Con relación al caso Oquendo, es que no hubo ningún oficial general ni superior, quienes con conocimientos de investigación criminal, proporcionara, además del apoyo legal necesario a este personal injustamente comprometido, un respaldo fraterno sin caer en lo injusto? Es claro que los oficiales generales sienten mucho temor a ser invitados y pasados al retiro bajo el monstruo de la presión política, este esquema y dentro del contexto de la justicia no es admisible en ninguna parte del mundo en el que alguien cómo el ministro Basombrío intervenga con la finalidad de crear una cortina de humo para salir airoso de una inminente interpelación (ver también caso del incendio del edificio Nicolini) y acuse sin pruebas sacrificando de esta manera al personal policial, sin importarle para nada de que puedan perder su estabilidad laboral. Se violó el derecho a la presunción de inocencia, consecuentemente el personal fue acusado directamente como autores y coautores de delitos y los medios informativos o prensa amarilla se prestaron para ello. Si nuestros oficiales generales sienten temor para defender a su propio personal, quienes no han contravenido la ley ni las normas de conducta entonces que se forme una comisión parlamentaria y se autorice la formación de un sindicato policial. Creo qué sería lo más justo a la misma vez Basombrío debería ser querellado para que le sirva de escarmiento a este pobre diablo. Algún oficial general de la PNP tendría el suficiente valor para atreverse a denunciarlo?
Nelson Soria C.
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