PEDRAZA EN EL ZAPATO (CARETAS)

Pedraza en el Zapato

“Al margen de la permanencia o no de Salazar, reitero que en el sector hay un solo ministro”, dijo Pedraza el martes.

Una llamada de último minuto congregó en Palacio de Gobierno al presidente Ollanta Humala junto al premier Juan Jiménez Mayor y el ministro del Interior Wilfredo Pedraza, la tarde del lunes 5.El presidente del Congreso, Víctor Isla, y los congresistas Daniel Abugattás, Jaime Delgado y Omar Chehade también se encontraban presentes para uniformizar el respaldo de la bancada nacionalista a Pedraza, quien a pedido de la oposición respondería un pliego interpelatorio al día siguiente.
Efectivamente, sería sobre todo Abugattás quien
se batiría a lo largo de la tarde con parlamentarios como Mauricio Mulder y Alejandro Aguinaga.
La situación de inseguridad tenía al sector en jaque y comienza a cobrarle a Humala la factura en las encuestas. Pero Pedraza no las tenía todas consigo en Palacio.
Si bien se tomó la obvia decisión de presentar un frente unido al Congreso, pues el gobierno no se puede dar el lujo de perder a su cuarto ministro del Interior en 20 meses, también se respiraba tensión en el ambiente.
CARETAS 2272 reconstruyó el deterioro en las relaciones entre Pedraza y el director general de la Policía, Octavio Salazar, al punto que trascendió que el ministro le dijo al Presidente que no podría seguir trabajando con él.
En los últimos días Salazar ha sido cuestionado desde varios frentes pero el propio Humala lo ha defendido ante la prensa.
Se llegó al curioso punto según el cual los congresistas interpelaban a Pedraza pero pedían la cabeza de Salazar.
Y en un sector del gobierno se comenta que le advirtieron al ministro sobre la estructura de poder: se quedaba él pero también Salazar.
Es muy comentada la cercanía del director general con el asesor presidencial Adrián Villafuerte. Y en un audio filtrado por el programa Cuarto Poder se escucha a Salazar pavonearse de su cercanía con el Presidente.
Al mismo tiempo, Pedraza fue una ficha clave aportada al gabinete por el premier Juan Jiménez.
Por eso, luego del artículo de CARETAS, cayó como una patada al hígado para el ala castrense de Palacio la respuesta de Pedraza al diario El Comercio, que calificó a Salazar de “subordinado al ministro”.
Y el ministro volvió al tema durante su intervención ante el Congreso:
“Reitero que el ejercicio de mis funciones de ministro son absolutas porque no permitiría compartirlas con quien no las tiene. No es mi estilo ni lo dice mi historia de vida. A alguien se le ocurrió soltar esa afirmación que ha dado muchas vueltas y que básicamente lo que hace es tratar de debilitar la figura del ministro, pero no es verdad. Yo tomo las decisiones que me competen y el general Salazar las decisiones en el nivel operativo que también le competen. Él es un hombre disciplinado, absolutamente subordinado. Nadie ha presentado ni una sola evidencia que diga lo contrario, porque no existe. Y, al margen de su permanencia o no que es un tema distinto, yo reitero la más absoluta convicción de que en el sector hay un solo ministro. Yo tomo las decisiones y eso es absolutamente público. No admitiría una situación distinta”.
La dilatada interpelación terminó con una moción de censura contra Pedraza, que se tramitará en los próximos días, y otra interpelación a la que se ha convocado nada menos que al premier Jiménez.
La oposición aprovecha la inseguridad, factor de inestabilidad por excelencia, para ir tras el pescuezo del gobierno después de meses de relativa calma. Hasta Perú Posible pide la renuncia de Salazar.
“Yo he dicho aquí quien debería ser realmente interpelado en este tema es el Presidente de la República, constitucionalmente no lo podemos interpelar, entonces es el ministro el que tiene que venir a responder”, azuzó Mulder.
En mayo del año pasado, Daniel Lozada (Interior) y Alberto Otárola (Defensa) se vieron obligados a renunciar para evitar la censura.
Ahora una parte de la propia oposición sabe que forzar la salida de otro ministro del Interior podría ser contraproducente, una auténtica “Pedraza” en el zapato.
¿Se irá el director general de la PNP? ¿Lo acompañará el ministro? O, peor aún, ¿sobrevivirá Salazar a otro ministro?
¿Acaso se incuba una pugna entre la facción “cachaca” y “civilista” del Ejecutivo?