Tnte 2do.Juan José Jordán de Vivero
Tnte 2do. Raúl Adolfo Riboty Villalpando

Estos dos jóvenes, a sus 24 años y recién graduados como Alférez de Fragata el año 1988, tomaron la trascendental decisión de dejar de lado sus primeros años de formación como Oficiales (a pesar de su futuro prometedor en la carrera Naval) para integrar los dos primeros Batallones Ligeros de Combate (BALICO) que la Marina de Guerra envió para cubrir su nueva responsabilidad: El Frente Ucayali, en soporte a las acciones que nuestros Pelotones de Combate FOES y las patrullas de Infantería de Marina realizaban en la zona desde 1989; haciendo frente al terrorismo que azotaba a esa convulsionada zona de nuestro país.

Un día como hoy, 13 de Agosto de 1991, ambos Oficiales salieron de sus bases con sus patrullas del BALICO N° 2 para recuperar el control de la Carretera Federico Basadre, donde los terroristas cobraban cupos a quienes transitaban por ella, asesinando cobarde, cruel e indicriminadamente a quienes consideraban enemigos de su movimiento e ideología, que podía ser cualquier ciudadano o autoridad democráticamente elegida.

Durante este patrullaje, fueron emboscados cerca del puente sobre el rio Hidayacu. Su juventud no fue impedimento para demostrar en las condiciones más adversas, el liderazgo del que estaban hechos, y junto a valientes combatientes, repelieron el ataque con mucho coraje y determinación, emulando las gloriosas gestas de heroicidad y patriotismo de nuestros antepasados. Lamentablemente y como resultado de este enfrentamiento, además de estos dos jóvenes oficiales, también fallecieron los siguientes compañeros de armas:

OM1 ENF Walter Diaz Huamán
OM1 IMA Luís Valdivia Espinoza
Mar. Manuel Luza Risso
Mar. William Urbina Medina
Mar. Hernán Valdez Bustinza
Mar. Bernardo Cárdenas Vílchez
Mar. Alex Ramírez Valdivia
Mar. Mauricio Tesen Huamán
Mar. Marcos Quispe Curahua
Mar. Enrique Vargas Bernal (desaparecido en combate)
Mar. Edwar Fredy Ángeles Lobatón (desaparecido en combate)

Cuando uno lee los grados del personal fallecido, se aprecia mucha juventud que nos llena de orgullo porque estos jóvenes héroes decidieron voluntariamente ofrendar sus vidas por la pacificación de nuestra Patria, cuando pudieron elegir opciones más cómodas y seguras, quizás cerca de sus casas. Lo que no estimaron, es que su sacrificio sirvió de mucho estímulo a la siguiente generación para dedicarnos con mayor convicción a erradicar esta lacra terrorista. Nuestro reconocimiento a estos héroes, sus viudas e hijos, a los que varios dejaron de manera muy temprana. Muchas gracias por contribuir con su sacrificio a formar una Patria grande, tarea en la que seguimos empeñados. VIVA EL PERÚ!!!!