Gaston Martinez
En este país llamado Perú suceden cosas increíbles y contradictorias, que a veces avergüenza escribir. Vino a nuestra ciudad Sergio Moro, brillante juez, intrépido, pulcro, capaz y valiente, responsable en buena medida, que la otrora poderosa Odebrecht
con su presidente a la cabeza, así como todos los no menos poderosos implicados en el caso de corrupción más sonado de los últimos tiempos, algunos ya, se encuentren actualmente presos, tras las rejas, y otros en camino de estarlo. Moro Vino por la sencilla razón de brindar su apoyo a nuestro malgastado sistema del Poder Judicial, entidad desprestigiada, mancillada y putrefactada (muchos creen prostituida), desde hace algunos años, producto de su incompetencia y corrupción que lo carcome a diario, que lo ha ilegitimado como organismo serio en nuestro país. Esta acción de la autoridad del vecino Brasil, todos los peruanos saludamos y agradecemos por aquella inmensa y profesional, vocación latinoamericana del Juez Brasilero que desde esta pequeña tribuna solo me queda aplaudir.
Al día siguiente de esta presentación nuestro Poder Judicial rechaza una de las tantas confesiones serias y de graves consecuencias del -ahora- delincuente Barata (antes funcionario de la compañía más corrupta del siglo 21), donde confiesa haberle otorgado la suma de 3 millones de dólares a la ex primera dama Nadine Heredia, durante la campaña a la que postuló su esposo, quien posteriormente llegaría a ser presidente del Perú Ollanta Humala. Resulta inverosímil y pudiera calificarse hasta de quijotesco (si no fuera por la seriedad del tema), que nuestro brillante Juez Duberli Rodríguez, presidente de nuestro cuestionado Poder Judicial, descarte muy risueñamente que los tres millones entregados a nuestra ex primera dama, no es cuestionable ni da motivo de ninguna penalidad porque, aduce, no hay delito en recibir semejante suma de dinero, eso califica sencillamente, como una falta administrativa por lo tanto, nuestra ex primera dama puede dormir tranquila la siesta porque "don Rodríguez" dice; "todo bien gracias"
Es inconcebible que luego del arduo y riesgoso trabajo iniciado por nuestro vecino país y en donde si están cayendo todos los pesos pesados y habiéndose molestado ademas, en manifestar su incondicional apoyo el señor Juez Sergio Moro, se le tire la puerta en la cara demostrando al mundo nuestra absoluta e imparcial tolerancia al padrinaje de la corrupción, esto parece broma. La indignación ya no cabe en esta sociedad. Como dueles Perú.
con su presidente a la cabeza, así como todos los no menos poderosos implicados en el caso de corrupción más sonado de los últimos tiempos, algunos ya, se encuentren actualmente presos, tras las rejas, y otros en camino de estarlo. Moro Vino por la sencilla razón de brindar su apoyo a nuestro malgastado sistema del Poder Judicial, entidad desprestigiada, mancillada y putrefactada (muchos creen prostituida), desde hace algunos años, producto de su incompetencia y corrupción que lo carcome a diario, que lo ha ilegitimado como organismo serio en nuestro país. Esta acción de la autoridad del vecino Brasil, todos los peruanos saludamos y agradecemos por aquella inmensa y profesional, vocación latinoamericana del Juez Brasilero que desde esta pequeña tribuna solo me queda aplaudir.
Al día siguiente de esta presentación nuestro Poder Judicial rechaza una de las tantas confesiones serias y de graves consecuencias del -ahora- delincuente Barata (antes funcionario de la compañía más corrupta del siglo 21), donde confiesa haberle otorgado la suma de 3 millones de dólares a la ex primera dama Nadine Heredia, durante la campaña a la que postuló su esposo, quien posteriormente llegaría a ser presidente del Perú Ollanta Humala. Resulta inverosímil y pudiera calificarse hasta de quijotesco (si no fuera por la seriedad del tema), que nuestro brillante Juez Duberli Rodríguez, presidente de nuestro cuestionado Poder Judicial, descarte muy risueñamente que los tres millones entregados a nuestra ex primera dama, no es cuestionable ni da motivo de ninguna penalidad porque, aduce, no hay delito en recibir semejante suma de dinero, eso califica sencillamente, como una falta administrativa por lo tanto, nuestra ex primera dama puede dormir tranquila la siesta porque "don Rodríguez" dice; "todo bien gracias"
Es inconcebible que luego del arduo y riesgoso trabajo iniciado por nuestro vecino país y en donde si están cayendo todos los pesos pesados y habiéndose molestado ademas, en manifestar su incondicional apoyo el señor Juez Sergio Moro, se le tire la puerta en la cara demostrando al mundo nuestra absoluta e imparcial tolerancia al padrinaje de la corrupción, esto parece broma. La indignación ya no cabe en esta sociedad. Como dueles Perú.
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