Soy demasiado dormilona, pero demasiados mensajes acaban de despertarme
y les juro que no termino de creer lo que leo y veo en los portales.
Ninguno de los periodistas que investigamos a fondo y enfrentamos a la
mafia de Orellana podrá decir lo contrario: Julia Principe es una Reina,
una reina que solo busca justicia, verdad, una reina que lucha contra
la impunidad. Una abogada que enfrentó las más viles calumnias en
estéreo porque se atrevió a investigar unas de las redes que penetró con
descaro el Ministerio Público y el Poder Judicial.
Rodolfo
Orellana quiso matarla injuriándola con publicidad maldita que circulaba
en microbuses. El medio que utilizaron él y Benedicto Jiménez fue el
pasquín Juez Justo en cuyas páginas manchaban la honra de Príncipe. En
las portadas la enlodaban con titulares canallas. Ella resistió. Se
enfermó por supuesto, claro que se enfermó, pero nunca se dejó ver
abatida. A la doctora Julia Principe la respeto por valiente, por
corajuda, por no dejarse. Al ministro de Justicia que será censurado
este jueves en el Congreso (si es que no renuncia antes para no hacer
papelón) y que hoy estuvo en RPP usando los mismos argumentos de
Orellana para desprestigiarla lo repudio por cobarde. Eso es usted
Gustavo Adrianzén, un cobarde que no merece ser ministro de justicia en
un país donde reina la impunidad. Hoy ha utilizado los mismos argumento
que levantó Orellana para enlodar a una abogada que solo defendía al
Estado Peruano de los corruptos y usted se ha perdido en los agravios
para justificar lo que no puede su conciencia: el despido de loa
procuradora Príncipe después de 12 años de trabajo.
Lo que la
mafia de Orellana no logró lo ha logrado La Jefa Nadine. ¿O me van a
decir que esto lo hizo Gustavo Adrianzén porque es el justiciero mayor
de nuestro país? Por favor. Es el guion de un gobierno acorralado por
las investigaciones a quien se cree reina y todopoderosa. Lo es. Lo que
me extraña, lo que me inquieta es el triste papel del señor Pedro
Cateriano. No ha existido persona que lo conozca que no me diga que es
un verdadero demócrata. ¿Un demócrata permite el linchamiento de una
procuradora decente que solo estaba haciendo su trabajo? ¿Qué le pasó a
Pedro? ¿A tanto llega su respaldo incondicional a la primera dama quien
según él mismo dijo en un audio inolvidable da la luz verde? ¿Eso se
hace en democracia? He perdido la cuenta de las veces que he conversado
en on y en off con la procuradora Príncipe, he cruzado demasiada
información con ella e imagino que como otros periodistas cuando la he
notado abatida le he levanto los ánimos y pedido que no se vaya, que el
Perú la necesita, que siga luchando. Después de cada conversación
siempre he terminado respetándola más. Conoce al pie de la letra los
casos, no opina si no lee. No teme ser incómoda al poder. Sí estoy
convencida de que pisó fuerte y eso los poderos no lo toleran, ellos
sólo quieren chícheñores.
Creo, además, que los últimos dos
"pecados" de Julia Príncipe que la convirtieron en una verdadera roca
para este gobierno y para los zapatos de Nadine Heredia fueron dos:
Uno. Atender la llamada de Panorama, responder la consulta de la
periodista Roxana Cueva quien se atrevió a ventilar las agendas de
Nadine. ¿Qué dijo la procuradora? Que tomaba nota del informe y que
llevaría esas agendas a la fiscalía, como corresponde. Hizo su trabajo.
Cumplió con su deber. ¿Por qué Cueva llamó a Principe? Jamás se lo he
preguntado, pero intuyo que haría lo que todo periodista que conoce la
trayectoria de la procuradora pensaría: mejor le doy estos documentos a
Principe que sí investiga que a cualquier otro que puede encarpetarlo.
Eso pasó. De eso hemos sido testigos todos los peruanos. ¿Ustedes creen
que Julia Principe no recibió advertencias y amenazas cuando decidió
denunciar Ecoteva? Claro que las recibió. ¿Retrocedió? No, y eso que le
recordaron que por Toledo ella estaba sentada en la procuraduría. Su
independencia le hizo decir mil veces que la investigación que se le
hizo en el pasado a Nadine Heredia fue una farsa, que ella misma se
quejó. Eso es Julia Principe. Una procuradora que defiende al Estado, no
al gobierno de turno. Una mujer que no se calla y que sospecha, por eso
la han botado y por eso hoy intentan desprestigiarla.
¿Cuál fue
el segundo pecado de Principe? Pedir dos peritos de parte (además de
los dispuestos por la Fiscalía) para las agendas. Ese fue su Waterloo.
¿Qué vino? Una ofensiva digna de los gobiernos putrefactos. El ministro
Adrianzén la ninguneó en el Congreso, prácticamente dijo que si el
adjetivo vedette les molestaba a los congresistas pues lo retiraba,
jamás le pidió disculpas públicas a Principe por tanto maltrato. Luego
vino la triste conferencia del viceministro Garcés que la caricaturizó y
encima tuvo el cinismo de burlarse de su seguridad. Claro, Garcés
duerme tranquilo porque él nunca se enfrentó a mafiosos que lo han
amenazado de muerte. Principe sí. ¿Qué más? Cateriano le dijo mentirosa.
La volvió a ningunear. Y por supuesto Julia Principe que no se calla y
que siempre defenderá su honor salió y respondió. Hoy la botaron, sin
previo aviso. Hoy a la procuradora Principe el programa Buenos Días Perú
la despertó a las 6 de la mañana y le contó que en El Peruano estaba el
anuncio de su despido. Así trata este gobierno a la gente que hace su
chamba de manera decente, la mantiene hasta que osa meterse con La Jefa.
Todos están advertidos.
La buena noticia es que el
pueblo peruano no es tonto. El Congreso tiene en sus manos la
oportunidad de decirle a este gobierno sin norte ¡Basta!, a los
ciudadanos siempre nos queda la calle para protestar. Daniel Abugattás,
un congresista del gobierno que felizmente no pierde los papeles cuando
la decencia pide alzar la voz ha dicho que el despido de Julia Principe
de la Procuraduría de Lavado de Activos es un verdadero disparo a los
pies del gobierno. Lo es. Le faltó agregar que es un disparo al sistema
anticorrupción y la verdadera venganza de Nadine. A Julia Principe solo
la sacaron por hacer su trabajo y por atreverse a investigar a la
primera dama. Eso queda registrado.
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