En este proceso de alineación con el centro de la galaxia de Alcyone, muchos expertos aseguran (algunos a través de datos científicos, otros vía contacto telepático o canalización con seres de luz) que la tierra está a punto de cruzar un cinturón de fotones de alta densidad que causaría una verdadera y poderosa mutación de consciencia en el ser humano. Una revolución a todos los niveles de la percepción extrasensorial y con el subsiguiente paso de esta 3ª dimensión a una 4ª en la que seríamos capaces de alimentarnos de luz fotónica, y de las plantas, absorviendo su energía, sin necesidad de ingerir alimentos sólidos.
Al despertar a esta nueva percepción de nuestras propias esencias divinas que , al parecer, siempre estuvieron latentes en nuestro espíritu o peri-espíritu, seríamos capaces de levitar, comunicarnos telepáticamente (la era del engaño y la falsedad habría llegado pues a su fin...), e incluso de recibir la visita de nuestros seres queridos fallecidos y de poder entablar comunicación plena con ellos.
Este, no estaría exento de una dura catársis, en donde no todos los humanos pasarían a este estado de semi-iluminación, algunos no lo conseguirían por miedo. Sería un momento en que, en las fronteras de otro paradigma de la realidad, muchos enloquecerían al enfrentarse a sus miedos y pesadillas. Sería pues un momento, decisivo en el que deberíamos aprender a escuchar el corazón, la intuición y las sensaciones que nos ocupan sin ser pasto de las llamas del terror al que hemos sido inculcados por el sistema educativo y de valores de nuestra sociedad materialista. Sería pues vital, derribar el muro de desconfianza y miedos al que nos han programado para reaccionar ante un eventual cambio en la forma de percibir otras realidades de distinta naturaleza. Estemos pues, preparados para cualquier cosa. Con la mente abierta a cualquier posibilidad. Los tiempos que se avecinan, parecen invitarnos a cruzar un tunel al final del cual, quizás sea más prudente amar que temer.