LAS LAGRIMAS DE NUESTRA BANDERA

Nuestra enseña bicolor que flameó orgullosa en la Pampa de la Quinua al sellar la Libertad del yugo español, en el monitor Huáscar en el combate de Angamos, en Pucuta en la toma del bastión de los guerrilleros del MIR en Tiwinsa Cueva de los Tallos en el conflicto con el vecino país del Ecuador y que fue izada por nuestros bravos comandos en la embajada de Japón en la operación Chavín de Huantar, hoy se encuentra herida y sangra con intensidad, por la traición de uno de sus hijos que se
vistió con el uniforme de la patria y la afrentó para dejarla a merced de los oponentes.
La expedición de los DL 1132 Y 1133 por parte del Tte. Crnl. EP ® Ollanta Moisés HUMALA TASSO, Presidente Constitucional de la Republica, no solo es afectación a las pensiones de los militares y policías y creación de nuevas reglas previsionales para los que inicien la carrera militar o policial en las FF.AA o PNP, que será del 55% del total de sus últimos 60 percibos y la reducción al 50% de este monto para la viudas en caso de fallecimiento del titular, también es afectación la institucionalidad de las organizaciones encargadas de la defensa nacional y el orden interno, a su organización, sus leyes propias, sus principios, valores, su disciplina que constituían sustento solido para cumplir sus responsabilidades constitucionales, hoy la defensa nacional y la seguridad interna del país, están vulnerables y exponen a la nación peruana a las apetencias de los países vecinos y a la sociedad peruana al desorden social, la delincuencia común, organizada y la anomia social, porque estas leyes repercuten en el presente, pasado y futuro de los integrantes de las FF.AA Y PNP, afectan la moral, la operatividad, la preparación y el empleo de sus integrantes, generan divisionismo, tratamientos distintos, prerrogativas diferentes, rompen la estructura salarial y pensionable y privilegia a los que se encuentran cerca al poder político.
En definitiva nuestras FF.AA y PNP, ahora son distintas, se les ha aplicado una estocada de muerte a su futuro, por eso el color rojo de nuestra bandera llora lágrimas de sangre al avizorar las dificultades que llegaran por culpa de un traicionero que juró defenderla y nunca abandonar a sus superiores, pero engañó a sus instructores, sus compañeros de armas, sus subordinados y se olvido de la lealtad y de la patria pese a contar con los elementos para dignificar tan importante profesión y asegurar la defensa de nuestro país ante futuras eventualidades.
En este mes de la patria los que vestimos el sagrado uniforme de las FF.AA y PNP, debemos reflexionar del futuro que le espera a muestro país, con la desprotección que adrede se ha impuesto, debemos reafirmar nuestro compromiso de fidelidad a nuestra patria y a nuestra enseña bicolor, no aceptando modelos impuestos que traerán consecuencias funestas a nuestro país como estado, debemos luchar contra ese enemigo interno enquistado en el poder y a la camarilla que lo apoya que ha generado la peor traición a la patria