Unificación de las Fuerzas Policiales
A fines del segundo gobierno del Presidente Fernando Belaúnde, se producen diversos enfrentamientos entre los integrantes de la Guardia Civil y la Guardia Republicana, que mellan el prestigio y autoridad de ambas instituciones frente a la opinión pública y el gobierno. Además existía superposición de funciones entre las tres fuerzas policiales, mientras que la comunidad reclamaba mayor protección y ayuda a las personas y sus bienes.
Frente a la situación descrita, en el primer gobierno del Presidente Alan García Pérez, el 14 de setiembre de 1985, al amparo de la Ley 24294 aprobada por el Congreso de la República, el Poder Ejecutivo decide iniciar un proceso de reorganización de las fuerzas policiales.
Posteriormente, el 04 de febrero de 1986 continuando con el proceso emprendido, se expidieron los decretos legislativos Nros. 370,371, 372 y 373 referentes a la Ley Orgánica del Ministerio del Interior, Ley de Bases de las Fuerzas Policiales, Leyes Orgánicas de la Guardia Civil, Policía de Investigaciones y de la Guardia Republicana.
La Ley de Bases de las Fuerzas Policiales, sentó los pilares para la creación definitiva de la Policía Nacional. La citada ley establece un Comando Único (la Dirección General de las Fuerzas Policiales) y también la formación de un solo Centro de Estudios para la preparación de los oficiales policías (denominado Escuela de Oficiales de las Fuerzas Policiales con sede en el antiguo Centro de Instrucción de la Guardia Civil Mariano Santos en la Campiña- Chorrillos), y de una Escuela Nacional para los Guardias y Agentes (denominada Escuela Nacional de Policía, con sede en el antiguo Centro de Instrucción de la Guardia Republicana del Perú en Puente Piedra). Pareciera que la solución del problema tomó como criterio básico gran parte de la reforma de la Policía en 1922. Se puso énfasis que las fuerzas policiales eran de "carácter no militar".
El 7 de diciembre de 1988 fue publicada la Ley 24949 del 6 de diciembre de 1988, que modificando los artículos pertinentes de la Constitución Política del Perú de 1979, crea definitivamente la Policía Nacional del Perú. Los objetivos que se buscaron fueron, entre otros, integrar las tres fuerzas policiales, hacer un mejor uso de los recursos económicos, desaparecer los conflictos que existían entre ellas originados por "dualidad de funciones" y, sobre todo, ofrecer un mejor servicio a la sociedad.
Con la creación de la Policía Nacional, desaparece del escenario del país la Benemérita Guardia Civil del Perú, que desde su creación en 1873 hasta su extinción en 1988 , brindó al país dos héroes nacionales, cientos de mártires que ofrendaron su vida en defensa de la Patria, de la sociedad y del gobierno legalmente constituído; así como realizó una permanente función social a lo largo y ancho del país, construyendo infinidad de obras comunales como escuelas, actuando muchas veces como docentes en campañas de alfabetización, caminos, comisarías o puestos policiales sin costo para el Estado y con la ayuda de la población, ganándose el aprecio y el respeto de las comunidades.
También ha aportado para el prestigio de la nueva institución policial su gloriosa historia y tradición, así como los sustentos doctrinarios de la función de Policía del Estado peruano, y las fuerzas morales y éticas que le permitieron ganarse el respeto, la admiración y el reconocimiento ciudadano, cuando en el ejercicio de la autoridad policial, lo hacía con honor, abnegación, y sacrificio en el cumplimiento del deber; ayudando y protegiendo a las personas y a sus bienes más preciados como son su vida, integridad física, patrimonio y honra.
Por todo ello, señoras y señoras, la Guardia Civil del Perú sigue siendo gloriosa e inmortal, viviendo aún mientras subsista el último Guardia Civil y sus familiares, y existan también estudiosos de la historia del Perú que comprendan la evolución de la función de Policía del Estado y de la institución que la representa; así como el sentir de cada Guardia Civil cuando con legítimo orgullo cantamos nuestro himno institucional recordando; "Guardia Civil es el himno de gloria, ensalcemos la noble misión, orgullosos de ser lo que somos los soldados de la abnegación" o cuando cantábamos también "marchad , marchad nobles guardias civiles, de patriotismo henchido el corazón, marchad que en nuestros brazos varoniles reposa el destino de la Nación."
Ese misticismo guardiaciviliano nos permitirá mantener la esperanza, que muy pronto, nuestra amada institución volverá al escenario nacional formando parte de la actual Policía Nacional, como componente de ella y asignándosele parte de las funciones, competencias y especialidades que estable la vigente ley de la Policía Nacional.
Para lograr este propósito, debemos sustentar esta propuesta en que la actual Constitución del Perú, en su artículo 163 sí define lo que es la defensa nacional, señalando además a sus componentes las FF.AA., pero no define qué es el orden interno, dejando la posibilidad de señalar a sus componentes mediante una modificación constitucional que justifique nuevamente el accionar de la Guardia Civil y otras instituciones policiales que garanticen adecuadamente la paz social, el orden interno y público, el cumplimiento de la ley y la seguridad ciudadana. Así tendremos la Policía que el Perú necesita para su desarrollo nacional y bienestar de su pueblo.
Esta aspiración profesional que invocamos a Dios Nuestro Señor, nos permitirá volver a repetir desde lo más profundo de nuestro corazón: "y aunque mi tumba, estuviera desposeída de flores, Guardia Civil de mis amores, la vida por ti mil veces diera."
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