MILITARIZAR A LA POLICIA?/

Juan Carlos Aguilar

A propósito del artículo periodístico y comentarios publicados, sobre "la militirizacion de las Fuerzas de Policía", por medio del presente quiero hacer conocer mi poco experimentada opinión al respecto;

1. El avance de la ciencia y tecnología, en cuanto a su lado negativo, ha permitido la aparición de organizaciones criminales, que hacen uso y abuso de los artilugios que cada día salen al mercado, gracias al
gran poder económico que poseen. Por tanto se hace necesario que las Fuerzas de Policía, también tengan acceso a ellas e inclusive siempre deben encontrarse un paso adelante de los criminales, para lo cual a veces se hace necesario que se cuente con medios y equipos solo antiguamente reservados a las Fuerzas Armadas. Aquí, se hace necesario tener presente, que mientras ellas tienen como premisa "ubicar y destruir al enemigo, no siendo imprescindible su captura; sino su eliminación"; la Policía, contrario sensu "ubica al criminal, trata por todos los medios a su alcance, capturarlo con vida; para ponerle a disposición de la Autoridad competente". Esa es la gran diferencia entre unas y otras. Es obligación del Estado, proveer los medios necesarios, para que las Fuerzas de Policía, nunca pierdan dicho norte, "porque si así ocurre, efectivamente habría empezado la militirizacion de esta".
2. El uso de "uniformidad especial", tampoco significa "militarización", es por comodidad y necesidades específicas para la prestación de servicios, así como ejemplo en el caso propio tenemos que al nacer "El Escuadrón de Emergencia", a fin de distinguirse, protegerse y simplemente por comodidad alteró el uniforme, mediante el uso de cascos, boinas, borseguies y chalecos antibalas. Hay que tener presente que si estás fuerzas de Policía, son eficientes y eficaces en proteger a la ciudadanía, serán siempre sinónimo de un buen trabajo policial y los lazos que unen a ambos se fortalecerán. Lo que si tenemos que reconocer, que se ha perdido casi totalmente es el acercamiento que existía entre el policía de esquina, con los integrantes del barrio; este, sabia quien vivía en cada casa, los problemas de vivencia que tenían y los ayudaba a resolverlo en lo que estaba a su alcance, en fin era "una mano amiga, a la que siempre recurría el ciudadano en caso de alguna inquietud o problema". Esa pérdida, creo a mi escaso criterio no es consecuencia del uso de tal o cual uniforme, sino de la pérdida de confianza. Pienso que más dañino es, que se incumpla en proveer de manera obligatoria "anualmente" la dotación a cada efectivo de los uniformes de invierno y verano. Servir y Proteger