EOPNP historico olvido.

Darse una vuelta por lo que fue la Escuela de Oficiales Mariano Santos (EOMS), es brindarse un rrecorrido por antiguas experiencias, gratos recuerdos, y también algunos sin sabores. Es escarbar ademas, en la nostalgia de lo vivido, etapa especial de nuestra vida que muchos añoramos con devoción, y que a veces hemos archivado en una esquina muy apartada de nuestra memoria, pero que afloran inmediatamente, al visitar otra vez, sus ambientes e instalaciones.
Empero es enfrentarse también a una realidad empírica, un fatal tropiezo al desgano, a la desidia, a la brutal indiferencia de los últimos gobiernos de turno, que en complicidad directa con los que durante esos años la comandaron, permitieron que la  "gloriosa" Alma Mater, de la desaparecida Guardia Civil, luzca ahora una vulgar caricatura de lo que fue antaño.
Ya no se trata de pedantes nostálgicos, que en su egoísmo de particularizar acciones propias en desmedro de la de otros, descarta con apasionamiento desmedido lo bueno para ellos y lo malo para el resto.
El antiguo Centro de Instrucción de la Guardia Civil Mariano Santos (CIGC MS), fue durante una época, un templo imponente dedicado a la formación de Oficiales y Guardias. La brillantez de sus ambientes en aseo y limpieza ocultaba con facilidad la escasa suntuosidad de algunas de sus construcciones, el cuidado excesivo de sus áreas verdes denostaba con soberbia, un orden jardinesco de bellas plantas y árboles, el mantenimiento y conservación de la pista de circulación de los vehículos (por donde además corríamos la calistenia), irrenunciablemente impostergable. Era oportuno que los cadetes impulsados por la iniciativa de sus instructores, tuviéramos que colaborar con los vitrovenes faltantes de alguna ventana. Los sancionados, que lavábamos alguna prenda para luego colgarla en la parte tracera del edificio (tendederos), lo hacíamos solo por ese fin de semana y bajo la consigna de mantener el área impecable como si no hubiera sido usado. El famoso "Casino de Cadetes" lo mostrábamos como vitrina de exivicion al detalle del buen gusto, y había que utilizarlo con la delicadeza de quien visita la sala de la casa de nuestra enamorada (Pierola Lara, era implacable con los que mal usaban los muebles), la solemne elegancia del salón brotaba a primera vista. El gran comedor donde se degustaban las diferentes comidas, al margen de la buena calidad de proteínas y calorías, ofrecía una pulcritud de salón que invitaba a disfrutar los alimentos.
¡Que contraste existe ahora! Cualquiera que visite sus lúgubres ambientes, malogradas letrinas , abandonados dormitorios, antihigiénicos servicios, empolvadas pistas y veredas (llenas de huecos, por partes desaparecida por completo),  y desgastadas instalaciones, expulsara con rabia alguna lágrima por su frustrada incompetencia de ver lo desgraciada de Escuela de formación en que se ha convertido su querida ciudad, que tanto orgullo nos brindaba. Es imperdonable que la bonanza vivida en Perú en los últimos 20 años, no halla salpicado siquiera en un mínimo de beneficio para la mejora o por lo menos el mantenimiento de la que antes fuera nuestra casa-hogar de enseñanza y formación, dueña de  incalculable cantidad de aprendizajes que ahora, solo toca recordarla. ¿Quienes son los responsables? Encuéntrenlo ustedes.      
PD
Miamiperuworldnews