Alberto Jordán
“Honor. Cualidad moral que lleva al cumplimiento de los propios deberes respecto al prójimo y de uno mismo”
Amigos el 24 de enero el Ministro del Interior me ha citado a su despacho, la verdad no sé cuál es el motivo, del Dr. Walter Albán Peralta sé que es un hombre de derecho y ex defensor del Pueblo, si en caso me indique que mi resolución será firmada, mi respuesta será, le estoy agradecido Dr. la acepto y de forma inmediata presento mi pase de retiro, ya que mi actitud es una cuestión de Honor y ese día le diré a mi querido Padre, quien se encuentra al lado de nuestro Señor, Padre tu apellido seguirá manteniéndose con Honor
Amigos, muchos se preguntaran porque lucho, algunos dirán está buscando ser político, otros de repente dirán está buscando regresar a la policía y permanecer como general, o muchos tendrán opiniones distintas que son respetables; no mis amigos, no busco ser político, ni menos regresar para ejercer el grado de general, busco algo más grande, cual es el honor y el apellido que herede de mis padres, el cual es algo demasiado valioso para no defenderlo hasta con la vida.
Han pasado cinco años de lucha, en estos cinco años se me acuso ante un tribunal Civil, cual los gobernantes (Alan García y Ollanta Humala), se negaron a cumplir con el Mandato Judicial de mi reposición a la Policía Nacional, dando lugar a que las instancias Internacionales vean a nuestro País como una Democracia disfrazada por no existir un Estado de Derecho Democrático, y en otro juicio donde el Juzgado Militar Policial, me enjuicio por negarme a utilizar las armas para desalojar el Puente Montalvo en Moquegua, a consecuencias de ello se me sentencio a 18 meses y a una reparación civil de 10,000 soles, el motivo “Por no ejecutar la orden de desalojar el Puente Montalvo y por su propia iniciativa y sin autorización de su Comando ponerse a dialogar”.
Amigos el honor es algo demasiado valioso para no defenderlo hasta con la vida, lo herede de mis padres, y cuando ingrese a la Escuela de la Benemérita Guardia Civil del Perú, lo mantuve y lo reforcé, cuando mis instructores mi hicieron conocer el significado de su lema “El Honor es su divisa”, amigos es tan importante el honor que en estos momentos me traen a colación las palabras del libertador Simón Bolívar cuando dijo “que, dichosísimo aquel que corriendo por entre los escollos de la guerra, de la política y de las desgracias públicas, preserva su honor intacto”, por eso amigos lucho y seguiré luchando por que jamás he querido dañar un don tan preciado como el honor que me dejaron mis Padres.
Me he preguntado todos estos años, porque los políticos no entienden; ¿qué es el honor? ¿Hasta dónde puede un hombre ofender a otro desconociendo su honorabilidad? ¿La honestidad es un don divino o es algo que adquieren los humanos, hombres y mujeres, durante el desarrollo de sus vidas? ¿El honor, me pregunto, se adquiere comprándolo en cualquier prostíbulo o se gana con la práctica social?
Decía el filósofo romano Cornelio Tácito que “en un espíritu corrompido no cabe el honor”. Esa expresión de un hombre tan sabio me confunde, porque el espíritu es algo demasiado sublime y hondo que tenemos al nacer aunque no podamos verlo ni tocarlo. ¿Significa que el espíritu nace honrado y luego se transforma en deshonesto? No lo sé. No quiero entrar en un problema filosófico. Buscaré en otras fuentes aunque creo que ciertamente “en un espíritu corrompido no cabe el honor”.
Amigos el 24 de enero el Ministro del Interior me ha citado a su despacho, la verdad no sé cuál es el motivo, del Dr. Walter Albán Peralta sé que es un hombre de derecho y ex defensor del Pueblo, si en caso me indique que mi resolución será firmada, mi respuesta será, le estoy agradecido Dr. la acepto y de forma inmediata presento mi pase de retiro, ya que mi actitud es una cuestión de Honor y ese día le diré a mi querido Padre, quien se encuentra al lado de nuestro Señor, Padre tu apellido seguirá manteniéndose con Honor
Amigos, muchos se preguntaran porque lucho, algunos dirán está buscando ser político, otros de repente dirán está buscando regresar a la policía y permanecer como general, o muchos tendrán opiniones distintas que son respetables; no mis amigos, no busco ser político, ni menos regresar para ejercer el grado de general, busco algo más grande, cual es el honor y el apellido que herede de mis padres, el cual es algo demasiado valioso para no defenderlo hasta con la vida.
Han pasado cinco años de lucha, en estos cinco años se me acuso ante un tribunal Civil, cual los gobernantes (Alan García y Ollanta Humala), se negaron a cumplir con el Mandato Judicial de mi reposición a la Policía Nacional, dando lugar a que las instancias Internacionales vean a nuestro País como una Democracia disfrazada por no existir un Estado de Derecho Democrático, y en otro juicio donde el Juzgado Militar Policial, me enjuicio por negarme a utilizar las armas para desalojar el Puente Montalvo en Moquegua, a consecuencias de ello se me sentencio a 18 meses y a una reparación civil de 10,000 soles, el motivo “Por no ejecutar la orden de desalojar el Puente Montalvo y por su propia iniciativa y sin autorización de su Comando ponerse a dialogar”.
Amigos el honor es algo demasiado valioso para no defenderlo hasta con la vida, lo herede de mis padres, y cuando ingrese a la Escuela de la Benemérita Guardia Civil del Perú, lo mantuve y lo reforcé, cuando mis instructores mi hicieron conocer el significado de su lema “El Honor es su divisa”, amigos es tan importante el honor que en estos momentos me traen a colación las palabras del libertador Simón Bolívar cuando dijo “que, dichosísimo aquel que corriendo por entre los escollos de la guerra, de la política y de las desgracias públicas, preserva su honor intacto”, por eso amigos lucho y seguiré luchando por que jamás he querido dañar un don tan preciado como el honor que me dejaron mis Padres.
Me he preguntado todos estos años, porque los políticos no entienden; ¿qué es el honor? ¿Hasta dónde puede un hombre ofender a otro desconociendo su honorabilidad? ¿La honestidad es un don divino o es algo que adquieren los humanos, hombres y mujeres, durante el desarrollo de sus vidas? ¿El honor, me pregunto, se adquiere comprándolo en cualquier prostíbulo o se gana con la práctica social?
Decía el filósofo romano Cornelio Tácito que “en un espíritu corrompido no cabe el honor”. Esa expresión de un hombre tan sabio me confunde, porque el espíritu es algo demasiado sublime y hondo que tenemos al nacer aunque no podamos verlo ni tocarlo. ¿Significa que el espíritu nace honrado y luego se transforma en deshonesto? No lo sé. No quiero entrar en un problema filosófico. Buscaré en otras fuentes aunque creo que ciertamente “en un espíritu corrompido no cabe el honor”.
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