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Sobre los cambios que se necesitaría realizar en la Policía Nacional
Cuando un problema serio lleva a la población a la desesperación, hay que tener mucho más cuidado con las soluciones que se proponen. Hoy, lo que más preocupa a la población peruana es la inseguridad y la paulatina desaceleración de nuestra economía, debidos ambos, principalmente, a la acumulación de desaciertos de la gestión de Ollanta Humala y los Ministros que escogió,
corresponsables políticos y funcionales del actual estado de las cosas.
Tengo confianza en la calidad intelectual, profesional y moral del nuevo Ministro del Interior, que superan largamente a su locuaz, pero vacío predecesor, y espero pueda quedarse hasta el fin de este gobierno para otorgar la continuidad necesaria de la cual adolece este gobierno. Pero las capacidades e intenciones de su jefe, el Presidente Humala, y quien por delegación conyugal imperfecta ejerce apócrifamente el poder fáctico, no me inspiran la menor confianza, por lo tanto es necesario incidir en lo que no se debe hacer, hay ¨soluciones¨ suicidas que algunos insinúan con buena intención, que sin duda agravarían la situación.
Delegación de facultades legislativas.- Un gobernante que ha demostrado limitarse al espejo retrovisor desde un ángulo castrense y que, por añadidura, ha hecho evidente, en sucesivas iniciativas legales, demasiadas semejanzas con los ejes esenciales del criminal autoritarismo bolivariano, por cuyos caudillos vivos y muertos profesa admiración, es el menos indicado para que reciba del Congreso facultades delegadas en materia de seguridad.
Como prueba de este riesgo están los intentos de desarme civil (que felizmente, gracias a la sesuda labor congresal, evolucionó hacia una lúcida legislación en la materia, aplaudida por propios y extraños) y los reiterados intentos de crear milicias populares compuestas por ronderos y comuneros o la integración acelerada de reservistas del EP (como los que paralizaron Pichanaki) a la Policía Nacional, con resultados poco auspiciosos.
Declaración de emergencia para facilitar las compras.- Dinero no falta hoy, sino capacidad de comprar bien y rápido. Darle capacidad para comprar a dedo a los mismos que hasta hoy no pudieron comprar decentemente sujetos a controles, en medio de un gobierno en el que cada semana aparece una prueba de corrupción, es pretender apagar el fuego con gasolina. Las compras por emergencia se definen como aquellas que se deben realizar por desabastecimiento inminente de un bien o servicio, lo cual acarrea, necesariamente, responsabilidad de quien no previó o no ejecutó correcta y legalmente la compra oportuna. La declaración de emergencia, colocaría la decisión en mano de los mismos que hasta hoy no pudieron o no supieron comprar bien. Lo que corresponde hacer es agilizar el proceso de adquisición y cambiar a los responsables de establecer los requerimientos, preparar las bases y gerencia del proceso. Ojo no solo a las cabezas, a todo el personal.
Sacar militares a la calle es tan sensato como hacerse operar del corazón por un odontólogo o pedirle a un traumatológico que nos repare la dentadura. Es necesario entender que si bien fueron funciones intercambiables en la época del imperio romano, hoy no lo son.
Por Dardo López-Dolz
24 – Feb – 2015
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