CORTESIA VELAVERDE
ORIGINAL AQUI
Alrededor de las 5:30 de la tarde del pasado martes, una vez culminada la polémica elección de los candidatos a la Defensoría del Pueblo, Tribunal Constitucional y Banco Central de Reserva, el
presidente del Congreso, Víctor Isla, recibía un mensaje a través del chat de su Blackberry Messenger. Era la primera dama, Nadine Heredia, dando luz verde a su reelección en el cargo. Era el premio por haber logrado sacar adelante el proceso, pese a los cuestiona
mientos.
Tan solo tres días después, con las bancadas dando la espalda a la repartija congresal, Isla recibía la llamada del presidente Ollanta Humala en busca de convocar a un pleno extraordinario que vuelva todo a fojas cero. Pero el titular del Legislativo no quiso dar su brazo a torcer, y le dijo que convocaría solo si todos los candidatos declinaban.
Estos dos escenarios engloban la actual pugna de lealtades hacia la pareja presidencial. Un tira y afloja más notorio tras la declinación de la primera dama a ser candidata en el 2016.
Esta división, sin embargo, es más notoria en las diferentes instituciones ligadas a la Casa Pizarro. La principal, ubicada apenas a cuatro cuadras del Palacio Legislativo, donde la bancada de Gana Perú se ha visto fraccionada a la hora de responder a los mandatos de los líderes del Partido Nacionalista Peruano (PNP).
ESTO ES GUERRA
El Congreso es terreno de Nadine Heredia, pero ha encontrado resistencia entre los nacionalistas reelectos que lideraron originalmente la bancada con Daniel Abugattás en la presidencia del Congreso y Freddy Otárola en la vocería. El problema es que ambos acabaron enfrentados con la oposición, y en medio de cuestionamientos como el programa “Gestores”. Fue por eso que Nadine decidió tomar las riendas.
Fue para la segunda legislatura que la primera dama impuso a sus candidatos, todos ellos novatos: uno independiente (Jaime Delgado) y dos nacionalistas nuevos (Ana María Solórzano y Hugo Carrillo). La presidencia del Congreso recayó en Víctor Isla, pero por mediación de la vicepresidenta Marisol Espinoza, quien no solo intercedió por él ante Humala, sino que medió con sus colegas en busca de adhesiones.
La gestión de la vicepresidenta era un capítulo más de la pugna que ella misma sostiene con la primera dama, a quien acusa de haberla relegado del poder. Algo que se reforzaría luego de que Isla, una vez en el sillón congresal, se alejara de Espinoza para responder a las directrices “nadinistas”.
−La pelea entre la primera dama y la vicepresidenta surgió desde que asumieron el poder y Marisol Espinoza salió en una entrevista dejando entrever que podría ser la candidata del nacionalismo para el 2016− recuerda un asesor palaciego.
Desde entonces sus roces han sido innumerables. Tanto así que cuando se descubrió que la abuela de Espinoza cobraba Pensión 65, ella entendió que la filtración provenía desde Palacio y quiso dar una conferencia de prensa denunciándolo. Tuvo que mediar la asesora presidencial Blanca Rosales para evitarlo.
−Marisol está relegada en Palacio, pero busca recuperar terreno en el Congreso− agrega nuestra fuente.
Pero ya es difícil bregar sobre un terreno ganado por Nadine. Con el respaldo de Isla, su enroque de poder le permite manejar la agenda legislativa, designar las presidencias de comisiones y dirigir −a través del chat del BB Messenger− los movimientos de sus congresistas en los grupos de trabajo.
De no funcionar esos canales de comunicación, su enlace es Malka Maya Albarracín, jefa de la Oficina de Coordinación Parlamentaria, quien en teoría debe responder al premier Juan Jiménez, pero en la práctica son los ojos de Nadine en el Hemiciclo.
Tanto así que fue tildada de ‘topo’ por la vicepresidenta Marisol Espinoza en el último Pleno del 17 de julio, tras la votación donde se otorgaron las facultades a la Comisión de Fiscalización para investigar a Alejandro Toledo. En una enredada sesión, los voceros Delgado y Solórzano votaron a favor −en contra del resto de su bancada− pues según el asesoramiento de Malka Maya, era innecesario dar una visión de blindaje si los chakanos no contaban con los votos para salvar a su líder.
Foto: Martín Acevedo
La bronca no terminó allí, y se trasladó a la reunión que sostuvieron media hora después en su cubil, en el segundo piso del Palacio Legislativo.
−Ella es coordinadora y no va a venir a dar órdenes, ella es una lobista− acusaría la vicepresidenta.
“Calla loca”, fue la respuesta que se escuchó decir entre dientes a la coordinadora de Nadine, quien tuvo que abandonar la sala. Tras ello, los reclamos de Espinoza siguieron: “Acá hay traidores y fujimontesinistas”, dijo. “Si vas a hablar así, yo me retiro”, amenazó el presidente del Congreso, Víctor Isla, quien se alistaba a notificar a la bancada que la primera dama había dado luz verde para su reelección.
Los “nadinistas” Isla, Solórzano y Delgado sostuvieron el viernes una reunión en Palacio con Nadine en la que relataron, a manera de queja, todas las frases lanzadas por Espinoza.
NO A LA REELECCIÓN
Los “ollantistas”, liderados por Daniel Abugattás y Freddy Otárola, cuentan además con Tomás Zamudio, Martín Rivas Texeira, José Urquizo, Juan Pari y Omar Chehade. Ellos en varias oportunidades han elaborado pronunciamientos en contra de las decisiones de Isla, como la fallida postulación de Walter Gutiérrez a la Defensoría del Pueblo.
No es casualidad que anunciada la reciente decisión de Heredia, Otárola –por segunda vez relegado del cargo− recordara que cuando se propuso la reelección de Abugattás fue el propio Isla quien dijo sería “un insulto a la inteligencia, pues hacía ver una falta de candidatos en el nacionalismo”.
A modo de respuesta, los “ollantistas” propusieron una lista alterna para las vocerías: Abugattás de titular, junto a Zamudio y Julio Teves de alternos. La lista original que había dado Nadine ponía a Zamudio como titular y a Sergio Tejada como alterno. Este último es muy allegado a la primera dama. Al final, se decidió unificar las propuestas con Zamudio, Tejada y Teves.
Urquizo y Otárola ahora buscan firmas para presentar una carta a Humala en contra de la reelección de Isla.
Las presidencias de comisiones, entre tanto, vienen siendo armadas por Nadine. La carta que envió Jaime Delgado a los congresistas para anotar sus preferencias es solo un acto de cortesía.
−Nadine maneja, por ejemplo, a Josué Gutiérrez a través de dos ase sores del MEF de su ministro Miguel Castilla− explican en el Parlamento.
Gutiérrez recibió el puesto, a pesar de ser cuestionado e investigado por el viaje a Rusia junto a Alexis Humala. El cargo, curiosamente, antes estuvo en manos de Marisol Espinoza.
−Se trata de julio, presidencias de comisiones, vocerías, mesas y otros. Eso es lo que importa para muchos, qué triste− tuiteó el miércoles Daniel Abugattás.
Foto: Martín Acevedo
Nadine, como buena comunicadora, es más estratégica, a tal punto de mover sus peones para incluso presentar sus propios proyectos de ley.
−El proyecto de la comida chatarra fue de su autoría, tras el compromiso asumido con la comida saludable como embajadora de la quinua para la FAO− apunta un asesor de Palacio.
Humala, en su visión militar, es práctico y con bajos reflejos políticos.
−El presidente no se dio cuenta de la importancia de la Defensoría hasta que se metieron con el servicio militar obligatorio− acota otro informante.
Aquel día, el presidente convocó de emergencia a sus asesores. Fue Alberto Otárola quien le planteó el panorama de una Defensoría como una plataforma política con bases descentralizadas en todo el país.
−La queja de Alan (García) ante la Defensoría por la Megacomisión no le importó a Humala. Pero por el SMO tenía la sangre en el ojo− expresa nuestro informante.
La última reunión en Palacio de Gobierno entre la pareja presidencial y su bancada fue el pasado lunes.
−Sepan ustedes que la número dos en este país es Nadine− expresó Humala ante sus parlamentarios, aunque con ello dejara sin piso a su premier Juan Jiménez.
ORIGINAL AQUI
Alrededor de las 5:30 de la tarde del pasado martes, una vez culminada la polémica elección de los candidatos a la Defensoría del Pueblo, Tribunal Constitucional y Banco Central de Reserva, el
presidente del Congreso, Víctor Isla, recibía un mensaje a través del chat de su Blackberry Messenger. Era la primera dama, Nadine Heredia, dando luz verde a su reelección en el cargo. Era el premio por haber logrado sacar adelante el proceso, pese a los cuestiona
mientos.
Tan solo tres días después, con las bancadas dando la espalda a la repartija congresal, Isla recibía la llamada del presidente Ollanta Humala en busca de convocar a un pleno extraordinario que vuelva todo a fojas cero. Pero el titular del Legislativo no quiso dar su brazo a torcer, y le dijo que convocaría solo si todos los candidatos declinaban.
Estos dos escenarios engloban la actual pugna de lealtades hacia la pareja presidencial. Un tira y afloja más notorio tras la declinación de la primera dama a ser candidata en el 2016.
“La pelea entre la primera dama y la vicepresidenta surgió desde que asumieron el poder y Marisol Espinoza salió en una entrevista dejando entrever que podría ser la candidata del nacionalismo para el 2016”.A dos años del gobierno, es factible hablar de que Humala y Heredia representan dos facciones en el gobierno. El presidente, sus asesores Adrián Villafuerte y Roy Gates, y sus ministros Luis Castilla, Milton von Hesse y Carlos Paredes, forman el ala dura de Palacio. Mientras que la primera dama, el premier Juan Jiménez, la canciller Eda Rivas y los ministros Pedro Cateriano y Daniel Figallo, se mueven bajo el rótulo del “ala civil”.
Esta división, sin embargo, es más notoria en las diferentes instituciones ligadas a la Casa Pizarro. La principal, ubicada apenas a cuatro cuadras del Palacio Legislativo, donde la bancada de Gana Perú se ha visto fraccionada a la hora de responder a los mandatos de los líderes del Partido Nacionalista Peruano (PNP).
ESTO ES GUERRA
El Congreso es terreno de Nadine Heredia, pero ha encontrado resistencia entre los nacionalistas reelectos que lideraron originalmente la bancada con Daniel Abugattás en la presidencia del Congreso y Freddy Otárola en la vocería. El problema es que ambos acabaron enfrentados con la oposición, y en medio de cuestionamientos como el programa “Gestores”. Fue por eso que Nadine decidió tomar las riendas.
Fue para la segunda legislatura que la primera dama impuso a sus candidatos, todos ellos novatos: uno independiente (Jaime Delgado) y dos nacionalistas nuevos (Ana María Solórzano y Hugo Carrillo). La presidencia del Congreso recayó en Víctor Isla, pero por mediación de la vicepresidenta Marisol Espinoza, quien no solo intercedió por él ante Humala, sino que medió con sus colegas en busca de adhesiones.
La gestión de la vicepresidenta era un capítulo más de la pugna que ella misma sostiene con la primera dama, a quien acusa de haberla relegado del poder. Algo que se reforzaría luego de que Isla, una vez en el sillón congresal, se alejara de Espinoza para responder a las directrices “nadinistas”.
−La pelea entre la primera dama y la vicepresidenta surgió desde que asumieron el poder y Marisol Espinoza salió en una entrevista dejando entrever que podría ser la candidata del nacionalismo para el 2016− recuerda un asesor palaciego.
Desde entonces sus roces han sido innumerables. Tanto así que cuando se descubrió que la abuela de Espinoza cobraba Pensión 65, ella entendió que la filtración provenía desde Palacio y quiso dar una conferencia de prensa denunciándolo. Tuvo que mediar la asesora presidencial Blanca Rosales para evitarlo.
−Marisol está relegada en Palacio, pero busca recuperar terreno en el Congreso− agrega nuestra fuente.
Pero ya es difícil bregar sobre un terreno ganado por Nadine. Con el respaldo de Isla, su enroque de poder le permite manejar la agenda legislativa, designar las presidencias de comisiones y dirigir −a través del chat del BB Messenger− los movimientos de sus congresistas en los grupos de trabajo.
“Los “nadinistas” Isla, Solórzano y Delgado sostuvieron una reunión en Palacio el viernes con Nadine en la que relataron, a manera de queja, todas las frases de Espinoza”.−Si no le contestan por el chat, su secretaria llama a los asesores congresales para decirles a los congresistas que lean su celular −detalla una asesora.
De no funcionar esos canales de comunicación, su enlace es Malka Maya Albarracín, jefa de la Oficina de Coordinación Parlamentaria, quien en teoría debe responder al premier Juan Jiménez, pero en la práctica son los ojos de Nadine en el Hemiciclo.
Tanto así que fue tildada de ‘topo’ por la vicepresidenta Marisol Espinoza en el último Pleno del 17 de julio, tras la votación donde se otorgaron las facultades a la Comisión de Fiscalización para investigar a Alejandro Toledo. En una enredada sesión, los voceros Delgado y Solórzano votaron a favor −en contra del resto de su bancada− pues según el asesoramiento de Malka Maya, era innecesario dar una visión de blindaje si los chakanos no contaban con los votos para salvar a su líder.
Foto: Martín Acevedo
El vocero saliente, Jaime Delgado,
coordina todas las acciones con la asesora Malka Maya, el nexo directo
con la primera dama, Nadine Heredia.
–Traidores son y se los digo directito− se escuchó vociferar a Marisol.La bronca no terminó allí, y se trasladó a la reunión que sostuvieron media hora después en su cubil, en el segundo piso del Palacio Legislativo.
−Ella es coordinadora y no va a venir a dar órdenes, ella es una lobista− acusaría la vicepresidenta.
“Calla loca”, fue la respuesta que se escuchó decir entre dientes a la coordinadora de Nadine, quien tuvo que abandonar la sala. Tras ello, los reclamos de Espinoza siguieron: “Acá hay traidores y fujimontesinistas”, dijo. “Si vas a hablar así, yo me retiro”, amenazó el presidente del Congreso, Víctor Isla, quien se alistaba a notificar a la bancada que la primera dama había dado luz verde para su reelección.
Los “nadinistas” Isla, Solórzano y Delgado sostuvieron el viernes una reunión en Palacio con Nadine en la que relataron, a manera de queja, todas las frases lanzadas por Espinoza.
NO A LA REELECCIÓN
Los “ollantistas”, liderados por Daniel Abugattás y Freddy Otárola, cuentan además con Tomás Zamudio, Martín Rivas Texeira, José Urquizo, Juan Pari y Omar Chehade. Ellos en varias oportunidades han elaborado pronunciamientos en contra de las decisiones de Isla, como la fallida postulación de Walter Gutiérrez a la Defensoría del Pueblo.
No es casualidad que anunciada la reciente decisión de Heredia, Otárola –por segunda vez relegado del cargo− recordara que cuando se propuso la reelección de Abugattás fue el propio Isla quien dijo sería “un insulto a la inteligencia, pues hacía ver una falta de candidatos en el nacionalismo”.
A modo de respuesta, los “ollantistas” propusieron una lista alterna para las vocerías: Abugattás de titular, junto a Zamudio y Julio Teves de alternos. La lista original que había dado Nadine ponía a Zamudio como titular y a Sergio Tejada como alterno. Este último es muy allegado a la primera dama. Al final, se decidió unificar las propuestas con Zamudio, Tejada y Teves.
Urquizo y Otárola ahora buscan firmas para presentar una carta a Humala en contra de la reelección de Isla.
Las presidencias de comisiones, entre tanto, vienen siendo armadas por Nadine. La carta que envió Jaime Delgado a los congresistas para anotar sus preferencias es solo un acto de cortesía.
−Nadine maneja, por ejemplo, a Josué Gutiérrez a través de dos ase sores del MEF de su ministro Miguel Castilla− explican en el Parlamento.
Gutiérrez recibió el puesto, a pesar de ser cuestionado e investigado por el viaje a Rusia junto a Alexis Humala. El cargo, curiosamente, antes estuvo en manos de Marisol Espinoza.
−Se trata de julio, presidencias de comisiones, vocerías, mesas y otros. Eso es lo que importa para muchos, qué triste− tuiteó el miércoles Daniel Abugattás.
Foto: Martín Acevedo
Marisol Espinoza buscó el apoyo de
sus aliados “ollantistas” para ser presidenta del Congreso. Desde
Palacio le negaron la posibilidad.
¿QUIÉN TIENE EL PODER?Nadine, como buena comunicadora, es más estratégica, a tal punto de mover sus peones para incluso presentar sus propios proyectos de ley.
−El proyecto de la comida chatarra fue de su autoría, tras el compromiso asumido con la comida saludable como embajadora de la quinua para la FAO− apunta un asesor de Palacio.
Humala, en su visión militar, es práctico y con bajos reflejos políticos.
−El presidente no se dio cuenta de la importancia de la Defensoría hasta que se metieron con el servicio militar obligatorio− acota otro informante.
Aquel día, el presidente convocó de emergencia a sus asesores. Fue Alberto Otárola quien le planteó el panorama de una Defensoría como una plataforma política con bases descentralizadas en todo el país.
−La queja de Alan (García) ante la Defensoría por la Megacomisión no le importó a Humala. Pero por el SMO tenía la sangre en el ojo− expresa nuestro informante.
La última reunión en Palacio de Gobierno entre la pareja presidencial y su bancada fue el pasado lunes.
−Sepan ustedes que la número dos en este país es Nadine− expresó Humala ante sus parlamentarios, aunque con ello dejara sin piso a su premier Juan Jiménez.
Primera dama: una figura desgastada
El politólogo Carlos Meléndez advierte que el gobierno está debilitando la figura de la primera dama y que podrían darse más disidencias en el oficialismo.
¿Cómo analiza la situación de la bancada oficialista?
Si comparas las bancadas oficialistas de los últimos dos Congresos ha habido disciplina. En la actual todavía ves un orden. Sin embargo, la crisis política evidencia las facciones con mayor claridad y los líberos incómodos de facciones.
Allí surgen nuevas alianzas…
El problema con las alianzas políticas es que no deberían plantearse en términos de repartición de cargos, sino en políticas y reformas.
Negociaciones mal vistas.
Las negociaciones son buenas, lo decepcionante es que solo sea para sacar cargos. El PPC sacó un paquete de reforma ciudadana que no ha tenido el impacto debido, pero que es el tipo de propuestas que debe manejar el oficialismo.
¿Por qué les cuesta tanto?
El Ejecutivo es inexperto y con legisladores en gran parte novatos cometen errores graves. Sumado al amateurismo político del presidente.
Por eso gana más terreno la primera dama.
La pareja presidencial está muy encerrada. No logra crear cuadros políticos para poder hacer una dinámica más amable como gobierno. Nadine termina coordinando con los ministros y legisladores, y es el propio gobierno el que está desgastando la figura política de la primera dama.
¿Qué implicancias tiene?
Lo que estamos viendo no solo es la caída de popularidad, sino la sensación de hartazgo
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