En pésimas condiciones viven Policías combatientes del Vraem
Emilio Gonzales
Triste realidad. Durmiendo sobre pisos de tierra, hacinados y casi a la
intemperie pasan sus días los efectivos de la Dirección Nacional de
Operaciones Especiales Dinoes asignados a las bases que
combaten el
narcoterrorismo en el Vraem.
Las deplorables condiciones en que viven los Policías dentro del
aeródromo de Kiteni, en la base de Kepashiato y en el local municipal de
Yuveni, Cusco están llenas de camarotes con colchones rotos y viejos
cubiertos de plásticos para contrarrestar el frío.
Sobre esas
precarias camas pasan cables para que los agentes del orden se
abastezcan de electricidad, empero ello constituye un riesgo permanente
de cortocircuito.
“Lo peor que le puede pasar a un combatiente
es perder a un compañero delante de él o que te pida que no lo dejes
morir, lo irónico de la vida es que muchas veces se les puede salvar,
pero el apoyo del Estado y la logística no lo permiten”, denunció un
agente de la base de Kiteni, en el distrito de Echarate.
“En el aeródromo de Kiteni estamos viviendo al aire libre, solo hay un techo y nada más”, refirió otro Policía.
Una situación similar obligó a cuarenta efectivos de la base de
Kepashiato a ocupar el local municipal para los Bomberos, ahí duermen en
dos carpas de campaña rodeadas por sacos de arena como defensa ante un
ataque.
Mientras que el segundo piso del municipio de Yuveni,
Vilcabamba, acogió a otro grupo de Policías pero por la gran cantidad
de agentes, la convivencia es tortuosa.
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