Toño Reyes Meza
REFLECCIONES
Pertenezco a una generación que me inculco ser el mejor en todo, ser el
mejor hijo, el mejor padre, el mejor esposo, el mejor profesional, etc.
Ahora que hice todo o creo que hice lo mejor que pude mi instinto
me obliga a tomar un alto en el camino; no siempre uno tiene ganas de
escuchar quejarse a la gente de lo bien o mal que le va en la vida, si
bien es cierto que a estas alturas de mi vida los nietos vienen a ser
una bendición, también es bien cierto que no siempre se tiene ganas de
lidiar con situaciones que escapan a la realidad.
Durante el largo
camino que recorrí ya demostré como persona quien soy, ahora intentare
que sea mío lo que me queda de vida; disfrutándolo como me venga en
gana, así sea sin hacer nada, solo o acompañado; porque estoy convencido
que por más que te amen o hayas logrado que te quieran mucho, todos
seguirán sin voltear su camino ya trazado.
Por eso ya es tiempo de
mi, así egoístamente y dejar de estar preocupándome como me veo en el
ojo ajeno, ya tantas pruebas me puso la vida en mi camino, no pienso ser
mas monedita de oro para perecerle excelente a todos; en el devenir de
mi existencia ya estudie, ya trabaje, cuide y eduque a mis hijos,
siempre estuve presente cada vez que alguien necesitaba mi cariño y
ayuda; se que nadie me lo agradecerá y si acaso lo hacen ya estaré fuera
de este mundo.
Fui un errante viajero que allane los caminos para
los que vinieran atrás mío; por librar tantas batallas en soledad,
muchas veces me caí y me levante, ¿no creen que ya sea hora que me tome
el tiempo para mí? En mis noches largas de insomnio me pregunto qué tan
rápido y fugaz paso mi vida, haciendo mil cosas me distraje y no me di
cuenta que el poco pelo que me queda se tiño de blanco y que cada mañana
afloran los males propios de la edad sin tregua ni compasión. Me
pregunto ¿cuánto tiempo más estaré en este mundo? No lo sé y para suerte
mía nadie lo sabe; solo sé que el día que me vaya, nada cambiara en mi
ausencia la vida seguirá igual como cuando se fue mi abuela, mi madre,
mi hermana o mi tía, etc. Tal vez alguno que otro dirá se fue el
loquito; Que digan lo que quieran total yo ya no los
escuchare….jajajaja.
La única sugerencia que les dejare es que
aprendan a decir NO, cuando vean que eso es lo más conveniente pues la
realidad es que los evitara muchos problemas, nunca se queden callados
porque eso es sinónimo de falta de consideración y muestra de poco
valor, hasta para mandar a la mierda hay que tener fortaleza, porque hay
gente que si se lo merece, la vida está llena de personas ingratas,
egoístas, aprovechadas que se satisfacen usando a los demás; de ser eso
el caso hacerlo con elegancia sin caer en la vulgaridad. Finalmente
quiero terminar con dignidad y cuando me mire al espejo no tenga nada de
qué avergonzarme fui feliz e hice feliz a propios y extraños.
Newport Beach. Agosto 2013.
A.R.M.
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