RAUL USA SU ESPADA .

Raul Calvo

 

Cuando vi el partido de las estrellas, me sorprendió de sobre manera que el organizador y centro de atención del evento, el enano de messi se retirara del encuentro futbolistico, antes de que este terminara. Realmente me llamo la atención esto, ya que si hubiera sido otro el que salga, seguramente se hubiera visto dentro de lo normal. Posteriormente viendo los noticieros el motivo había sido que a sus familiares y amigotes que querían ex pectar el partido en la banca de los suplentes y que la policía y los encargados de la seguridad del estadio no lo permitieron, situación, que molesto al liliputiense de messi, quien malcriadamente se retiro del campo, zurrándose en la hinchada peruana. Ellos que estuvieron esperándolo con afán. ellos que pagaron su entrada para ver ese circo, ellos que le pedían autógrafos, ellos que lo aman, se porto como un patán, y sus amigotes faltaron el respeto al publico asistente; a las autoridades, en general al pueblo peruano, que hasta inclusive un pelado le lanzo una botella a la policía, se retiro tomo su avión esa misma noche y abandono el país, es realmente indignan te que un foráneo por mas jugador que sea venga acá a dársela de mucho y hacer lo que le venga en gana. Pero la culpa no la tiene el, sino los que lo ayallan los que le dan importancia, los que se someten a la tontería de adorar supuestos dioses. Esto que quede de enseñanza para que no se vuelva a repetir, teniendo mas aun en cuenta que, si son argentinos mucho peor, porque este tipo de gente ya son conocidos, creídos y patanes, que con sus actitudes han dejado mal a ese país. Eso también nos hace pensar que nos gusta ese tipo de trato porque nosotros mismos lo provocamos como cuando llega un artista de medio pelo y las damas lloran, se desmayan, hacen todo tipo de demostraciones, por eso los atorrantes de cervando y florentino tuvieron el atrevimiento de decir que nuestras mujeres era UNA CHOLITAS AGUANTADAS, eso ofende, duele, por eso recomiendo reprimir sus impulsos, no asistir a estos conciertos, comportarse a la altura de gente civilizada, sin creer dioses a ídolos de barro.