Carlos Cespedes.
Leyendo la pagina de El Comercio por internet, para enterarme como andan las cosas "por el barrio", llego a la página de Deportes y me salgo enterando de como se realizo la operación de venta al Flamengo del jugador de la selección Trauco, que se ha convertido en un figurón, y en cuanto fue vendido el chato Ruidiaz a México donde está que la rompe.
Pues si...por una bicoca, una nada.
Y acá confirmo una teoría...lo mejor que ha tenido la U en toda su historia es su hinchada, que es finalmente lo más puro que tiene el fútbol; y por otro lado, los dirigentes que ha tenido el equipo en estos años de existencia, sin dudarlo (pero sin dudarlo), son definitivamente los más tarugos, o improvisados o delincuentes....o todo eso junto.
En los años 70, Luis Banchero compró al Defensor Lima
y como el tío estaba podrido en guita, se jaló a medio equipo de la U, los que estamos arriba de los 50 nos acordamos, Challe, Nico Fuentes, Correa, Fernández, Casaretto, etc...y todo por un sencillo.
Años después, Alfredo González (el Grondona del fútbol peruano), hizo del club su caja chica, viajando a Argentina y comprando parrilleros y lavadores de carro a quienes los convertia en futbolistas camino al estadio.
Para finalmente, un club casi quebrado economicamente, con un estadio que es propio ya la vez ajeno, con dirigentes que más se dedican a pelearse la dirección del club, así como Piérola y Cáceres se peleaban la presidencia del país, con dirigentes que paran mas en el Palacio de Justicia que en el Monumental...con gente así, enquistada por décadas en el club y en el fútbol del Perú, pretender ir a un Mundial, pretender una Copa América, pretender aunque sea ir a una olimpiada, resulta muy difícil y complicado, tanto...como que Keiko se ponga a trabajar.
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