En la década de 1880, Chile triunfó en la Guerra del Pacífico e incorporó a su territorio las provincias de Tarapacá y Antofagasta.
En ellas se encontraba el desierto de Atacama, una de cuyas riquezas
mineras, el salitre, haría del país el principal productor mundial de
ese abono natural. En la pampa, se encontraban yacimientos de enorme
extensión, una elevada ley del mineral y de relativa