EL VERDADERO ROSTRO DE OLLANTA HUMALA

Por Edwin Z D

Abril del 2002. El sol remanente del verano resultaba más molesto que de costumbre. Estaba en medio del tráfico limeño, entre la distancia que hay desde el Sheraton desvanecido de aquel tiempo y la entrada del Zanjón; cuando de pronto ahí estaba. Un sujeto de unos 20 años, sumamente delgado a menos de 10 cm. de mi ventanilla izquierda. Vestido con polo negro y pantalón camuflado. En su mano derecha vacilaba un ejemplar de lo que parecía ser un diario.
“A sol pa que sepa la verdad” escuché decir con un acento andino muy marcado. Por casualidad tenía