CARTA DE UN GORDITO A OLLANTA HUMALA

Juan Sibarita

Querido Presidente Ollanta Humala,
Colaboro con Lucidez escribiendo columnas gastronómicas. Me gusta comer. Como muchísimo. Soy gordo. Lo soy a mucha honra.
Usted Señor Presidente es un cobarde, amparado por su posición de poder e intoxicado por la falsa noción matona y prepotente de que puede hacer lo que le da la gana despotrica contra todos. Usted ayer volvió a meterse con los gordos ¡A usted qué le importa! Usted tiene una obsesión fetichesca
con atacar a los gordos hablando de panzones cada vez que tiene la oportunidad, claramente su patético insulto, normalmente, va dirigido a cierto líder político pero ¿por qué nos involucra en sus propias querellas políticas? ¿Por qué no discute y debate ideas en vez de bajamente tomar una actitud discriminatoria hacia un grupo poblacional?
Esta semana su ataque fue dirigido a un periodista que le debe haber hecho una pregunta que no le gustó, una pregunta de interés nacional que usted no supo o no quiso responder.
“Baja de peso y de ahí hablamos”: No quiero bajar de peso Señor Presidente, no me da la gana y usted me va a escuchar a pesar de mis amplias caderas porque soy peruano, soy peruano y usted es el Presidente del Perú.
“¿Qué más quieres gordo?”: Quiero respeto, no quiero insultos por ser gordo, flaco, alto, bajo, negro, blanco, caqui, gay, joven, viejo, capitalino, provinciano… Quiero respeto y Usted me lo debe.
“Qué pesado es este gordo”: Sí soy pesado, somos pesados, somos grandes. No todos somos como Usted que sale a correr todos los días como escapándose de la sombra de su gobierno. Somos gordos y ¿A usted qué le importa?
Basta ya señor presidente de meterse con los gorditos, no nos use como chivos expiatorios para descargar su incompetencia, no se meta con nosotros, así como nosotros no nos metemos con usted.
Atentamente,
Juan Sibarita.

PD: Pensaré en usted comiendo bacalao este viernes.