El gobierno del Reino Unido vendió uranio
enriquecido a Chile en 1982, en cantidades sospechosas de ser utilizado
con fines ofensivos, en claro desafío a las prohibiciones
internacionales aplicadas al gobierno de Augusto Pinochet por las
denuncias de violaciones de los derechos humanos, pero que el
gobierno
británico decidió incumplirlas en reconocimiento a la colaboración
pinochetista a favor de la victoria de las Fuerzas Armadas británicas
sobre Argentina en la Guerra de las Malvinas.
La cooperación
nuclear británica consistió en proporcionar al gobierno dictatorial de
Augusto Pinochet de la capacidad de disponer de un 20% de uranio
enriquecido en vez de 8%, que era la capacidad de su reactor nuclear
tipo Herald adquirido con fines no bélicos en 1970, en virtud de un
tratado suscrito entre los dos países en 1969, cuando estaba lejos de
sobrevenir la tragedia del golpe sangriento lanzado por Pinochet contra
el gobierno socialista de Salvador Allende.
Los entretelones de
este abastecimiento secreto de combustible nuclear han sido conocidos
gracias a la desclasificación hecha por el gobierno británico de los
documentos del file titulado “Cooperación nuclear entre Chile y Reino
Unido”, particularmente de un memo confidencial entre el Ministerio de
Relaciones Exteriores y el Departamento de Intercambio Comercial, en el
que el gobierno británico explica su decisión de suministrar el citado
combustible a Chile.
Oportunamente, el material fue divulgado por
la BBC Mundo (*) y ha sido motivo de una reciente nota de interés
62-2013 del cónsul peruano en Génova (Italia), Luis Rodomiro Hernández
Ortiz, por el cual recomienda a quien corresponde investigar esa
cooperación nuclear al régimen pinochetista, usufructuada en la
actualidad por los gobiernos democráticos que lo sucedieron desde marzo
de 1990.
ESTRATEGIA OFENSIVA
Al
respecto, la Asociación de Oficiales Generales y Almirantes (Adogen) al
difundir el citado material informativo ha señalado que la posesión por
parte de Chile, de un 20% de uranio enriquecido en vez del 8%, está
asociado a un esquema estratégico de carácter ofensivo que viola todos
los tratados que prohíben la tenencia y uso de armas de destrucción
masiva, en el que destaca también la posesión de gas sarín y la compra
de armamentos, desde 1990, por más de US$ 10.000 millones, gracias a
haber destinado el 10% de los ingresos de venta de cobre por una ley
especial.
Según el citado memo desclasificado, fechado en 1982,
la decisión de entrega del 20% de uranio enriquecido fue adoptada en
diciembre de este año, luego de un año de haberse mantenido congelado el
pedido chileno, conforme se lee textualmente: “El uranio está listo
para ser suministrado el próximo año (1983)”.
La Guerra de las
Malvinas había ocurrido entre el 2 de abril y el 14 de junio de 1982,
lapso donde el pedido no fue atendido, pero luego del apoyo del gobierno
de Pinochet a Inglaterra, gracias a la colaboración de espionaje
electrónico chileno de las naves de combate argentinas, la primera
ministra Margaret Thatcher decidió darle luz verde.
Por la
lectura de los documentos desclasificados es posible conocer que los
antecedentes se remontan al 13 de octubre de 1974, en que el Centro de
Estudios Nucleares de La Reina (Santiago de Chile) recibió un reactor
nuclear del tipo “Herald” diseñado por Fairey Engineering Limited. Es
decir, casi un año después del golpe de Estado del 11 de septiembre de
1973.
La adquisición había sido el resultado de un acuerdo de
cooperación nuclear no bélico realizado en 1969, durante el primer
gobierno laborista de Harold Wilson en Reino Unido y el de Eduardo Frei
Montalva en Chile.
ENTRETELONES
Empero,
en 1974, el gobierno de Pinochet, que era objeto de graves denuncias
por violaciones de los derechos humanos, por lo cual era objeto de una
serie de prohibiciones, que por lo demás nunca se cumplieron, pidió al
Reino Unido incrementar su potencial nuclear, ante lo cual el Centro de
Investigación de Armas Atómicas (AWRE) inglés le pidió a la Cancillería
británica autorización parta el envío a Chile del combustible solicitado
El cumplimiento del pedido, según el memo desclasificado, pasaba
previamente por la visita del científico nuclear Derek Hindley, “la
única persona con la experiencia necesaria para realizar un estudio
preliminar sobre el aumento de capacidad”.
Dice la comunicación
firmada por I. Knight Smith, de la Oficina para Sudamérica de la
Cancillería: “El efecto de este aumento de capacidad hará que el reactor
tome un 20% en vez de un 8% de uranio enriquecido” y tras un nuevo
acuerdo de cooperación nuclear “el Reino Unido proveería a Chile de
combustible nuclear”.
En mayo de 1975, durante el segundo
gobierno de Harald Wilson, el científico Hindley “habría aparentemente
asesorado a los chilenos” en una visita secreta, según consta en los
documentos.
Casi una década después, luego de la Guerra de las
Malvinas y del revuelo internacional por las denuncias de violaciones de
derechos humanos del gobierno de Augusto Pinochet, un vínculo de
cooperación nuclear entre ambos países -a través de un enviado experto
en armas atómicas- era un tema delicado para la imagen del gobierno
británico.
SIGUE MISTERIO
Finalmente,
el tema se resolvió a favor de la venta de combustible nuclear. “Tras
el acuerdo ministerial de la presentación del señor Kenyon el 16 de
marzo, intercambiamos correspondencia con los chilenos el 23/24 (?) para
esta venta de uranio enriquecido. El uranio está listo para ser
suministrado el próximo año”, aclara el memo confidencial de diciembre
de 1982.
Los entretelones de la capacidad nuclear chilena y sobre
la posibilidad, los detalles de la visita de Hindley y la existencia de
planes de utilización del uranio enriquecido quedarán inmersos en el
misterio histórico, porque los documentos desclasificados no profundizan
estos temas.
http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2013/02/130221_serie_3_cooperacion_nuclear_chile_reino_unido_1982_ch.sht ml
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