EL CARTEL ALANISTA.

ORIGINAL AQUI

El viernes ante los micrófonos de Radio Exitosa*, los dos abogados del expresidente Alan García Pérez, fueron apaleados literalmente por el jurista Guillermo Olivera Díaz quien demostró cuan ineficiente es la cháchara que pretende arropar las fechorías del obeso ex titular del Ejecutivo entre 2006-2011 y cómo es que las vivezas y tinterilladas, como el venal comportamiento de un juecesito,

poco pueden ante razones y conocimientos esgrimidos en múltiples artículos y ya varias polémicas públicas.
Como toda acción comporta una respuesta y no siempre galana y hasta soez, en las redes sociales menudearon los dogos alanistas haciendo uso y abuso de dicterios, insultos y calificativos irreproducibles contra Olivera Díaz. Como si ante la solidez doctrinal los ladridos de canes amaestrados y muy bien pagados pudiera debilitar a los argumentos. Pero ¿qué se puede esperar de asalariados siervos de compromisos y cuyos prontuarios están bien guardados hasta que alguien amenace con abrir las compuertas de secretos y dineros deshonestos?
Pero los chuchos son deleznables y hasta provocan lástima.
No ocurre lo mismo con la gravísima denuncia emitida por el doctor Olivera Díaz y que dice así:
"959-729-027: ¡CELULAR PELIGROSO URGIDO DE UBICARME!
Sigue la mafia tratando de intimidarme, luego del debate que sostuve, en Radio Exitosa, el 13 de junio último, con los 2 abogados de Alan García: Genaro Vélez Castro y Wilber Medina Bárcena.
Hoy, 16 de junio del 2014, 4.52 AM me llamaron del Cel 959729027, que no contesté, por supuesto. La segunda llamada la repitieron a las 4.53 AM.
En un espacio de 20 minutos, pues era tanta la urgencia de ubicarme, me hicieron 10 llamadas en total: 4.54 AM, 4.55 AM, 5.00 AM, 5.03 AM, y 5.12 AM (2). Todas provenían del mismo celular 959729027.
¿Quieren saber donde he pasado la noche, por eso me buscan temprano?
¿A quién pertenece este misterioso celular de mañanero urgentísimo, propio de los sicarios con aguda erotomanía o quizá satiriasis?
Los comentarios huelgan. Urgen explicaciones de poder suasorio"
Sobre el mediodía de ayer lunes 16 se tomó conocimiento que el teléfono de marras era del operador Claro y ubicado en Arequipa. Es obvio que la empresa Claro está obligada a dar mayores detalles sobre este enojoso y hasta criminal particular. ¿A quién pertenece este celular, del que llaman 10 veces en veinte minutos a esas horas, a un severo crítico de García?
¿Cómo operan los bandidos de todo pelaje y los sicarios? ¡Fácil! Llaman a horas inusuales y si se contesta, logran el punto geográfico, es decir UBICAN a la posible víctima y siguen, marcan, sus pasos. ¿Estamos frente a ardides delincuenciales idénticos a la época del fujimontesinismo? Pareciera que la involución es acelerada.
Como no hay coincidencias en política y tampoco en la cosa pública, hay que inferir que huérfanos los bandidos alanistas de argumentos para disimular las exacciones y robos de su gestión, discurren por los vedados senderos de la amenaza y la violencia que es el lenguaje de las bestias.
¿Por causa de qué tanto miedo? ¿no les basta el alquiler de un juecesito inmoral para anemizar el trabajo de la ex Megacomisión? El alanismo compila una destructora tendencia que pretende que los peruanos comulguemos con aspas de molino y pasemos por alto los narcoindultos y festivales de erratas como la del Estadio Nacional reputado como "colegio emblemático". ¡Pamplinas!
Tampoco se entiende por absurdo que la recomendación para atribuir delito de encubrimiento a Alan García por la ex Megacomisión se refiera a un solo caso y se obvien u olviden los miles de narcoindultos. La estupidez también tiene ribetes de colosal majestad en la mediocridad peruana.
A buen entendedor, pocas palabras.