Juan Mosquera
Fiestas de Carnaval
Alegría y Nostalgia
El domingo 02 de marzo celebramos el día central de las Fiestas de Carnaval. Fecha que varía cada año.
En
primer lugar nos remitimos al fragmento de un artículo escrito por José
Carlos Mariátegui, con el Título de “SERPENTINAS” artículo adherido al
tomo 4 de la colección de Obras Completas de la
Editorial
Amauta: “LA NOVELA Y LA VIDA” (1929) “Los tres días de Neo – Carnaval
son, en verdad, tres días únicos de educación democrática. Cada pueblo
del Perú tiene sus reinas, cada reina sus azafatas, cada azafata sus
trovadores. Las usanzas los fueros y las coronas de la aristocracia se
democratizan.
El carnaval empieza a adquirir la solemnidad de un
rito. El humorismo de Lima corre, en este episodio anual, el grave
riesgo de ser desmentido, vamos a constatar, finalmente, que Lima es una
ciudad humorística. El neo-carnaval debería consternar a nuestros
pasadistas. Los disfraces nos enseñan que el pasado no puede resucitar
sino carnavalescamente. El pasado es una guardarropía. No es posible
reinventarlo, el Presente es una instantánea, el pasado es una
caricatura.
En el carnaval conviven la moda del renacimiento y la
moda rococó con la moda moderna. El carnaval, en apariencia, anula el
tiempo; pero, en realidad, lo contrasta, un traje cruzado, que en la
edad Media era un traje dramático, en nuestra época es un traje cómico…”
Es evidente que el presente escrito, mantiene su frescura, su vigencia.
También,
entrevistando a don Gilberto Tenorio Ruiz, (+), Maestro de Maestros,
nos testimonia: “Bueno, los carnavales de Chachapoyas han sido sumamente
alegres con su propia música pero hace años que efectivamente casi ni
se escucha la música –de poco a poco- parecía que va a extinguirse; pero
alguien tuvo la idea que reclamaba los carnavales también de nuestro
Chachapoyas que también es muy bonito, entonces he logrado escuchar una
composición con los “Hermanos Herrera” que lo tienen en el disco “El
Carnaval Chachapoyano”. Y así mantener lo suyo. Yo había grabado una vez
con Lucho Cabredo y tuvo mucha aceptación en la radio que él dirigía;
bueno pero después desapareció esa grabación.
Los carnavales eran
preciosos como digo, habían cuadrillas de caballeros, de jóvenes, del
magisterio, de la Guardia Civil, de niñitas y se hacía una reina de
salón para las chiquitas; pero claro era una diversión que costaba mucha
plata para elegir las reinas que habían,; habían reinas, corsos, un
festín pero preciosos y hasta por fin desapareció.
Nosotros en
esta casa despedimos el carnaval con 25 familias, ahí fue el ultimátum
bailando los 3 días, mañana, tarde, noche; en base de serpentinas, a
base de baño, agua, en la mañana, en la tarde; nos cambiábamos dos, tres
veces al día, habían chisguetes importados de éter. Después los
confetes (mistura), talco fino; las serpentinas con expresiones
amorísticas. Así lo despedimos. También había Humishas que las hacían en
las esquinas. Las reinas eran elegidas por el pueblo quienes ayudaban a
darle un calzado, un vestido: pero también ayudaban las familias, las
cuadrillas, el que tenía más dinero salía elegida, aparte también de ser
bonita. El Miércoles de Ceniza, recibíamos la ceniza todos arrepentidos
después de tanta alegría, etc., ahora ya no es el carnaval que fue;
donde no cambia el carnaval es en Cajamarca; muy bonito hasta ahora.
Todo lo que pasa ya no vuelve, es una lástima decirlo, pero así es la
realidad de la vida; muy bonito es recordar pero ya no vuelve”.
Definitivamente,
en esta parte del país, Chachapoyas, desde antaño celebramos las
Fiestas de Carnaval, jugando los clásicos tres días, para luego toda la
familia, el Miércoles de Ceniza acudir a la iglesia para escuchar la
Santa Misa. Quién no recuerda en su infancia haber comprado su “gruesa”
de globos, en pequeñas bolsas de plástico con doce docenas, marca
“Poenix”, “Tres Rosas”, “Payaso”; “El Águila”, etc.; a la par de jugar
con globos se hacían también los chisguetes de carrizo, con el tiempo
fueron reemplazos por los de plástico. En los clubes sociales,
deportivos, barrios de la ciudad, elegían sus “Reinas de Carnaval”, que
en hermosos carros alegóricos se paseaban triunfalmente por nuestras
calles, a la par, que el “Ño Carnavalón” daba la nota pintoresca.
En
las esquinas de las calles, patios de las casas se plantaban las
“Humishas” o “Yunsas”, hermosas plantas de eucalipto de regular tamaño;
con frutas, pañuelos y serpentinas de color, conteniendo pequeños
versos; en la noche se realizaban el baile; antaño las parejas portaban
chisguete de vidrio con líquido de aroma fuerte, de marca “Amor de
Colombino”, principalmente.
La pareja que corta el árbol, al año
siguiente es la responsable de devolver; muchas veces las “Yunsas” nacen
“Fundados” por niños; de ahí que hoy en día hay Yunsas que datan de más
de veinticinco años de fundada; muchos migraron a otros lugares; a
Trujillo, Lima, Tacna, etc.; pero la fiesta sigue con los familiares,
vecinos; eso sí, hoy en día para cortar un árbol, hay que pensarlo no
menos de dos veces.
Saludamos a los diferentes distritos de las
provincias de nuestro departamento de Amazonas y decirles que admiramos
sus costumbres, la manera peculiar de celebrar los carnavales; a veces
nacen en estas fiestas el sincero amor. Ello nos hace recordar nuestra
infancia –que nunca volverá-, pero siempre el ser humano lo lleva en su
espíritu; por eso es que jóvenes, personas mayores, jugamos siempre el
carnaval; a pesar de la crisis económica, en este año 2014… Y por
siempre. Carnaval, símbolo de alegría y nostalgia.
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