CORTESIA LA REPUBLICA
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mando, aseguran que se hace justicia, otros señalan que lo único que se está haciendo es castigar con severidad a un policía que osó enfrentar a la mafia delincuencial que sembraba el terror en la Capital de la Amistad y a la propia mafia enquistada dentro de la Policía.
A raíz de las declaraciones de unos testigos protegidos por la justicia, en las que revelan que la caída del “Viejo Paco” y su organización criminal fue gestada por Linares Ripalda, muchos oficiales que sirvieron bajo las órdenes de Linares se han manifestado revelando que la detención de Jorge Linares no obedece sino a un mero acto de venganza de unos, y de la ambición de otros de poseer lo que quedaba del imperio derrumbado de Ángel León Arévalo (a) “Viejo Paco” y que pese a todo aún era lucrativo.
Refieren que “La Gran Familia” y “El Nuevo Clan del Norte” son la misma organización, pues está integrada por los cerca de 30 delincuentes que se encuentran con orden de captura por integrar la banda del “Viejo Paco” y por otros 90 más que han sido plenamente identificados pero que continúan trabajando sin ningún tipo de obstáculo.
Además, los agentes que prefieren no identificarse por temor a las represalias de las mafias o de su propio comando, señalaron que un actor pasivo en todo esto fue el jefe de la Región Policial Nororiente, general PNP Eleuterio Díaz Pérez, quien no habría hecho nada por contener a estos malos oficiales y suboficiales que se coludieron con estas organizaciones delictivas.
Temen por sus vidas
Por su parte los testigos protegidos de la justicia, que colaboraron en la desarticulación y captura de la organización criminal “La Gran Familia”, temen por sus vidas. Ellos refieren que desde la detención y encarcelamiento del coronel Jorge Linares Ripalda sus vidas han quedado a merced de los mercenarios y sicarios.
Venganza. Oficiales de la PNP dicen que es un acto de
venganza y colaboradores eficaces temen por sus vidas, pues aseguran que
les han quitado la protección que tenían.
Chiclayo. ¿Quién está detrás de la caída del ex jefe de la
Dirección Territorial Policial, coronel PNP Jorge Linares? Es la
pregunta del millón. Mientras los detractores del oficial que logró la
captura de la organización criminal “La Gran Familia”, entre ellos
algunos altos oficiales que trabajaron bajo su mando, aseguran que se hace justicia, otros señalan que lo único que se está haciendo es castigar con severidad a un policía que osó enfrentar a la mafia delincuencial que sembraba el terror en la Capital de la Amistad y a la propia mafia enquistada dentro de la Policía.
A raíz de las declaraciones de unos testigos protegidos por la justicia, en las que revelan que la caída del “Viejo Paco” y su organización criminal fue gestada por Linares Ripalda, muchos oficiales que sirvieron bajo las órdenes de Linares se han manifestado revelando que la detención de Jorge Linares no obedece sino a un mero acto de venganza de unos, y de la ambición de otros de poseer lo que quedaba del imperio derrumbado de Ángel León Arévalo (a) “Viejo Paco” y que pese a todo aún era lucrativo.
Refieren que “La Gran Familia” y “El Nuevo Clan del Norte” son la misma organización, pues está integrada por los cerca de 30 delincuentes que se encuentran con orden de captura por integrar la banda del “Viejo Paco” y por otros 90 más que han sido plenamente identificados pero que continúan trabajando sin ningún tipo de obstáculo.
Además, los agentes que prefieren no identificarse por temor a las represalias de las mafias o de su propio comando, señalaron que un actor pasivo en todo esto fue el jefe de la Región Policial Nororiente, general PNP Eleuterio Díaz Pérez, quien no habría hecho nada por contener a estos malos oficiales y suboficiales que se coludieron con estas organizaciones delictivas.
Temen por sus vidas
Por su parte los testigos protegidos de la justicia, que colaboraron en la desarticulación y captura de la organización criminal “La Gran Familia”, temen por sus vidas. Ellos refieren que desde la detención y encarcelamiento del coronel Jorge Linares Ripalda sus vidas han quedado a merced de los mercenarios y sicarios.
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