CARTA ABIERTA DE UN GENERALDE LA GUARDIA CIVIL ALPRESIDENTE DE LA REPUBLICA ALAN GARCIA PEREZ
Lima, 26 de Febrero 2010
Señor
Alan Garcia Perez
Presidente de la Republica del Peru
Señor Presidente:
La gravísima situación de ignominia moral y económica que aflige a nuestros hombres de uniforme, relegados sistemáticamente por la desidia y la antipatria de los gobiernos en los últimos 25 años, han socavado el último filón de dignidad y aparente mansedumbre de nuestros institutos armados; lo que me impone, en mi condición de Oficial General de la Nación en situación de retiro, dirigirle la presente misiva.
Nuestros Soldados, Marinos, Aviadores y Policías del Perú, que constituye ese reducto final y fundamental de la paz, de los gobiernos y de la democracia, transcurren en estos dramáticos momentos, por la delgada línea que confrontan el llamado al deber y la rebeldía natural de quienes no soportan más el hambre y la necesidad propia y la de sus sagradas familias y se niegan desde hoy a seguir vendiendo su fe, su autoridad, su vergüenza y dignidad por un puñado de soles.
La profesión militar en la historia Nacional nunca fue bien remunerada. Su singular atractivo es y fue siempre esa vocación de entrega y especial disfrute por consagrarse a la Patria; hacerse hijo de una Nación que lo educaba y entrenaba con ahínco, vestía y calzaba con sobriedad y cuidaba recelosamente de prodigar el pan de cada día y una pulcra alcoba para descansar. Aquello representaba en el militar y en el policia, la más grande retribución al sacrificio y a la dedicación exclusiva al servicio. La paga menesterosa permitía cuando menos, asegurar el sustento básico de los hijos. Muchos ilustres peruanos que vistieron el uniforme de la Patria se forjaron al calor y recurso de esas humildes remuneraciones.
Muy lastimosamente señor, desde hace más de dos décadas, ambas circunstancias se han venido mermando hasta la nimiedad. Aunado a ello el desprecio de toda una clase política enfrascada en un marcado sentimiento antimilitar y la obstinada convicción de la inutilidad de las Fuerzas Armadas en el Perú del siglo XXI, así como en la recomposición ética y funcional de la Policía en base a la sujeción política. Tal irracional concepción extendida a un vasto sector de peruanos, ha contribuido a formar esa percepción ciudadana que todo lo castrense es porquería, promoviendo la tesis de la corrupción militar y policial e ineptitud profesional generalizada de los cuadros militares y policiales.
Se ha construido entonces una contracultura de sentimientos y pensamientos antagónicos, deformando valores de nacionalidad y rechazando, en nombre del liberalismo y la globalización, el rol constitucional de las Fuerzas Armadas, subestimando además la difícil y trascendente misión de la PNP, coludiéndose en este afán instituciones y organismos de manifiesta postura extremista.
Usted señor, se ha propuesto asegurar la continuidad de ese vasallaje urdiendo estratagemas para promover y mantener comandos de fuerza sumisos, permisivos y hasta en algunos casos con evidente estulticia como en el caso de la Policía. ¿Qué le hace creer señor que ello le garantizará la docilidad y subordinación del grueso de las fuerzas? Como veterano conductor de hombres le puedo asegurar señor que acaba de consolidar su originariosentimiento anticastrense mintiendo y mezquinando como hace 22 años en que, so pretexto de unificación, sino por una recóndita frustración y venganza hizo desaparecer a la Benemerita Guardia Civil del Peru, pues soy testigo presencial de la detencion de su padre en 1949 por personal de la Guardia Civil, cuando lo detuvimos por haberlo sorprendido flagrantemente en las instalaciones de Radio Nacional con mas de 40 kilos de dinamita, quien pretendia dinamitar dicha emisora radial, que aparte que era del Estado, era un medio de comunicacion de fuerte oposicion al APRA., lo que dio lugar que su padre sea recluido en el Sexto y condenado a mas de 06 años de carcel, para que despues Ud, llegado al poder en 1985, por venganza desapareciera el penal del Sexto, inmediatamente desaparecer Radio Nacional cambiando su identidad por la de Radio Pachacutec (despues de su gobierno retorno a su antiguo nombre) y al mismo tiempo desaparecer a la Guardia Civil del Peru, cambiando su identidad por la de Policia Nacional.
Señor Alan Garcia, soy un veterano General de 95 años de edad y le digo, que su objetivo disociador y de menosprecio con la clase militar y policial al discriminar al personal en situacion de retiro, el otorgamiento de un misérrimo bono de compensación y ofrecer un ridículo y muy lejano aumento de remuneraciones rebotarán en su propio ego y estabilidad. Nadie le cree que solo el bono se dispuso para el personal en actividad por que no hay presupuesto, eso podra engañar a los ingenuos en la politica, usted nego este derecho al personal en retiro violando la Ley que establece que el personal en retiro tiene los mismos derechos economicos que del personal en actividad, por venganza por que fueron los retirados los que le quitaron a Ud. de este dinero de su bolsillo, por cuanto fueron los retirados los que se expresaron en nombre de todo el personal activo y en retiro de las pesimas remuneraciones y pensiones, como de la burla del Decreto Supremo de homologacion y su venganza hacia los retirados llega hasta el extremo de pretender eliminar la cedula viva, derecho que lo tenemos ganado desde que antes que naciera Ud., como puede decir señor Alan Garcia que ama alPeru y a su Patria, si odia a sus defensores.
Señor Alan Garcia, las circunstancias son absolutamente distintas a las huelgas policiales del 75, 83 y 87. Si usted cree que todo el control lo garantizó, con la licencia abierta para denigrar el uniforme con el llamado servicio individualizado en las puertas de chifas, pollerías y casinos de modestos policías que venden su dignidad, se equivocó señor; todo tiene su límite y hoy ese extremo se ha golpeado.
Como veterano Oficial también le digo que se percibe una repulsa general de los mandos intermedios y del personal subalterno de las FF.AA. y PNP contra los privilegios, el egoísmo y la prepotencia del gobierno y los altos mandos institucionales; de la ignorancia vanidosa y el desdén de cuanto alto funcionario de gobierno se ha pronunciado sobre este tema remunerativo y ese es un delicadísimo problema que usted señor tendrá que confrontar y no se a que costo ni a que corto plazo.
La decisión la tiene usted. Una paralización de actividades de policía tendría gravísimas consecuencias; el hecho subsecuente del desborde populachero, peor aún. Recuerde señor que en el mundo no hay mas que dos poderes: el poder politico y el poder de las armas. A usted, le garantizo que tiene asegurado el primero, no se juegue a que se active el segundo, por que la historia nos ha enseñado que un militar cuando reclama, reclama con las armas en la mano.
Atte-
Enrique Franco Mendiola
General de la Guardia
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