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1 nov 2013

GRAL LUIS RIZO PATRON POR RICARDO FRANCO





PRIMERA ANECTODA


CUANDO SE DEFIENDE LOS FUEROS INSTITUCIONALES DE LA GUARDIA CIVIL
El General GC Luis Rizo Patrón, cuando fue Jefe de Región Lima, le comunicaron que el Alcalde de Lima Gallo Porras, había puesto a funcionar un servicio de transporte urbano de pasajeros llamada la Para Municipal, pero que tratándose de un organismo del gobierno local en la que según ellos nada

tienen que ver con el gobierno central o con el Ejecutivo, dispuso el Alcalde que a los Guardias Civiles que abordaran los ómnibus le cobraran pasaje y si este no queria pagar que el vehículo se plantara, lo que originaba protesta y escándalo del publico, que no querían que el omnibus se detuviera pese a que existia una Ley que establecia que los Guardias Civiles tenian pase libre en los medios de transporte urbano e interprovincial estando de servicio


El General Rizo Patrón ordeno que todo omnibus de la Para Municipal que le cobrase pasaje al Guardia Civil, el chofer cobrador deberian ir al calabozo y el vehiculo al deposito y eso si advirtio el General Rizo Patron, "Mis Ordenes se cumplen al pie de la letra"



Los Guardias Civiles llenaron los calabosos de la 12 y 13 Comisaria de la Victoria y El Porvenir de choferes-cobradores que pretendieron cobrarle a los Guardias Civiles y los ómnibus de estos fueron depositados en los estacionamientos de la 29 Comandancia Radio Patrulla, lo que origino que el Alcalde ofuscado se dirigiera a la Region de la GC para pedirle explicaciones al General Rizo Patrón, quien mas bien por el contrario salió resondrado el Alcalde de que era un prepotente y desconsiderado, ya que a parte que existe una Ley para que todos la cumplan, de que los policías tienen pase libre en los medios de transporte, ademas en ninguna parte del mundo se le cobra al Policía pasaje estando de servicio y que diera gracias a su estado de animo dijo el General Rizo Patron al Alcalde, por que al que debería meterlo al calabozo es a usted señor Alcalde, y no a los choferes-cobradores de los omnibuses, por ser el responsable de todo esto



El Alcalde Gallo Porras se retiro asustado y rápidamente presento su denuncia ante el Poder Judicial, quien cito al General Rizo Patrón quien no asistió al comparendo indicando que los hechos es de competencia era del Fuero Militar, lo que indigno al Presidente de la Corte Suprema quien lo quejo ante el Ministro de Gobierno (hoy de Interior) Fernández Stoll de este desacato, quien presionado por el Presidente de la Corte Suprema y por el Alcalde de Lima, elaboro la Resolución Suprema de baja del General Rizo Patrón, pero al ver que el Presidente de la Republica Manuel Prado no firmaba dicha Resolución de Baja, tanto el Ministro de Gobierno hoy del Interior, como el Presidente de la Corte Suprema y el Alcalde de Lima en audiencia concedida le pidieron al Presidente Prado que firmara la Resolución de Baja del General Rizo Patrón


Sin embargo el Presidente Manuel Prado quien conocía perfectamente que el General Rizo Patrón era un hombre recto, enérgico y valiente en el cumplimiento del deber, al extremo de haber debelado un golpe de estado, le dijo a los presentes: no voy a firmar la Resolución de Baja del General Rizo Patrón y algo mas por el bien de ustedes NO SE METAN CON EL GENERAL RIZO PATRON POR QUE ES LOCO y así termino el incidente en la que se defendió los fueros de la institución policial en que los policías tienen pase libre en todos los medios de transporte estando de servicio






SEGUNDA ANÉCDOTA


“CUANDO SE CUMPLEN LAS ORDENES SIN DUDA Y SIN MURMURACIONES”


Casi a fines de la década de los años 50´era Director del Centro de Instrucción de la Guardia Civil y la Policía el General GC Luis Rizo Patrón Lembecke, hombre recto, enérgico y de recia personalidad.


El General Rizo Patrón tenía la costumbre de abandonar su despacho a la una de la tarde para dirigirse a su domicilio. Un día, en el trayecto de su oficina a la Guardia de Prevención, donde lo esperaba su vehículo estacionado en la avenida Los Incas, en barrio Altos, iba leyendo un informe que le había elevado el Comandante Néstor Vargas Malaver, Jefe de la Escuela de Oficiales de la GC y de la PIP, en que le daba cuenta del amotinamiento e insubordinación por parte de un cadete del cuarto año, Brigadier General de Investigaciones.

En toda la Escuela corría los rumores de que el General Rizo Patrón estaba enfadado por los sucesos, y esto era grave porque cuando lo estaba todo el cuartel temblaba de miedo. El chofer del General, asustado, se había dado cuenta de que los Jefes y Oficiales corrían de un lugar a otro para esconderse y no cursarse en el camino del General Rizo Patrón, quien se dirigía a su automóvil sin apartar la mirada del parte Disciplinario que estaba leyendo.

Apenas es General abordó el automóvil el guardia–chofer se atrevió a preguntarle “Mi General, ¿a dónde lo llevo?, el General, que al parecer no quería ser interrumpido en su lectura del Parte, respondió sin levantar la vista del documento: “a la mierda”.

El guardia-chofer no sabía que hacer; no tenía el valor de interrumpir de nuevo al General y optó por encender el motor y poner en marcha el vehículo.
Transcurridos 15 minutos aproximadamente, el General Rizo Patrón, que se encontraba casi terminando de leer el Parte Disciplinario, fue interrumpido por un olor a podrido, ha descompuesto, a nauseabundo, que provenía de afuera de la calle y rápidamente levantó la mirada y se dio con la sorpresa de que su vehículo se encontraba transitando en medio de “El Montón” un inmenso basural ubicado a la vera del rio Rímac y que ocupaba gran parte de lo que es hoy el distrito de San Martín de Porres.

Asombrado, el General Rizo Patron, le preguntó a su guardia-chofer: “¿Adónde me estas llevando?, y el guardia-chofer le respondió temeroso: “a donde usted me ha ordenado mi General”. “¿Y qué es lo que le he ordenado?” replicó el General, respondiendo el guardia-chofer con un hilo de voz: “Me ordenó que lo llevara a la mierda, mi General”

El General Rizo Patrón, de lo molesto y enfadado que había estado todo el día, sonrió y le dijo a su chofer: “Llévame a mi domicilio, a Miraflores, y luego tómese tres días de franco por cumplir las órdenes sin dudas ni murmuraciones y al pie del reglamento”.

Hoy lamentamos la súbita desaparición del General Rizo Patrón, quien fue un brillante jefe, de inmaculada honradez, que supo cumplir su deber con emoción y eficacia y defender con energía los fueros institucionales, sentando escuela de dignidad, eficacia y honradez que las generaciones modernas de la Policía deben seguir.

FRAGMENTOS EXTRAIDOS DEL LIBRO “GUARDIA CIVIL” DE RICARDO FRANCO DE LA CUBA

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Buena Historia

Anónimo dijo...

Buena Historia