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28 ago 2016

La tremenda corrupcion en adquisiciones militares durante el gobierno del traidor Ollanta Humala

Ángel Páez
Compañías que incumplen con los cronogramas establecidos en los contratos, procesos de adquisición con la participación de un solo ofertante, deficiencias en el equipamiento entregado por las empresas, presunta sobrevaloración en el pago del material comprado
; la nueva gestión del Ministerio de Defensa ha emprendido la revisión de las principales compras en el sector en el gobierno de Ollanta Humala y ha encontrado observaciones que notificará a la Contraloría General de la República.


Se trata de 15 cuantiosas operaciones que en total superan los 8 mil millones de soles, algunas de las cuales en su momento causaron controversia, como el satélite de observación terrestre francés Asrosat-300, elegido en medio de disputas y acusaciones de las compañías que quedaron fuera.

El satélite, que costó 620 millones de soles, sin embargo no fue el mayor desembolso en el periodo 2011-2016.

Lo encabezan los cuatro aviones de transporte C27-J Spartan adquiridos a la compañía italiana Alenia Airmacchi, luego de una cerrada competencia con el modelo C-295 de la fábrica española CASA. En esta ocasión tampoco faltaron los cuestionamientos por la presunta cercanía de funcionarios del Ministerio de Defensacon la firma italiana.

Por los Spartan se pagaron 2 mil millones de soles.

La compra de 24 helicópteros de combate rusos 171-Sh-P a un costo de 1,700 millones de soles también representó un gasto significativo. Al Ministerio de Defensa le llama la atención que se pagara un precio unitario superior a lo que se abonó durante el segundo gobierno de Alan García por aeronaves similares. Probablemente la diferencia significativa se deba a las características de cada máquina.

La adquisición a la corporación estatal china Norinco de 27 lanzadores múltiples de cohetes tipo 90BM, también causó controversia porque el equipo es una imitación de otro de fabricación soviética que se compró en los años 70, el BM-21 Grad. El Ejército pagó por el material chino 127 millones de soles.

Además se compró una dotación de 580 cohetes, cuando lo requerido para los 27 lanzadores son 2,160 unidades. Otra crítica que se dirigió a la operación fue que el alcance de los cohetes es de hasta 40 kilómetros, cuando lo que el Ejército había previsto una mayor distancia en función a información de inteligencia sobre equipos similares de mayor alcance en la región.
Calidad y precio

De acuerdo con fuentes del despacho del ministro de Defensa, Mariano Gonzales, aunque la Contraloría desde un comienzo hace un seguimiento a las adquisiciones, se requiere de una auditoría final para establecer si en alguna parte del proceso de la compra, o de la ejecución del contrato, se cumplieron con las exigencias establecidas por las normas.

Durante el gobierno de Humala se impuso el sistema de compras de gobierno a gobierno con el propósito de reducir la participación de las compañías intermediarias de las fábricas de armamentos, cuya presencia suele incrementar los costos y permite la proliferación de los pagos de “comisiones” a funcionarios públicos.

Sin embargo, de una primera evaluación de las adquisiciones militares del anterior gobierno, se ha detectado que las contrataciones de gobierno a gobierno permitieron cierto favoritismo, lo que derivó en la exclusión de ofertas de otros países aparentemente con mejores precios.

“La licitación es el mejor mecanismo para obtener distintas ofertas y así escoger la propuesta más conveniente en función de los requerimientos de cada instituto militar, en términos económicos y técnicos”, explicaron las fuentes.

“Pero si se establece como política dirigirse a los gobiernos, en lugar de convocar licitaciones internacionales, estamos dejando de lado la oportunidad de comparar, compulsar y elegir. La adquisición de equipos de defensa de gobierno a gobierno debe ser una práctica excepcional y no la norma.

En la nueva administración en el Ministerio de Defensa habrá un cambio importante al respecto”, precisaron.

El régimen anterior creó y puso en funcionamiento la Agencia de Compras de lasFuerzas Armadas, una instancia cuya misión señalada por ley es planificar, definir y ejecutar las adquisiciones de material de uso militar. Pero es conocido que el organismo intervino poco o nada en las más importantes contrataciones, y en las que participó, tuvo una actuación polémica.
Para la vitrina

“Efectivamente, el papel de la Agencia de Compras será radicalmente distinto en la nueva gestión. Dejará de ser esa suerte de mesa de partes en que se había convertido, al margen de las más importantes contrataciones. En adelante cumplirá el papel que indica la ley. Todo deberá pasar por dicho organismo. Hemos encontrado casos en los que se le encargaba a un solo funcionario el proceso de adquisición, lo que contraviene las disposiciones vigentes. Vamos a transparentar absolutamente todos los tramos de la compra, desde la definición de la necesidad de la adquisición hasta la entrega de la última tuerca”, explicaron las fuentes.

“Se ha dejado que la Contraloría investigue en exclusividad las compras en el sector Defensa, pues ahora el Ministerio de Defensa fiscalizará rigurosamente todos los procedimientos. Debemos recordar que el anterior gobierno ya comprometió recursos para compras militares hasta el 2018, así que con mayor justificación se emprenderá una revisión de los procedimientos”, añadieron.

La Agencia de Compras ha participado en operaciones menores como la contratación de seguros para las aeronaves del Ejército, Marina y Fuerza Aérea; en la adquisición de uniformes y raciones de combate; en vehículos para los oficiales del rango de coroneles; entre otros.

Una de las pocas intervenciones relevantes de la agencia fue en el proceso de adquisición de 368 vehículos militares de transporte a la compañía alemana Rheinmetall Man Military Vehicles por 200.5 millones de soles (338 unidades para el Ejército y 30 para la Marina).

Lamentablemente, la empresa fabricante ha incumplido con los contratos.

En la primera semana de marzo, Rheinmetall debió entregar al Ejército 70 unidades de un total de 338 camiones, y a la Marina debía suministrar 30. Hasta la fecha, la fábrica alemana solamente ha dotado al Ejército con 30 camiones. Al instituto naval no le ha dado nada.

Debido a esta controversia el Ejército y Marina iniciarán acciones legales, pero el daño está hecho. Las unidades estaban previstas para apoyar las operaciones militares contraterroristas en el valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem).

“Se supone que la agencia debió asegurarse de que situaciones como la descrita no deberían ocurrir, pero estamos ante un problema de incumplimiento de contrato que no debió producirse. Una compra no es una simple compra en el sector Defensa. Tiene consecuencias en el cumplimiento de los planes militares”, señalaron las fuentes.

De encontrar alguna irregularidad u observación la información será entregada a la Contraloría, y eventualmente si lo considera la Procuraduría del sector, al Ministerio Público.
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