Pastillita para el Alma 30-05-13
Al Primer Jefe
de la Compañía de Mollendo Nº 12, a mis hermanos bomberos y a los
familiares del Capitán Gutierrez, os pido disculpas,
por recién hacerme
presente con este mensaje de pesar, porque los bomberos que estamos en
retiro, ya no tenemos la oportunidad de enterarnos de hechos tan
importantes, por ningún medio del Comando Nacional y creo que tampoco el
sacrificio de nuestro hermano, no tuvo la connotación mediática, porque
no alcancé a leer en ningún diario ni en ningún programa de televisión.
Para todos los mortales, el domingo 26 de mayo, un domingo como todos. Para los creyentes…, la misa obligatoria en la mañana…, al medio día, el almuerzo en familia, sin embargo, para un grupo de hombres vestidos de rojo, que llevan en su sangre el afán de servicio a sus semejantes, es un día más de trabajo, como cualquier otro. Los bomberos, son los que viven en los cuarteles, de nuestras diferentes Compañías, esperando el ulular de una sirena que anuncia una emergencia y salen presurosos a extender sus manos, con toda unción y devoción, para dar ayuda, sin saber a quién,.
En estas circunstancias que el Capitán JUAN CARLOS GUTIERREZ SEGURA, salió del cuartel de la Compañía de Bomberos de Islay - Mollendo Nº 12, en la tarde del 26 de mayo del 2013, al mando de su máquina y con un grupo de seis valientes que fueron a controlar un incendio forestal, en el sector de la carretera a Mejía, en el kilómetro 8, en el último servicio de su vida. Se fue para siempre, para no volver nunca más.
Juan
Carlos Gutierrez Segura, de 52 años, tiene familiares, que ahora lloran
desconsolados su partida y para los que no valen los homenajes, ni las
coronas de flores, tampoco los discursos, ni el sonido triste del toque
de queda, menos las condolencias de amigos, de familiares, ni de jefes.
Ellos quedan con la pena de no verlo nunca más.
Para nuestro noble héroe, fue todo un orgullo, el lucir sus galones de capitán, conseguidos con pundonor, con trabajo y sacrificio. Cuanto brilló los saco en vida. El era un oficial C B P, autentico Caballero del Fuego, sin mayores pergaminos o títulos, que algunas veces, los regalan los superiores, a cambio de prebendas, halagos o lisonjas.
Empezó su carrera de bombero hace varios años, ingresando a la Compañía Mollendo Nº 12. Participo en innumerables actividades y acciones de nuestra Institución, demostrando en todo tiempo profesionalismo, dedicación, disciplina, honestidad y un concepto amplio de la amistad. Entendía que estamos rodeados de familiares y conocidos que nos acompañan muchas veces a lo largo de nuestra vida…, que somos miembros de una sociedad, pero, observamos, con pena y tristeza, que en esencia, somos entes solitarios y nos vamos solos al mas allá, por lo tanto, como ciudadanos del mundo, nos toca reflexionar, que el ser humano por más insignificante y humilde que sea, siempre tiene dentro de su corazón una gran riqueza, de valores morales, como el amor , la amistad, la ternura, la compasión, la tolerancia, la alegría y aún la tristeza, y que tal, como nos enseñaron nuestros superiores, estamos obligados en ofrecer y compartirlos.
Los Bomberos Voluntarios, son criaturas favorecidas sobre la faz de la tierra, porque han sido escogidas por Nuestro Creador, para ser la extensión visible de su misericordia y tienen la gran responsabilidad de cumplir fielmente con la misión de cuidar la vida de sus semejantes y de sus pertenencias, arriesgando todo, pero íntegramente conscientes en el cumplimiento de su Deber, porque la vida los enseña, a cada instante, el valor inmenso de la bondad, que es la enseñanza de Nuestro Padre Celestial.
El
domingo 26, fue un día aciago…, el cielo se cubrió de rojo y arriba en
la morada de D+os los ángeles en formación, enarbolando el Pabellón de
la Justicia, con el estruendo de las trompetas formaban el callejón de
honor, tapizado con overoles, capotines y caponas, para que con paso
marcial, ingrese al pináculo de la gloria, otro esclarecido Bombero
Voluntario del Perú, que al igual que muchos héroes vivos, permanecen en
todo el territorio de la Patria, poniendo en riesgo sus vidas, dando
todo a cambio de nada y viven y mueren, con la satisfacción y la
alegría del deber cumplido.
Capitán CBP Juan Carlos Gutierrez Segura, no tuve la suerte de conocerte en vida y tampoco podré tener la dicha de verte en el más allá, pues vamos con destinos diferentes.
Tú
ya ocupas un lugar preferencial en el firmamento de la Patria como
Héroe Epónimo de la Civilidad. Eres un ejemplo para una sociedad
mezquina, pero, que ahora te admira por tu valor y tu entrega sin
límites. Eres una Luz que brilla en una población, que muchas veces no
tolera prohombres, que se sacrifican por los demás y que más bien tratan
de eclipsar sus acciones. Eres un héroe sin mancha y con mucho
valor.Capitán Juan Carlos Gutierrez Segura, permítame Ud. decirle con
respeto y a voz en cuello, como el más humilde de sus hermanos bomberos,
que también lleva el uniforme rojo y sacrosanto de nuestra Patria,
hecho carne debajo de mi piel, que usted ha muerto, como los buenos, en
el cumplimiento de su deber y que morir como lo ha hecho, sirviendo a
los demás a cambio de nada, es volver a vivir y es un gran honor para su
familia y para todos nosotros miembros del Cuerpo de Bomberos
Voluntarios del Perú, porque el recuerdo de su inmolación, vivirá
eternamente en nuestros corazones.
CAPITAN CBP JAUN CARLOS GUTIERREZ, DESCANSE EN PAZ
Brig. Mayor. Méd. CBP (R)
Jorge REINA Noriega
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