Victor Rojas
Una vez mas, la Policía se encuentra envuelta en un mayúsculo escándalo de tinte político. Fué una periodista de un canal de cable quien reveló un servicio policial írrito, espúreo e ilegal el que se habría estado prestando a un personaje cuestionado en el cotarro político nacional. Una vez mas, el
General Raul Salazar, Ex Director General, se ve comprometido en el asunto, pues durante su gestión habría ordenado el mentado servicio policial, según su versión, a pedido expreso del Presidente del Comando Conjunto de las FF AA. El desaguisado se resume en un servicio policial de seguridad domiciliaria en la casa de López Meneses y su familia, habiéndose señalado desde un principio que se trataba del domicilio del Almirante Cueto Aserbi. Lo mas vergonzoso del escándalo se produjo con los insultos entre Salazar y Cueto, defendiendo cada uno su versión sobre el tema. Lo cierto es que la opinión pública no sabe a quien creerle, y logicamente la mayoría se inclina por el marino, a todas luces mas respetable que el otro. Salazar tiene la desventaja de no ser marino, pero al mismo tiempo su cuestionada y muy mediática carrera policial que culminó en la Dirección General, a la que renunció por presión mediática. En realidad, su ascenso a las altas esferas institucionales fué meteórica. Ascendido al grado de General catapultado desde Palacio de Gobierno (fué Jefe de Seguridad de Alan García) y se acomodó inmediatamente con el nuevo gobierno al protagonizar el escandalo de "las brujas de cachiche" y mentir deliberadamente para blindar a Omar Shejade. La reconpensa vino pronto, se invito al retiro a treinta Generales para nombrarlo Director General. Sobrevivió al fiasco de "la parada", a la vergonzosa "operación libertad" y finalmente fué especftorado por presión política. Indudablemente malos antecedentes para contraponer versiones con un Oficial de Marina. Además una cosa es la Marina y otra la PNP, la segunda no tiene peso específico en el contexto nacional. Institución muy joven, creada hace aproximadamente cinco lustros bajo la beodes del primer triunfo electoral del aprismo que encunbró a un jovenzuelo de 35 años a la Presidencia de la República el año 1985. Durante ese nefasto quinquenio, no solo se destruyó politica, economica y socialmente al país, se perdió la guerra con el terrorismo, sino se desapareció a las entonces FFPP del Perú. En una acción antitécnica, efectista y politiquera se dispuso la unificación de tres instituciones, hasta entonces, afines pero rivales. Una dedicada profesionalmente a la prevención de delitos y faltas y al mantenimiento del Orden Público, otra a las investigaciones de delitos y una tercera a la seguridad de servicios públicos esenciales y covertura inicial de fronteras.Con la unificación nace una institución sin pasado, sin historia, sin el asicate del heroísmo y martirologio de los heroes y mártires que nutren la mística institucional, requisito indispensable para la sobrevivencia y el desarrollo de toda institucion de servicio, en medio de las naturales pugnas intestinas que la desprofesionalizaron y la hundieron en un mar abyecto y corrupto de caos, desgobierno, anarquía y sin aspiraciones. De esa situación son concientes los estamentos políticos del país, la PNP no es la Marina de Guerra, la PNP es sumisa, endeble, fragmentada, corroida por la corruptela barata e insana, es fácil utilizarla politicamente e incluso para limpiar la imagen de un gobierno que se desprestigia cada vez más por su ineptitud para conducir el país. Será por eso que salió el Militar de rango medio y culpó de todo el escándalo a la institución policial, poniendo en un solo saco a tirios y troyanos. Los políticos de oposición, en su afán de agrandar y agravar el escándalo corrieron el rumor que los altos mandos policiales incluyendo al Estado Mayor habian puesto su cargo a disposición, sin saber que la verdad pronto saldria a la luz, los policías no pueden poner su cargo a disposición, en todo caso pueden con todo derecho solicitar su pase al retiro, lo cual es inverosimil, tratándose de la PNP, lo que sí es cierto es que ya habrán surgido algunos aspirantes a Director General que estarán esperando anciosos, el nombramiento tan deseado, no importa la forma y circunstancias, no interesa que clase de institución comandarán, no interesa que sean meros convidados de piedra en la "reforma" de su instituto, solo importa las granjerias baratas, el seudo poder sobre una institución que cada vez existe menos.
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