Pasan muchas cosas en un video porno, que pueden considerarse como lo común o natural, cuando no lo son. Esta realidad aumentada del sexo que es la pornografía, puede hacernos considerarla innecesariamente como un punto de comparación.
considerarla innecesariamente como un punto de comparación.
La web Entremujeres preparó un listado de 10 mitos que la pornografía cultiva y difunde sobre las relaciones sexuales. Aquí va:
1) Todos los hombres son XL
“Si bien esto es cierto, el mito aquí radica en creer que es lo normal”, señala a Entremujeres el doctor Fabián Gómez, urólogo especialista en sexo y asesor científico del Boston Medical Group. “Esas proporciones no son la medida del hombre común. Es importante aclarar este tema para evitar odiosas comparaciones y futuras frustraciones en el hombre y la pareja”, agrega.
2) Los hombres van al grano y a las mujeres les gusta
En el porno, todo se conduce hacia la genitalidad, sin detenerse casi nada en besos, caricias, ni ningún tipo de juego previo. “El sexo explicito es eso, puro sexo carente de erótica, es decir, de todos los condimentos que enriquecen un encuentro sexual. Lo que no se ve es el tiempo que tardan los actores en ´calentarse´ para ser convincentes frente a la cámara. No olvidemos que es cine y, como tal, la historia debe prescindir de circunstancias accesorias”, nos alerta el doctor Walter Ghedin, médico psiquiatra y sexólogo.
3) La profusión del final
“Es frecuente ver que el actor masculino eyacula gran cantidad de semen. No es la media normal para la población, ya que la cantidad habitual de eyaculado es de 1.5 a 4 ml.”, detalla Gómez. Con las mujeres pasa algo similar. Por su parte, Ghedin sostiene que “la eyaculación femenina es una secreción blanquecina, a veces abundante, que se da previo o durante el orgasmo. No todas las mujeres tienen este tipo de secreción y no por eso existe alguna patología, es una respuesta fisiológica que puede aparecer o no".
4) Posiciones de pro, pero no agradables
“En las películas XXX podemos ver variadas posiciones para realizar el acto sexual. Hay que tener en cuenta que los actores y las actrices están entrenados para ese tipo de papeles. Hay posiciones que son realmente muy incómodas y de gran impacto visual, pero que no hacen necesariamente al sexo más agradable, sino todo lo contrario”, explica Gómez.
5) Mujeres multiorgásmicas
“En la realidad, la respuesta orgásmica es cambiante: a veces es intensa en placer, otras veces más pobre, algunas veces hay multiorgasmos y en otras no. En fin, la respuesta sexual es variable y está influida por distintos factores como el estrés, las ganas y la pericia sexual de la pareja, el tipo de estimulación recibida, la fase del ciclo menstrual y la rutina”, enumera Ghedin.
6) Sexo fuerte para todos
Escenas de sexo violento (hard sex), dominación, castigos, ficción de violaciones, formas que son realmente agresivas. “De acuerdo a mi experiencia, la gran mayoría de los pacientes y sus parejas prefieren ser tratados con suavidad y dulzura para realizar el acto sexual, o a lo sumo con mucha intensidad y fogosidad, pero no violentamente”, cuenta Gómez.
7) En casa todos tenemos un juguete sexual
“En las películas porno aparecen ciertos guiños fetichistas: lencería erótica, zapatos estilizados (de taco o estiletos), medias caladas y disfraces, entre otros. Hasta la escenografía impresiona deliberadamente ´kitsch´, como suelen ser los hoteles alojamiento”, describe Ghedin.
8) Hacer un trío está a la vuelta de la esquina
Escena usual de película porno: la mujer encuentra a su pareja teniendo sexo con su amiga y se suma para practicar un furioso ´menage a trois´. El doctor Gómez se encarga de desmitificarla: “pensemos en lo absurdo de la situación y llevémosla a nuestras vidas cotidianas: ¿que pasaría si nuestra pareja nos encuentra teniendo sexo con nuestra amiga/o? ¿Es más factible que se sume a la cama o que nos elimine de su vida?”
9) Los hombres gay son “machos” y las lesbianas “hacen de hombre”
“En las porno dirigidas al público gay los hombres son estilizados, musculosos, estereotipo del macho recio y bien dotado. El juego previo es muy corto y la relación tiene como objeto la penetración, cosa que no ocurre tan así en la realidad”, señala Ghedin. Con las relaciones lésbicas también se miente. La razón: las consumen los hombres que les gusta ver a dos o más mujeres tener sexo. “Las películas no muestran la realidad y siempre exponen a una de ellas ´haciendo de hombre´, es decir, asumiendo un rol activo, y otra de mujer, con un rol pasivo”, agrega el doctor.
10) El repartidor de pizza es un amante en potencia
En las XXX, las mucamas, los jardineros, las secretarias, los vendedores y los soderos, por solo dar algunos ejemplos, son siempre bellos y de físicos espectaculares. No solo eso, sino que además están dispuestos a tener sexo con el/la protagonista. “Como podemos adivinar rápidamente, aunque alguna vez pueda ocurrirnos, esto no es habitual en la vida real”, apunta Gómez.
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