Test

Aqui busca por apellidos, lugares,etc.

13 dic 2013

FUI ESCOLTA DE LOPEZ MENESES.

CORTESIA LA REPUBLICA.
ORIGINAL AQUI
Como oficial de la Dirección de Seguridad del Estado, el capitán PNP Juan Soto Aguilar recibió la orden de encargarse del resguardo y seguridad de quien en ese entonces alardeaba de su poder y afirmaba lo siguiente: "Primero Dios, después Fujimori, Montesinos y yo". Era Óscar
López Meneses. En esa época también lo cuidaba el Batallón de Operaciones de Protección del Ejército (BOPE).
Doris Aguirre
El testimonio del capitán PNP en retiro Juan Soto Aguilar cambiará el rumbo de la investigación del caso Óscar López Meneses.
Soto asegura que cuando trabajaba en el Departamento de Seguridad y Protección de Funcionarios y Personalidades, organismo dependiente de la Dirección de Seguridad del Estado de la Policía Nacional, recibió la orden superior de prestar resguardo personal a López Meneses. La disposición le fue dictada el siete de enero de 1999, en pleno gobierno de Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos.
Para probar su manifestación, el capitán Soto Aguilar guarda una copia del memorando que le entregaron en la época en que, siendo teniente de la policía, se le ordenó lo siguiente:
Esta Jefatura (del Departamento de Seguridad y Protección de Funcionarios y Personalidades) dispone que Ud. se haga cargo como Jefe de Escolta que le brinda seguridad y protección personal al Dr. Óscar López Meneses en reemplazo del capitán PNP León Félix Ciro (...), debiendo de relevarse con el armamento y equipo a cargo de la Escolta.
El documento lleva la rúbrica del comandante PNP César Portugal Martínez, que en ese momento actuaba como jefe del Departamento de Seguridad y Protección de Funcionarios y Personalidades, la que a su vez dependía de la División de Protección de Dignatarios, al mando del coronel PNP Manuel Aivar Marca, brazo derecho de la organización criminal de Montesinos.
A SU SERVICIO, DOCTOR
El capitán Soto Aguilar relató cómo fue que sirvió de escolta de López Meneses:
Sí, yo fui escolta personal de Óscar López Meneses, en 1999, en el gobierno de Alberto Fujimori y su asesor Vladimiro Montesinos. En enero de 1999, me cambiaron a la Dirección de Seguridad del Estado, específicamente al Departamento de Protección de Funcionarios y Personalidades.  Al llegar pensé que iba a cuidar a algún político o ministro de Estado. Pero cuando me presenté ante el comandante Portugal,  me entregó un memorando con el que me nombraba jefe de Escolta del doctor Óscar López Meneses. Yo pregunté: '¿Y este señor quién es?'. Portugal me contestó: 'Es el vicepresidente de la Federación Peruana de Taekwondo'.
Y me ordenó que de inmediato me presentara en su oficina. Por lo general, cuando se asigna resguardo policial a un funcionario del Estado, al oficial encargado le entregan un expediente de la persona a la que se le dará seguridad, con datos sobre el tipo de función que cumple, su dirección y las actividades que realiza. Pero en este caso solo me dieron un memorando, lo que me pareció extraño.
Para sorpresa del capitán Juan Soto Aguilar, al llegar al despacho de López Meneses, este ya contaba con seguridad proporcionada por el Ejército.
La misma mañana del siete  de enero de 1999, me dirigí a la Federación Peruana de Taekwondo, y antes de ingresar en la oficina de Óscar López Meneses, fui abordado por un miembro del Ejército, quien se identificó como  su seguridad personal y que pertenecía al Batallón de de Operaciones de Protección del Ejército (BOPE). Luego de unos minutos, estuve frente a López Meneses.
Cuando el capitán Soto Aguilar es asignado a la protección de López Meneses, el ministro del Interior era el general EP José Villanueva Ruesta, compañero de promoción de Montesinos, condenado por corrupción. La dirección de la PNP estaba al mando del general Fernando Dianderas Otone, también sentenciado e indultado por el ex presidente Alan García. El comandante general del Ejército era el general Walter Chacón Málaga, compañero de promoción de Montesinos.
ÓSCAR LÓPEZ MENESES VIRTUALMENTE REINABA EN 1999:
Así fue el encuentro entre el capitán Soto Aguilar y López Meneses, quien usaba el trato de "doctor":
Me dijo: 'Tome asiento. Usted es el nuevo  jefe de mi escolta  personal'. Yo le respondí: 'Doctor, he sido comisionado por mi Comando para darle seguridad y protección personal. Tengo ocho efectivos policiales bajo mi mando. Soy el jefe de escolta'. Así le dije a López Meneses. Efectivamente, yo tenía a disposición ocho efectivos. Y los recuerdo. Eran los suboficiales Ángel Belleza Zapata, Juan Ferrando Peñafiel, Gastón Dávalos Arriaga, Miguel Cáceres  Cabrera, Emilio Marquina Vargas y José Pacahuala Arias. 'No hay problema, teniente. Usted ya sabe su trabajo', me contestó  con amabilidad López Meneses. Durante la conversación, él me dijo que tenía tres casas. Una de ellas estaba ubicada en la calle Batallón Libres de Trujillo, en Surco. La segunda en los últimos pisos de un edificio en El Golf y la otra en La Molina.Yo fui en más ocasiones a la residencia en Surco. Lo sorprendente es que, además de la protección de Seguridad del Estado, su casa de Surco también era resguardada por un patrullero de la comisaría del sector.
Si algo animó al capitán en retiro PNP Juan Soto Aguilar a ofrecer su testimonio, fue la declaración pública de Óscar López Meneses en la que aseguraba que jamás había solicitado ni recibido resguardo policial ni militar. Soto Aguilar, un limeño de 43 años que se graduó como oficial en 1992 y pasó al retiro en el 2006 por renovación de cuadros, no soportó la mentira, el cinismo, el descaro del operador del montesinismo.
USTED NO ME GUSTA
Cuando lo vio en televisión, no tuvo ninguna duda de que se trataba del mismo personaje, cuya identidad confirmó al observar una copia del DNI de López Meneses que le proporcionó La República. Declaró:
Yo relevé en el cargo al capitán PNP Ciro León Félix, un oficial más antiguo que fue cambiado a otro puesto. El trabajo de resguardo empezaba desde las 7 de la mañana hasta las 6 de la tarde. Durante el tiempo que  fui escolta de López Meneses, pude conocerlo en profundidad. Era un hombre que tenía mucha influencia en el gobierno del ex presidente Alberto Fujimori. Lo que me llamó la atención es que tenía  fólderes con la relación de todo el personal de la Policía Nacional, del Ejército, la Marina y de la Fuerza Aérea. A López Meneses le gustaba decir: 'Primero, Dios; después Fujimori, Montesinos y yo'. López Meneses se creía Dios. Tenía mucho poder.
La República verificó que el capitán en retiro PNP Juan Manuel Soto Aguilar cumplió funciones en la Dirección de Seguridad del Estado. Pero el oficial además suministró una copia del parte que emitió el seis de mayo de 1999 luego de cumplir la función de escolta de López Meneses. En el documento, cuya copia tiene este diario, informa que al operador montesinista "hasta la fecha no se le conoce cargo público alguno, solamente estudia en el CAEN (Centro de Altos Estudios Nacionales), los días miércoles y viernes (...), y el resto de los días realiza una agitada vida social con sus amistades".
López Meneses no trabajaba, pero gracias a su relación con Montesinos y la cúpula militar, vivía a lo grande. Explicó el capitán Soto Aguilar:
Mi responsabilidad como jefe de escolta era velar por la seguridad personal de López Meneses. Cada vez que íbamos a Batallón Libres de Trujillo, no lo esperábamos afuera. Entrábamos al condominio, donde pernoctábamos. Así era nuestro servicio. Recuerdo que siempre se comunicaba con el asesor presidencial Vladimiro Montesinos, a quien se dirigía como 'doctor'. Según López Meneses, Montesinos le encargaba varios trabajos que él personalmente cumplía. Por ejemplo, ir al aeropuerto internacional Jorge Chávez para llevar  y traer maletas. Mucho iba al aeropuerto. En ocasiones visitaba a la fiscal de la Nación, Blanca Nélida Colán. También solía dirigirse al Poder Judicial. Entraba y salía como si nada. Adonde iba le abrían la puerta y le rendían pleitesía. Nadie podía decirle no a Óscar López Meneses.
Pero el capitán le dijo no y este pidió su relevo.
Un día de mayo de 1999, López Meneses encargó un trabajo doméstico a mi escolta. Yo le dije que no le estaba permitido. 'Yo soy el jefe de escolta. Yo estoy a cargo de su persona', le dije. 'No, muchacho, acá se hace lo que yo digo. Te has puesto la soga al cuello', me respondió. Y frente a mí llamó al director de la policía: 'Fernando (Dianderas), necesito otro jefe de escolta de inmediato. Este teniente no se adapta al servicio', le dijo. El cinco de mayo me relevaron como escolta.
Así era el poder de Óscar López Meneses.      

No hay comentarios: