BENEMERITA INSTITUCION

Alberto Jordán

PALABRAS DE OSWALDO DIAZ EN LA REUNION PROMOCIONAL DEL 28 DE AGOSTO DEL 2013
(CELEBRACION DEL ANIVERSARIO DE LA GC)

Hermanas y hermanos promocionales:

Mi saludo cordial y afectuoso y mi agradecimiento a la Junta Directiva por la honrosa designación para dirigirme a todos Uds. en esta fecha tan especial.

No voy a expresar un discurso formal, sino unas breves reflexiones:

Una primera es, ¿qué explica que transcurridos más de 55 años de nuestro ingreso a la Benemérita
Guardia Civil y más de 20 de nuestro pase al retiro, aún nuestras mentes y corazones siguen vibrando y emocionándose cuando nos reunimos para recordar un aniversario más de nuestra Institución?

La respuesta quizá podamos encontrarla, en que nuestro ingreso y permanencia en la Guardia Civil, fue por una auténtica y reflexionada vocación, más no solo para tener un sustento de vida como profesionales de la Institución. Muchos procedíamos de padres y familias policiales, y teníamos por tanto un compromiso especial de herencia; además, si bien es cierto que nuestros hogares no eran económicamente muy pudientes, en ellos sí nos inculcaron valores y deberes que nos marcaron por siempre con un sello indeleble.

Una segunda reflexión, es tratar de explicarnos ¿por qué la actual Policía Nacional, a diferencia de lo que ocurría con la Guardia Civil, tiene el lamentable demérito de ser percibida por la opinión pública como la segunda Institución más corrupta del país según una encuesta reciente?

La respuesta debe remontarse a esa aciaga fecha de 1986, hace más de 25 años, cuando un irresponsable político que desgraciadamente ha gobernado el Perú en dos oportunidades, creyéndose un personaje mesiánico, tomó la improvisada e incosulta decisión de disponer la desaparición legal de una centenaria Institución como era la Guardia Civil.

La consecuencia de este acto, no solo fue una puñalada artera contra la Institución, sino contra el país en su conjunto, y ello explica los altos niveles de inseguridad pública que actualmente nos agobian y alarman.

Es también cierto y debemos enfatizarlo, que el Estado y el actual Gobierno, como una forma quizá tardía de resarcir moralmente a la Guardia Civil, ha dispuesto en la reciente Ley de la Policía Nacional, que la fecha de su aniversario institucional es el 30 de Agosto, Día también de su Patrona, Rosa de Santa María; y no, la hasta ahora anodina del 06 de Diciembre.

Ojalá este reconocimiento tácito hacia la Guardia Civil, sirva para que nuestra Policía, mediante el denodado esfuerzo de sus integrantes, sobre todo de aquellos que aún proceden de nuestra Institución, pueda recobrar el perdido prestigio y autoridad de antaño, constituyéndose en una Entidad respetada por la ciudadanía, pero también por las autoridades de turno, que tienen la imperiosa obligación de atender prontamente sus múltiples problemas económicos y logísticos. Dicen que la esperanza es lo último que se pierde.

Como tercera reflexión, es pertinente no olvidar jamás que la Guardia Civil fue una Institución estrechamente identificada con la problemática de la sociedad a quien servía; que fue parte de la historia misma del Perú; que de manera noble y con gran valentía, enfrentó, no solo a la delincuencia en las áreas urbanas y rurales, sino también participó activamente en la defensa de la soberanía nacional durante los conflictos bélicos contra nuestros vecinos del sur y el norte; que libró al país de extremistas fanáticos como fueron los guerrilleros comunistas y los terroristas del MRTA y Sendero Luminoso. Pusimos el pecho, y muchos camaradas ofrendaron sus vidas para mantener los principios de una colectividad segura y libre. Y es por ello, que reitero, nuestra muerte institucional fue injusta, y ya es tiempo que la historia con un juicio implacable, señale y sancione con ejemplar dureza a aquellos personajes políticos, autores de este legicidio.

Una cuarta reflexión es ¿por qué nos sentíamos gratificados y orgullosos de ser Guardias Civiles?

La respuesta está en que desde las aulas de ese vetusto y legendario local de la Av. De Los Incas, excelentes instructores y prestigiosos catedráticos, a quienes hoy día rendimos nuestro reconocimiento, supieron inculcarnos y casi concientizarnos en virtudes y valores morales que son permanentes en la vida, cuales son: el honor, la veracidad, la justicia, el compañerismo y la honestidad entre otros.

Y es por ello, que cuando nos correspondió, aún siendo jóvenes Oficiales, prestar servicio en aquellos lugares del llamado “Perú profundo”, no solo éramos representantes de la ley y el orden, sino también líderes sociales a quienes la población respetaba y admiraba realmente; y es así, que cada 30 de Agosto, Día de Santa Rosa y la Policía, éramos agasajados por la colectividad y constituía toda una festividad local.

Finalmente, llegamos a esta época en la cual la mayoría de nosotros “peinamos canas” y estamos afectados por dolencias de diversa índole. Felizmente, nuestras damas acompañantes se mantienen bellas y airosas.
Quizá nos queda solo el recordar con nostalgia y cariño, aquellos bellos capítulos de nuestras vidas en una Institución noble y abnegada.

Finalizo esta breve alocución, tomando algunas frases de un mensaje que expresó Daniel Mantero, cuando cumplimos 35 años como Oficiales, las que expresaban lo siguiente:

“El tiempo se ha ido muy raudo,
Atrás quedaron muy distantes los hermosos años juveniles,
Y hoy los recuerdos tienen innegables tintes de nostalgia,
Muchos años han pasado desde que nos fuimos,
Cada uno por su propio y personal rumbo,
Sin embargo, hagamos ahora alcanzar el tiempo,
Para reencontrarnos y abrazarnos,
Para recordar y compartir nuestras alegrías y tristezas,
Pero siempre sintiendo la dicha de estar juntos,
¡HAGAMOS ALCANZAR EL TIEMPO!”

Muchas gracias.