveedores, la reiterada contratación a proveedores, oficiales en retiro o en actividad que promueven empresas que contratan con el sector, a nombre de terceros obviamente.
C: Lleva en la gestión más de un año. ¿Admite que está trabajando con policías corruptos?
WP: Sin la menor duda. Aquellos policías que visiblemente incurren en un acto irregular son procesados y separados, pero hay otros que no son visibles. Estamos preparando una medida excepcional para reducir el ámbito de policías corruptos en la institución. Una medida que se va a traducir en la separación de un grupo de policías a quienes no le podemos formular un cargo -formalmente-, pero nuestra información de inteligencia y contrainteligencia, y sus antecedentes, nos hace presumir razonablemente que tienen serios compromisos con la delincuencia o la corrupción.
C: ¿Eso no les permitiría que más adelante vayan al Poder Judicial y ser reincorporados?
WP: No es una arbitrariedad, es una presunción razonada. Vamos a fundamentar las salidas y si es necesario vamos a pedir al Congreso una autorización legislativa expresa y ojalá en esto haya consenso, en medios y en el ámbito político. Las experiencias en la región indican que si no tomamos medidas radicales de separación de aquel que razonablemente está vinculado a hechos irregulares, poco podemos avanzar en la lucha anticorrupción.
C: ¿Cuál va a ser la causal para la salida de estos policías?
WP: Lo estamos definiendo. Difícilmente va a ser una causal que explicite corrupción. En algunos casos serán por indisciplina y en otros casos será por renovación.
C: ¿Será una purga policial?
WP: En lenguaje criollo es una purga. Por ejemplo, hay policías que han superado el límite de sanciones disciplinarias. Entonces hay un dato material: la indisciplina hace incompatible la función. Hay policías que han tenido muchas denuncias en el ámbito de Inspectoría, por actos graves de corrupción, a los que se ha sancionado con penas benignas. Claro, porque encontramos que Inspectoría era casi un mercado en el que se vendía la impunidad o se vendía una sanción leve por faltas graves, pero técnicamente Inspectoría resolvía el caso.
C: ¿Cuántas personas estarán incluidas más o menos?
WP: Estamos trabajando y al momento no tenemos una cifra, pero no vamos a ser arbitrarios ni habrá una carga subjetiva contra nadie. El ánimo es quedarnos con un grupo humano que responda a la lógica policial que la ciudadanía quiere. Espero terminar esta selección en 60 días. La salida de estos policías sería este año.
C: ¿Cuántos policías corruptos se han dado de baja en lo que va del año?
WP: 225 oficiales y 200 suboficiales. ¿Y qué estamos haciendo además? En primer lugar tenemos ahora una nueva Ley de Inspectoría, la hemos reglamentado y hemos creado el Tribunal de Disciplina Policial integrado por civiles. Tenemos ahí 200 casos que involucran a policías en hechos muy graves y hay 12 generales investigados.
C: ¿Qué tipos de situaciones ameritaron esas investigaciones sobre los generales?
WP: Uno es el caso de fondo, como el del Inspector General (Nota de Redacción: general Orlando del Águila) vinculado a un caso de grave corrupción, pero otras son por denuncias ciudadanas de inconductas en el contexto de la función. Otro factor cercano a la corrupción es el policía sin especialidad: que sabe hacer todo y nada bien. Por eso a diciembre todo policía en actividad, hasta grado de comandante, debe adoptar por una especialidad.
C: ¿Qué especialidades se están abriendo?
WP: Son seis: investigación criminal, peritos, policía comunitaria, inteligencia, administración y gestión en tecnología.
C: ¿Qué resistencia cree que hay en la Policía sobre los cambios que menciona?
WP: Creo que hay resistencia, hay boicot quizá. Pero hay dos factores que a mí me dan fortaleza. Uno, no es un asunto que yo lo decida, es una política de Gobierno que compromete al propio presidente de la República el trabajar en estas mejoras institucionales y combatir la corrupción. Hay una decisión política bastante clara. Otro elemento es que el comando policial que me acompaña, en especial el director general de la Policía es un hombre comprometido en el tema anticorrupción. Eso me da fortaleza para hacer los cambios y reducir impactos por reacciones internas.
CRIMINALIDAD. Pedraza explica las medidas para luchar contra la criminalidad, que espera reviertan el descontento de la población por la ineficacia del Gobierno en la acción contra la delincuencia y la violencia:
"Hoy
tenemos 139 comisarías ampliadas -en todo el país- que a fines de
octubre deben estar equipadas. Nuestro plan es alcanzar a 299 comisarías
a julio de 2014 y, en Lima, a diciembre debo haber terminado de equipar
comisarías con computadoras, mobiliario básico y una zona nueva de
recepción al público".
"Hemos repuesto -agregó- requisitos
para ascender como la prueba de tiro o de esfuerzo físico, que fueron
suprimidos hace años".
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