Por Ricardo Franco.
RECORDEMOS POR EL DIA 30 DE AGOSTO DIA DE LA GUARDIA CIVIL AL HEROE GUARDIA CIVIL MARIANO SANTOS MATEOS, A SU VALOR EN LA GUERRA CON CHILE
Al estallar la guerra con Chile el gobierno peruano dispuso la creación de nuevos cuerpos militares para hacer frente al adversario, los primeros en ser llamados a las filas del ejército fueron los guardias civiles de distintas ciudades que por su entrenamiento y las características propias de su oficio se encontraban en una situación equiparable a la de los soldados del Ejército de línea.
El Coronel Alejandro Bezada, a la sazón Prefecto de Arequipa, organizó con gran diligencia una
División de 560 hombres, cuyo mando asumió el mismo, poniéndose en marcha hacia el sur, en la primera quincena de abril de 1879. Estas fuerzas la integraban dos columnas de la Guardia Civil de Arequipa, también la Gendarmería de Arequipa y Puno y por ultimo la Guardia Nacional de Arequipa, las mismas que formaron conjuntamente con el Batallón del Ejercito “Ayacucho” , la Tercera División del Ejército Peruano del Sur.
Mariano Santos se encontraba en la 1ª Compañía de la Columna “A” de la Guardia Civil de Arequipa. . De esta manera se formó el Batallón Guardias de Arequipa, integrado por seis Compañías de la Guardia Civil y una Columna de Gendarmes, con un total de 560 hombres
El destino no quiso que el Prefecto arequipeño llegara a enfrentarse al agresor, pues, a poco de su arribo a Iquique falleció accidentalmente, siendo reemplazado por el Coronel Manuel Carrillo y Ariza.
Al fallecimiento del Coronel Bezada, la Tercera División del Ejército del Sur pasó a ser comandada por el Coronel Francisco Bolognesi Cervantes. Cuando se tuvo noticia de la toma del puerto peruano de Pisagua el Batallón Guardias Civiles de Arequipa marchó para hacer frente a la invasión chilena.
De esta manera se formó el Batallón Guardias de Arequipa, integrado por seis Compañías de la Guardia Civil y una Columna de Gendarmes, con un total de 560 hombres.
Como parte de la Tercera División del Ejército Peruano del Sur, el Batallón Guardias Civiles de Arequipa, que no tomó parte en la batalla de San Francisco, marchó a Tarapacá, que era un pueblo de la sierra sur del Perú, donde el 27 de noviembre de 1879 tendría lugar la batalla del mismo nombre y en la cual el batallón al que pertenecía Mariano Santos le sería confiada la defensa del mismo, que era atacado por el Batallón de Infantería "2º de Línea" del Ejército de Chile, en el combate, que tuvo lugar en las mismas calles del pueblo, el Guardia Civil Mariano Santos logró, con la bayoneta en la mano, apoderarse de la coronela del batallón enemigo tras una sangrienta lucha en la que pereció toda la escolta.
Por esta acción a Mariano Santos se le llamó el Valiente de Tarapacá mereciendo una mención especial en el parte que el jefe de su División, el coronel Francisco Bolognesi, redactó tras la batalla señalando que fue él quien arrancó el estandarte de las manos del enemigo
Tras la victoria, el ejército peruano continuó su marcha al puerto de Arica donde en una ceremonia solemne, llevada a cabo en la puerta de la Catedral de San Marcos de Arica, el contralmirante Lizardo Montero condecoró y ascendió a Inspector de Guardias GC (Grado equivalente al de Teniente del Ejército de aquella época), el 31 de enero de 1880, al Guardia GC Mariano Santos Mateos, quedando el trofeo capturado en la iglesia de esa ciudad, de donde fue trasladado luego a la de Tacna, en la que sería encontrado por tropas chilenas tiempo después y devuelto al "2º de Línea" antes de la Campaña de Lima.
La acción de Mariano Santos fue calificada de hecho grandioso, por cuanto arrebatar al enemigo su estandarte nacional de guerra, distintivo de su nacionalidad, no solo constituye un trofeo sin parangón sino que esa acción tiene sus efectos en las tropas adversarias, al bajarles severamente su moral, predisponiéndolas, acaso, para la derrota.
El 11 de enero de 1880, en Arica, se dio a conocer la Orden General del Ejército Peruano del Sur dictada por su Comandante en Jefe Contralmirante Lizardo Montero, quien asumió dicha Jefatura en reemplazo del General Juan Buendía. En dicha Orden, Montero, en representación del Supremo Gobierno, llamó a Mariano Santos Mateos, por su acción, "el Valiente de Tarapacá" y reconoció y exaltó su heroísmo, con las siguientes palabras:
“Arrebatar al enemigo en el campo de batalla los distintivos de nacionalidad, que son defendidos con predilección, es un hecho grandioso que tiene por recompensa el homenaje que se rinde al valor, y no se cumpliría con un sagrado deber si se pasara inadvertida la heroica y patriótica acción del Guardia Mariano Santos del Batallón Guardia Civil de Arequipa, quien en el fragor del combate, se apoderó el 27 de Noviembre ultimo, en el campo de Tarapacá, del estandarte chileno del Regimiento Segundo de Línea, adquiriendo con ese trofeo un testimonio de nuestro triunfo, un timbre de orgullo de nuestras armas y una reliquia para la Patria que verá en ella la reminiscencia de espléndida y heroica victoria".
"El Ejército se honra en contar a Santos entre sus compañeros. Felizmente la guerra presentará, más de una oportunidad para que nuestros soldados puedan imitar y tal vez exceder al “Valiente de Tarapacá”. Pero ellos deben tener presente, a la hora de la prueba, que el sacrificio por la patria, es deber, y que ésta no olvida nunca y recompensa siempre a los que la aman y defienden heroicamente”.
“¡Salud al bravo Mariano Santos!".
Días después, en ceremonia realizada en Arica el 31 de enero de 1880, al término de la celebración del Te deum en la Iglesia de San Marcos, Mariano Santos Mateos fue ascendido a la Clase de Inspector de Guardias (grado equivalente, en aquel entonces, al de Teniente del Ejército), habiéndosele entregado su correspondiente Despacho además de un premio pecuniario de 500 soles de plata, ordenándose que el estandarte arrebatado al enemigo quedara en la Capilla Central de Arica momentáneamente, hasta que fuera depositado en la Catedral del Cusco, por ser la Iglesia Mayor del Departamento donde naciera Mariano Santos (Lucre).
Ernesto A. Rivas, prestigioso maestro y destacado escritor describe en 1900, con magistral precisión histórica en uno de los volúmenes de la obra “Nuestros Héroes”, la participación de nuestro héroe en la Batalla de Tarapacá y lo hace en los siguientes términos:
En la Orden General del Ejército acantonado en Arica, correspondiente al día 30 de enero de 1880, se invitaba a los señores Comandantes de División y demás altos jefes y funcionarios públicos para que acompañasen al señor General, Jefe del Primer Ejército del Sur, a oír la misa de costumbre en el siguiente día 31. Curiosidad y no pequeña, causó esta cita entre los invitados y todos esperaron impacientes el momento en que se descifrara el enigma que guardaba.
Llegó éste y el Contralmirante Lizardo Montero, seguido de la selecta comitiva y rodeado por compacta multitud, se dirigió a los corredores del Consulado inglés, donde acostumbraba presenciar el católico sacrificio que se celebraba en la plaza principal del puerto.
Terminada la augusta ceremonia, el General Montero subió las gradas de la Iglesia, recibiendo los honores debidos a su alta categoría militar y deteniéndose en la última, paseó la vista por todo el ejército marcialmente formado y llamó en voz alta: Mariano de los Santos.
En medio del respetuoso silencio que sucedió a estas palabras, se vio salir de las filas de la Columna “Guardias de Arequipa” a un joven soldado, que con porte digno y lentamente se llegó al General Montero llevando en alto un estandarte chileno bordado de oro.
Todos los que habían asistido al glorioso combate de Tarapacá reconocieron en el modesto soldado al heroico combatiente de aquel día, que había logrado conquistar con su valor el valioso trofeo de victoria que en las manos llevaba.
El General Montero cogió el pabellón enemigo y desplegándolo, mostrólo al ejército con estas palabras: "Señores Comandantes Generales, Jefes, oficiales y soldados del Ejército: Este símbolo de gloria militar que veis en mis manos es el estandarte del Batallón Segundo de Línea de la República de Chile, que en Tarapacá, en el terrible y desigual combate del 27 de noviembre, fue arrebatado a nuestros enemigos por el Guardia Mariano de los Santos (y lo señaló a éste).
Los pueblos que, como el Perú, saben premiar a sus leales y valientes defensores no olvidan nunca hechos como el de este bravo soldado. La Nación dará, pues, a Mariano de los Santos, la recompensa que merecen sus virtudes militares y la gloria conquistada por él en el campo regado con la sangre de sus compañeros.
Yo, por mi parte, además de recomendarlo a la consideración nacional y a la justificación del Gobierno, quiero darle una prueba palpable de mi admiración, entregándole el título de Inspector y 500 soles de plata para que pueda presentarse ante sus compañeros llevando como es debido el uniforme de la clase a que lo asciendo, en uso de las facultades consiguientes al puesto que ocupo.
Este estandarte quedará en esta Capilla hasta que llegue la época en que sea depositado en la Catedral donde Santos vio la luz primera, para que allí sea el símbolo que perpetúe un gran triunfo e inmortalice a un buen hijo de la Patria.
¡Soldados!: ¡imitad el ejemplo de Mariano de los Santos!
¡Viva el ejército vencedor de Tarapacá!"
A este corto y elocuente discurso siguió una diana general tocada por las bandas de guerra y de música y los atronadores vivas dados por la multitud al humilde héroe de la brillante jornada del 27 de noviembre de 1879, cuyo mérito acababa de ser honrado.
Mariano Santos combatiría en la Batalla del Alto de la Alianza de la cual saldría gravemente herido. Cuando con los restos el ejército del sur llegó a Arequipa, tras reponerse de la herida sufrida, fue homenajeado por las autoridades de la ciudad otorgándosele una medalla de oro y por suscripción popular un uniforme nuevo, en reemplazo del desgarrado y empapado en sangre con el que había regresado de campaña, el mismo que lució en el banquete que fue celebrado en su honor el 24 de septiembre de 1880 Tras el fin de la guerra regresaría y en estado de recuperación de sus heridas, paso al retiro por incapacidad física y regresó a su tierra natal el Cusco donde llevaría una vida apacible cultivando las tierras de su familia
Falleció en la ciudad del Cusco el 7 de octubre de 1900. Sus restos fueron enterrados en el cementerio de Oropesa en Quispicanchis y en el 25 de agosto de 2000 fueron trasladados a la Cripta, construida en el Parque Ecológico Camposanto "Santa Rosa de Lima", destinada a conservar los restos de los héroes y mártires de la Policía Nacional del Perú.
El Teniente General GC (R) Oscar Olivares Montano, Diputado por Lima, en el Punto 10º de la Exposición de Motivos del Proyecto de Ley reconociendo el 31 de diciembre de 1873 como fecha de creación de la Guardia Civil del Perú y declarando Héroe Nacional al Guardia Civil Mariano Santos Mateo, presentado por él al Congreso de la Nación, el 20 de agosto de 1981, Ezafirma:
El Presidente del Centro de Estudios Históricos Militares del Perú, Doctor Geraldo Arosemena Garland, el 16 de noviembre de 1979, dio testimonio escrito a la Guardia Civil del Perú, de que por D.S. del 31 de diciembre de 1873 se organizó la Guardia Civil, que fundara el Presidente Pardo con la función de prevenir los delitos y faltas, perseguir a los delincuentes y velar por los derechos ciudadanos para el ámbito urbano, que mas tarde se llamaría Cuerpo de Seguridad (Huairuros) con la organización del Pdte Leguia, en la que formaría parte de la nueva Guardia Civil y Policia; posteriormente dicho Cuerpo en 1944 volveria a su antiguo nombre Guardia Civil pero Urbana
El presidente de la Academia Nacional de Historia, Doctor Félix Denegri Luna, el 17 de noviembre de 1979. Ambas autoridades de la Historia Nacional, respaldando documentadamente que el Guardia Civil Mariano Santos Mateo, tomó del enemigo el Estandarte del 2º de Línea, en la gloriosa Batalla de Tarapacá.
El Congreso de la República del Perú mediante Ley Nº 23316, publicada en el Diario Oficial El Peruano del 7 de noviembre de 1981, lo declaró Héroe Nacional. Posteriormente dio la Ley Nº 27018 del 21 de diciembre de 1998, mediante la cual se precisa su jerarquía en la Policía Nacional del Perú, otorgándosele el Grado Policial de Alférez.
La Ley Nº 29161 del 18 de diciembre de 2007 confiere a Mariano Santos Mateos el grado honorífico de Gran General de la Policía Nacional del Perú.
El lunes 31 de diciembre de 2007 el Ministro del Interior Luís Alva Castro anunció que el Salón de los Embajadores del Palacio de Gobierno del Perú llevará el nombre del héroe nacional Mariano Santos Mateos.
Actualmente se le ve desfilando a este batallón al que le han cambiado de nombre de Batallon de Guardia Civil de Arequipa por la de Batallón Mariano Santos
RECORDEMOS POR EL DIA 30 DE AGOSTO DIA DE LA GUARDIA CIVIL AL HEROE GUARDIA CIVIL MARIANO SANTOS MATEOS, A SU VALOR EN LA GUERRA CON CHILE
Al estallar la guerra con Chile el gobierno peruano dispuso la creación de nuevos cuerpos militares para hacer frente al adversario, los primeros en ser llamados a las filas del ejército fueron los guardias civiles de distintas ciudades que por su entrenamiento y las características propias de su oficio se encontraban en una situación equiparable a la de los soldados del Ejército de línea.
El Coronel Alejandro Bezada, a la sazón Prefecto de Arequipa, organizó con gran diligencia una
División de 560 hombres, cuyo mando asumió el mismo, poniéndose en marcha hacia el sur, en la primera quincena de abril de 1879. Estas fuerzas la integraban dos columnas de la Guardia Civil de Arequipa, también la Gendarmería de Arequipa y Puno y por ultimo la Guardia Nacional de Arequipa, las mismas que formaron conjuntamente con el Batallón del Ejercito “Ayacucho” , la Tercera División del Ejército Peruano del Sur.
Mariano Santos se encontraba en la 1ª Compañía de la Columna “A” de la Guardia Civil de Arequipa. . De esta manera se formó el Batallón Guardias de Arequipa, integrado por seis Compañías de la Guardia Civil y una Columna de Gendarmes, con un total de 560 hombres
El destino no quiso que el Prefecto arequipeño llegara a enfrentarse al agresor, pues, a poco de su arribo a Iquique falleció accidentalmente, siendo reemplazado por el Coronel Manuel Carrillo y Ariza.
Al fallecimiento del Coronel Bezada, la Tercera División del Ejército del Sur pasó a ser comandada por el Coronel Francisco Bolognesi Cervantes. Cuando se tuvo noticia de la toma del puerto peruano de Pisagua el Batallón Guardias Civiles de Arequipa marchó para hacer frente a la invasión chilena.
De esta manera se formó el Batallón Guardias de Arequipa, integrado por seis Compañías de la Guardia Civil y una Columna de Gendarmes, con un total de 560 hombres.
Como parte de la Tercera División del Ejército Peruano del Sur, el Batallón Guardias Civiles de Arequipa, que no tomó parte en la batalla de San Francisco, marchó a Tarapacá, que era un pueblo de la sierra sur del Perú, donde el 27 de noviembre de 1879 tendría lugar la batalla del mismo nombre y en la cual el batallón al que pertenecía Mariano Santos le sería confiada la defensa del mismo, que era atacado por el Batallón de Infantería "2º de Línea" del Ejército de Chile, en el combate, que tuvo lugar en las mismas calles del pueblo, el Guardia Civil Mariano Santos logró, con la bayoneta en la mano, apoderarse de la coronela del batallón enemigo tras una sangrienta lucha en la que pereció toda la escolta.
Por esta acción a Mariano Santos se le llamó el Valiente de Tarapacá mereciendo una mención especial en el parte que el jefe de su División, el coronel Francisco Bolognesi, redactó tras la batalla señalando que fue él quien arrancó el estandarte de las manos del enemigo
Tras la victoria, el ejército peruano continuó su marcha al puerto de Arica donde en una ceremonia solemne, llevada a cabo en la puerta de la Catedral de San Marcos de Arica, el contralmirante Lizardo Montero condecoró y ascendió a Inspector de Guardias GC (Grado equivalente al de Teniente del Ejército de aquella época), el 31 de enero de 1880, al Guardia GC Mariano Santos Mateos, quedando el trofeo capturado en la iglesia de esa ciudad, de donde fue trasladado luego a la de Tacna, en la que sería encontrado por tropas chilenas tiempo después y devuelto al "2º de Línea" antes de la Campaña de Lima.
La acción de Mariano Santos fue calificada de hecho grandioso, por cuanto arrebatar al enemigo su estandarte nacional de guerra, distintivo de su nacionalidad, no solo constituye un trofeo sin parangón sino que esa acción tiene sus efectos en las tropas adversarias, al bajarles severamente su moral, predisponiéndolas, acaso, para la derrota.
El 11 de enero de 1880, en Arica, se dio a conocer la Orden General del Ejército Peruano del Sur dictada por su Comandante en Jefe Contralmirante Lizardo Montero, quien asumió dicha Jefatura en reemplazo del General Juan Buendía. En dicha Orden, Montero, en representación del Supremo Gobierno, llamó a Mariano Santos Mateos, por su acción, "el Valiente de Tarapacá" y reconoció y exaltó su heroísmo, con las siguientes palabras:
“Arrebatar al enemigo en el campo de batalla los distintivos de nacionalidad, que son defendidos con predilección, es un hecho grandioso que tiene por recompensa el homenaje que se rinde al valor, y no se cumpliría con un sagrado deber si se pasara inadvertida la heroica y patriótica acción del Guardia Mariano Santos del Batallón Guardia Civil de Arequipa, quien en el fragor del combate, se apoderó el 27 de Noviembre ultimo, en el campo de Tarapacá, del estandarte chileno del Regimiento Segundo de Línea, adquiriendo con ese trofeo un testimonio de nuestro triunfo, un timbre de orgullo de nuestras armas y una reliquia para la Patria que verá en ella la reminiscencia de espléndida y heroica victoria".
"El Ejército se honra en contar a Santos entre sus compañeros. Felizmente la guerra presentará, más de una oportunidad para que nuestros soldados puedan imitar y tal vez exceder al “Valiente de Tarapacá”. Pero ellos deben tener presente, a la hora de la prueba, que el sacrificio por la patria, es deber, y que ésta no olvida nunca y recompensa siempre a los que la aman y defienden heroicamente”.
“¡Salud al bravo Mariano Santos!".
Días después, en ceremonia realizada en Arica el 31 de enero de 1880, al término de la celebración del Te deum en la Iglesia de San Marcos, Mariano Santos Mateos fue ascendido a la Clase de Inspector de Guardias (grado equivalente, en aquel entonces, al de Teniente del Ejército), habiéndosele entregado su correspondiente Despacho además de un premio pecuniario de 500 soles de plata, ordenándose que el estandarte arrebatado al enemigo quedara en la Capilla Central de Arica momentáneamente, hasta que fuera depositado en la Catedral del Cusco, por ser la Iglesia Mayor del Departamento donde naciera Mariano Santos (Lucre).
Ernesto A. Rivas, prestigioso maestro y destacado escritor describe en 1900, con magistral precisión histórica en uno de los volúmenes de la obra “Nuestros Héroes”, la participación de nuestro héroe en la Batalla de Tarapacá y lo hace en los siguientes términos:
En la Orden General del Ejército acantonado en Arica, correspondiente al día 30 de enero de 1880, se invitaba a los señores Comandantes de División y demás altos jefes y funcionarios públicos para que acompañasen al señor General, Jefe del Primer Ejército del Sur, a oír la misa de costumbre en el siguiente día 31. Curiosidad y no pequeña, causó esta cita entre los invitados y todos esperaron impacientes el momento en que se descifrara el enigma que guardaba.
Llegó éste y el Contralmirante Lizardo Montero, seguido de la selecta comitiva y rodeado por compacta multitud, se dirigió a los corredores del Consulado inglés, donde acostumbraba presenciar el católico sacrificio que se celebraba en la plaza principal del puerto.
Terminada la augusta ceremonia, el General Montero subió las gradas de la Iglesia, recibiendo los honores debidos a su alta categoría militar y deteniéndose en la última, paseó la vista por todo el ejército marcialmente formado y llamó en voz alta: Mariano de los Santos.
En medio del respetuoso silencio que sucedió a estas palabras, se vio salir de las filas de la Columna “Guardias de Arequipa” a un joven soldado, que con porte digno y lentamente se llegó al General Montero llevando en alto un estandarte chileno bordado de oro.
Todos los que habían asistido al glorioso combate de Tarapacá reconocieron en el modesto soldado al heroico combatiente de aquel día, que había logrado conquistar con su valor el valioso trofeo de victoria que en las manos llevaba.
El General Montero cogió el pabellón enemigo y desplegándolo, mostrólo al ejército con estas palabras: "Señores Comandantes Generales, Jefes, oficiales y soldados del Ejército: Este símbolo de gloria militar que veis en mis manos es el estandarte del Batallón Segundo de Línea de la República de Chile, que en Tarapacá, en el terrible y desigual combate del 27 de noviembre, fue arrebatado a nuestros enemigos por el Guardia Mariano de los Santos (y lo señaló a éste).
Los pueblos que, como el Perú, saben premiar a sus leales y valientes defensores no olvidan nunca hechos como el de este bravo soldado. La Nación dará, pues, a Mariano de los Santos, la recompensa que merecen sus virtudes militares y la gloria conquistada por él en el campo regado con la sangre de sus compañeros.
Yo, por mi parte, además de recomendarlo a la consideración nacional y a la justificación del Gobierno, quiero darle una prueba palpable de mi admiración, entregándole el título de Inspector y 500 soles de plata para que pueda presentarse ante sus compañeros llevando como es debido el uniforme de la clase a que lo asciendo, en uso de las facultades consiguientes al puesto que ocupo.
Este estandarte quedará en esta Capilla hasta que llegue la época en que sea depositado en la Catedral donde Santos vio la luz primera, para que allí sea el símbolo que perpetúe un gran triunfo e inmortalice a un buen hijo de la Patria.
¡Soldados!: ¡imitad el ejemplo de Mariano de los Santos!
¡Viva el ejército vencedor de Tarapacá!"
A este corto y elocuente discurso siguió una diana general tocada por las bandas de guerra y de música y los atronadores vivas dados por la multitud al humilde héroe de la brillante jornada del 27 de noviembre de 1879, cuyo mérito acababa de ser honrado.
Mariano Santos combatiría en la Batalla del Alto de la Alianza de la cual saldría gravemente herido. Cuando con los restos el ejército del sur llegó a Arequipa, tras reponerse de la herida sufrida, fue homenajeado por las autoridades de la ciudad otorgándosele una medalla de oro y por suscripción popular un uniforme nuevo, en reemplazo del desgarrado y empapado en sangre con el que había regresado de campaña, el mismo que lució en el banquete que fue celebrado en su honor el 24 de septiembre de 1880 Tras el fin de la guerra regresaría y en estado de recuperación de sus heridas, paso al retiro por incapacidad física y regresó a su tierra natal el Cusco donde llevaría una vida apacible cultivando las tierras de su familia
Falleció en la ciudad del Cusco el 7 de octubre de 1900. Sus restos fueron enterrados en el cementerio de Oropesa en Quispicanchis y en el 25 de agosto de 2000 fueron trasladados a la Cripta, construida en el Parque Ecológico Camposanto "Santa Rosa de Lima", destinada a conservar los restos de los héroes y mártires de la Policía Nacional del Perú.
El Teniente General GC (R) Oscar Olivares Montano, Diputado por Lima, en el Punto 10º de la Exposición de Motivos del Proyecto de Ley reconociendo el 31 de diciembre de 1873 como fecha de creación de la Guardia Civil del Perú y declarando Héroe Nacional al Guardia Civil Mariano Santos Mateo, presentado por él al Congreso de la Nación, el 20 de agosto de 1981, Ezafirma:
El Presidente del Centro de Estudios Históricos Militares del Perú, Doctor Geraldo Arosemena Garland, el 16 de noviembre de 1979, dio testimonio escrito a la Guardia Civil del Perú, de que por D.S. del 31 de diciembre de 1873 se organizó la Guardia Civil, que fundara el Presidente Pardo con la función de prevenir los delitos y faltas, perseguir a los delincuentes y velar por los derechos ciudadanos para el ámbito urbano, que mas tarde se llamaría Cuerpo de Seguridad (Huairuros) con la organización del Pdte Leguia, en la que formaría parte de la nueva Guardia Civil y Policia; posteriormente dicho Cuerpo en 1944 volveria a su antiguo nombre Guardia Civil pero Urbana
El presidente de la Academia Nacional de Historia, Doctor Félix Denegri Luna, el 17 de noviembre de 1979. Ambas autoridades de la Historia Nacional, respaldando documentadamente que el Guardia Civil Mariano Santos Mateo, tomó del enemigo el Estandarte del 2º de Línea, en la gloriosa Batalla de Tarapacá.
El Congreso de la República del Perú mediante Ley Nº 23316, publicada en el Diario Oficial El Peruano del 7 de noviembre de 1981, lo declaró Héroe Nacional. Posteriormente dio la Ley Nº 27018 del 21 de diciembre de 1998, mediante la cual se precisa su jerarquía en la Policía Nacional del Perú, otorgándosele el Grado Policial de Alférez.
La Ley Nº 29161 del 18 de diciembre de 2007 confiere a Mariano Santos Mateos el grado honorífico de Gran General de la Policía Nacional del Perú.
El lunes 31 de diciembre de 2007 el Ministro del Interior Luís Alva Castro anunció que el Salón de los Embajadores del Palacio de Gobierno del Perú llevará el nombre del héroe nacional Mariano Santos Mateos.
Actualmente se le ve desfilando a este batallón al que le han cambiado de nombre de Batallon de Guardia Civil de Arequipa por la de Batallón Mariano Santos
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